Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
Se llamaba
Manuel Osorio Manrique de Zúñiga, pero se le conoce internacionalmente más bien
por el nombre y el apodo del título. Era hijo de Vicente Joaquín Osorio de
Moscoso y Guzmán, conde de Altamira y otros títulos, Grande de España y
consejero del Banco de San Carlos, antecesor del Banco de España. Su madre,
María Ignacia Agustina Álvarez de Toledo Manrique de Zúñiga y Gonzaga, era hija
del X marqués de Villafranca del Bierzo, linaje que contaba entre sus antepasados
a Pedro Álvarez de Toledo y Zúñiga, virrey de Nápoles y nieto de Álvaro de
Zúñiga y Guzmán, I duque de Béjar.
Don Manuel Osorio Manrique de Zúñiga,
niño,
pintado por Goya. Museo Metropolitano de Arte, Nueva York
Por encargo de
su padre lo retrató Goya, pintor de cámara de Carlos IV, junto a otros miembros
de su familia. En opinión de Xabier F. Solomon, curador del Met, la pintura es una de las imágenes más icónicas de la infancia. Representa al niño
como un muñeco ricamente vestido y rodeado de animales con significado
simbólico. La urraca atada con una cuerda lleva en el pico un papel con el
nombre y la fecha de nacimiento de Manuel, los gatos representan la malicia en
contraste con la inocencia del modelo, y las aves enjauladas el confinamiento
(“Retrato de Manuel Osorio Manrique de
Zúñiga, de Goya”. ABC,
22/04/2014)
Vicente (The Museum of Fine Arts Houston, Houston, Estados Unidos), Manuel
(Museo Metropolitano de Arte, Nueva York) y Juan (Museo de Arte de Cleveland), hijos de los condes de Altamira, pintados por Goya (1-2) y Esteve (3). NYtimes.com
Con el título Goya y la familia Altamira, el Museo
Metropolitano de Arte de Nueva York (Met)
presentó en abril de 2014 una exposición cuya finalidad era reunir a Manuel con sus padres y tres de sus
seis hermanos, cuyos retratos estaban dispersos por el mundo en diversos museos
y colecciones particulares. Es una
oportunidad única para contemplar una familia aristocrática a través de los
ojos de Goya, decía en la ocasión una página del New York Times. Pero la muestra
no es sólo sobre los Altamira o la extensa familia de la nobleza española (todo
el Madrid aristocrático se consideraba emparentado, y “primo” era la forma
corriente de saludarse), sino sobre las complicadas relaciones entre retrato,
mecenazgo y prosapia, concluía el artículo.
Don
Manuel
en el mercado. De varias fuentes en
la red
La pérdida de algunos de sus miembros y la invasión
napoleónica, golpearon las finanzas de los Altamira. Vicente, el heredero, se
vio obligado a vender gran parte de la colección de pintura familiar, aunque
trató de conservar los retratos de su madre y de sus hermanos. El retrato de su
padre pasó al Banco de España, donde se conserva en una galería con otros
retratos de directores pintados por Goya (New York Times)
Los padres del Niño Rojo y su
hermana María Agustina
(Banco de España, Madrid, España y The Metropolitan Museum of Art, Nueva York).
El de Manuel, conocido
como “el Niño Rojo”, es uno de los cuadros de la colección del
Metropolitan más queridos por el público. Después de pasar por varias manos,
su última propietaria privada, Kitty
Bache Miller, lo donó al museo con la condición de poder albergarlo en su
apartamento neoyorkino por un cierto tiempo cada año, hasta su muerte en 1979.
Cada vez que el cuadro regresaba a su casa, mandaba invitaciones a sus
amistades para “presentar en sociedad a Don Manuel Osorio de Zúñiga”. Hubo
quien preguntó a Margaret Case, directora de Vogue
durante muchos años, de quién se trataba ese señor español, si trabajaba en
Naciones Unidas. “Lo reconocerás en cuanto lo veas, respondió Case. Siempre va
de rojo y acompañado de sus dos gatos, una urraca y una jaula con gorriones”
(ABC).
Notas:
El Palacio de los
Condes de Altamira en Sevilla, declarado Bien de Interés Cultural en
calidad de Monumento, fue mandado edificar a fines del siglo XIV por Diego
López de Estúñiga, I señor de Béjar. Pasó a los condes de Altamira en el siglo XVIII
(Arquitectura y poder: El linaje de los
duques de Béjar. Pinceladas de Historia
Bejarana 20/02/2017)
Kitty Bache Miller. Dominio público
Sobre Kathryn Bache Miller en la red:
In 1926, while in Paris at the art gallery of Joseph Duveen, she fell in
love with the painting by Francisco de Goya, Manuel Osorio Manrique de Zúñiga,
commonly known as the "Red Boy". Her father then purchased it for
$275,000. The painting was hung
prominently in her living room. Her interior decorator, Billy Baldwin,
described her attachment to it as if it were a living being. Her father bequeathed the painting to
the Metropolitan Museum of Art, but it was allowed to be shown periodically in
Miller's apartment until she died in 1979.
Me ha encantado el cuadro, se nota que es de Goya.
ResponderEliminarEs interesante los animales que lo acompañan, podría ser que le gustaran los animales o que fuera una idea más de las genialidades de Goya.
Besos
Me ha gustado conocer la historia de este famoso cuadro tan admirado, además es tan bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aún no siendo Goya mi retratista preferido, resulta de lo más interesante rescatar los cuadros de esta familia que prefirió distinguir individualmente a sus miembros, personalizando para ellos un lugar en la historia de la pintura. Saludos.
ResponderEliminarBuenos cuadros e historia tiene el niño rojo. Y también tuvo que tener paciencia para posar tantas veces.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha encantado ver que llevaba una "pega" (urraca) atada con un cordel. De pequeño yo he criado un par de estas aves que vivían sueltas por la casa y se llevaban perfectamente con el perro y el gato. Debo aclarar que soy de pueblo.
ResponderEliminarUn abrazo,
Una pena no se pueda admirar el cuadro en un Museo español pero de estar en alguna colección privada imposible ver.
ResponderEliminarSaludos.
Muy interesante la información. Un saludo.
ResponderEliminar