Salamanca se exhibe en Madrid

Autora: Berta Baz

Publicado: La Gaceta de Salamanca (4/06/2017)

     María Josefa Alonso Pimentel y Téllez Girón, decimotercera duquesa de Béjar, ha pasado a la historia como una de las mujeres ilustradas más renovadoras de su época. Mecenas de artistas y toreros, sentía verdadera pasión por la cultura, las artes y las ciencias. El palacio de verano que construyó en Madrid, conocido como El Capricho, es el primer jardín de tipo paisajista de España.

La duquesa de Béjar y su oasis en Madrid

    El Capricho, considerado un museo al aire libre, alberga un abejero único, un embarcadero con pinturas de Tadey, o el primer puente de hierro que se construyó en España.

El Capricho

Dirección: Paseo Alameda de Osuna, 25

Horario: Sábados, domingos y festivos de 10 a 21 horas.

Construcción: 1787

      La decimotercera duquesa de Béjar, conocida en Madrid como IX duquesa de Osuna, fue una renovadora. Nacida en 1752, María Josefa Pimentel y Téllez-Girón perteneció a la más alta aristocracia. De educación ilustrada y espíritu emprendedor, fue una gran defensora de la cultura española. Protegió a pintores, poetas y dramaturgos, y promovió una asociación para el fomento de la ópera. De ella partió la iniciativa de integrar a las mujeres notables en la Real Sociedad Matritense de Amigos del País. Toda esta labor le valió el nombramiento de Dama de de la Orden de la Reina María Luisa.

 Fachada del palacio de verano de los duques situado en El Capricho. Foto Berta Baz

     El título de duquesa de Béjar, título concedido por los Reyes Católicos, lo heredó tras la muerte sin descendencia de su tío el duque Joaquín López de Zúñiga y Sotomayor en 1777. Vivió junto a su esposo Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Pacheco en Madrid, donde poseyó varias residencias, y llevó el control de sus propiedades en la localidad salmantina. La investigadora bejarana Carmen Cascón Matas señala que, a pesar del título, no está documentado que la duquesa visitara Béjar. “No vino nunca, sino que mandaba sobre sus estados y señoríos desde Madrid”, comenta. Los historiadores coinciden en que fue una administradora férrea, muy rigurosa con los contratos, tanto si se trataba de un ganadero como un personaje de alta alcurnia. “No se andaba con paños calientes ni con los de su misma condición”, comenta Paloma Fernández Quintanilla, autora de la biografía de la IX duquesa de Osuna.

 Imagen de la Casa Vieja, que destaca por su singularidad

Foto Berta Baz

 

     Amante de la naturaleza, destacó por sus refinados gustos artísticos, literarios y musicales, que plasmó en su obra con mayúsculas; el jardín histórico de El Capricho, situado en la Alameda de Osuna. Este precioso paraje, comprado por el Ayuntamiento de Madrid en 1974 y declarado Bien de Interés Cultural, acoge su palacio de verano mandado construir en 1787 y que actualmente se encuentra en proceso de rehabilitación. La alcaldesa Manuela Carmena ha mostrado su interés por potenciarlo como un atractivo turístico más, y tiene en proyecto solicitar al Museo del Prado la cesión de algunas obras para decorarlo. Explicó en su comparecencia a los medios de comunicación que “queremos convertirlo en un museo precioso en torno a la figura de la duquesa, que fue una mujer ilustrada muy desconocida en la ciudad de Madrid, mecenas de muchos artistas, entre ellos de Goya”.

Retrato familiar de los duques de Osuna. 

Francisco de Goya. Museo del Prado

      Isabel Pérez Hernández, arquitecta e investigadora, explica que “la duquesa estaba siempre a la última, conocía todas las novedades que surgían en Europa y trajo a España un estilo nuevo que plasmó en El Capricho, considerado un museo al aire libre”. María Josefa Pimentel y Téllez-Girón creó en Madrid un magnífico jardín lleno de caprichos, en el que una de sus joyas, como destaca Pérez Hernández, es el abejero. “Es único, que yo conozca no hay otro jardín que tenga una estructura similar. Es un pequeño palacio inspirado en la arquitectura de Andrea Paladio, que tuvo mucha influencia en toda Europa”. Detalla que “esta construcción, que acoge una escultura de Venus que se asocia a la primavera, plasma la curiosidad de los ilustrados por todos los ‘mecanismos’ de la naturaleza como es la producción de miel. Las abejas entraban y salían por unas portillas pequeñas y estaban rodeadas por un círculo de flores”.

      Otras de las maravillas que esconde el jardín es el embarcadero con pinturas del escenógrafo milanés Ángel María Tadey; el casino de baile obra de Antonio López Aguado, o el primer puente de hierro que se construyó en España en 1830. Como edificación singular sobresale la conocida como Casa de la Vieja. “También es única y original. Algunos autores apuntan que está inspirada en las casitas de Versalles donde María Antoñeta se construyó una aldea para jugar”. Se trata de una casa de muñecas grande en la que se recrea el mundo rural. 

 Casino de Baile. Antonio López Aguado

Foto. Berta Baz

        Durante la invasión francesa de 1808 el recinto del parque de El Capricho pasa a ser propiedad del general francés Agustín Belliard, quien utilizó las instalaciones para sus tropas, volviendo a manos de la duquesa tras la retirada de los franceses, momento en el que se acometen algunas reformas. Tras la muerte de María Josefa Pimentel y Téllez-Girón en 1834, la propiedad pasa a su nieto, quien encarga la construcción de la Exedra en honor a su abuela, situando un busto en bronce en la plaza de los Emperadores. Desafortunadamente, el siguiente heredero, un derrochador de carácter excéntrico que malgasta la fortuna familiar, termina perdiendo sus bienes, siendo subastados en el año 1882.

 Conjunto monumental de La Exedra, que alberga el busto de la duquesa de Béjar. Foto Berta Baz

 

Siglo XX

 

      A lo largo del siglo XX la propiedad pasó diversas vicisitudes. Durante la Guerra Civil española, El Capricho sirvió de puesto de mando republicano durante la defensa de Madrid. El bunker conocido como Posición Jaca, y cuyos accesos están escondidos entre la maleza, se encuentra a 15 metros de profundidad y albergó durante ocho meses al Estado Mayor del general José Miaja. Tras un minucioso trabajo de rehabilitación y adecuación, el Ayuntamiento de Madrid ha cumplido con una reivindicación vecinal y permite visitas durante los fines de semana.

 

 Bunker de El Capricho. Foto de El Diario

 

      Por su singularidad, el jardín de la duquesa de Béjar ha sido escenario cinematográfico en distintas ocasiones. Se han rodado algunas escenas de la película con la que Marisol comenzó su carrera en 1960, ‘Un rayo de luz’. Más tarde, en 1965, se dieron cita en el paraje Omar Sharif y Julie Christie para rodar ‘Doctor Zhivago’. Otras películas de variada temática, incluida una de Drácula, han encontrado en este jardín el escenario perfecto para su escenografía, al igual que ‘Volaverunt’ del director Bigas Luna, y ‘Dos de Mayo’, de José Luis Garci. 

      ‘El Ministerio del Tiempo’ ha rodado un episodio sobre la decimotercera duquesa de Béjar, concretamente le dedica el capítulo 25 de la exitosa serie de Televisión Española, el cuarto de la tercera temporada, titulado ‘Tiempo de ilustrados’. 

Continuará