*Discurso pronunciado por Antonio Avilés Amat, director del Museo Judío "David Melul" de Béjar, en el primer encuentro de los apellidados Béjar, Behar o Bejarano el 9 de Septiembre del año 2004.
Sras. y
Sres.
¡Buenas noches!
Por
invitación del Sr. Iako Iossif Behar les voy
a hablar brevemente de los judíos de Béjar y de los vestigios que de ellos
se conservan. Pero antes de comenzar mi relato quisiera que les quedaran muy
claros dos conceptos que constituyen las coordenadas del espacio y del tiempo:
dónde ocurre nuestra historia y cuando ocurre.
El lugar es
la antigua villa de Béjar, que fue y
es la cabeza o el centro geográfico de
una extensa comarca, integrada por pueblos y aldeas de diverso tamaño y
población. La comarca de Béjar ha cambiado sensiblemente y en la actualidad
varios pueblos que antes pertenecían a ella ya no pertenecen, como es el caso
de Becedas (Ávila) o Hervás (Cáseres). Quiero destacar algo de suma
importancia: en la época en que habitaron los judíos, Béjar y las poblaciones
de su comarca o jurisdicción, siempre perteneció al señorío o ducado de los Zúñiga, es decir, que fue villa de señorío
y no realenga o gobernada por el rey. Aquí para bien o para mal, las normas y las leyes para el gobierno de
la villa y su comarca siempre fueron dictadas por los Duques de Béjar.
Torá del Museo Judío David Melul de Béjar. Foto extraída de la web del museo.
Del factor
temporal o cronológico, que es el segundo aspecto a considerar, les diré que
los judíos vivieron en Béjar desde
finales del siglo XII hasta el momento de su expulsión en 1492, es decir
tres siglos bien contados. Y ya situados en el espacio y en el tiempo
determinados, la villa de Béjar y las poblaciones de su jurisdicción en los
siglos XIII, XIV y XV, les voy a detallar los vestigios que poseemos y que dejan constancia de la presencia de una
población hebrea en Béjar durante los tres siglos señalados. Con ellos y
con los datos que tenemos de la vida de los judíos en el resto de España,
podemos aproximarnos a su historia en nuestra ciudad.
El
testimonio mas antiguo conocido de la presencia de los judíos en Béjar es una LÁPIDA SEPULCRAL o funeraria de la 2ª mitad del siglo XII o de la primera del
siglo XIII. Esta lápida que mide 1,57x0,65 m. tiene un gran interés por
varios motivos:
- El 1°
porque se trata de una lápida o estela de carácter singular que fue toscamente
trabajada por un artesano local. Los caracteres
hebreos están trazados sobre el granito con doble trazo y unas dimensiones
exageradas de hasta 18 cm.
de altura. Son irregulares y difieren de los tipos cuidados y homogéneos
utilizados en otras lápidas de estas características.
Lápida Sepulcral de doña Fadueña. Foto extraída de la web Archivo Fotográfico y Documental de Béjar
- En 2°
lugar, la disposición de las letras que siguen
el contorno o perímetro de la lápida y que deben leerse comenzando por el
ángulo superior derecho, después el lateral derecho, luego el izquierdo y
finalmente la línea inferior. Esta inscripción, que desde su hallazgo a finales
del siglo XIX ha sido estudiada por historiadores y hebraístas destacados,
dice: DOÑA FADUEÑA DESCANSE EN GLORIA
GLORIOSA PRINCESA EN LO INTERIOR [1].
- Y en 3er
lugar, esta lápida aunque hasta hoy sea la única que poseemos, no sería sino una más de las que debió haber en la
necrópolis judía, cuya ubicación desconocemos. El empleo del hebreo y la
utilización de fórmulas funerarias, como el versículo XIV del Salmo 45, nos
hace suponer que debió existir una tradición de enterramientos y de uso de
lápidas similares a esta en nuestra ciudad.
Pasemos al
siglo XIII y les comento el segundo documento importante de la historia de la
judería bejarana. Se trata del PADRÓN DE HUETE. Fue elaborado por
mandato del rey Sancho IV de Castilla en
los años 1290 y 1291 y en él se registra un detallado y exhaustivo inventario de las juderías y aljamas
castellanas y las cantidades con que cada una debía contribuir a la corona, de
acuerdo con su población. Este Padrón no se ha conservado completo y sólo
contiene las juderías de Andalucía, León, Galicia y Asturias. Pues bien, en el
mismo ya aparece la judería de Béjar,
solitaria en el obispado de Plasencia. Su contribución es de 3.430 maravedíes. Ésta no era una
aportación elevada sino reducida,
como debía de ser en su época la judería de Béjar. Sin embargo, conocemos como
desde esa fecha y hasta el momento de la expulsión de los judíos bejaranos, las cantidades que aportaban al rey de
Castilla fueron progresivamente aumentando, año tras año, hasta llegar a ser la judería que más
cotizaba dentro de la provincia de Salamanca, superando incluso a la de la
misma capital. Esto nos indica que Béjar
tuvo la aljama más poblada de toda Salamanca, ya que la cotización se hacía
-como ya se dijo- por el número de habitantes de cada judería.
Fuero de Béjar. Foto extrida de la web Béjar.biz
Del final del siglo XIII o comienzo del XIV
es el tercer documento que les quiero comentar. Se trata del FUERO DE BÉJAR,
cuyo códice se conserva en el archivo municipal de la ciudad. En este relevante
documento se recogen los derechos de todos los pobladores de Béjar sin
distinción de etnias, culturas o religiones. En una de sus primeras rúbricas o
disposiciones se refiere a todos los que pueblan Béjar, ya sean judíos,
moros o cristianos. Como es lógico, los mejores tratados en el Fuero son
los cristianos, pues fueron ellos sus redactores. Pero también los judíos gozan de gran número de derechos
que casi los equipara con aquellos. Los judíos tienen días asignados para
usar los baños públicos (viernes y domingo), en los juicios pueden prestar
juramento ante la Torá,
poseen su propio juez o albalí y un lugar reconocido para celebrar su culto
como es la sinagoga (sinoga en el Fuero). En más de cincuenta rúbricas se
hace referencia a los judíos.
De los primeros años del siglo XIV (1310 a 1312) es otro hecho o
testimonio de notable interés en nuestra historia. Lo recogió Yitzhak Baer en
su obra "Historia de los judíos en la España cristiana" y es el caso de un DELATOR
o MALSÍN de la judería de Bejar.
El juez de la aljama (rab) lo condena por el delito cometido a la extirpación
de la lengua y una de sus manos. El reo recurrió la sentencia ante el rey de
Castilla y desconocemos su desenlace último.
Ya en la 2ª mitad del siglo XIV la convivencia entre las tres comunidades
que habitan en Béjar, cristianos, musulmanes y judíos, comienza a deteriorarse, como está ocurriendo en muchas ciudades y
villas castellanas y en los restantes reinos hispanos. A los judíos se les
tolera esperando que abandonen la ley mosaica y se conviertan al cristianismo.
Pero cada vez, con más frecuencia, se señala a los judíos como responsables y
chivos expiatorios de los grandes males que azotan a la sociedad de la época,
como son la guerra, la peste y el hambre. Por esta época circulaba un tremendo
refrán que dice: AL JUDÍO BEJARANO CON EL PALO Y NO CON LA MANO, que resume las
actitudes violentas que por entonces se generan.
Museo Judío "David Melul" Béjar. Foto béjar.biz
Luego, en
los finales del siglo, en 1391,
tiene lugar en casi toda España la mayor persecución,
asalto y destrucción de las juderías registrada en toda la historia. Las
turbas movidas por las apasionadas predicaciones de un clérigo, como el
Arcediano de la Catedral
de Sevilla y exaltados sus ánimos contra los judíos, cometen las mayores
tropelías y matanzas contra ellos. La ola de exterminio antijudío que tuvo su
origen en Córdoba y Sevilla se extendió como reguero de pólvora por el resto de
Andalucía, las dos Castillas, Valencia, Aragón y Cataluña y supuso la casi
total desaparición de las grandes aljamas de Sevilla, Córdoba, Toledo, Burgos y
Valladolid. Una gran parte de sus
pobladores se refugió entonces en las pequeñas juderías rurales en las que
creyó encontrar seguridad. Es por entonces cuando crecen considerablemente juderías como las de Hervás y Béjar.
Al concluir el siglo XIV nació en Béjar el personaje
más destacado de la judería y una de las figuras más relevantes del judaísmo hispano. Se trata de HAYIM
IBN MUSSA, que fue médico, traductor
del árabe al hebreo de tratados como el de Al-Jassar, poeta y apologista del
judaísmo frente a los cristianos. Escribió obras de gran difusión en su
época como La Lanza
y el escudo, y murió en 1460 muy
lejos de su lugar de nacimiento.
Logotipo del Museo Judío "David Melul" de Béjar
De mediados y del final del siglo XV son la mayor parte de los
documentos escritos que nos permiten conocer los nombres, las profesiones, las propiedades y los lugares de Béjar y
de la comarca donde vivían los judíos. Casi todos estos documentos son
normas o disposiciones de la
Casa Ducal de Béjar sobre los judíos y también escrituras
notariales de ventas de sus casas o posesiones, cuando está próxima la fecha de
su salida de España en 1492. De la
lectura de estos documentos sabemos que la mayoría de los judíos bejaranos
tenían nombres bíblicos como Jaco, Simuel, Yuçé, Mosé, Daví, Yeudá o Isaque.
Entre sus apellidos predominan, sin lugar a dudas, los de Béjar y Bejarano. Sus profesiones
fueron muy diversas, desde las que desempeñaban los más pudientes, que eran prestamistas de los duques o arrendatarios
de sus impuestos, pasando por la de físicos (o médicos), ganaderos,
agricultores, pequeños comerciantes, hasta las relacionadas con la
tradicional artesanía textil de la ciudad, como hiladores, tejedores, tintoreros o sastres. Poseían casas y
propiedades rústicas como castañares, viñas, o herrenales (terrenos de pasto
para animales) y tanto sus viviendas como sus tierras de labor se hallaban en
vecindad con las de los cristianos. Y nos consta que nunca estuvieron segregados ni marginados por aquellos: en la ciudad
no hay constancia documental, ni arqueológica, de que existiera algún muro o
cerca que separase los barrios judíos de los habitados por cristianos.
Sin embargo,
por circunstancias históricas, por todos conocidas y que ahora no me voy a
detener a analizar, en la infausta fecha de 31 de marzo de 1492 los Reyes Católicos firman el EDICTO DE
EXPULSIÓN para que todos aquellos judíos que no se conviertan al
cristianismo abandonen España o Sefarad. Desde ese momento la inmensa mayoría
de los judíos de todos los reinos hispánicos optan por el exilio. Así hicieron
los de nuestra ciudad, algunos de los cuales, seguramente sus antecesores,
llevaron los apellidos Béjar, Bejarano y otros similares por Europa y América.
Hoy, tras 5 siglos de separación se produce este reencuentro de todos Vdes. con
sus orígenes. Sean bienvenidos a la ciudad que prestó a sus antepasados su
nombre, y que hoy les quiere acoger con sus brazos abiertos.
¡Gracias a
todos por su atención!
*****
Este año se celebra la creación y apertura del Museo Judío "David Melul" de Béjar, el único de Castilla y León. Por eso desde este blog queremos dar a conocer un poco de la historia de esta comunidad en la ciudad y el programa de actos.
Viernes 5 de septiembre
- A las 20 horas en el Patio del Palacio Ducal:Presentación de las nuevas guías de visita al Museo Judío Concierto Recital de Música Sefardí de María Aranda.
Sábado 6 de septiembre
- A las 11 horas en el Museo Judío: Descubrimiento del retrato de David Melul y panel biográfico.Visita guida por el director del Museo. Concierto del Grupo Percusión Cuyto.
- A las 14 horas en el Restaurante del Hotel Colón:
Comida conmemorativa con la familia Melul, alcalde de la ciudad y miembros del Patronato del Museo Judío.
- A las 19.30 horas en el Museo Judío:
Proyección del documental “El estigma”, presentado por su director Martí Sans. Coloquio posterior.
[1]
NOTA de Mario
Behar en cooperación con Yaakov Behar: Las líneas superior e
inferior de la lápida contienen las siguientes letras hebreas: דוניאפאדואיני? – superior; y כבורהבתמלך
– inferior, lo que literalmente se traduciría como: DOÑA FADUEÑA; ENTERRADA
[כבורה] PRINCESA [בת מלך].
Interesante que un pueblo trate de recobrar la memoria y lo haga para sumar lo que en su día se restó.
ResponderEliminarCreo recordar algunas tradiciones de la zona y también algunos restos, que situaban poblaciones judías en Navacarros (zona denominada "Casas del Fraile") así como en Vallejera en las cercanías de un camino que parte del cruce de la N 630 con la carretera que va al Barco de Ávila, y se dirige a otro camino que, partiendo de Navacarros llega a Vistahermosa. Claro que lo que recuerdo no son más que elucubraciones sin fundamento, al menos eso creo, histórico o científico alguno.
Un abrazo,
Es posible que comunidades judías más pequeñas habitaran en pueblos de nuestro entorno., En Candelario está bien documentadas, por ejemplo. Y me alegro que traigas a colación otras como las de Navacarros o Vallejera porque este blog pretende serlo de todos, aunque a veces pensemos que Béjar es el ombligo del mundo.
EliminarUn beso
Hola Carmen:
ResponderEliminarMuy interesante documento. Por aquí, más al sur, la influencia judía también se sintió. Regían el Hospital y muchos oficios: Tundinero, tapicero, comerciante. Luego de la expulsión, la actual Iglesia de Casarrubios del Monte era la antigua mezquita (la Iglesia de San Andrés se caía). Aparentemente muchos tomaron el apellido de Casarrubios cuando se convirtieron, pero no es seguro. Es muy frecuente en la zona el apellido Ciudad, que también se relaciona a judíos conversos.
Besos
En el caso de los Béjar o Bejarano está documentado en una práctica extendida por el resto de la geografía española. Una vez convertidos al cristianismo solían tomar el apellido de su pueblo de origen. aunque tengo la teoría que oras personas, sin ser de origen judío, podían hacer lo mismo cuando marchaban a otros lugares. Por ejmplo, si te llamabas José y tenías un apellido común, como Sánchez o Martín, seguro que en tu nuevo lugar de residencia te conocían más por Pepe el de Béjar o Pepe Béjar mas que por tu nombre y apellido real. ¿No crees?
EliminarUn beso, doc
Muy interesante esa antigua lápida descubierta por la disposición tan curiosa de su lectura. Este museo debe ser uno de los alicientes para visitar a ciudad.
ResponderEliminarBesos
Hay que tener en cuenta que el Museo Judío "David Melul" es el único en su género en Castilla y León. Es por ello por lo que vienen a Béjar muchos americanos o israelíes atraídos por un espacio cuñltural dedicado a una comunidad religiosa concreta.
EliminarBesos
Un documento apasionante que resume perfectamente la azarosa existencia del judío medieval. Y, en efecto, era frecuente que tomaran el apellido de la ciudad en la que echaban raíces. Espero que la apertura del museo sea todo un éxito!
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
La apertura aconteció hace exactamente 10 añitos, que es lo que se celebra este año, madame. Una década de intercambios culturales y de disfrute de un espacio expositivo que no deja indiferente a todo aquel que se acerca a él. Muy recomendable.
EliminarUn besazo y muchas gracias
¡Qué bárbaro! Ya han pasado diez años. Como decía un jubilado aburrido: Qué despacio pasan los días y qué deprisa los años.
ResponderEliminarJero
Mi padre debía ser un jubilado aburrido porque de vez en cuando decía eso mismo, jejej
EliminarUn abrazo fuerte
Conozco la Judería de Hervás. Pero no he tenido la suerte de visitar la de Bejar. Históricamente muy interesante como el resto de las juderías de España e incluso de otros países que visité. Una buena crónica t¡y trabajo , como todos los tuyos Carmen. Como siempre un placer leerte.
ResponderEliminarBss
La de Hervás tiene un casco arquitectónico conservado, lo cual no se puede decir lo mismo del de Béjar. Luchas documentales aparte (los historiadores no se poenen de acuerdo si la judería bejarana se concentraba sólo en la zona de Barrio Nuevo o en ciertas viviendas de la calle 29 de agosto, quizás ambas afirmaciones sean correctas aunque oficialmente la judería sola y exclusivamente es La Antigua, algo falso), lo cierto es que el paso de los siglos ha supuesto la desaparición de buena parte del caserío que otrora sirviera de viviendas a la comunidad judía. Una pena que parece no tener límites: aún a día de hoy se dejan en ruinas casas de nuestro pasado como si no tuvieran valor alguno.
EliminarUn beso
Interesante.Tengo que ir a verlo aún no lo conozco.
ResponderEliminarUn beso.
Pues lo tienes cerquita de casa, así que, ánimo, y pásate por ahí un día de estos.
EliminarUn beso
Quizás el día menos pensado, durante la ejecución de cualquier obra, sea descubierta la necrópolis judía que sin duda debe estar oculta bajo los pisos de algunas casas bejaranas. Cuántas veces el azar contribuye al conocimiento de las cosas.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmen.
Se supone que la necrópolis judía se encontraba junto a los muros de la antigua fortaleza medieval y, cuando ésta fue remodelada para convertirse en palacio, se integraría en los jardines de la vivienda monumental de los duques de Béjar en la plaza mayor. No sabemos hasta qué punto pudo destruir la antigua necrópolis, pero las excavaciones arqueológicas que se hicieron en el jardín para hacer unas canchas de baloncesto (hoy día el palacio es un instituto de enseñanza secundaria) no han revelado ningún rastro de la misma. ¿La necrópolis se encontraría pues en otro lugar? ¿Quizás bajo las viviendas de la plaza mayor? Las suposiciones surgieron cuando se encontró la lápida de doña Fadueña integrada como sillar en los muros del palacio, lo cual nos indica que no debieron de acarrearla desde un lugar demasiado alejado. Las incógnitas son a día de hoy muchas todavía.
EliminarAbrazos
Visité el museo en mi visita a Béjar y me resultó de gran interés, así como lo descrito en esta conferencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro mucho de que te gustara. El artículo te habrá recordado mucho lo que viste.
EliminarSaludos
Carmen Muy interesante Post Feliz fin de Semana Saludos
ResponderEliminarLa grandeza y la antigüedad de los judíos españoles no podían faltar en Béjar. Paso a leer el discurso.
ResponderEliminarMis saludos, doña Carmen, tras estos meses estivales. Y, por cierto, Retablo de la Vida Antigua está también en Twitter @delavidaantigua
Bienvenido entonces al mundo de twitter. Ahora mismo me adhiero a la página en versión tuitera.
EliminarSaludos
Saber que 800 años atrás en el Fuero de Béjar se hacía hincapié en los derechos de “todos los pobladores de Béjar, sean judíos, moros o cristianos” es para enorgullecerse por lo avanzado de su concepto.
ResponderEliminarEs de gran interés la lápida de Dª Fadueña, parece anunciar futuros descubrimientos.
Un beso
El fuero de Béjar seguía el modelo del de Sigüenza. así que no fuimos inventores ni precursores de ese concepto moderno de defender los derechos de los pobladores de la población. De todas formas la idea está sobre el papel, pero no sé si Lo llevarían a la práctica...
ResponderEliminarUn besazo
Hola, mi segundo nombre es Amós (nunca he sabido si lleva acento) y nací en Béjar pero tenía un tío y un abuelo con el mismo nombre y eran de La Calzada de Béjar. ¿Tendremos ascendientes judíos?, de hecho ¿seremos judíos? lo que es evidente es que si así fuera, nuestros antepasados se convirtieron y no fueron expulsados. No sé a quién o dónde dirigirme para saber algo sobre esto. Saludos
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