5 de septiembre de 2016

Tomás Pérez Monroy y el retablo mayor de la iglesia de San Juan de Béjar (4ª Parte)




Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Especial del Béjar en Madrid 2009


El contrato del retablo mayor y del tornavoz (II)



        La segunda de las fuentes documentales se redactó poco después, y en ella se recopilan las siete condiciones a las que Tomás Pérez Monroy habrá de someterse en la ejecución del retablo:




 Montaje actual de un retablo 
Imagen extraída de aquí


        “1.ª Es condición que toda la madera que se ubiese de emplear en la fábrica de dicha obra ayan de ser de los Oyos del Espino u Oyo Quesero. Limpias de nudos y teas en la forma mejor que se pueda”.



        La primera condición trata sobre la madera que se había de emplear. Es raro que en los contratos se clarifique la procedencia de la misma. En este caso de los pueblos abulenses de Hoyos del Espino o de Hoyocasero (Oyo Quesero), la msima exigida para el retablo mayor de Becedillas (Ávila) de Miguel Martínez de la Quintana [1]. Seguramente se trata de madera de pino, un material muy corriente usado para las estructuras y ensamblajes de los retablos, pero no así en las esculturas, a las que se les solía reservar una madera de mayor calidad. Se pide que la madera sea limpia y sin teas. La madera teosa es aquella que por abundar en resina es inconveniente para armar un retablo.

 Retablo de Becedillas (Ávila) de Miguel Martínez de la Quintana
Foto sacada de aquí



       “2.º Que dicha obra se aya de construir por la orden compuesta, según se demuestra en el plan adjunto, y que las sotabasas de pedrestal y cornisamento sean de tablones de palmo y medio, cabeciando estas para que no se bean sus frentes. Para su maior firmeza y aseo, que todas las molduras bajas, como son collarinos, medias cañas y cimacios deberán ir enranurados, bien encolados y clabados con la clabazón correspondiente”.



          El orden compuesto junto con el corintio es el más requerido en los retablos dieciochescos. Surge en la Roma antigua y se diferencia sólo del corintio en que en la cesta del capitel, a las filas de hojas de acanto de éste se le agregan las gruesas volutas del orden jónico. En efecto, como se pruebe comprobar por fotografías antiguas, el retablo tenía cuatro columnas de este orden, cuyo estilo también se extendía por el entablamento que remata el cuerpo principal. 

 Partes de un retablo. Imagen extraída de este blog


Sigue la fuente tratando cuestiones más técnicas. Es curioso el detalle de que se pida mayor pericia y remate en el ensamblaje de las partes inferiores. Esto es debido tanto por ser las que reciben el peso del retablo, como por estar más a la vista que las superiores.



            “3.º Que todas las guarniciones altas y bajas deberán ir bien encoladas y ajustados sus cortes, que todos los planos o lisos de pedrestales y témpanos deban ser baciados y moldados como ygualmente las dos puertas que se añaden a dicha obra a los medios de los intercolunios para por una de ellas entrar a esponer a su magestad, y la otra quedará finjida para su uniformidad”.



            Es muy interesante que se especifique que los paneles han de ir cajeados, es decir, con rehundidos en sus partes centrales y bordeados por una moldura, pues economiza bastante el presupuesto al no llevar otras decoraciones de talla más costosas. A esto se refiere cuando se ordena que todos los planos lisos serán “baciados y moldados”. Un intercolumnio, como su nombre indica, es el espacio que existe entre dos columnas. En este caso el párrafo se refiere al intercolumnio central, donde se ubicaba el sagrario con el expositor para el Santísimo, y que constaba de dos portezuelas, sólo una de ellas practicable, imitando una segunda por cuestión de guardar la simetría de la composición.


Desaparecido retablo de la iglesia de San Juan Bautista de Béjar
Foto de Archivo Fotográfico y documental de Béjar


            “4.ª Que el segundo cuerpo aya de ser hejecutado en figura de cascarón, según se demuestra en el referido plan, con los adornos que mejor parezcan dándoles a estos los reliebes correspondientes según su elebación, y en la enjuta del medio, se fingirá una caja para colocar en ella a San Juan Bautista, dándole la correspondiente salida al enrapisado para ello”.



            La figura de cascarón alude a la traza semicircular del ático. Es un término muy empleado para definir áticos de retablos barrocos, ya que muchos eran grandes máquinas que llegaban hasta lo alto de las bóvedas y se adaptaban como un guante a la concavidad de lo alto de los ábsides, semejando un cascarón con su forma en cuarto de esfera. Los adornos que se habían de aplicar en esta parte del retablo ya han de ser de relieve, y así se hizo tallando rocallas en las calles laterales y en la crestería. Se indica que el relieve de los adornos ha de estar en consonancia con la altura a la que se les va a ver; es decir, a mayor distancia, mayor relieve. Un ejemplo perfecto de este principio lo tenemos en la fachada de la Universidad de Salamanca; si nos colocamos junto a la entrada y miramos hacia arriba, podemos comprobar como el relieve de la talla plateresca va aumentando a medida que elevamos la vista hacia la parte superior.


            La calle central del ático (enjuta del medio), se destina para la hornacina de la advocación titular del templo, y así se hizo, como se puede ver en las fotografías. Se le da importancia a la repisa que ha de cargar con la estatua, porque en los retablos del siglo XVIII, y especialmente en los rococó, las hornacinas son muy poco profundas y se han de servir de una repisa o ménsula para soportar la escultura. En esta centuria se evita “esconder” las imágenes en hornacinas hondas, como era costumbre en el primer barroco.



         “5.ª Que será de quenta del Maestro mandar dorar el sagrario interiormente, como también hacer al mismo tiempo dos credencias uniformes a la mesa principal, ha más un marco de frontal y un juego de sacras con sus marcos”.



            El dorado interior de los recipientes que custodiaban las especies del pan y del vino como sagrarios, cálices, copones, patenas u hostiarios, era de obligado cumplimiento. El dorado podía extenderse por la pieza entera, pero como mínimo debía cubrir la parte interior en contacto con tan valioso contenido. 

 Ejemplo de sacras de altar


            Sigue el documento aportando datos sobre el encargo que se hace a Pérez Monroy, ahora al margen del retablo. Se citan entre otras cosas un par de credencias, que eran unos muebles auxiliares donde tener a mano los objetos empleados en la liturgia. Las sacras consisten en un juego de tres objetos con textos en latín, para que durante la misa el oficiante no tuviera que recurrir al misal. Acomodadas sobre la mesa de altar, las más ricas solían hacerse enteramente de plata, o al menos sus marcos, como las de la parroquia de El Salvador.



            “6.ª Ha más se a de traer echo un tornaboz con el todo de la obra, cerrado con sus baciados correspondientes y linterna que no desdiga de lo principal de la obra”.



            Y así se hizo; el tornavoz sigue en estilo y calidad lo trabajado en el retablo. Se incluyeron los cajeados (baciados) de cada paño de la campana y se ejecutó una airosa linterna.

Púlpito y tornavoz desaparecidos de la iglesia de San Juan Bautista de Béjar




            “7.ª Que será de cargo del Maestro el hexecutar, concluir y cumplir con todo lo estipulado en estas condiciones y lo demás que se contiene en el plan que las acompaña, a fin de la más arreglada construcción, dando para ello fianzas lisas, legas y abonadas a satisfacción del Señor Don Gabriel Sánchez, Cura Rector de la dicha Yglesia, ygualmente del maiordomo de ella, quienes si fuese necesario podrán nombrar Maestro para el reconocimiento puesta que sea en su sitio.



            Digo yo, Thomas Monroy, vecino de la Ciudad de Salamanca, profesor de arquitectura y Maestro onorario de la Escuela del dibujo de ella, que por este me obligo ha hacer las arriba espresadas obras al Señor Don Gabriel Sánchez, Cura Rector de la Parroquial Yglesia de San Juan de esta Villa de Béjar en la cantidad de ocho mil rreales de vellón, siendo de de [sic] cargo de dicha Yglesia la condución, y maderas que sean necesarias para su asiento y para la escalera que se a de hacer interior, y para que conste lo firmo en esta villa, a 24 de marzo de 1797.



Firmas: Gabriel Sánchez, Thomás Monroy

            Francisco Hernández Ajero”.



            En la última condición se recoge el derecho que tenía cliente de llamar a otro maestro del mismo oficio para examinar y certificar la corrección de lo ejecutado, y que el retablo estuviera a la altura del precio pactado. A veces, el artífice contratado puede solicitar más dinero al finalizar las obras tras realizar algunas mejoras que en un principio no estaban especificadas. En ese caso, tanto el cliente como el artista nombran a dos maestros del oficio para que dictaminen si la reivindicación del segundo está justificada. 


            Otro detalle curioso se deja para el final del documento, y es que la parroquia ha de encargarse de facilitar la madera para andamios y escaleras en el momento que se proceda a asentar el retablo en el ábside.


            Aparte de estos valiosos textos, más de la historia del retablo podemos conocer acercándonos a los libros de mayordomía de la parroquia. Lo más destacado es que el retablo se tuvo que ejecutar rápidamente, pues su dorado se hizo casi de inmediato, entre los años 1798 y 1799[2]. Esto pone de manifiesto que la parroquia dispondría de una economía saneada, pues tras el dispendio tan importante que acarrea la ejecución de un retablo mayor, el dorado con pan de oro no era una operación nada barata y podía tener un coste superior a la hechura del retablo. De hecho, se anotan 11.500 reales, en los que se incluyen el retocado de algunas imágenes y el dorado del tornavoz, si bien la parroquia sólo desembolsó 7.000, pues el resto se obtuvo de dos censos redimidos y de donativos de benefactores [3]

Continuará







[1] GÓMEZ GONZÁLEZ, Mª V.: Retablos Barrocos del Valle del Corneja. Institución Gran Duque de Alba. Diputación de Ávila. Ávila, 2009, p. 23.

[2] Archivo Parroquial de San Juan de Béjar: Libro de Cuentas de Fábrica (1758-1903), f. 264.


[3] Ibidem.

11 comentarios:

  1. Todas las condiciones han quedado completamente claras para que e la finalización de la obra no diera lugar a ningún error.
    Besos

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  2. Con buenas exigencias salen buenas obras como la que nos muestras, pero como dices no debía de ser muy corriente ser tan claro y estricto en este tipo de obra de arte.
    Un abrazo.

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  3. Me ha llamado la atención el nombre de las partes del retablo. Debí conocerlas antes, cuando estudiaba artística en secundaria, pero eso es un pasado muy lejano ya. Especificaciones apartes, eso de primer piso, ático y calles me sacó na sonrisa.

    Besos Carmen

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  4. Un contrato meticuloso en toda regla. Así deberían ser todas las ejecuciones de obras importantes, que hay mucho chapuza suelto por nuestro país y te pueden meter gato por liebre (léase aquí madera "teosa" o llena de nudos).
    Saludos.

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  5. Estos documentos, aparte curiosos, resultan aleccionadores. Por cierto me ha llamado la atención el empeño en que la madera fuera de Hoyos del Espino.
    Un abrazo,

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  6. Dizem que quando rezamos, nós estamos fazendo pedidos a Deus,
    e quando meditamos estamos agradecendo.
    Hoje eu me ajoelho e medito silenciosamente,
    agradecendo ao Senhor pela minha vida.
    No próximo sábado é meu aniversario.
    Por isso estou aqui.
    Agradecida por ter sua amizade .
    A Deus eu agradeço pelo milagre da vida.
    A você agradeço a felicidade da sua amizade.
    deixo meu fraternal abraço.
    Um abençoado final de semana.
    Se vc gostar tem um mimo na postagem.
    Evanir.

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  7. Hola Carmen, de nuevo ando visitando vuestros blogs ya que en agosto no he abierto para nada bloguer. Me he leído con atención las cuatro entradas que dedicas a la iglesia de San Juan y son muy interesantes, el interior es bonito, aunque el antiguo lo era más. La firma del contrato tiene cosas muy curiosas que, hoy día se tendrían que llevar a la practica para no haber malos entendidos en la ejecución de cualquier cosa que, para que después no haya sobre costes.

    Un abrazo.

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  8. Vaya trabajo exquisito, tanto en terminología como de pedagogía escultórica.
    Voy a guardarlo para echar mano de él cuando dude cómo nombrar una determinada parte o acción artística de un retablo.
    Felicidades.

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  9. Vaya trabajo exquisito, tanto en terminología como de pedagogía escultórica.
    Voy a guardarlo para echar mano de él cuando dude cómo nombrar una determinada parte o acción artística de un retablo.
    Felicidades.

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  10. Un detallado minucioso no solo de como seria la obra como los materiales con que elaborar el retablo. Una pena se pedirse el mismo.

    Saludos.

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  11. Hola Carmen te felicito por todo el trabajo de este apartado sobre el retablo de esta iglesia, yo desconocía todo el proceso y reconozco que fue una obra excelente llevada a cabo en su día.
    Ahora me queda por seguir leyendo la continuación de todo esto que prometo hacerla en breve.
    Un saludo
    Puri

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.