Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto
Publicado: Béjar en Madrid, 04/04/2014, nº 4.701, p. 12.
Los países de la Europa oriental
fueron siempre la referencia de Sánchez Arcas en sus treinta largos años en el
exilio, no solo como ejemplo práctico de desarrollo de las políticas siempre
defendidas por el arquitecto sino también como lugares de residencia.
Instituto de Física y Química (Fundación Rockefeller, Madrid)
Manuel Sánchez Arcas y Luis Lacasa Navarro (1932)
La
disparidad ideológica que siguió caracterizando a la II República en el exilio
es el trasfondo de las causas por las que Sánchez Arcas renunció a su cargo de
Ministro plenipotenciario en Polonia en el año 1950 tras ejercerlo durante
cuatro años. La oposición activa al régimen del general Franco promovida por la
Unión Soviética tenía a nuestro protagonista como uno de los agentes
principales desde Varsovia. Por esa fidelidad a las tesis marxistas terminó
distanciado del gobierno republicano, mucho más tolerante y diverso, cuando
este era presidido por José Giral, y finalmente
dimitió de su cargo de Ministro ante el gobierno de Sánchez Albornoz.
Las causas directas parecen estar relacionadas con las simpatías mostradas por
la República española hacia el dictador yugoslavo Tito[1],
enfrentado aquellos años a la Unión Soviética. En cualquier caso el final de la
actividad política le permite regresar a su trabajo en la Oficina de Proyectos
de Sanidad de Varsovia comenzando una proliferación de trabajos teóricos
publicados en diversas revistas especializadas. Así durante
1950 publica una serie de artículos en la revista parisina Cultura y
Democracia, compartiendo plana con Rafael Alberti y Jorge Semprún, en los
que, frente a los planteamientos culturales y científicos oficializados en la
España franquista, desarrollaba sus propias tesis respecto al urbanismo, la
ingeniería o la medicina[2].
En 1958 Manuel Sánchez Arcas se
traslada a vivir a la República Democrática Alemana, debido fundamentalmente a
la inercia profesional de sus hijas que encontraron acomodo en el Berlín
Oriental. Allí trabaja en el Instituto de teoría e historia de la
Arquitectura donde desarrollará proyectos relacionados con el urbanismo de
la ciudad contemporánea, publicando, durante los años sesenta, una serie de
libros al respecto[3].
Planta del Hospital Clínico San Carlos (Madrid).
Proyecto de Manuel Sánchez Arcas
Las hijas del arquitecto gestionaban
el regreso de su padre a España cuando este falleció en Berlín en 1970. Durante
las tres décadas de exilio había seguido desde lejos la suerte y los avatares
de muchos de sus proyectos y trabajos más significativos en España, como la
reconstrucción de la Ciudad Universitaria. Esta, aunque regida por el régimen
franquista, siguió fielmente las pautas diseñadas por Arcas antes de la guerra,
debido sobre todo a la mediación de Eduardo Torroja, ingeniero con el que había
trabajado codo con codo, y que procuró que no se perdiera la memoria de nuestro
arquitecto.
Eduardo Torroja Miret
Sánchez Arcas se había especializado a lo largo de su vida en
proyectos de hospitales e instalaciones médicas, siendo edificios de este tipo
algunos de sus trabajos más celebrados, como el clínico de San Carlos en la
citada Ciudad Universitaria de Madrid [4] o el Hospital Español de Méjico. La filiación científica de nuestro
arquitecto arranca de su propia condición profesional pero también parece
relacionada con su familia: su padre y su hermano eran prestigiosos
ginecólogos, este último Ruperto Sánchez Arcas, profesor universitario, médico
y escritor [5], sufrió,
como Manuel, las desventuras de las depuraciones a los profesionales tras la
guerra, aunque no llegó a exiliarse.
Central Térmica de la Ciudad Universitaria (Madrid)
Sánchez Arcas y Eduardo Torroja (1932)
Por su importancia dentro del panorama arquitectónico de la España
contemporánea, la trascendencia de sus obras, el proceso de su teorías urbanísticas,
así como por su significación en puestos de responsabilidad política,
estaríamos, junto con Hernández Girbal, ante el intelectual de origen bejarano
más relevante del siglo XX, y tal vez ante el artista (bien vale esta palabra
para el noble arte de la arquitectura) de más importancia. Las dimensiones de
su producción y la influencia de ella en la arquitectura española del presente
han sido estudiadas por diversos arquitectos, profesionales y docentes en
investigaciones y tesis, algunas de las cuales verán a la luz en próximas
fechas.
[1]STANISLAW
CIECHANOWSKI, Jan: Las relaciones entre la Polonia comunista y la República
española en el exilio. Razones políticas de la misión de Manuel Sánchez Arcas
en Varsovia (1946-1950). En “Las relaciones de España con Europa
centro-oriental (1939-1975)” Matilde Eiroa San Francisco y María Dolores
Ferrero Blanco eds. 2007.
[2] Tres
congresos pseudocientíficos. Revista mensual “Cultura y democracia”,
nº 3, París, 1950.
[3]SÁNCHEZ ARCAS, Manuel: Form und Bauweise der Schalen
Berlín Oriental: VEB Verlag für. Bauwesen, 1961
Stadt und Verkehr: Verkehrs- und Stadtplanung in den USA und in Westeuropa, 1964
Stadt und Verkehr: Verkehrs- und Stadtplanung in den USA und in Westeuropa, 1964
Schriftenreihen der Bauforschung:
Reihe Städtebau und Architektur; nº 5 Berlín Oriental: Deutsche
Bauakademie, 1968
[4] Este
hospital fue testigo de las batallas en la toma de Madrid, hasta el punto de
que en ocasiones unas plantas estaban ocupadas por soldados de un bando y otras
por soldados del contrario.
[5]
SÁNCHEZ ARCAS, Ruperto: El parto a través de los tiempos (contribución al
estudio histórico e iconográfico de la parturición). Laboratorios Vekar,
1955, Madrid.
La dictadura y el talento a veces están reñidos.
ResponderEliminarUn saludo.
Mi querida Carmen, solo paso a decirte que ayer posteé mi última entrada, estaré ausente de mi blog largo tiempo, no sé cuándo regresaré.
ResponderEliminarGracias por cuanto me has aportado en conocimientos con tus entradas.
Un gran abrazo
Sor.Cecilia
Que hombre tan íntegro; esa fidelidad a sus ideales y su buen hacer en sus proyectos; un gran humanista y, nunca mejor dicho que ,quien tiene un amigo tiene un tesoro como lo demostró en su momento Torroja Miret; juntos crearon proyectos de gran envergadura.
ResponderEliminarUn abrazo y felicitaros por estas entradas.
Lástima que esa guerra desdichada haya triunfado tantas cosas. Afortunadamente, aunque fuera desde el exilio, muchos lograron desarrollar su importante labor, pero resulta doloroso pensar en todos aquellos que se quedaron por el camino, y que en otras circunstancias hubieran contribuido a impulsar el país.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Sin duda una vida movidita e interesante. Las guerras y la política y las ideologías producen estos exilios forzosos. Unos se desplazaron Oriente y los de la 2ª guerra mundial a Occidente. Lo de "nadie es profeta en su tierra" lo hacen realidad estas personas que destacan por su valía ( tantas y tantos) lejos de su patria.
ResponderEliminarBss
Hubiera sido un buen colofón que hubiera podido regresar a España, aunque dejó su huella con sus obras.
ResponderEliminarUn saludo.
Ha resultado interesante la historia de este personaje relacionado con Béjar. Un abrazo,
ResponderEliminarLastima que no pudo regresar. Ojala la ideología nos permitiera un debate sincero, que lograra una mejor sociedad...Pero...
ResponderEliminarBesos Carmen. siempre interesante conocer gente de Béjar
¡Qué vida le tocó a algunas personas!
ResponderEliminarSaludos
Interesante la historia de otro personaje que engrandece la historia de tu ciudad.
ResponderEliminarBesos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Un gran colofón para una historia como la suya, la lastima es que no pudiera regresar, gracias por compartir tanto saber y tantas historias, de paso me he leído también la entrada sobre el escritor Hernández Gribal, muy buena entrada. Me admira toda la bibliográfica y todo lo que hay escrito sobre todas estas personas y lo que me entusiasma es que Blogs como este lo acerquen a la personas de a pie. Gracias Carmen.
ResponderEliminarGracias por darnos a conocer a otro ilustre bejarano por el mundo. Creo que no se le recuerda en ninguna calle.
ResponderEliminarBuen martes .
Un beso.
Una Vida llena de avatares y circunstancias que abrieron puertas y también las cerraron.
ResponderEliminarUn Hombre fiel a sus Ideales y, desde el exilio, pendiente de su País y su Pueblo.
Un Gran Reportaje sobre un Enorme Artista y Persona.
Abrazos y Besines.
Espléndido broche a este importante y muy interesante estudio del artista, científico y escritor de innovaciones técnicas, Manuel Sánchez Arcas. La dictadura se apuntó otro tanto al obligar al exilio a tan eminente técnico e investigador que jamás renunció a su personal concepción de una sociedad justa y dichosa para todos. Este pensamiento y no otra razón fueron el motivo de que sus actividades profesionales, exceptuando las mencionadas en España, se realizasen en los países que le acogieron y dejaron realizar su excelente trabajo. Bien, la reconstrucción de ciudades y edificios imprescindibles, arrasados durante la Segunda Guerra Mundial, debió ser un estímulo para recuperar la paz de una población maltratada y asustada por los poderes dictatoriales. Desconozco si alguna vez ha tenido en España el reconocimiento que merece. De no haberlo tenido, jamás recuperaremos el sentido solidario y de libertad que él siempre buscó y enseñó. El rencor seguirá en los corazones de quienes desprecian el trabajo y el bien y, en esta caso, la democracia se apuntará un tanto especial. Si se le ha reconocido como español que supo trabajar para la Humanidad, quisiera poder establecer una correlación entre libertad, justicia y paz, que él quiso para todos. Excelentes publicaciones sobre Manuel Sánchez Arcas.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, querida amiga Carmen.
Me parece muy moderno. El edificio de la Fundación Rockefeller es impresionante.
ResponderEliminarOtro genio que tuvo que sufrir las consecuencias del fascismo implantado por la fuerza en el Estado Español.
¡Salud!
Pues muy interesante tu trilogía de este arquitecto bejarano que desconocía por completo y que, por lo que he podido ver, era un verdadero talento. Un saludo!
ResponderEliminarEs noble y bonita la lealtad de Torroja para con su compañero caído en desgracia. Un abrazo, Carmen
ResponderEliminarParecen construcciones de un cuadro de Chirico. La deshumanización del Arte.
ResponderEliminarMe gusta la central térmica. Tiene el aspecto racionalista tan de moda en los años treinta del pasado siglo.
ResponderEliminarUn saludo.
Cuántos errores se produjeron en el Gobierno en el exilio por culpa de los matices marxistas cuando ya se gestaba el eurocomunismo. Otra mente brillante que se quedó por el camino sin poder realizarse al completo. Y el descubrimiento humano de Eduardo Torroja. Un trabajo interesante, Oscar
ResponderEliminarGracias Ana Mª Ferrín.
EliminarLa verdad es que las distintas vertientes de la labor realizada por Sánchez Arcas durante todos esos años, y las dimensiones de su tarea son abrumadoras, y hacen que a la hora de comenzar a investigar sobre él uno no sepa por dónde empezar.
Por ejemplo, como Jefe de propaganda de la República toda la gestión administrativa de los intelectuales y periodistas llegados a Madrid y a Valencia durante la Guerra pasaba por sus manos,:Malraux, Hemingway, Robert Cappa... existiendo una interesante correspondencia.
Pero aún más transcendental en el tiempo fue su trabajo como vicepresidente de la Junta para la Protección del Patrimonio Artístico durante la Guerra Civil, pues a él le debemos personalmente la conservación de las obras de arte que albergaban los palacios madrileños objetivo de los bombardeos, y que de otro modo habrían desaparecido.
Seguiré investigando, la figura me parece apasionante.
Óscar Rivadeneyra