Haciendo un punto y aparte del devenir de aquellas bejaranas que marcharon a Alemania en 1960, no queremos dejar pasar estas fechas sin transmitir algún dato histórico y artístico de la Semana Santa bejarana. En este caso quiero centrarme en una de las tallas más preciadas y hermosas de Béjar que la tarde de Jueves Santo tenemos el privilegio de ver procesionar por nuestras calles de la mano de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de las Angustias. Nos referimos al paso de Nuestra Señora de las Angustias, Virgen de la Piedad o Virgen de los Dolores. El fragmento lo podeis encontrar en el Segundo Volumen de la Historia de Béjar que publicó el Centro de Estudios Bejaranos en 2013, en un artículo que escribimos entre Roberto Domínguez Blanca, colaborador de este blog, y esta que suscribe, pp. 516 y 517.
Virgen de las Angustias de Béjar
"Se podría decir que el mejor
grupo escultórico existente en Béjar anterior al siglo XX es la Virgen de los Dolores [1], de la Piedad o de
las Angustias (de todas estas formas es conocida) de la
iglesia de Santa María [2].
Responde al modelo iconográfico que tanto predicamento tuvo a partir de Miguel
Ángel y su versión neoplatónica del Vaticano: la madre joven como lecho del
hijo muerto con ambas figuras componiendo un esquema triangular. La composición
repite a grandes rasgos la que hizo Luis Salvador Carmona para la catedral de
Salamanca hacia 1755.
Piedad de Luis Salvador Carmona. Catedral de Salamanca
Foto sacada de aquí
Los dos personajes se hallan sobre una superficie rocosa
al pie de la cruz. La madre sentada sostiene al hijo muerto deslizado entre sus
rodillas, con la mano derecha sujeta suavemente su cabeza y con la izquierda
levanta el brazo derecho de Jesús, de manera que el artista habilidosamente se
las arregla para que el cuerpo de Jesús se pueda ver frontalmente. La Virgen viste su
indumentaria habitual: manto azul, túnica roja larga y toca color marfil. Lo
más impresionante es el rostro de María, que transmite una honda tristeza,
resignación y silencio ante el dolor. La mirada, absorta en sus pensamientos,
la dirige al hijo. El cuerpo de Cristo muerto es un magnífico ejercicio de
estudio anatómico, con la postura forzada de un cadáver (cabeza hacia atrás y
ladeada, tórax elevado, hombro derecho rígido con su brazo caído a plomo, manos
sin tensión…), pero sin ninguna estridencia ni contorsión efectista. Su rostro
transmite paz tras los tormentos de la Pasión y, pese a que llagas y heridas están
presentes en su cuerpo, lo hacen en menor número que en el Ecce Homo de San Juan, pues a medida que avanza el XVIII los
escultores más clasicistas evitarán recrearse en los detalles escabrosos, como
sí hacían los del siglo precedente [...].
Virgen de las Angustias de Béjar en procesión
La
autoría de este soberbio grupo escultórico sigue estando en el aire, pese a que
don Juan Muñoz la atribuyó sin fundamento a Alejandro Carnicero, según él,
discípulo de Gregorio Fernández (!) [6].
Nuestra opinión es que se puede fechar en la segunda mitad del siglo XVIII y su
procedencia ha de ser Madrid o algún artista en contacto con el centro
cortesano, crisol de las estéticas clasicistas que caracterizan el grupo
escultórico bejarano, en las que se ha superado claramente el Rococó.
Virgen de la Angustias de José de Larra. San Pablo. Salamanca
Foto sacada de aquí
Nada que
ver con lo salmantino del XVIII; baste comparar con la Piedad de José de Larra para
la iglesia de San Pablo de Salamanca, con su Cristo retorcido. No coincidimos
con la opinión de Nicolau Castro [7] en
señalar a José Salvador Carmona, sobrino del gran Luis Salvador Carmona, como
posible autor [8]; habría que pensar en
autores comprometidos con el Neoclasicismo (dentro de este estilo la inserta
Gómez-Moreno[9]) más en la línea de un Juan
Pascual de Mena."
Nuestra Señora de la Piedad de Juan Pascual de Mena. San Nicolás de Bari. Bilbao
Foto sacada de aquí
[1] En el
documento de indulgencias de 1756 ya citado aparecen en Béjar dos advocaciones
de la Virgen
de los Dolores, una en el convento de la Piedad y otra en el de San Francisco (AP de Santa
María la Mayor
de Béjar: Indulgencias (1752).
Documentación suelta).
[2] En cuanto al origen de la escultura, la tradición la
vincula a la visión milagrosa de la
Virgen con su Hijo en brazos que tuvo María Peña García “la Morala” (1708-1760),
terciaria franciscana nacida en Candelario. Sobre este posible origen
místico que dio pie a la obra, ver MUÑOZ GARCÍA, Juan: “Para la historia
religiosa de Béjar y su comarca. La sierva de Dios María de Jesús Peña García,
terciaria franciscana” en Ofrenda a la Santísima Virgen del Castañar, Excelsa patrona de
Béjar y su comarca, Vol. II, Prensa
española, Madrid, 1963, pp. 217-225.[4] NICOLAU CASTRO, Juan: “Nuevas esculturas de Luis y José Salvador Carmona” en Archivo Español del Arte, nº 311, 2005, p. 314, pp. 313-317.
[5] El hecho de que las tres Dolorosas (dos de ellas perdidas) que se conocen de Luis tengan ciertas semejanzas con la de Béjar, en especial la de la catedral de Salamanca, hace suponer a este investigador que José pudo inspirarse en ellas para la de Béjar, a la par que se adentraba en la senda del neoclasicismo. Sin embargo, como el mismo autor subraya, José “se limitó a copiar, a veces de modo servil, al tío, repitiendo los tipos pero sin su fuerza y su gracia” (Ibídem, p. 314). Es cierto que concibió esculturas notables como la Virgen del Rosario de Ezcaray (La Rioja), pero incluso en ellas se hace evidente su distanciamiento con la Dolorosa de Béjar en al menos tres puntos: la sumisión al arte de Luis Salvador Carmona, el estilo marcadamente Rococó y, sobre todo, su limitada capacidad para transmitir la psicología de los personajes. Además, se sabe que José Salvador Carmona solía firmar sus obras y aún no se ha encontrado, de existir, hasta el momento rúbrica alguna en la obra bejarana. Con Nicolau Castro estamos de acuerdo en rechazar las posibles autorías de Alejandro Carnicero y Luis Salvador Carmona.
[6] GÓMEZ-MORENO, Manuel: ob. cit., p. 408.
Un brillo excesivo, el color de la carne demasiado vivo o exageradas contorsiones de la Virgen y el cuerpo de Cristo, suelen ser una barrera para la identificación del espectador con la excelente imaginería de nuestros templos.
ResponderEliminarAlgo que no sucede en el bello paso que nos muestras de Béjar.
Un beso.
Excelente conjunto escúltorico al que yo también veo reminiscencias madrileñas de esas segunda mitad del XVIII. Como siempre Bejar llena de joyas artísticas.
ResponderEliminarUn beso
Un referente escultórico que enlaza con una tradición local, independientemente de las creencias de cada uno. Cada localidad -y Béjar no se queda atrás- exhibe con orgullo su imaginería por estas fechas.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Qué respiro! por lo que veo no soy el único que ha llegado a pensar que nuestro ínclito y laureado cronista oficial era de los que no tenía muchos inconvenientes en sacarse cosas de la manga. ¡Qué peso se me quita de encima, y yo que había llegado a pensar que era un mal bejarano!.
ResponderEliminarUn abrazo,
Muy bonito reportaje y muy del tiempo de Pasión. Aunque no escriba, os sigo.
ResponderEliminarOs podéis sentir orgullosos de poder poseer tal paso de la Virgen de las Angustias, es realmente hermosa, me gusta mucho el colorido, el mate y no digamos los dos rostros tan naturales.
ResponderEliminarBuena semana santa y que disfrutes de la pascua, un abrazo.
Hola Carmen:
ResponderEliminarImágenes son espectaculares. De gran serenidad y que muestran lo que el artista quería expresar.
Me gustan mucho este tipo de imágenes
Besos
Una explicación con todo lujo de detalles.-La talla de La Virgen de las Angustias de Béjar es preciosa: sobre todo por el dolor y la gran tristeza del rostro de la virgen y esa sensación de agotamiento que produce tanta pena.
ResponderEliminarQue pases una tranquilas Fiestas de Pascua Carmen.
Una maravillosa obra, desde luego. Espero que los bejaranos tengan ocasión de lucir sus joyas artísticas durante esta Semana Santa.
ResponderEliminarFelices Pascuas
Bisous
Este año no habrá problemas para verlos desfilar por las calles, parece que el tiempo será propicio para ello.
ResponderEliminarBesos
Excelentes grupos nos presentas hoy, Carmen.
ResponderEliminarY difícil lo tenéis los investigadores para identificar claramente al autor de la Piedad de Béjar.
Aquí, en Murcia todavía siguen los interrogantes con muchas esculturas atribuidas a Salzillo y que quizás no lo sean y otras consideradas anónimas que ahora se determina que son del maestro.
No soy yo ningún entendido en imaginería del XVIII, pero estoy de acuerdo en la dudosa autoría de Alejandro Carnicero.
Más se parece a las realizadas por los Salvador Carmona.
Lo que es claro que es un grupo escultórico bello por su sencillez y por la tranquilidad que emana del rostro de la virgen.
Abrazos!!
Siempre lo digo, aparte el sentido religioso de las procesiones y el ambiente festivo y tradicional, son una verdadera exhibición de arte. Un museo al aire libre, que no todos los países pueden ofrecer.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmen.
PRECIOSO REPORTAJE MOSTRANDO TODO ESE ARTE SACRO QUE ENRIQUECE NUESTRA CULTURA Y NUESTRA HISTORIA.
ResponderEliminarAPUNTO EN MI AJENDA ESTA SEMANA SANTA QUE DESGRACIADAMENTE NO CONOZCO.
UN BESO.
Desde luego es una muestra de la belleza del arte sacro enfocado para ser procesionado. Una entrada que ayuda a entender este tipo de composición.
ResponderEliminarUn saludo.
El arte, encerrado durante casi todo el año en iglesias y museos, ve la luz en los días de Semana Santa.
ResponderEliminarNunca he estado en Béjar, pero merece la pena contemplar esa preciosa imagen de la Virgen.
Emoción, devoción y arte religioso, se han unido en esta Semana Santa.
Cariños y buena semana.
kasioles
Mrenos mal que este año se han podido lucir bien.
ResponderEliminarHa sido una buena S Santa.
Un beso.
Hola Carmen, siento n poder seguir todas tus entradas, la Virgen de las Angustias pesar del dolor , está preciosa.
ResponderEliminarTe deseo una Feliz pascua de Resurrección.
Un abrazo
Muchas gracias por el texto. Una pregunta, ¿de dónde sale la atribución de la Virgen de las Angustias de S. Pablo a José de Larra? Muchas gracias
ResponderEliminarLa autoría de José de Larra la ha defendido Virginia Albarrán Martín en su libro (tesis doctoral) El escultor Alejandro Carnicero entre Valladolid y la Corte (1693-1756), quizá la mayor especialista de escultura salmantina del siglo XVIII. Hasta ahora se creía anónima, pero es que además existe un documento de José Benito de Churriguera en el que asegura haberla hecho él junto con la capilla donde se aloja, aunque para la autora no es creíble que la escultura sea suya, pues los rasgos estilísticos se aproximan a la obra de Larra. Todo esto viene en las páginas 105 y 106 del citado libro y en las notas al pie de esas páginas. Un saludo.
EliminarMuchas gracias. Trataré de conseguir esa tesis.
EliminarEscribo desde Ayamonte (Huelva). Nuestra Patrona es la Virgen de las Angustias y yo sostengo que esta advocación llegó a nuestra ciudad como regalo de los marqueses de Ayamonte, siendo titular Dª Teresa de Zúñiga y Guzmán que era, a la vez, duquesa de Béjar ¿Es posible que la advocación de la Virgen de las Angustias de ahí, de Béjar, se estableciera en la primera mitad del s. XVI como consecuencia de un regalo de la duquesa? Gracias. Enrique
ResponderEliminarEs muy interesante lo que nos cuentas. Si embargo, la aplicación de advocación como Virgen de las Angustias a esta talla bejarana es muy posterior. Tenemos conocimiento de que en el siglo XVII una imagen de la Virgen de la Piedad se alojaba en el sotocoro del templo del convento del mismo nombre, fundación de los duques de Béjar en 1580 aunque no hizo efectivo hasta principios del siglo XVII. Así es como se llamaba a la primitiva imagen, suponemos que sustituida por ésta que hoy contemplamos, ya de fines del siglo XVIII y procedente precisamente del convento nombrado. En la documentación, en todo caso, se la denomina Virgen de la Piedad o de los Dolores, y nunca de las Angustias, un apelativo que comienza a utilizarse ya en el siglo XIX y sobre todo el siglo XX.
EliminarUn saludo y gracias por tu comentario
Buenos días Carmen: Hace años, en agosto de 1995, en una visita hecha a Béjar, tuve la oportunidad de leer el Boletín Parroquial nº 3 de la iglesia de Sta. María la Mayor y, como me resultó interesante, me traje a casa un ejemplar. En él "alguien", no recuerdo quién -porque ya no conservo el citado Boletín, aunque sí la referencia- escribía sobre la posibilidad que yo siempre he mantenido, a la que hice referencia en mi anterior escrito (véase Anónimo 16 de abril de 2015).
EliminarAhora, al conocer la existencia de este blog, opté por ponerme en contacto con vosotros por saber si algún estudioso de Béjar había abundado en aquella hipótesis.
Mi nombre es Enrique Arroyo Berrones. Gracias por tu respuesta.