Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
En respuesta a Miguel Vallejera
Se trata de
Diego López de Zúñiga y Velasco, que llevaba el apellido de su madre Francisca
de Zúñiga, III condesa de Nieva, en primer lugar, para asegurar la sucesión del
título que venía de Diego López de Zúñiga, hermano de Álvaro de Zúñiga, primer
duque de Béjar; y de Gaspar de Zúñiga Acevedo y Velasco, hijo de Jerónimo de
Zúñiga Acevedo y Fonseca, IV conde de Monterrey, sobrino nieto del mismo Álvaro
de Zúñiga. A ambos, el servicio postal peruano les dedicó sellos en las series Virreyes del Perú, de 2004 y 2007 respectivamente*.
Serpost Perú. Stampsperu.com
A causa de tempranas
tendencias lúdicas y galantes que manifestó Diego, a los veintidós años le casó
su padre con María Enríquez de Almanza, hija del marqués de Alcañices, a quien luego
abandonó para acompañar a Carlos V en las campañas de Túnez e Italia, y al
príncipe Felipe en sus viajes por Flandes y Alemania. Sin que él mismo lo advirtiera,
no obstante, la separación definitiva sobrevino cuando fue nombrado virrey del
Perú, y dejó nuevamente a su esposa en España.
Palacio de
Gobierno de Lima, 1938, sobre el antiguo Palacio Virreinal. Foto Diego Delso
En Lima, adonde
arribó con gran fasto y numeroso grupo de
oficiales, deudos y protegidos -entre quienes se contaban su hijo Juan, su
prima Catalina López de Zúñiga y el esposo de esta, Rodrigo Manrique de Lara-, mostró
una faceta de gran organizador de obras sociales y urbanísticas de envergadura,
pero sin dejar la anterior licenciosa, por lo que se sindica a su gobierno como
uno de los más progresistas y a la vez más corruptos.
Fuente de Agua
en la Plaza Mayor de Lima, iniciada por el virrey Diego López de Zúñiga. framepool.com
El mito surgió
alrededor de su muerte, hasta hoy teñida
de misterio, que varios historiadores relatan de manera diversa: Fulminante ataque cerebrovascular que le
sobrevino cuando se hallaba durmiendo en su lecho… Encontrado agonizante de madrugada
en la calle de Trapitos tras haber tenido un encuentro galante con su prima…
Golpeado rudamente con sacos de arena por los criados del marido burlado, hasta
dejarle desvanecido (ni Catalina ni su esposo se hallaban en Lima entonces)… Un tumor venéreo que le dio en sus
genitales, consecuencia de su vida libertina. Años más tarde, las
investigaciones acerca de su muerte se suspendieron porque el asunto
comprometía no sólo el prestigio y el nombre del virrey, sino también de
algunas familias poderosas de Lima.
La aventura amorosa del IV conde de
Nieva.
Egrupos.net
Aunque
participaba del mismo gusto por el boato que su pariente, el virrey Gaspar de
Zúñiga fue más recatado, no obstante que también dejó en España a su esposa Inés de Velasco y Aragón,
hija del duque de Frías. Tal vez tenía trastornos de personalidad, porque en algún
momento se hizo llamar Carlos Monterrey, según lo trasmite el cronista indígena
Felipe Guamán Poma de Ayala, en el capítulo Buen
Gobierno de la Primer Nueva Corónica,
1615: Don Carlos Monterrey (Gaspar de
Zúñiga y Acevedo, corregido después en el original) conde, noveno bizorrey (fue el décimo), comenzó a gobernar
pacíficamente en este reino, y comenzó a honrar a los Yngas y demás caciques
principales e indios deste reino y a los hijos de los conquistadores y soldados
y servidores de su Majestad. Y hacía muy mucha limosna a los pobres y era muy
buen cristiano, temeroso de Dios.
Don Carlos Monterrey,
único virrey sin espada en la crónica de Guamán Poma. Biblioteca Real de Dinamarca
Comenzó
a favorecer a los indios pobres, que le pesaba que los indios se muriesen
súpitamente sin confesarse en las minas y que se muriesen azogados. Y castigaba a los corregidores y al
encomendero y españoles que maltrataba a los indios, y a los sacerdotes. No
consentía a que hiciese mal y daño, comenzando este bien y servicio de Dios y
de su Majestad. Se murió en la ciudad de los Reyes de Lima este señor gobernador
deste reino. Su
gobierno fue igualmente progresista, y en una expedición marítima auspiciada
por él se descubrió Australia, bautizada Austrialia
del Espíritu Santo en honor de la Casa Real española.
Del historiador y diplomático chileno
Gustavo
Mártin-Montenegro, 2010. Iberlibro.com
Su mitificación
empezó con el terremoto de Arica de 1604 -confundido a veces con uno anterior en
Arequipa-, a causa de raros
acontecimientos que le dieron el apodo de Virrey de los Milagros, no
porque fuera facedor dellos, aunque no faltase quien se los atribuyera atento a
su ascetismo, gran caridad y ejemplares virtudes, sino porque en su período
estuvieron de moda maravillas y prodigios en estos reinos del Perú, como la
conversión del libertino Selenque, que asistió sin saberlo a sus propios
funerales; fenomenales efectos de los rayos; resurrección de muertos;
arrepentimiento de un fraile cuya barragana dejaba como las mulas las huellas
del herraje; apariciones de almas de la otra vida, etc. (Palma, Ricardo: Tradiciones Peruanas, 1953)
Francisco
Álvarez de Toledo, llamado el Solón
virreinal.
Galería de virreyes de Perú
Como colofón,
vale recordar que el primer rector laico
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, la más antigua de
Sudamérica, fue el virrey Francisco Álvarez de Toledo, hijo de Francisco
Álvarez de Toledo y Zúñiga, I conde de Oropesa, y tataranieto de Álvaro de
Zúñiga y Guzmán, I duque de Béjar.
*Es notable la diferencia
entre el retrato de Gaspar de Zúñiga que se reproduce en la estampilla, y el que
se guarda en la Galería de Virreyes del Perú, más parecido al que está en la
Galería de Virreyes de México:
Gaspar de
Zúñiga, virrey de México primero (izquierda) y de Perú después (derecha)
En ocasiones los mitos sobrepasan la realidad. Como pasa actualmente con las noticias falsas.
ResponderEliminarSaludos.
Muy interesante podria ser este el de la pelicula el puente del rio san lus
ResponderEliminarQue bonita ciudad Lima!!, me ha gustado leer este tiempo de reinado.
ResponderEliminarUn buen domingo.
Distinguir lo que hay de cierto en esta historia, es una gran tarea y al final siempre habrá dudas.
ResponderEliminarOcurre hasta con hechos más recientes,la historia la quieren escribir a su capricho y para nada me refiero con eso a los serios historiadores.
Besos
Don Jorge Zuñiga, le quedo muy agradecido por su documentada y detallada respuesta a mis comentarios en la anterior entrada sobre los virreyes y gobernadores en el linaje de los duques de Béjar y me complace comprobar que mis apreciaciones, basadas más que nada en conversaciones mantenidas con algunos miembros de mi familia peruana y amistades en aquel país, no estaban tan lejos de la realidad sino que, por el contrario, dejando al margen las novelescas leyendas de don Ricardo Palma, se aproximaban mucho a los hechos históricos que usted tan bien nos relata.
ResponderEliminarLe reitero mi agradecimiento y le ruego tenga en consideración mi condición de generalista con respecto al conocimiento de la Historia, que por otra parte nunca fue mi fuerte, y juzgue benévolamente cualquier error que pudiera haberse deslizado en mis comentarios.
Una afectuoso saludo,
Dado que don Jorge ha perdido sus claves de la cuenta de google, quiere transmitirte a través de mí su agradecimiento por tus valiosas informaciones y tu incitación para escribir sobre este tema.
EliminarUn saludo cordial de parte de Jorge.
Tradición y verdad...van de la mano siempre. Y dejan esa sensación de gran historia.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Carmen
Besos
Interesante crónica con unas imágenes muy didácticas. Como la de Zúñiga/Monterrey, único virrey sin espada.
ResponderEliminarSaludos.