6 de agosto de 2018

El linaje de los Duques de Béjar… y los Mapu-Che



 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

       Gente de la tierra se denominaba a sí misma esta etnia de origen incierto, que hasta el siglo XVI habitaba gran parte del país y en la actualidad constituye el pueblo indígena mayoritario de Chile (DRAE). Un siglo antes los incas habían tratado de someterla, sin éxito, y a la llegada de los españoles se inició un largo enfrentamiento de casi trescientos años que se conoce como la Guerra de Arauco. Esta lucha tuvo diferentes grados de intensidad, y algunos períodos de paz que se iniciaron con lo que los españoles llamaron parlamentos y los mapuche koyang. En el siglo XIX el gobierno chileno inició la pacificación de la Araucanía, que entre otras cosas significó para los mapuche la pérdida de autonomía y la expropiación de tierras, y cuyos efectos duran hasta hoy.         

 


Manifestación en Santiago de Chile, 2015. mapuche.info



    Hijo de Leonor de Zúñiga, dama de la corte de Carlos V y familiar de los duques de Béjar, Nájera y Niebla, el joven Alonso de Ercilla y Zúñiga vino a Chile en 1557, de motu proprio y con cuatro criados a su servicio, para participar en la Guerra de Arauco. En esos años gobernaba Béjar doña Teresa de Zúñiga, tercera del título ducal y del apellido. 


      En los dieciocho meses que duró acá la permanencia de Ercilla (fue desterrado por su primo el entonces gobernador de Chile y futuro virrey del Perú García Hurtado de Mendoza, tan ligero de genio como él) tomó apuntes de los acontecimientos en trozos de papel y cortezas de árbol, que luego ordenó y publicó versificados en España con el nombre de La Araucana (de la voz ragko, que significa greda en lengua mapuche, los españoles inventaron Arauco, araucano-a, etc.). Es la primera gran epopeya americana y el poema épico nacional, joya de la literatura universal, en la que se canta por igual la valentía de mapuches y españoles. En la larga composición (37 cantos y 2404 estrofas) escrita en octava real y dedicada a Felipe II, su compañero de juventud, Ercilla se nombra a sí mismo tres veces (de cuatro) sólo con el apellido Zúñiga.       


 


Alonso de Ercilla y Zúñiga, por El Greco. Cervantesvirtual.com



    Un siglo después de Ercilla llegó a Chile, en calidad de gobernador, Francisco López de Zúñiga y Meneses, que antes había luchado en Flandes y servido en el Perú. Era conde de Pedrosa del Rey, Valladolid, donde había nacido, y marqués de Baides, localidad de Castilla-La Mancha que en 1428 fue adquirida por su tatarabuelo Diego López de Zúñiga, hijo del primer señor de Béjar Diego López de Estúñiga, cuyo municipio se identifica hasta hoy con el escudo ducal bejarano. 


 


Francisco López de Zúñiga, por Tristán Mujica.  
Dominio público



     Al gobernador Zúñiga le correspondió celebrar el primer parlamento o koyang con los mapuche, acto que se llevó a cabo con la mayor solemnidad por ambas partes, en un lugar cercano a la ciudad de Concepción. El pacto reconocía la existencia de un estado mapuche autónomo dentro de un territorio determinado, y aseguró una relativa paz, por medio de los parlamentos que le siguieron, hasta el fin del período español.   




Parlamento de Quilín (marqués de Baides a la izquierda), por Alonso de Ovalle. Dominio público



     En la Histórica relación del Reyno de Chile, publicada en Roma en italiano y español en 1646, su autor, el jesuita chileno Alonso de Ovalle, titula así el relato: Capitulaciones de la Paz hecha entre la Corona de España y los Indios Araucanos del Reyno de Chile, después de 43 años de su levantamiento general. Ajustadas por D. Francisco de Zúñiga, Marqués de Baides, Conde de Pedrosa, Gobernador y Capitán General de aquel Reyno, con los Caciques Lincopichón, Antegüeno, Liencura, Chicaguala, Guaquillauquén, y otros de parte de los Indios, en el Valle de Quillín, a 6 de Enero de 1641. Gobernaba entonces Béjar Alonso de Zúñiga y Mendoza, octavo del título ducal y del apellido.




El Tratado de Quilín, 2007, de José Bengoa. catalonia.cl
  

     Historiadores de actualidad, como los antropólogos José Bengoa y Carlos Contreras Painemal, han dedicado estudios al suceso, y el último, que participó en el Primer Congreso de Historia Mapuche celebrado en 2002 en Siegen, Alemania, y es autor de Koyang: Parlamento y Protocolo en la diplomacia mapuche-castellana, siglos XVI-XIX, 2007; y Los parlamentos mapuche en la literatura científica, 2014, reconoce que una solución, una apuesta para salir del conflicto, es la posibilidad de volver a reeditar estos espacios de negociaciones que los mapuche celebraban desde tiempos inmemoriales, mucho antes de la llegada de los españoles. De hecho, fueron los españoles los que debieron ingresar en el espacio de negociación propio de una sociedad que no es centralizada.




Monumento al Parlamento de Quilín. 
Argentina.indymedia.org



     En la comunidad Tripaiñán, sector Malpichawe de Lautaro, se instaló en 2009 un monumento recordatorio del tratado, cuya placa dice lo siguiente: Este monumento conmemora el Parlamento de Quilín de 1641, entre la Corona española y el Pueblo mapuche.


 


Fotografía aérea de la bahía de Cádiz. Magicspain.com



      De vuelta a España, el marqués de Baides murió con parte de su familia en un ataque de los ingleses a la bahía de Cádiz. El tesoro que llevaba en la nave San Francisco Javier, hundida frente a la playa, se busca hasta hoy.  


5 comentarios:

  1. La Araucana es una obra muy conocida
    en la historia de la literatura. La recuerdo bastante bien de mis tiempos de estudiante.

    Besos

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  2. "Arauco tiene una pena
    más negra que su chamal.
    Ya no son los españoles
    los que les hacen llorar.
    Hoy son los propios chilenos
    los que les quitan su pan.
    Levántate, Pailahuán."
    Cantaba Violeta Parra.
    A la Araucana de Ercilla le pasa lo que al Ulises de Joyce, son obras muy nombradas (en este caso por el parentesco del escritor con la casa de Zúñiga) pero poco conocidas por el lector medio.
    Saludos.

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  3. Si recuerdo de mi época de estudiante de "La Araucana" y Alonso de Ercilla pero desconocía el parentesco con la casa ducal de Béjar.

    Saludos.

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  4. Hola Carmen:
    Tu relato, me hizo volver a mis adolescencia. En la casa familiar hay un ejemplar de la La Araucana. Lo leí dos veces. No tenía idea de la relación con Béjar.

    Besos

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  5. Sorprendente una vez más la relación de Béjar con el nuevo mundo.
    Que pases un día fresco.

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.