Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista Ferias y Fiestas de Béjar, 2008.
LA ARQUITECTURA TRADICIONAL BEJARANA (III)
Los comienzos de esta arquitectura los fechamos en la década de 1740 por las fechas grabadas en los dinteles. Un ejemplo es la conocida casa de Juan Luis Meluis en la calle Flamencos. Otro es el de la vivienda de la figura 1 fechada en 1747 y muestra los rasgos típicos de la casa bejarana que se difunde a partir de mediados del siglo XVIII en su década inicial. Se parte de un solar rectangular, con alzado en el que aún el último piso es de entramado encalado, que vuela ligeramente sobre canes bien labrados de madera y cantería. El piso noble, con grandes vanos abiertos a balcones, parece reforma decimonónica. Muy propio de nuestra arquitectura dieciochesca son los vanos de los otros dos pisos, de diversos tamaños (algunos todavía muy pequeños), pero ya siempre con recercado de granito bien labrado. En lo que sobresale del muro medianero debería ir un paño de tejas claveteadas.
En la imagen de la figura 2 nos hallamos con otro edificio del XVIII muy singular, pues es uno de los más antiguos conservados en la calle Mayor. Para empezar llama la atención su acusada horizontalidad, síntoma inequívoco de que se concibió antes de la presión urbanística del s. XIX, que obligaba a construir en altura ante la escasez de solares amplios. La disparidad en el tamaño y distribución de los vanos en fachada es propia de la arquitectura del XVIII, así como el quiebro que hace la fachada siguiendo la forma de la calle, rasgo característico que encontramos en la arquitectura anterior de mediados de dicha centuria. El balcón de forja es muy interesante, por ser de los más antiguos de la ciudad, también del s. XVIII, en un momento en el que el que muy pocas viviendas se equipaban con balcón. La galería acristalada es de reforma posterior.
(Continuará)
Paño de teja árabe.
Casa de la Plazuela de don Nicomedes Martín Mateos. Béjar
Interesante la continuación del colega Roberto sobre la arquitectura bejarana.
ResponderEliminarPreciosa la forja del balcón con ese trenzado curvo.
Curiosas las paredes con tejas para evitar la humedad.
La casa de Lagunilla le va a hacer mucha ilusión a uno que yo me sé.
Un saludo.
Cúantos rincones bonitos tiene tu pueblo,creo que te dije que estuve una vez en Béjar sólo para dormir pues no encontramos sitio en Salamanca...hace la friolera de treinta años, lo pongo con letra para que no parezcan tantos,je,je..
ResponderEliminarOtro día te contaré la anécdota, que la hay...
Besicos salados tocaya.
P.D.
Tan temprano no bajo a la playa,todavía no está puesta,je,je
pero,me gusta ir temprano y disfrutar del rumor del mar...hoy pondré unas foticos de cómo se pone de gente y lo comprenderás...
más besicos amiga.
Pero Carmen que emoción! que pone usted una foto de una casa de mi pueblo! casi se me saltan las lágrimas de la emoción al verlo, muchas gracias!
ResponderEliminarEn cuanto a la entrada, excelente, como siempre, muy interesante todas esta arquitectura del XVIII, se ve que era la época de esplendor de la villa ducal.
Un abrazo.
Qué ganas de volver a Béjar entran con estos artículos.
ResponderEliminarSaludos, compañera.
Yo sigo paseando por las calles de Béjar, mirando cada rincón...
ResponderEliminarMadame, esos balcones son preciosos.
ResponderEliminarQue tiempos en los que se construia con paciencia y la presion urbanistica no obligaba a construir edificios tan altos como los de ahora! Ojala pudieramos volver a aquellos viejos edificios. Ahora solo se construyen cajitas de cerillas!
Buenas noches, madame
Bisous
Hola Carmen!! Me encantaron los balcones amiga, tienen un gran trabajo. Se notan los cambios a medida que pasa el tiempo.
ResponderEliminarMe gustó mucho conocer más de Bèjar.
Besosssssssss
Con tigo ademas de ver rincones llenos de belleza, nos das lecciones y nos enseñas muchas cosas desconocidas para nosotros.
ResponderEliminarGracias.
Besos
Admiro tu labor divulgativa sobre tu lugar de residencia, Carmen.
ResponderEliminar¡Ah! Y el "slide show" una delicia.
saludos cordiales.
Carmen...
ResponderEliminarEn los tiempos que corren, en pocos lugares se puede presumir de tener casas construidas en el siglo XVIII (otra cosa son los monumentos de interes cultural que ya sabemos que no se tocan o menos de lo que debieran). Aunque hayan sufrido reformas (algo por otra parte habitual) la estructura es la misma, respetando la primera crujia. Desconocia que se utilizasen elementos de construccion como la teja arabe por la zona. Que continue, que continue, que se hace corto :)
Un abrazo
La reja de la casa de la Calle Mayor es una preciosidad.
ResponderEliminarCuidemos estos patrimonios nuestros para que nunca se pierdan.
Saludos
me ha encantado la casa de las tejas... que original...
ResponderEliminarHasta ahora la serie está siendo fantástica, tanto texto como fotos. Felicidades para Roberto y gracias a ti Carmen por traerlo aquí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bello, bello, bello.....
ResponderEliminarFuerte abrazo!!!
Cayetano: la solución de las tejas en las fachadas donde mayor es el impacto de la humedad es común en toda la zona. Como bien ves en Lagunilla, también. He introducido el ejemplo de este pueblo en honor de un bloggero con nombre real...
ResponderEliminarSaludos
Cabopá: pues de noche Béjar es igualmente bonita y fresca en verano, por cierto. Una delicia venir a veranear aquí, porque de noche hay que ponerse chaqueta, cosa que no se puede decir de muchos otros sitios.
ResponderEliminarA ver si me cuentas la anécdota...
Besos también para ti
Carolus II: de nada, amigo mío, de nada. Te debo todavía varias entradas en las que aparezcan motivos históricos o artísticos de tu pueblo. Creo que Roberto está preparando algo sobre platería, pero no te puedo adelantar más. Así la sorpresa es mayor.
ResponderEliminarEl siglo XVIII es uno de los siglos más apasionantes en la historia de la villa, sobre todo porque estaba emergiendo una incipiente burguesía textil que eclosionará en el siglo siguiente.
Abrazos
Nuestro Garito: pues ya sabeis lo que podéis hacer para pasar un verano fresquito a la sombra de la sierra.
ResponderEliminarBesos
Dissortat: de eso se trata, amigo mío, de eso se trata.
ResponderEliminarSaludos
Madame Minuet: y por cierto, los edificios que se construyen ahora se realizan con materiales infinitamente de más baja calidad que los antiguos. Con las paredes de piedra resistían cualquier cosa. La prueba tiene que sólamente se consigue derrumbarlos, muchos de ellos, a golpe de piqueta, por desgracia.
ResponderEliminarBesitos
Gabriela: me alegro mucho de que te haya gustado. Sigue asombrándonos con tu blog, querida amiga.
ResponderEliminarSaludos
Mª Ángeles y Jose: el blog precisamente tiene una ventaja, que es la de poder ofrecer textos de calidad junto con gran cantidad de imágenes ilustrativas. Así la lectura se hace más amena a la vez que interesante.
ResponderEliminarSaludos
Jota Ele: me alegro mucho de que te haya gustado. La preseentación es una buena forma de conocer Béjar a golpe de imagen, ¿no te parece?
ResponderEliminarSaludos
Félix: en Béjar todavía quedan muchos edificios del siglo XVIII en pie, enmascarados a veces por fachadas del siglo XIX o XX. Lo curioso es que la gente no se fija en ellos, no les interesan lo más mínimo. Es por eso que muchos acaban bajo la piqueta o derruidos por el efecto del tiempo sin que nadie interceda. Aquí se denominan "casas viejas"... En fin, sin comentarios.
ResponderEliminarUn saludo
Babbilonia: sacándolos a la luz en internet, para que todo el mundo conozca lo que tiene, es una buena forma de intentar que ese patrimonio no se pierda como tú bien dices.
ResponderEliminarUn abrazo
Jose Luis de la Mata: en realidad sólo una de las fachadas, la más expuesta al frío y a la humedad, es la que se recubre con teja a modo de aislante.
ResponderEliminarUn saludo
Juan Carlos: me alegra que te haya gustado y que no te parezca demasiado largo. Prefiero que el texto vaya acompañado por fotos para ilustrarlo.
ResponderEliminarUn beso
Silvia: abrazos también para ti
ResponderEliminarCarmen, espero pues con ansia las futuras entradas sobre mi pueblo. Quizàas te sea interesante tratar por ejemplo sobre el famoso Palacio Episcopal, residencia veraniega del obispo de Coria, o sobre el hospital situado delante. Ambos datan de la época de Carlos II. Yo hace tiempo les dediqué sendos artìculos en wikipedia, asì como a la historia de Lagunilla, también en wikipedia.
ResponderEliminarsaludos y en cuanto a tu duda sobre la edad de Mariana de Austria cuando enviudò, te digo que contaba con 31 anos de edad y para aquel entonces habìa tenido ya 6 hijos.
Por aquí ando de nuevo, echando el ratito en tu espacio. Siempre un placer.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Carlos II: lo tendré en cuenta para futuros artículos. Y muchas gracias por la aclaración.
ResponderEliminarUn saludo
La sonrisa de Hiperión: el placer es mío al tenerte entre mis visitantes asiduos.
ResponderEliminarUn saludo