El monte del Castañar es lugar ideal para el descanso y para
compartir experiencias en buena compañía. Y esto no lo hemos descubierto los
bejaranos de hoy día, sino que desde tiempo inmemorial el monte santo, por
albergar el santuario de la patrona, es también paraje de fiesta. El mismo 8 de
septiembre, día de la Virgen del Castañar, la tarde es amenizada con festejos
taurinos desde la lejana fecha de 1667, año en que se lidiaron toros en este lugar por vez primera según la documentación. De la afición bejarana por el toro da
buena cuenta el hecho de que se construyera la plaza de toros en piedra más
antigua de España, datada en 1711, asentando sus sillares sobre otra más
antigua de madera. Cerca del coso se situaba el desaparecido “Teatro de
Comedias” donde se representaban obras teatrales del más variado pelaje con el
fin de hacer pasar un buen rato al público congregado. En los siglos XIX y XX
surgieron en el fresco monte “hotelitos”, casas de recreo, chalets y adosados, así
como bares y chiringuitos, para escapar de los apretones del calor veraniego. Y
esa doble función religiosa y festiva aún se mantiene, ya que la Plaza de Toros
del Castañar sirve para la función taurina y también como escenario para el
Festival Internacional de Blues.
Además, en el primer domingo de agosto nos congregamos
los bejaranos en torno a la desapacible lumbre prendida en el entorno de la
plaza de toros, fuego provocador de sofocos y sudores, con el fin de fabricar,
previo conocimiento de receta privada e intransferible, el plato estrella de
nuestra gastronomía: el calderillo. Los participantes del concurso, vestidos
para la ocasión con mandil y gorro cocinero, intentan lucir su arte vertiendo
los ingredientes a su modo y manera, mientras el humo se eleva por encima de
los castaños plagados de flores. La Plaza de Toros del Castañar se convierte
así en el gran plato figurado de la degustación. Los druidas bejaranos preparan
sus pociones mágicas que suministrará a los circundantes una fuerza sobrehumana
para afrontar el espectáculo taurino vespertino. Los asistentes pasan así del
plato de calderillo mañanero al coso circular de la fiesta del toro. Todo aquel
que se presente a admirar el buen hacer culinario de los concursantes no
quedará sin su degustación, unos por ser amigos de los participantes y el resto
por ser invitados por el ayuntamiento, promotor del evento.
El festejo, ideado por un grupo de entusiastas bejaranos
integrantes de la Tertulia Literaria Bejarana en 1972, se ha mantenido hasta la
el día de hoy con una cada vez mayor afluencia de público. Bautizaron la
jornada con el nombre sencillo de Día del
Calderillo y en sus orígenes se celebraba en junio para pasar a julio
durante un tiempo. Cuando Camilo José Cela visitó Béjar no pudo su buen paladar
ayunar y dejar de lado la degustación del calderillo, atreviéndose “a merendar
un calderillo guisado según las nobles y vetustas artes de los tejedores”.
Una
única receta no existe, ya que cada cual es maestro en la suya y no vale eso de
resumirla diciendo que es un guiso de carne y patatas. Como no soy diestra en
el arte de los puchero, así que me he permitido sacarla de aquí para que, si quereis, podáis prepararlo.
CALDERILLO BEJARANO
INGREDIENTES:
- 2 kilos de patatas
- 1 kilo de carne de aguja de ternera
- 1 cebolla
- 1 tomate
- 1 pimiento verde
- pimiento morrón
- guisantes
- orégano
- laurel, sal, pimentón
- agua, aceite
- harina y clavillo de guisar.
PREPARACIÓN:
Se pica la cebolla, el pimiento y el tomate se refríe en el caldero con ¼ de litro de aceite. Se parte la carne en trozos y se junta con la anterior. Cuando está todo refrito se echa una cucharada de harina y otra de pimentón. Se tiene preparado un machado de ajo y perejil que se echará en este momento, junto con agua ( la cantidad necesaria hasta que se cubra la carne), laurel, un clavillo de guisar y palos de orégano. Se deja cocer durante 2 horas. Mientras, se pelan las patatas se cortan. A los 90 minutos de cocción de la carne, se agregan las patatas, teniendo en cuenta que ha de estar todo junto, otros 20 minutos. Al terminar de cocer, se adorna con guisantes y pimiento morrón y listo para comer. (Para realizar este guiso es imprescindible un caldero).
¡Qué buena pinta tiene el calderillo!
ResponderEliminarPor aquí tenemos el Caldero guiso de pescado y arroz de los pescadores, también es necesario el caldero de hierro...
Cuando vengas por estas tierras tómalo, veras,probarás cosa buena...
En Los Alcázares (Mar Menor) el 13 de octubre se celebra el día del Caldero, los vecinos en peñas lo hacen en la arena junto al mar...
Besicos salados.
Buena idea la de ponernos los dientes largos. La siguiente entrada comilona la de la Ensalada Bejarana que hace mi tia oriunda (sin h verdad?) de allí. Aunque yo no la he probado. eso si, su calderillo buenisisiiiisimo.
ResponderEliminarUn abarzo,
Madame, el plato resulta de lo más tentador. Y por si fuera poco ofrece usted la receta. Me temo que si lo hiciera yo no iba a quedar como el que nos muestra. Soy un desastre para esas cosas. Pero algún día tendré que probar el calderillo.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Recuerdo que hablaste de esta fiesta pero me parece que no hablabas del calderillo, me parece que se puede adaptar en una comida corriente.
ResponderEliminarGracias por poner la receta un abrazo
Pues me ha quedado tanto el gusto por la fiesta como por el calderillo.
ResponderEliminarMe gusta mucho que se mantengan las tradiciones
Besos
Se persenta el mes de agosto guapo...y el de septiembre más guapo aún... que rico ese calderilooo y eso que es muy tarde:))
ResponderEliminarUn beso.
Vaya, Carmen, qué novedad una entrada culinaria por aquí. Aunque el plato lo merece. Buenos ingredientes y un aspecto fenomenal. De lo más apetitoso. Un abrazo.
ResponderEliminarQue bueno!!!
ResponderEliminarMe la copio.
Yo soy experto en puchero gallego.
Un abrazo.
Hola Carmen, ya de nuevo yo por aqui, y que sorpresa, esta vez me sorprendo gratamente con una entrada diferente y sobre todo, muy sabrosa.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo.
No hay festividad religiosa que se precie que no tenga una segunda parte en torno a una mesa suculenta. Ese calderillo esta provocador, a pesar de la hora temprana de la mañana a la que lo veo.
ResponderEliminarBesos, Carmen.
Es natural que con una dieta así, a base de calderillo, haya dado Béjar personaje tan principales.
ResponderEliminarSaludos.
Mmmmmhhhh, se me ocurre que si al guisarlo se hace entre buenos humores y canturreos, y si por ejemplo esos pimientos son de cultivo ecológico bien hecho....
ResponderEliminar¡Que bien huele! Me han traído estos olores de buena cocina hasta aquí. Que disfrutéis de la fiesta y de esta suculenta gastronomía que has compartido. Todo será probar:-)
ResponderEliminarBss veraniegos
Acabo de comer y ya me ha entrado hambre al ver ese calderillo. Solo un pero, lo suyo sería hacerle con carne de toro de lidia.
ResponderEliminarSaludos.
No conocía el calderillo, pero qué buena pinta... Me lo apunto por si visito algún restaurante bejarano
ResponderEliminarCabopá: creo que en muchas partes de España se cocina desde tiempo inmemorial en un caldero con distintos ingredientes, ya bien sea pescado o carne acompañados por patatas, pimiento y otros ricos compañeros de guiso porque quizá sea lo más sencillo y lo que estuviese más a mano. Con esto no quiero decir que se cocinase todos los días, más hubiesen querido en tiempos de hambres, pero bien pudo ser un plato de fiesta. Ahora lo sigue siendo porque hay costumbre de hacerlo los fines de semana cuando se dispone de tiempo.
ResponderEliminarLo probaré cuando vaya a tierras murcianas, no te preocupes. ¡Ah!, y gracias por la recomendación.
Un besico
Agev: ¿Ensalada bejarana? ¿Te refieres a los limones o al rico zorongollo o pisto de por aquí? Me tiene sque contar más sobre esa misteriosa ensalada.
ResponderEliminarBesitos
Diana: pues ya somos dos porque no tengo ni idea de cocina, aunque bien es verdad que no me he puesto a ello en serio. Algún día quizá... Por cierto, madame, que este no es un plato para aquellas mujeres que quieren lucín tipito en la piscina, porque supone una ingesta de calorías monumental.
ResponderEliminarUn beso
Manuel: espero que el aroma del calderillo llegue al otro lado del charco el domingo, aunque va a estar difícil.
ResponderEliminarSaludos
Mari-Pi: creo que puedo haber hablado del calderillo como plato gastronómico, aunque no recuerdo haberlo mencionado como fiesta. Bueno, después de tantos años escribiendo en el blog puede ser que se me olvide, son tantas las entradas... El plato se puede hacer en cualquier moemento, fecha y lugar.
ResponderEliminarUn beso
Laura M.: ¿tú sabes hacer el calderillo como bejarana de adopción? Si conoces la receta no la digas porque ya sabes que cada cual tiene su toque mágico, toque que hace personal a cada calderillo. Tenemos dos meses de fiestas sin fin.
ResponderEliminarUn besazo
Desdelaterraza: es una entrada gastronómica a la vez que histórica, porque se desconoce el origen de este plato enseña de la cocina bejarana. Desde luego tuvo que inventarse después del descubrimientos de América...
ResponderEliminarSaludos
Gacuho: pues si intentas cocinar un calderillo ya me dirás los resultados. Anímate.
ResponderEliminarSaludos
Carolina: te habíamos echado de menso, amiga. ¿Qué tal las vacaciones? Espero que fenomenal.
ResponderEliminarSaludos
Francisco Espada: tienes toda la razón en tu afirmación, al igual que lo tiene el hecho reconocido de que no hay fiesta sin estómago agradecido, por lo menos en las culturas latinas.
ResponderEliminarSaludos
Retablo: claro, me giusta tu visión sobre los personajes bejaranos y sus estómagos repletos de calderillo, jejeje
ResponderEliminarSaludos
Amigoplantas: amigo, no te pongo punto con lo del cultivo ecológico porque cada maestrillo tiene su librillo y cada cocinero lleva sus propios ingredientes al concurso. Unos pueden que lo hagan. De todos modos, todos los bejaranos que te lean pondrán cuidado al respecto.
ResponderEliminarSaludos
Katy: y además comentas precisamente a la hora crítica del hambre del meiodía, a las 15.20, hora de mantel, buen guiso y sangría. Si tienes mano con la cocina inténtalo, a ver qué resultado obtienes. Luego nos lo cuentas, ¿eh?
ResponderEliminarUn besazo
Eduardo: razones no te faltan para incluir al toro en el festejo ya que tan presente está en su elaboración y posterior digestión, pero por estas tierras bejaranas no se da el toro, sino más bien las dehesas salmantinas, un poco más allá de Guijuelo. Bueno, en todo caso son 15 minutos en coche hasta el comienzo de las dehesas...
ResponderEliminarSaludos
Mundsocks: te lo ofrecerán en todos seguro. Apúntalo para la próxima visita.
ResponderEliminarUn abrazo
Eso lo hago yo a los viernes, con aguja, jjajaj, si, calderillo de Carballiño. Tiene una pinta estupenda. Si que tiene que dar sofocos en pleno mes de agosto..
ResponderEliminarun abrazo,Carmen
Ese calderillo debe estar para chuparse los dedos.
ResponderEliminarun fuerte saludo
fus
Marcelo: si es que hay calderillos en todas partes. aunque con alguna cosilla diferente, imagino.
ResponderEliminarSaludos
Fus: sólo tienes que traverte a entrar en la cocina y poner en práctica la receta para saberlo. ¿Te atreves?
ResponderEliminarSaludos
Carmen, te agradezco la receta, pero la voy a dejar para hacerla en invierno, no por las calorías, si no por el calorcillo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte amiga, desde mi Librillo.
Carmen, y que son los limones o el zorongollo?
ResponderEliminarUn abrazo,
Parece un plato muy sabroso.
ResponderEliminarMe quedaré por aquí leyendo más.
Muchos abrazos.
Rico rico ha de estar ese calderillo.
ResponderEliminarAunque con estos calores,...
Como apunta Cabopá, en la costa murciana tenemos el famoso Caldero. Y, como ocurre con el calderillo, hay tantas recetas "auténticas" como cocineros. Buenísimos todos.
Abrazos.
PD: Bien-hallada de nuevo, Carmen. Voy a intentar reflotar mi blog y participar de nuevo en estos mundos blogueros.
Carmen, a ver cuándo participas tú. O quizás mejor Rosi o Miguel ;)
ResponderEliminarSaludos!
Tengo que probarlo, pero ahora no, con estos calores, como que no..Ya te diré
ResponderEliminarSaludos Carmen ¡¡¡¡
De nuevo por tu casa. Y por cierto, que pinta tiene la foto. Ofú me ha entrado hambre de nuevo.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Rosario: tienes razón porque ahora apetece más una ensaladita, ¿no?
ResponderEliminarUn beso
Agev: el lunes te lo explico, jeje
ResponderEliminarBesotes
Rayén: bienvenida, Rayén. Puedes echar todos los vistazos que quieras.
ResponderEliminarUn saludo
Enrique: bienvenido de nuevo a estos undos virtuales en el que se hacen muchos y buenos amigos. Te seguiremos en esta nueva andadura.
ResponderEliminarY gracias por la aportación de esa variedad murciana de caldero.
Un saludo
Robero: ¿yo cocinando? Parece mentira que no me conozcas... Lo de Miguel ya es otra cosa.
ResponderEliminarSaludos
Francisco Javier: cuando pruebes a hacer la receta ya me comentarás los resultados.
ResponderEliminarSaludos
Hiperión: me temo que sólo puede regalarte la vista...
ResponderEliminarSaludos
Vaya qué pinta, me acordé de un chiste... doctor estoy fatal. Dígame que ha comido. He estado de frite. Cuántos eran? El borrego y yo. Pues va a ser del atracón de carne. Pues yo lo achacaba a la lana.
ResponderEliminar((espero te guste!! ))) Bss
MariCari: esto de la lana y el borrego va muy bien con los bejaranos por su actividad secular textil de siglos, jejeje
ResponderEliminarBesos
Vengo del futuro atraído por el olorcillo del guiso.Tiene que estar de rechupete.
ResponderEliminarTe dejo el comentario que debí hacer hace exactamente tres veranos. No andaría yo por casa.
Un abrazo.
A pesar de estar lejos lo suelo hacer a menudo ( más bien en invierno y pri.avera) pero tiene fama y gusta mucho a los que invitó a provarlo. Suludos
ResponderEliminarA pesar de estar lejos suelo cocinarlo(en invierno y primavera) y tiene fama a la gente de mi entorno suele gustarles mucho
ResponderEliminarAyer acudió al Castañar un matrimonio onubense, con raices bejarano-hervasenses. Una sabrosa y olorosa sorpresa se llevaron. Gracias, Béjar
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