Autores: Roberto Domínguez Blanca y Carmen Cascón
Publicado: Revista Cultural de Gibraleón, nº 11 (jun. 2011)
Publicado: Revista Cultural de Gibraleón, nº 11 (jun. 2011)
Pedro de Marquina también
ampliaría la fachada sur del Palacio elevando algún cuerpo sobre el que existía, aunque según
Muñoz Domínguez no se terminará del todo en el siglo XVI[1].
Esta fachada muestra en la actualidad cuatro órdenes de vanos, correspondiendo
los dos centrales a las plantas más nobles del edificio, por lo que los vanos
son más amplios y la iconografía nobiliaria se agrupa a su alrededor. En el
piso inferior, los vanos se cubren con cornisa y se alternan rítmicamente con
escudos de los Zúñiga; en el superior se ve otra mano, al menos en la labra de
los escudos, que ahora están sobre los vanos, alternando los de Zúñiga con los
de Sotomayor. Otra diferencia en esta altura es que entre cada vano y su
cornisa media una cartela con otra cartela central, grabándose en ésta las letras
F, M y A en monograma y bajo corona. Harían mención al duque Francisco III y a
su esposa María Andrea de Guzmán, por lo que este cuerpo se habría levantado en
algún momento entre 1591 y 1601. Una inscripción más amplia y de difícil
comprensión ocupa la cartela del vano más oriental. La fachada palaciega concluye en su lado oeste adosada a restos de
la fábrica precedente que conservan algún blasón de los Zúñiga.
Fachada sur del Palacio
Todo el conjunto de la fachada sur está soportado por muros en talud de carácter defensivo, reforma necesaria para adaptarse a la artillería. Estas estructuras traen aparejadas la construcción de pasadizos de comunicación interna como tan bien se puede ver, por ejemplo, en los taludes artilleros del castillo de Mombeltrán (Ávila) con sus troneras de cañón. Estos pudieron ser algunos de los famosos pasadizos secretos del castillo de Béjar, origen de leyendas, como el que supuestamente unía el castillo bejarano con el de Montemayor del Río (a 15 kilómetros de Béjar), algo que es claramente inviable a poco que se conozca la orografía o la historia de la zona.
De 1567 también es el bello patio interior de cantería
que, según la documentación[3],
sustituyó a otro anterior de carpintería. El patio rectangular sólo muestra dos pisos de arquerías en
dos de sus lados (de cinco y cuatro arcos), pues en el meridional se aloja la
escalera y en el de poniente una monumental fuente mural. Las arquerías son de
dos pisos de arcos de medio punto en cada lado. Los del piso inferior apoyan en
columnas inspiradas vagamente en el orden corintio, en tanto que los del
superior son de orden jónico en su mayoría. Los capiteles del piso inferior
tienen un antecedente en el patio del palacio cacereño de los Perero, obra del
propio Marquina contratada en 1561[4].
Escalera y crujía oeste
Foto extraída de aquí
Escudos
de los Zúñiga y Sotomayor, así como el formado por las iniciales F y G se hallan
en las enjutas, incluidas las de los ángulos del patio, cuyos escudos se doblan
en esquina. Lo más llamativo es la solución dada a la escalera pues remite a
modelos de la Corona
de Aragón, embutida en una crujía y paralela al lado sur del patio. No tuvo que
ser una rareza en la Alta Extremadura, pues Sanz Fernández la pone en relación
con del palacio trujillano del Marqués de la Conquista[5].
Se abre al mismo en todo su ascenso al segundo piso mediante un arco adintelado
rampante, que es todo un brillante ejercicio de estereotomía, dibujando en
conjunto una progresiva disposición en abanico. Este arco se soporta por una
serie de columnas jónicas de distinto tamaño, puesto que el pretil de su
basamento no es paralelo al arco rampante, reduciendo progresivamente la
distancia entre ambos al irse elevando la escalera hacia el segundo piso. Como
curiosidad, basas y capiteles están inclinados siguiendo el sentido ascendente
de la escalera. El uso de estos singulares elementos de arquitectura oblicua
también se halla en el jardín de recreo de los Zúñiga: “El Bosque”. A la
izquierda y por encima de la escalera una gran ventana de noble traza se decora
con una pareja de serafines en su arranque. Algún vano en arco apuntado nos
habla de la reutilización de portadas del antiguo castillo.
Fuente de la Venera
Una
de las obras renacentistas más destacadas de Béjar es la gran fuente mural que
ocupa el interior del muro de levante. Se trata de un nicho avenerado
semipoligonal y con pila para recoger el agua, enmarcado por una estructura
adintelada de columnas corintias que soportan un entablamento con la
inscripción ADMQS: Anno Domini Mil Quinientos Sesenta y Nueve. Sobre la cornisa, tres escudos
apergaminados y enlazados con tornapuntas vegetales exhiben las siguientes
letras bajo corona: F, D y II, o lo que es lo mismo, Duque Francisco II. Encima
de la fuente, dos escudos de generosas dimensiones se alinean sobre ella;
primero el de Sotomayor y por encima el de los Zúñiga.
Fuente de la Venera
Marquina tenía que dar todo acabado según las condiciones
el 31 de marzo de 1568, con quince días más o menos de margen, aunque su
estancia en Béjar se debió prorrogar al menos hasta 1570, pues el 31 de agosto
presenta en la villa ducal al obispo D. Pedro Ponce de León (el palacio de
verano de los obispos placentinos estaba en Béjar junto a la iglesia de Santa
María), la tasación a la que se había comprometido sobre lo que hizo el
arquitecto Pedro de Ybarra para la iglesia de Logrosán (Cáceres)[6].
Pero, ¿quién fue Pedro de Marquina? Tal vez fuera hijo
del maestro Juanes de Marquina, documentado en la década de 1530 ocupado en la
iglesia de Sierra de Fuentes (Cáceres). Fue aprendiz del mencionado Pedro de
Ybarra, quien había dejado buena muestra de su hacer en la comarca bejarana,
materializando la capilla mayor de la iglesia de Valdefuentes de Sangusín
(Salamanca), entonces dependiente del vecino marquesado de Montemayor y del
obispado de Coria (Cáceres)[7].
Ybarra era a su vez hijo del insigne Juan de Álava, cabeza visible del
Plateresco en Salamanca y su entorno. De Marquina se conocen trabajos en las
ciudades de Cáceres y Trujillo y en pueblos cacereños como Arroyo de la Luz, Aliseda, Valdefuentes o
Alcántara.
Patio de la Casa de los Perero (Cáceres),
también de Pedro de Marquina
Foto extraída de aquí
Volviendo al palacio, no encontramos intervenciones
destacables hasta pasados cien años y bajo la égida de Manuel I (1660-1686),
llamado el “Buen Duque”. Entonces los dos grandes torreones cilíndricos, hoy
perdidos, y que custodiaban los flancos de la fachada sur, se cubren en 1676 con
cúpulas encamonadas cubiertas de pizarra, sobre las que se elevaba un chapitel
emplomado y con labor de forja.
Con el duque Juan Manuel II (1686-1747) las novedades se dan
en la decoración de los interiores. El pintor ducal Ventura Lirios trabaja en
los frescos de la sala verde y del cubo pintado. Lienzos de reconocidos
pintores como José de Ribera, Carreño de Miranda o Antonio Palomino engalanaban
la galería con retratos ducales o de santos.
La decadencia tanto física como
simbólica del inmueble se produce a partir de 1777, cuando pasa a manos de las
Casas de Benavente y Osuna, buscándosele variados usos de los que ya se ha
tratado en la primera parte de este artículo.
Algunos restos heráldicos procedentes del
desmantelamiento del palacio se han depositado en el claustro del antiguo
convento de San Francisco. Destacan el bello blasón elíptico de Álvaro II, el eslabón de cadena de un enorme
escudo de los Zúñiga, y el dintel de
la chimenea con el escudo del linaje en el centro y una inscripción del salmo
84 en capitales góticas[8].
(Continuará)
[1] MUÑOZ
DOMÍNGUEZ, J.: “Naturaleza versus artificio. El monte, “El bosque”, y otros
jardines bejaranos del siglo XVI”, en Actas de las II jornadas, p. 60.
[3] Archivo Histórico Provincial de Cáceres: Protocolo Notarial 3.927 (4), f. s/f.
[4] Ver ANDRÉS ORDAX, S.: “El arquitecto Pedro de Marquina”, en Norba Arte, 1983, p. 13-17.
[5] SANZ FERNÁNDEZ, F.: “Nuevos aportes documentales sobre el palacio del
Marqués de la Conquista en Trujillo (Cáceres): una obra inédita de los maestros
Sancho de Cabrera Solís y Jerónimo González” en Norba Arte, vol. XXVII (2007), p. 68.
[6] ANDRÉS
ORDAX, S.: “El arquitecto…” ob. cit., p. 19.
[7] CASTRO
SANTAMARÍA, A.: “Pedro de Ybarra, a la sombra de Juan de Álava” en Begoña
Alonso Ruiz (coord.) Los últimos
arquitectos del Gótico, 2010, pp. 478-479.
[8] VERITAS
: DE TERRA : ORTA EST / IUSTICIA DE CELO PROSPEXIT +.
Vaya, no le faltaban ni los pasadizos secretos, que a saber cuántas historias podrían contar. No me extraña que hayan sido objeto de leyendas. Tal vez nos relatará alguna de ellas en próximas entradas?
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Precioso reportaje, como es seguro en todo lo que publicas. Esas viejas y valiosos edificaciones guardan en su interior y en su historia mil anécdotas y mil leyendas que son realmente lo que las enriquecen.
ResponderEliminarUn beso.
Castillo con el espiritu de sus antiguos moradores...
ResponderEliminarduendes y leyendas en sus pasadizos secretos...
claustros, aura mistica, blasones..!
no falta nada en este magnifico edificio
de encanto centenario.
Un beso.
Que bonito el patio con los escudos de los Zúñiga y Sotomayor y no digamos la fuente de la venera, un gran palacio de defensa y gran historia.
ResponderEliminarUn abrazo
Maravillosa Lección Histórica entre Leyendas y bellezas arquitectónicas...Preciosas la crujia, las escaleras, el lúcido patio con los escudos de Armas y esa Fuente de la Venera...Por cierto, aqui, en Asturias, hay una tarta a base de Almendras que se llama del mismo nombre que la Fuente.
ResponderEliminarPronto volveré a pasar por Béjar y veré con más exactitud y orden todas sus maravillas y, en particular, esta...¡¡¡Gracias por compartir!!!
Abrazos y besos.
Carmen Feliz día de su onomástica que pase un buen día buen reportajes nos deja.
ResponderEliminarSaludos desde mi nuevo blog
http://comprenderysaber.blogspot.com.es/
Feliz día del Carmen que lo disfrutes!
ResponderEliminarEstas obras que se han realizado a lo largo de los años; no han quitado la esencia de hidalgía de estas construcciones casi me atrevo a decir que han mejorado porque el patio interior con los arcos de medio punto antes era de carpintería le da más señorío estos de cantería la escalera es un ejemplo y la fuente en forma de nicho me encanta me recuerda muchísimo : las que se suelen encontrar en los pasadizos de las ciudades medievales.
Un abrazo feliz día.
¡MUCHAS FELICIDADES, CARMEN! Deseo que pases un día de onomástica alegre y rodeada de tus seres queridos.
ResponderEliminarNo podía ser de otra forma: la pulcritud histórica de tu estudio es perfecta, Carmen. Me ha sorprendido, muy agradablemente, porque la recordaba y no la veía en tus fotografías anteriores, la escalera y crujía oeste que siempre me recordó, desde que la vi. Era muy similar a las escaleras catalanas, del reino de Aragón, como explicas en tu texto. Posiblemente la concordancia histórica, el estilo o cualesquiera otra causa no sean ni siquiera similares, pero yo recordaba que existía en este bello claustro, una escalera exterior que siempre me recordó los "patios" catalanes. Ha sido una sorpresa concluir que mi memoria estaba en lo cierto. Si digo algún disparate, Carmen, dame un tirón de orejas. El texto es un relato/estudio tan ameno de leer y tan interesante por cuantas anécdotas mencionas que quedan ganas de seguir. Menos mal que seguiremos... Excelente publicación, Carmen.
Y, ahora, a tu celebración. Espero que las tradiciones de Béjar sean cumplidas en un día tan señalado. ¡FELICIDADES!
Un fuerte abrazo, querida Carmen.
¡Qué va, Antonio! Tu memoria no te fachaba. Para mí la escalera sola es una de las maravillas arquitectónicas de nuestra ciudad porque el palacio no tienen un patio cualquiera, cerrado por los cuatro lados con dos pisos de arquerías, sino que juega con los macizos y los cerrados, las arquerías abiertas al exterior y las paredes blasonadas, el acceso mediante esa escalera regia hasta los pisos superiores, donde moraban los duques. De disparate nada de nada.
EliminarMuchas gracias por tu felciitación y un abrazo
Hola Carmen, mis deseos de felicidad en tu onomástica, que seas muy feliz, que lo festejes y que disfrutes de tu día con los tuyos, un abrazo fuerte
ResponderEliminarGracias, Carmen, por estas entregas tan ilustrativas. El patio es una maravilla.
ResponderEliminarBesos
Sin duda el el patio con sus galerías de arcos y columnas es una maravilla. Me sorprende tanto escudo. Felicidades también en el día de tu santo, aunque llegue un poco tarde. Es que no me he podido conectar antes. Vaya un excelente trabajo de docuentación.
ResponderEliminarBss
Los pasadizos secretos se prestan a infinidad de historias y leyendas......Me ha gustado especialmente el patio de este edificio.
ResponderEliminarTe deseo muchas felicidades en este hermoso día.
Besos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
El Camino de la Plata es uno de mis preferidos y, si puedo, lo quiero hacer junto con el Primitivo.
ResponderEliminarRespecto a los Pies, te diré que antes de salir nos echamos vaselina o Vip vaporub...Eso relaja los Pies e impide que te salgan ampollas...
¡¡¡Gracias por tus Comentarios y por estar siempre ahí!!!
Abrazos y besos.
El patio interior es realmente hermoso.
ResponderEliminarA punto de terminar el día, aún llego a tiempo para felicitarte, Carmen. Espero que hayas disfrutado de un buen día. Besos.
Muy interesante, Carmen. Siempre es bueno recordar algunas cosas y enterarte de otras nuevas sobre la historia más cercana. Un abrazo,
ResponderEliminarQuerida Carmen, este palacio condensa todo lo que me gusta: Historia e historias, leyenda y realidad, arte y heráldica... Bellísima y elegante la Fuente de la Venera, supongo que un claro guiño al Camino de Santiago por la Vía de la Plata.
ResponderEliminarFeliz verano y mil biquiños.
Cuanta historia y leyenda tiene este palacio. Ese patio es una maravilla. Con la de veces que habremos ido, hace ya muchos años...y nunca se me ocurrió hacer fotos Tengo que ir un día a ver si me dejan hacerlas:))
ResponderEliminarUn beso.
Maravilloso trabajo Carmen y Roberto, Roberto y Carmen:
ResponderEliminarMe gusta mucho como tratáis todos los temas tan bien documentados y la exquisitez como lo tratáis, mi enhorabuena, aprendo mucho, querida historiadora, es impagable, vuestro trabajo, tanto si lo hace uno o tú.
Un abrazo a los dos, y muchas gracias por enseñarnos tanta belleza.
BFDS.
Hola Carmen:
ResponderEliminarAhora que he estado de vacaciones en el sur, me reafirmo en que España tiene mucha historia que contar. Una de ellas es la de este palacio.
Leyendas asociadas con historia. Un palacio muy vivo
Besos