Recuerdos de una Semana Santa que se fue

         Con la solemnidad de los años anteriores, algo deslucidos por el mal tiempo reinante, se celebraron los cultos de Semana Santa en nuestra ciudad. Fueron numerosísimos los fieles que asistieron el Jueves Santo a las Comuniones y asimismo los Oficios de las distintas parroquias se vieron muy concurridos. 

            En la tarde del mismo día, y a pesar del cielo nublado y sombrío, fueron muchas y bellas señoritas las que lucieron la devota mantilla española en la visita de los Sagrarios. 

  

         En la mañana del Viernes Santo se celebró el tradicional “Tálamo” y por la tarde la procesión del Santo Entierro, que hizo el recorrido de costumbre muy solemne.

Igualmente tuvo lugar la acostumbrada exposición de escaparates, con destino a la cual la Cámara de Comercio instituyó para este año tres premios. 

            Merecen citarse la de “La Innovación”, que ganó el primero y en un rasgo de generosidad lo repartió a 50 pesetas a cada una de las instituciones siguientes: Casa de Caridad, Asilo de Niñas Huérfanas, Auxilio Social y Hermanitas de los Pobres; “El Palacio de la Moda”, que obtuvo el segundo; droguería de don Virgilio Hernández; tercer premio; destacándose también la del comercio de Viuda de Gregorio Maíllo por su originalidad, casa “Geny”, “El Oriente”, la correspondiente a los ultramarinos de don Anselmo García y otros. 

 Tálamo

            Mañana, a las seis y media de la mañana, saldrá la procesión del Resucitado de la iglesia de Santa maría hasta la de San Juan, en la que se hará la santa misa a las siete y media, y a las diez saldrá ésta para asistir a la fiesta que se celebrará a las once en Santa María.

C.G.

(Semanario Béjar en Madrid, nº 1.103, 24 de Abril de 1943)

                

       Hoy en día ya no se hacen concursos de escaparates –podría ser una idea a retomar por el ayuntamiento- , ni las mujeres visten con peineta y mantilla –salvo en la procesión del Viernes Santo-, ni existe tampoco la procesión del Resucitado de que se habla en el último párrafo. Unas tradiciones han desaparecido en favor de otras y la Semana Santa bejarana cuenta, eso sí, con la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo y el Tálamo, la subasta de objetos con la que la Cofradía de la Santa Vera Cruz recauda fondos. Y a todo ello se han añadido dos cofradía más, varias procesiones y Vía Crucis, un pregón de inicio de la Semana Santa y un concurso de fotografía. Cada año parece aumentar el número de turistas, por aquello de que se le ha puesto la coletilla de “Semana Santa de Interés Turístico Regional”, y las tallas lucen más hermosas por las calles. Los hermanos cofrades se esfuerzan para que la fiesta salga mejor que el año precedente, en un saludable pique entre ellos que les pone alas para superarse. 

            Las previsiones del tiempo para este año no son halagüeñas, mas siempre vendrán a casa los bejaranos que hoy viven en otras ciudades con sus hijos para rememorar tiempos pasados y descansar de los trajines rutinarios en familia. El lunes, el día posterior al Domingo Santo, se comerá el típico hornazo salamantino, aunque el de Béjar tiene una particularidad: hecho con masa de pan y anises, sólo lleva por dentro chorizo, ni más ni menos, abandonando ese otro de la capital embutido de lomo, huevo y otras delicias que restan protagonismo al pan. Es típico degustarlo en el campo, donde mejor saben las comidas, calentados los huesos con los primeros rayos de la primavera, cuidando siempre de que la humedad traidora no apareje un buen catarro de moquero y tosecilla. 

*Si quereis saber más sobre la Semana Santa Bejarana podeis consultar este enlace del blog.