18 de enero de 2016

Bernardo Ordóñez de Lara, un bejarano tesorero de los condes de Monterrey y de la catedral de Salamanca (1620-1676) (2ª Parte)



Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.731 (19/06/2015), p. 11.

          

       En 1659 Bernardo Ordóñez de Lara había pasado a ejercer como tesorero de los condes de Monterrey y como tal moraba en Salamanca, tras desempeñar el cargo de abad de los monasterios de Fraeriz y Videferre, en el obispado de Orense, durante cinco años. 

 Convento de las Agustinas de Monterrey (Salamanca)
Foto sacada de aquí
 
       Sin embargo, nunca se desentendió de sus señores naturales y en 1660 representó de nuevo al duque de Béjar en la toma de posesión del Colegio Agustino de San Guillermo en Salamanca, de fundación ducal [1]. La descripción que del ceremonial se hace es cuanto menos curiosa. Recibido Ordóñez de Lara por el prior y la totalidad de los monjes, se dirigió hacia el altar mayor de la iglesia donde se había dispuesto un sitial. Al llegar a él, “se inco de rodillas y puso los braços en dicho sitial y aviendose levantado se sento en la silla que esta puesta junto al dicho sitial y se lebanto y bajo las gradas y tiro por unas argollas que están incadas en una piçarra puesta junto a las gradas del altar mayor […] y se paseo por la dicha capilla mayor e hiço otros actos de posesión”. No hay que olvidar que los duques de Béjar y los condes de Monterrey eran parientes, al pertenecer ambos linajes a la Casa de Zúñiga y descender de Diego López de Zúñiga, hijo de Diego de Zúñiga y Juana García de Leiva, Justicia Mayor de Castilla, camarero mayor de los reyes Enrique III y Juan II. Asimismo el poderoso clan de los Zúñiga salmantino no dejó de ascender en su status económico y político al matrimoniar Inés de Zúñiga, hermana del conde de Monterrey, con el conde- duque de Olivares, todopoderoso valido de Felipe IV [2], y a su vez Manuel de Zúñiga y Acevedo, conde de Monterrey, con la hermana del conde-duque, Leonor de Guzmán y Acevedo.



 Manuel de Zúñiga y Acevedo, conde de Monterrey
Estatua orante del convento de Agustinas de Salamanca. 


Leonor María de Guzmán y Acevedo, condesa de Monterrey
Estatua orante del convento de Agustinas de Salamanca
Fotos extraídas de aquí


Hacia 1641 sabemos que Ordóñez de Lara se encontraba en Salamanca al frente de las obras de construcción de la iglesia del convento de Agustinas [3], patrocinada por el conde de Monterrey, Manuel de Zúñiga y Acevedo. Ejercía como superintendente general de la obra tras la muerte de Bartolomé Márquez del Moscoso. Su trabajo consistía en concertar los presupuestos con los maestros canteros, pintores, escultores y artistas, supervisar los cargamentos de piedra desde distintos puntos de Salamanca, hacer efectivos los pagos de sueldos y jornales, coordinar los trabajos y revisar a pie de obra la correcta ejecución del proyecto. Al margen de esto, era también administrador de la Casa de Monterrey y siguió siéndolo a la muerte de sus patrones los condes don Manuel y doña Leonor en 1656, y ratificado en el puesto por los nuevos señores doña Inés de Monterrey y don Juan Domingo de Haro. 

Inés de Zúñiga y Velasco, condesa-duquesa de Olivares
por Diego de Silva y Velázquez. Foto Oronoz
 

Una única sombra se cierne sobre Bernardo en su labor. El 20 de diciembre de 1657, cuando ya se habían rematado las cubiertas y la iglesia estaba casi concluida a falta de instalarse las esculturas del crucero y presbiterio, la cúpula se vino abajo y causó graves daños en la capilla mayor. Los trabajos se ralentizaron al ser necesarias la retirada de los escombros y la restauración de lo dañado. Desde 1657 hasta diez años más tarde no se hizo progreso alguno. Para Bernardo constituyó este accidente un mazazo del cual se hacía responsable sin serlo, pues el derrumbe se debió a un error en los cálculos constructivos. Es por ello que en su testamento legue 14.000 ducados para la reedificación de la cúpula. “Mando ael combento de nuestra señora de la Conzepçion de Agustinas recoletas de esta çiudad catorze mill Ducados de vellon por una vez para que los gasten en acabar la Yglesia de dicho Combento”[4]

 Altar mayor de la iglesia de las Agustinas de Monterrey de Salamanca
Foto wikipedia

Inmaculada Concepción de José de Ribera
Convento de las Agustinas de Salamanca

En sus postreras voluntades, Ordóñez de Lara concretó la entrega de censos y dinero a las religiosas, entre las que se encontraban su cuñada Mª Bernarda, viuda de su hermano Fernando, y su propia hermana Paula. El peculio legado en sus postreras voluntades sería determinante para la conclusión de las obras de la cúpula, hecho que tuvo lugar en 1679 gracias a la labor del maestro fray Lorenzo de San Nicolás.

 Cúpula de la iglesia de la Purísima del convento de Agustinas de Monterrey (Salamanca)
Foto sacada del blog Viajar con el Arte

A la vez que Ordóñez de Lara ejercía como administrador de los Monterrey y se hallaba siempre a disposición de los duques de Béjar, entre septiembre de 1662 y 1669 desempeñó la tarea de administrar los caudales de la Catedral de Salamanca como Tesorero. Experiencia no le faltaba en tal menester, como hemos visto. Nombrado por el Cabildo Eclesiástico del que formaba parte, guardaba el tesoro de la sacristía, el oro y la plata, los libros y bienes de la Catedral. Entre sus cometidos se encontraba el nombramiento del sacristán y del campanero mayor, además del aprovisionamiento de lo necesario para las misas: cera para velas, vino e incienso [5].

 Catedral de Salamanca. Foto wikipedia

Durante los años en que ejerció como tesorero catedralicio recibió el encargo, entre otros, de contratar y supervisar la construcción del retablo de la Virgen del Desagravio. Dedicado a expiar los pecados ante los ataques de quienes dudaban del dogma de que María había sido concebida sin pecado original, el asunto había suscitado candentes debates teológicos en los ámbitos académicos. En el caso concreto de Salamanca, un cuadro de la Inmaculada, expuesto a la veneración en uno de los soportales de la Plaza Mayor, fue profanado a cuchilladas en 1664 “al clavársele un puñal en el cuello y borrarse del marco las frases tota pulcra y macula originalis[6]". Fueron numerosos los actos de desagravio ante tan graves hechos y el Cabildo Eclesiástico resolvió que se prohibiera terminantemente la exhibición de imágenes y lienzos religiosos por las calles para evitar desmanes y profanaciones. Asimismo, se decidió trasladar el atacado lienzo de la Inmaculada a la Catedral Nueva para que allí se venerase, encargando a Ordóñez de Lara que ejecutase por 1.000 ducados un retablo para mostrarlo en devoción.

 Altar de la Virgen del Desagravio. Catedral de Salamanca
 

 Continuará



[1] El colegio de San Guillermo fue fundado por la duquesa doña María de Zúñiga (- 1533) y desde sus mismos inicios se entabló entre el prior y monjes del mismo y la Casa Ducal un largo pleito económico que duraría al menos un par de siglos. MUÑOZ DOMÍNGUEZ, José: “Naturaleza versus artificio. El monte, `El Bosque´ y otros jardines bejaranos del siglo XVI” en DOMÍNGUEZ GARRIDO, Urbano y MUÑOZ DOMÍNGUEZ, José (coords): “El Bosque” de Béjar y las Villas de Recreo del Renacimiento. Actas de las II Jornadas. Béjar (1997), pp. 56 y 57. El poder está firmado en Béjar el 13 de agosto de 1660 ante el escribano Diego González. Carta de poder otorgada por Juan Manuel López de Zúñiga Mendoza Sotomayor, [IX] duque de Béjar a favor de Bernardo Ordóñez de Lara, para que en su nombre pueda tomar posesión de las propiedades civiles y eclesiásticas que le corresponden como sucesor en el mayorazgo de Béjar (Salamanca). AHN. Sección Nobleza, OSUNA, C.309, D.30-7.

[2] Sobre los Monterrey consultar ÁLVAREZ VILLAR, Julián: El mecenazgo de los Monterrey. La Gaceta Regional. Salamanca, 2001.

[3] MADRUGA REAL, Ángela: Arquitectura Barroca Salmantina. Las agustinas de Monterrey. Salamanca: CES, 1983.

[4] Archivo de la Catedral de Salamanca (a partir de ahora ACS): Memoria del tesorero Ordoñez de Lara. Cj 51 lg. 1 nº 1.

[5] CASAS HERNÁNDEZ, Mariano: “Un templo y una ciudad. Aproximación a la historia de la Catedral y el Cabildo” en PAYO HERNANZ, René Jesús y BERRIOCHOA SÁNCHEZ- MORENO, Valentín (coords): La catedral de Salamanca. Nueve siglos de Historia y Arte. Salamanca, 2012, p. 72.


[6] PAYO HERNANZ, René Jesús, y CASAS HERNÁNDEZ, Mariano: “Nuevas imágenes para nuevos tiempos. La escultura y la pintura de la Catedral en los siglos XVI al XVIII” en PAYO HERNANZ, René Jesús y BERRIOCHOA SÁNCHEZ- MORENO, Valentín (coords): La catedral de Salamanca… ob. cit., p. 405.

16 comentarios:

  1. Una vida ligada a las dos ramas principales de los Zúñiga, la de Béjar y la de Monterrey, esta última al alza gracias a la influencia del todopoderoso Conde-Duque de Olivares. Una personalidad muy interesante, gracias por descubrínosla :) Un beso

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  2. Por desgracia para todos, pero sobre todo para posibles accidentados y para los responsables de las obras, no eran escasos antiguamente los derrumbes que se producían en las iglesias sobre todo al ser rematadas con cúpulas y bóvedas, debido a errores en los cálculos, a negligencias o a deficiencia de los materiales empleados. En este caso, el máximo responsable supo estar a la altura, cosa que le honra.
    Un saludo.

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  3. A veces, el problema principal y es el más frecuente, que el piso no esta bien cimentado y fijado en zonas donde suele haber mucha humedad y cuesta mucho secar los materiales: era muy frecuente esos accidentes o que se inclinase unos cuantos grados, y eso es suficiente motivo para que haya un derrumbe.Pero se nota que el buen hombre era una persona comprometida y fiel a sus principios.

    Un abrazo te pido disculpas por la tardanza.

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  4. De problemas siempre surgen pero no obstante la devoción era tan fuerte que todo se hace reemplazable.
    La iglesia de las Agustinas de Monterrey es toda una preciosidad, sobre todo el retablo.
    Un abrazo

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  5. Muy loable que don Bernardo dejase esa sustancial cantidad de dineros para la reconstrucción de la bóveda.

    Saludos

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  6. No cabe duda de que era un hombre con un gran sentido de la responsabilidad, una condición ésta propia de quien se sentía un hombre de bien y un caballero. Difícil encontrar hoy en día a alguien que se responsabilice de los errores ajenos tan solo porque tenía encomendada la labor de superintendente de un determinado proyecto.
    Saludos Carmen

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  7. Un hombre que a lo largo de su vida ha desempeñado cantidad de cargos, valía para todo.
    El que le hayan hecho responsable de vigilar los avances de la construcción y estar supervisando los trabajos a pie de obra, es la labor que hoy hacen entre arquitectos y aparejadores.
    Me imagino el gran disgusto que se habría llevado cuando se derrumbó la cúpula de la iglesia del convento de las Agustinas.
    Cambiando de tema y contestando a tu comentario:
    Al quiche también se le llama tarta salada.
    Cariños y buena semana.
    kasioles

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    1. Tu aclaración da idea del poco conocimiento que tengo de los asuntos gastronómicos, más allá de la ingesta de alimentos a poder ser de buena cocina...
      Muchas gracias, amiga.
      Un saludo

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  8. Hola Carmen: Pienso que ha sido humilde cuando aceptó una responsabilidad que no era suya. Muy loable decisión.

    La bóveda es simplemente hermosa

    Besos

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  9. Es rara la ocasión en que pase por Salamanca sin acercarme a visitar la Inmaculada Concepción de Ribera; es una costumbre que adopté cuando era apenas un adolescente y que aún conservo. No es una cuestión religiosa, es que el cuadro me atrae.
    Un abrazo,

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  10. Desde luego este hombre fue útil para todo, llevando las cuentas y supervisando obras.
    Lo de la cúpula esos fallos de cálculos se producían antes y ahora también pasan con en teoría mas medios para calcular.

    Saludos.

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  11. Qué virulentas manifestaciones, a cuchilladas y todo, la disconformidad con la Purísima Concepción de la Virgen María. Por cierto recuerdo bien es Inmaculada de Ribera de convento de la Purísisma, porque es pura delicia su contemplación. Estuve un buen rato sentado mirándolo el cuadro.
    Un abrazo.

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  12. ¡Qué joya! Y me refiero tanto a la labor documental como a lo que se aprecia en las fotografías. El Altar de la Iglesia de las Agustinas me parece impresionante. Qué gran trabajo has hecho Carmen. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala

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  13. Valioso artículo este en todo sentido, que se agradece. La Inmaculada fue pintada por Ribera por encargo del conde Manuel de Zúñiga cuando fue virrey de Nápoles. Era "concepcionista" y se adelantó tres siglos a la declaración del dogma al conseguir del papa una declaración por escrito al respecto. Creo que se encuentra en el AHN. Desde el punto de vista del arte comparto la admiración por el cuadro. Desde Chile con afecto, Jorge Zúñiga Rodríguez.

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  14. precioso reportage y muy interesante. Un saludo

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  15. Nunca he visitado Salamanca Carmen, pero mirando las fotografías, será cuestión de plantearse hacerlo, la catedral es imponente. Gracias por traernos tanto conocimiento.

    Un abrazo.

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.