Autora: Vega Gómez González
Son
muchas las romerías que se celebran en torno a la Pascua de Pentecostés (la
Hiniesta de Zamora, Valdejimena o los Paporros del Castañar, entre otras). La
más importante para los habitantes del valle del Corneja (Ávila) es la de la
Virgen de la Vega, que congrega a gentes de todo el contorno en su santuario el
lunes de Pentecostés. Muchos de ellos han asistido el día anterior a
Valdejimena, que cae a unos 25 kilómetros. La cercanía y la fuerte devoción de
que gozan las dos Vírgenes propicia coplas como esta de la Charrada de
Piedrahíta:
Virgen Santa
de la Vega
¿Dónde tienes
tus hermanas?
la una está en
Valdejimena
Este año de 2013 han coincidido en la ermita tres fiestas
casi seguidas: “Las Rogativas” que celebran anualmente los vecinos de Mesegar
de Corneja el día 15 de mayo; otra, en la que el Hogar del Jubilado “Virgen de
la Vega” de Piedrahíta convocaba a todos los mayores de la comarca el viernes
día 17 cuando hubo misa en el templo y una comida en la explanada (bajo una
carpa) a pesar de las inclemencias del tiempo. Por último, la Romería el lunes
de Pentecostés (20 de mayo). Parece que las circunstancias meteorológicas quisieron
mejorar para ese día, pero los asistentes no las tenían todas consigo. Al ser
una fiesta móvil y de primavera, unos años hace mucho calor y otros nieva en la
sierra, como ha sucedido este.
Unos bajan en coche otros andando
Los vecinos de Piedrahíta suelen bajar andando por el camino
viejo pero también hay quien se acerca en coche. Muchos prefirieron prevenir y pertrecharse de paraguas,
ya que el día amenazaba lluvia y era fresco para la época.
El dia
amenazaba lluvia
Por la misma razón, la mayordomía no se aventuró como
cada año a decir la misa en la pradera que, además, estaba enfangada. Por ello,
fue concelebrada en el interior del templo donde no cabía un alma más.
La misa
se celebró en el interior de la ermita
La Virgen de la Vega sale en procesión al acabar la misa
por lo que la muchedumbre espera fuera.
La gente
espera la salida de la Virgen
La imagen pasa delante de la casa del santero que actualmente
está siendo restaurada. En ella se han hallado restos de mosaicos tardo romanos
de los que ya se tenía noticia, pues fueron estudiados por Benito Guitart
Trulls y Félix de Gregorio Hernández Mozo hacia 1927 en la revista Arquitectura.
Dulzaineros animan la procesión
Después se encamina en dirección a Piedrahíta por la
carretera. Los dulzaineros, que han participado en la misa junto al coro
parroquial, animan todo el recorrido. Volverán a tocar por la tarde, en el rato
previo al Rosario y después del mismo.
Al llegar
al puente la Virgen se vuelve
Al llegar al puente del rio Pozas, un arroyo que vierte
en el Corneja, la procesión vuelve de nuevo a su templo. Quizás rememorando la
leyenda que cuenta la razón por la cual la talla actual sustituyó a otra más
antigua y más pequeña, sita en el ático del retablo dieciochesco del santuario. Dicen que cuando la trasladaban a Piedrahíta, la
Virgencita llegaba al puente y comenzaba a pesar. Era tanto, que obligaba a sus
portadores a retornar a la ermita porque no podían con ella. Finalmente, la
Virgen pidió que se renovara su imagen y al hacerlo permitió su viaje a
Piedrahíta cada septiembre.
Las
campanas suenan en la procesión
Las campanas de la ermita no han parado de repicar
durante el recorrido de la patrona. Alegran el rato y parecen rogar a la
Virgen, como hacía José María Gabriel y Galán con esta poesía dedicada a la
Virgen de la Vega en 1896, durante el tiempo que pasó como maestro de escuela
en Piedrahíta:
Dila que en ella confías,
Pídela virtudes puras.
Confiésala cuanto ansías.
Cuéntala tus alegrías.
Llórala tus
amarguras.
Sigue a los pies postrado
de la Virgen de la Vega
suspirando enamorado;
Siempre el hijo que ruega
es por su
madre escuchado.
Virgen de la Vega
Patrona Bendita
No abandones nunca
A tu Piedrahíta
Durante el camino soplaba el viento y la corona se ha
ladeado, por lo que en el interior del santuario, Rosi Martín, camarera de la
Virgen, trata de colocarla.
Camarera
colocando la corona
Mientras, los fieles aprovechan para encender velas,
poner a los niños bajo el manto de la patrona pidiendo su protección o hacerse
fotos con ella. Otros contemplan los adelantos de las obras de
remodelación del templo, donde se ha descubierto la ventana en esviaje de una
habitación destinada a los retraídos para divisar el altar sin ser visto o pasan al
camarín para ver los mosaicos de azulejos que representan a ocho mujeres
bíblicas y firmar en su libro de visitas. Por último, hay quien se dedica a comprar recuerdos del
santuario, que venden los mayordomos de la Cofradía de la Virgen. En esta
ocasión se ocupan Sixto Gómez y Maxi Berguío, una mujer que baja cada día del
año a abrir la ermita de forma voluntaria, llueva, nieve o caiga un sol de
justicia.
Vendiendo
recuerdos
Al salir, los asistentes tratan de pasar un buen rato en
la pradera. Los niños subiendo a los cuatro o cinco castillos hinchables que se
han instalado (algunos en el espacio que ocupa la antigua y desgraciadamente ruinosa
plaza granítica de toros cuadrada que se encuentra tras la ermita). Los mayores
tomando alguna tapa en la carpa instalada por el Ayuntamiento o comprando en
los puestos de almendras y feria que vienen cada primavera.
Las
típicas almendras garrapiñadas
Al llegar el medio día la gente regresa a sus casas con
la intención de volver por la tarde. En los últimos tiempos de bonanza económica
el Consistorio invitaba a paella o patatas con carne a los asistentes. Después
había concursos de cartas. Este año fueron pocos los que planearon comer en la
pradera, dado el frio que se prometía, aunque finalmente salió el sol.
Otros
vuelven a casa
La mayoría regresaron a un pueblo que queda desierto cada
lunes de Pentecostés.
El pueblo se queda desierto
Muchos volverían por la tarde a rezar el Rosario, bailar
con la dulzaina y sobre todo, merendar en el campo si el cielo les dejaba. Si
no, dentro de los coches o incluso en el pórtico de la ermita. Esperemos que
pronto sirva para guarecerse la casa del santero remodelada.
Merendando
en la pradera. Hacia 1970
Querida Carmen, esta es una entrada luminosa. Se respira un ambiente de hermandad, de emociones fuertes, de sentimientos, de comunion, de afecto al terruño y de una fe gratificante que le da sentido a absolutamente todo y es una pintura de Bejar muy hermosa.
ResponderEliminarUn beso.
Esta primavera se ha presentado bastante fría y desanima un poco hacer estos recorridos aunque en esta romería parece que hay bastantes asistentes.
ResponderEliminarUna pregunta Carmen: en la provincia de Leon no hay un pueblo llamado Piedrahíta tambien?
Un abrazo feliz semana.
Muy buen reportaje, tanto en el relato fotográfico con en el texto,. Tu alusiòn a los dulzaineros me ha hecho recordar aquellos que, en mi más tierna infancia, animaban las fiestas de los pueblos (tamborilero y dulzainero) y llevaban una canasta llena de semillas de escoba con las que hacían las lengüetas de la dulzaina que se quebraban cada poco. Había una burla onomatopéyica que haciamos remedando el sonido del tambor y la dulzaina: "Racataplán que te mato. Piruhombri qui vas a hacer". Un abrazo,
ResponderEliminarGracias por la información de las lengüetas, Miguel. Me interesa la anécdota¿dónde sucedía eso? ¿en qué pueblo?
EliminarBella Copla y Poesía. Gran tradición en esta Romería a la Virgen de la Vega con los Montes, aún, nevados. Un gran Post que me ha hecho viajar por tan hermoso lugar y férrea tradición.
ResponderEliminarAbrazos y besos.
Qué bueno que finalmente salió el sol y todos pudieron disfrutar de su romería. Un día alegre, en el que la gente puede alejarse por unas horas de los problemas y pasar la jornada de un modo hermoso.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
El tema de las romería, al margen de la coincidencia de estas tres, tiene actualmente una faceta digna de estudio: hay personas que acuden a ellas por tradición, otras por fe y el resto con el único objetivo de pasarlo bien.
ResponderEliminarLas imágenes que nos presentan son muy explícitas y bellas. Gracias, Carmen.
Besos
No habrá habido muchas romerías con tanto frío, no? Esos abrigos, esos paraguas...seguro que la virgen no tiene mucha costumbre...y este año no puede ser porque mayeara marzo, que no lo hizo ;) Aquí también siempre hay puestos de garrapiñadas, me dan una rabia... con lo buenas que están las almendras, para que les harán eso :D
ResponderEliminarUn beso, Carmen
Vaya reportaje genial. Me ha encantado la foto del coche aunque todas as fotos tienen su aquel. A pesar dela lluvia la gente sigue adelante con las tradiciones y que el ánimo no decaiga. La comida campestre ya es otra cosa.
ResponderEliminarEsto de acuerdo con Alma, las almendras fritas con sal están divinas de la muerte.
Bss y una feliz semana
Cualquier motivo es bueno para pasear, tomar el aire y de paso comerse unas almendras garrapiñadas. Este pueblo nuestro es muy dado a las celebraciones con trasfondo religioso. Una razón estupenda para salir de casa y romper con la rutina cotidiana.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo creo que a las romerías se debe ir andando, todo el mundo en procesión, y no en coches. Me recuerda a la romería de mi pueblo, en que éste queda desierto, al estar todo el mundo en el campo comiendo. Un fuerte abrazo, Carmen.
ResponderEliminarMe encantan las romerías y su intenso sabor popular. El saber que recorremos caminos que han hecho cientos de veces nuestros ancestros... Estupendo reportaje de Vega Gómez, felicidades a las dos. Besazos.
ResponderEliminarGracias, aunque con retraso. Hasta hoy no lo había visto
EliminarCreo que debe suceder en toda España: que pocas fiestas de este tipo no cuentan con puestos con garrapiñadas y todo tipo de frutos secos. Un abrazo.
ResponderEliminarVayaaa tienes el blog de romería en romería:))
ResponderEliminarNo sé si los demás habrán visto las fotos y yo sólo veo la 5.
Un beso.
Un buen reportaje de la romería, pero igual que Laura, no he visto nada más que una foto, las demás son direcciones prohibidas en color gris.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmen.
Gracias por el aviso a los dos. En modzilla se veían perfectamente, no así en explorer. Como sólo uso el primero no tenía idea de que no se veían en el otro navegador. Ya está todo solucionado.
EliminarSaludos
Ahora sí se ven todas!!
ResponderEliminarAl personal no le importó el frio. De todas me quedo con la imagen del campanario.Como me gustan:))
Un beso.
Cita usted a Gabriel y Galán. Olvidado y un verdadero filón en datos de interés etnográfico. Las rogativas, imagino, debían de ser votos antiguos.
ResponderEliminarSaludos.
Encontrándose Béjar en un lugar tan centrado con respecto a bastantes pueblos y ciudades con una cultura tan rica, no es de extrañar que exista desde arquitectura hasta costumbres tan similares y arraigadas. Esta romería, con su bello reportaje fotográfico, debe preservarse del paso de un tiempo que va borrando en su camino la memoria de ancianos sin que hayan llegado a conocimiento de los más jóvenes. Este mal, tan frecuente como irrecuperable, posee en Castilla León un pesaroso final: hasta las costumbres festeras pierden año tras año su poder de convocatoria. Las romerías poseen todavía un atractivo en los grupos de amigos, comidas o meriendas en la Naturaleza. Creo que siempre se deben seguir potenciando. Con tus dos publicaciones, Carmen, has favorecido su continuidad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Carmen.
Toda la romería contada de principio a fin. Me ha gustado mucho el reportaje, Vega.
ResponderEliminarNo todos los pueblos se vacían durante las romerías. Debe ser una costumbre muy arraigada la de la Virgen de la Vega.
Abrazos!!
Querida Carmen, es un placer comprobar cómo se mantienen vivas las tradiciones en Béjar y lo bien que nos lo has hecho pasar con tu relato. Y esas garrapiñadas para endulzar el paladar, ¡qué ricas!
ResponderEliminarMil bicos.
Hola Carmen
ResponderEliminarQue bueno que existan esas creencias, acá en Argentina casi no tenemos, solamente la peregrinación a la Virgen de Luján, patrona de la patria, que se hace una vez al año, creo... porque yo no soy muy practicante, lo sabía bien cuando iba al colegio de monjas al secundario porque muchas de mis compañeras iban.
Gracias por mostrarnos tan lindas imágenes, sobre todo a mí que estoy tan lejos.
Besos