*Ayer
se conmemoraron los cien años del comienzo de la Huelga más larga que
ha sufrido la industria bejarana, la bautizada como Gran Huelga
(1913-1914). Sí, no me he equivocado al anotar estas fechas porque tuvo
una duración de siete meses. Para que la voluble memoria no olvide, la
Agrupación Socialista Bejarana va a ofrecer un total de siete
conferencias a lo largo de estos meses que tocarán, cada una de ellas,
distintos aspectos de la huelga. Se colgarán y ofrecerán íntegras en la
página Gran Huelga de Béjar. Antonio Gutiérrez Turrión, compañero del Centro de Estudios Bejaranos, nos ofrecía ayer su reflexión sobre el acontecimientos en su blog "Desde mi terraza".
Las efemérides son como un arcón cerrado con siete llaves que guarda un
tesoro escondido con llamada retardada. Cuando no es la hora, el silencio se
impone y casi el olvido, pero, cuando llega el momento, algún timbre nos
recuerda que allí se esconde algo importante, alguna vivencia que necesita
ponerse al día, salir del cajón y mostrarse a todo el mundo.
"Huelga en Béjar". Óleo de Darío de Regoyos.
Colección particular.
Hoy ha sonado el timbre y se ha disparado el pistoletazo de salida de uno
de esos hechos que es obligatorio recordar. Tal día como hoy, hace exactamente
un siglo, el día 16 de diciembre de 1913, comenzaba en Béjar una huelga textil
que iba a durar hasta bien entrado el mes de julio del año siguiente, nada
menos que siete meses interminables. En ella se jugaban esencialmente dos
cosas.
La primera era la mejora de la situación salarial y la regulación de
horario de los obreros. Hay estimaciones hechas en aquellos mismos momentos que
demostraban la imposibilidad de la supervivencia en una familia con los sueldos
que se pagaban. Menos mal que ya entonces el trabajo de la mujer en esta
industria ayudaba a la supervivencia de la familia.
Anuncio de la fábrica de Navazo
La segunda era, a pesar de lo que pueda parecer, mucho más importante. Se trataba
de seguir controlando la contratación de nuevos obreros por las sociedades obreras
de la época. En esas contrataciones intervenían estas asociaciones obreras y la
actividad laboral se detenía cuando no era así. Muchos pueden pensar que, si el
patrón paga, también tiene que ser el que contrate a quien le parezca bien. El
asunto es algo más complejo que esta sencilla ecuación. Cuando se contrata de
uno en uno, toda la ventaja, por supuesto, la tiene el contratador, que puede
elegir al más sumiso y al precio que mejor le convenga. La fuerza colectiva del
trabajador se pierde totalmente con esta fórmula, los convenios colectivos ni
se imaginan y las condiciones generales se deterioran. Y no solo para el
trabajador sino también, a la larga, para el patrón.
Esta larguísima huelga, que fue ejemplo para toda España y que recibió
solidaridad de toda la población bejarana y de organizaciones trabajadoras de todo
el país, terminó con un laudo de obligado cumplimiento que dejó el derecho de
contratación en manos de los patronos y que terció en términos económicos entre
lo que pedían unos y otros. En palabras cortas y por derecho, la huelga la
perdieron los obreros. Aquellos obreros que tanto se esforzaron por los
derechos de todos sus compañeros.
Pero hay pérdidas que son victorias, porque su ejemplo sirvió en adelante para nuevas luchas y difíciles conquistas laborales.
Uno echa la vista afuera y ve lo que sucede hoy en esta ciudad estrecha y
en esta piel de toro. El panorama no es precisamente muy halagüeño. La situación,
mutatis mutandis, se repite de manera casi exacta. La nueva reforma laboral ha
dejado a las organizaciones obreras en pañales y sin fuerza para plantear
convenios colectivos y defensas generales de los trabajadores. Las
consecuencias están a la vista hasta de los ciegos: condiciones laborales paupérrimas,
contratos temporales, sueldos ridículos, ninguna seguridad, desconfianza
general, egoísmo por todas partes, imposibilidad de proyectos vitales sólidos,
y, por si fuera poco, empobrecimiento galopante.
Hace algunos meses concreté un artículo largo (unas 20 páginas) para la
revista del Centro de Estudios Bejaranos que recuerda y revisa esta huelga. Por
respeto a la propia revista, que se presenta en los próximos días, no cuelgo
aquí ese trabajo, pero lo haré después, para que esté al alcance de cualquiera.
La ciudad vibró con aquella huelga porque todo el mundo estuvo implicado y luchó por unos ideales claros. Desgraciadamente no es el panorama actual. Cada cual debería saber a qué atenerse.
Hola Carmen:
ResponderEliminarInteresante documento. Me temo que las huelgas de hoy, mucho más cortas que aquella, tienen en muchos casos, el mismo desenlace.
Ojalá no se pierda nunca las ganas de seguir mejorando, aún perdiendo.
Besos
Me descubro ante esa entereza de aquellos Obreros.
ResponderEliminarYa resistieron. Muchos no tendría a la Mujer con un sueldo.
Es todo un doloroso récor. Mas por el desenlace que dices que tuvo.
Saludos manolo
Me imagino que hacer una huelga durante seis meses en aquel tiempo era completamente necesario para obtener mejoras salariales y horario de trabajo, ya que difícilmente se podía vivir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy buen documento,Carmen, perdieron los de siempre, pero aun perdiendo ganaron las generaciones posteriores, ahora ocurre lo contrario, perdemos, callamos y dejamos pocas puertas abiertas a la esperanza de nuestros jovenes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aprender de la historia pasada y de los errores cometidos en otros tiempos debería ser una asignatura obligada para todos.¿A dónde pretenden ir a parar hoy con estas reformas y esta medidas salvajes? Mientras un grupo de sinvergüenzas sin conciencia ni ética alguna se están forrando con la crisis y con las medidas de este gobierno, otros ni tienen ni para encender la calefacción. Creo que se está jugando con fuego. Este pueblo nuestro es lento de reflejos, pero cuando estalla no hay fuerza que lo frene.
ResponderEliminarUn saludo.
Los grandes padecimientos son los que empujan a los hombres a la heroicidad. Nada ha llegado hasta anteayer de forma gratuita, pero con nocturnidad y alevosía nos están quitando en estos días los logros de tantos y tan largos padecimientos. Ahora vivimos un tiempo socialmente adormecido, pero antes o después tiene toda la pinta de que la cosa acabe en un estallido social, ahora frenado con las pensiones de los abuelos y las intervenciones de Cáritas y otras instituciones sociales.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Carmen.
Estupendo artículo, y muy oportuno. Siempre pierden los mismos, madame. Las conquistas laborales son efímeras, y los de siempre se las llevan por delante con solo un soplo de su terrible maquinaria. Estamos otra vez a su merced, y al final siempre vuelve el mismo pensamiento: tantas huelgas y revoluciones para esto.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Y esa gente que también somos nosotros dónde está? Esa gente capaz de mantener una huelga siete meses aún para perderla dónde está ahora? España ha sido siempre un país pobre, incluso cuando la corona saqueaba el oro y la plata de las Indias para gastárselo en Flandes sin que la gente viera un céntimo nunca, siempre hemos sido pobres, pero siempre hemos peleado contra la pobreza y la injusticia...perdíamos, eso es verdad, pero peléabamos.... Ahora ni eso. Me da mucha pena. Tengo muchas ganas de leer tú artículo, Carmen. Esperamos.
ResponderEliminarUn beso grande
Buen articulo, y esperemos que todo lo dicho sirva para que las cosas mejoren no empeoren mas. un saludo.
ResponderEliminarBueno, todo es opinable y, desde luego personalmente no comparto muchas de las opiniones expuestas por el autor en este artículo; entre otras la de que la huelga la perdieron los trabajadores porque el laudo "dejó el derecho de contratación en manos de los patronos". Yo diría que el laudo dejó ese derecho donde la razón dicta que tiene que estar. Un abrazo,
ResponderEliminarLa situación actual es bastante calamitosa, ya no es que se gane siquiera poco, me consta que hay estudiantes con la licenciatura bajo el brazo y se tiene que contentar después de toda una carrera terminada, con un contrato en practicas, sin remuneración alguna, tan solo para conseguir experiencia.
ResponderEliminarTe deseo una Feliz Navidad.
Besos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Muy adecuado recordar esa efemérides. Cada vez que pienso en cuántas personas sufrieron e, incluso, cuántas vidas se perdieron en pro de la defensa de los trabajadores y veo lo desolador del panorma actual, me repito lo mismo: mucha gente cree que las conquistas son para siempre y eso, al menos en lo que se refiere a conquistas sociales, no es verdad. ¿Cuánto más tendrán que machacarnos para que nos plantemos todos? Porque no es suficiente que lo hagan solo unos pocos. De ahí el interés por empobrecer a la sociedad, porque quien tiene que luchar para poner un plato en la mesa a sus hijos el dia siguiente, ese no piensa ni en huelgas, ni en política ni en nada, salvo en la pura supervivencia. Esa es, a mi juicio, una de las claves de la involución que estamos sufriendo y que castiga tan duramente a quienes menos tienen: cuanto más se engrosen esas filas, más y mejor camparán a sus anchas quienes tienen la sartén por el mango.
ResponderEliminarEspero que estas próximas fiesta nos den una tregua y ánimos para seguir luchando. Un abrazo muy fuerte, querida amiga.
Siete meses. Resistir ese tiempo es una heroicidad, pero eran una piña, estaban dispuestos al sacrificio por lo que creían justo, y contaban con el apoyo sindical. Hoy no hay unidad, sino egoísmo; no hay sacrificio en un cuerpo social adocenado, ni sindicatos, hoy descreditados como nunca, que aglutinen voluntades. Así las cosas, qué se puede esperar. Y sin embargo hay que mantener la esperanza.
ResponderEliminarEs triste comprobar cómo olvidamos las enseñanzas de ¿tres? generaciones atrás. Parecemos condenados a repetir desdichas una y otra vez.
ResponderEliminarMe ha llamado la atención también la frase "Menos mal que ya entonces el trabajo de la mujer en esta industria ayudaba a la supervivencia de la familia" Me temo que los patronos ya contaban con ello para mantener los sueldos bajos.
Un abrazo, Carmen y felices fiestas
Estas personas ya estaban hechas a si mismas; lo digo por lo dura que era la vida en esos años de tanta injusticia social.Hoy en día, aunque se le estan viendo las orejas al lobo por llamarle de alguna manera: la gente es muy individual y sobre todo no hay valores y compañerismo: cualquiera esta a merced de ir al sol que más calienta.Nunca mejor dicho que fueron un ejemplo para que otras generaciones venideras tuvieran mejores derechos... aunque ellos los perdieron.
ResponderEliminarMe asombro y no me canso de repetirlo;me maravilla leer la cantidad de documentación que teneis sobre Béjar.Y, que gracias a esta documentación nos deja bien reflejado que esta piel de toro siempre a estado maltratada; por la cicatería y la mala gestión de unos ambiciosos no carentes de escrúpulos.
FELICES FIESTAS!
Besos Carmen.
Hola Carmen, como estas! Brillante informe de la entrañable ciudad de Béjar.
ResponderEliminarDisculpame porque debido a ciertos inconvenientes que se me han presentado en el ultimo tiempo no he podido seguir visitandote como antes lo hacia. Mientras tanto, quiero desearte una muy Feliz Navidad para vos y tu linda familia y un prospero y hermoso Año Nuevo lleno de alegrias.
Un abrazo afectuoso, hasta pronto.
Hola Carmen, pues es digno de admiración la resistencia de estos obreros, pero son 100 años atrás, dónde se tenia que conseguir tantas cosas.Hoy somos menos luchadores y más de protestar-con razón por supuesto-pero estamos padeciendo un cierto aletargo.
ResponderEliminarHoy dudo que se planteara hacer semejante parón, nos están ahogando cada día, pero no somos capaces de levantarnos todos unidos con una misma voz !Basta!
Aprovecho para desearte una Santa Navidad.
Con ternura
Sor.Cecilia
Carmen gracias por su felicitación.
ResponderEliminarCon todo cariño que paséis unas Felices Fiestas y que tengáis un próspero Año 2014.
Saludos desde Creatividad e imaginación fotos de José Ramón
Cuánta perseverancia tenían en aquellas épocas para hacerse escuchar. Ahora todo es más rápido pero igual siguen sin oír quienes deberían hacerlo.
ResponderEliminarFelicidades querida amiga, que tengas bonita Navidad y Año nuevo junto a tu familia.
Besos.
Pd Uno cuando es niño no piensa en un Papá Noel abrigado y llegando en trineo cuando hace un calor terrible, en mi país por ejemplo. Es tan inocente.
Hoy, creo, que estamos más aburguesados y, también, más exclavos en esta Sociedad del puro y salvaje capitalismo.
ResponderEliminarNos introducen en préstamos e inversiones que, a lo mejor, podíamos obviar...Por una nevera, un coche...un ordenador nos atan a su antojo.
Antes, quizás, era todo más natural y, desde luego, con más solidaridad.
Magnífico reportaje y Grandes Ideales que, jamás, habría que olvidar y continuar.
Abrazos y Besos.
Poca conciencia social hay para la situación tan difícil que pasamos. A pesar de todo, felices fiestas. Un abrazo
ResponderEliminarCreo que ha sido una de las huelgas más largas que ha soportado este país, o parte de él pero de una repercusión muy importante. Sus efectos colaterales se sintieron en todos los comercios y personas en general, que necesitaban los productos manufacturados en Béjar. Un respetado y respetable recuerdo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Carmen.
Muy valientes fueron los bejaranos y desde luego fueron admirables, hoy eso sería impensable. Quizás haya que replantearse el papel de estos sindicatos y crear otros diferentes y, por supuesto, concienciarnos nosotros, que hemos perdido nuestros derechos.
ResponderEliminarUna publicación para pensar y mucho.
Un abrazo.