Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
Tratamos hoy de
otro miembro del linaje de los Zúñiga, el famoso conde-duque de Olivares, valido (del
árabe walid, gobernador) o
primer ministro de Felipe IV, que pasó a la historia con el nombre de Gaspar de
Guzmán y Pimentel.
El conde-duque
de Olivares pintado por Velázquez.
Museo Hermitage.
Su padre,
Enrique de Guzmán, era hijo de Pedro de Guzmán y Zúñiga, segundo hijo del III
duque de Medina Sidonia Juan Alonso Pérez de Guzmán y de su mujer Leonor de Zúñiga, hija
del conde de Ayamonte Pedro de Zúñiga y Manrique de Lara, hijo a su vez de
Álvaro de Zúñiga y Guzmán, I duque de Béjar (los duques de
Béjar eran los parientes mayores del
linaje, al punto de que Álvaro de Zúñiga impuso la castellanización definitiva
de la antigua forma del apellido Estúñiga).
Pedro de Guzmán
y Zúñiga, abuelo paterno del conde-duque de Olivares. Condeduquedeolivares.es
El caso de doña María,
madre del conde-duque, es más concluyente porque era hija de Gerónimo de Zúñiga
y Acevedo, IV conde de Monterrey, y su primer apellido y el segundo de su hijo
debieron ser Zúñiga, pero por razones sucesorias tomó el de su abuela paterna,
hija del duque de Benavente Alonso Pimentel, y pasó a llamarse María Pimentel
de Fonseca y Zúñiga (el linaje Pimentel estaba asociado a los Zúñiga por
el matrimonio del I duque de Béjar Álvaro de Zúñiga con su sobrina Leonor Pimentel
y Zúñiga; los condes de Monterrey descendían de Diego López de Zúñiga, hermano
menor de Álvaro).
Gaspar de Zúñiga
Acevedo y Velasco, V conde de Monterrey, virrey de México y Perú, tío materno y
suegro del conde-duque de Olivares
Y para mayor abundamiento, como se dice
pleonásticamente en Chile desde donde se escribe esta relación, el conde-duque
casó con su prima hermana Inés de Zúñiga y Velasco, hija de su tío materno
Gaspar y joven muy hermosa que había
sido cortejada por Felipe IV, la que fue, por lo demás, factor determinante en el
ascenso de la carrera política de su marido (Manuel, hermano
de Inés, casó con Leonor, hermana del conde-duque).
Inés de Zúñiga y
Velasco pintada por Velázquez, foto Oronoz, arriba. Se la confunde con el retrato
de su sobrina Inés Francisca de Zúñiga y Fonseca, abajo, pintado por
Carreño Miranda
El conde-duque
había nacido en Roma, donde su padre representaba a la corona española, y hasta
los doce años vivió en las cortes virreinales de su progenitor en Nápoles y
Sicilia. En España estudió en la Universidad de Salamanca y al pasar a la
corte le fueron asignadas por el rey Felipe III la compañía y custodia del
entonces infante, futuro Felipe IV.
Retrato ecuestre
de Gaspar de Guzmán pintado por Velázquez, en la portada
de la obra (1986) de su mayor biógrafo, el historiador e hispanista
John H. Elliott.
Otro personaje
relevante en la carrera política del conde-duque fue su primo y cuñado Baltasar
de Zúñiga y Velasco, hermano de Inés y ministro de Felipe III y de Felipe IV,
que le heredó el cargo. Baltasar de Zúñiga había iniciado la lucha de poder
para manejar a la monarquía entre las familias rivales de los Sandoval, duques
de Lerma y Uceda, y los Zúñiga, lucha que continuó el conde-duque con éxito (le
tocó dirimir el caso de la Conspiración
de Andalucía con sentencia de muerte para su primo Francisco Manuel Silvestre
de Guzmán y Zúñiga, marqués de Ayamonte), siendo sucedido
en el cargo por su sobrino Luis de Haro y Guzmán, hijo del marqués del Carpio y
de Francisca, hermana del conde-duque.
Retrato de
Baltasar de Zúñiga y Velasco en la portada del libro (2012) del doctor en Historia
Moderna de la UAM, Rubén González Cuerva
Del matrimonio
de Gaspar de Guzmán e Inés de Zúñiga nació María de Guzmán y Zúñiga, marquesa
de Heliche, casada con Ramiro Núñez de Guzmán, duque de Medina de las Torres y
virrey de Nápoles, sin descendencia (sí la tuvo el conde-duque a
través de una relación extramatrimonial)
Inmaculada
Concepción de Loeches, hoy panteón de la Casa de Alba. Rinconesibericos.blogspot.com
Los
condes-duques de Olivares están sepultados en el santuario de la Inmaculada
Concepción fundado por ellos en 1640 en su señorío de Loeches, Madrid. Del
conde-duque se dice que impulsó la construcción del palacio del Buen Retiro para distraer al rey y gozar de mayor
libertad en sus tareas de gobierno en los veintidós años que duró su
valimiento. De doña Inés, creadora del primer aviario de especies exóticas de
España (llamado
popularmente el gallinero) en
los jardines del palacio del Buen Retiro, que eran de su propiedad, se dice que
fue modelo de Benito Pérez Galdós para su personaje de la novela Doña Perfecta, propuesta que resulta
poco convincente por el carácter de la protagonista.
Palacio del
conde-duque de Olivares en Aljarafe, Sevilla.
Foto Onio72
Por alianzas
matrimoniales los títulos de conde-duque de Olivares y conde de Monterrey
pasaron a la Casa de Alba, que los ostenta hasta hoy. Por falta de descendencia
del decimosegundo titular Joaquín de Zúñiga, el de duque de Béjar pasó a una sobrina
suya de la Casa de Osuna, también vigente en la actualidad.
Interesa te información. Me gusta leer la historia, con una buena documentación, como esta, que acredita su autenticidad.
ResponderEliminarBesos
Y a tan prolija información, los documentos de los retratos que en mi caso me resultan más familiares que los entresijos de intereses prematrimoniales. Gracias por tan detallado información histórica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuántos títulos tiene la Casa de Alba?... Incluso el Condado de Casarrubios del Monte, pertenece a esa casa...
ResponderEliminarMe causa gracia eso de "distraer" al rey.
Besos Carmen. Muchas cosas buenas por Reyes
Todo se hereda y todo se traspasa hasta los títulos, así son las generaciones de los nobles.
ResponderEliminarQue tengas un feliz día de Reyes con ilusiones.
Con este galimatías de casamientos entre familiares uno casi se pierde y no me estraña que se confundan con personas del mismo nombre.
ResponderEliminarQue estos días los hayas disfrutado y tengas un buen año.
Saludos.
Gregorio Marañón titulo su ensayo bibliográfico sobre el Conde-Duque, con el subtítulo "La pasión de mandar" y en el forro que protege el libro, al menos en la antigua edición que tengo, figura don Gaspar ya maduro y grueso a lomos de Guzmanillo, igualmente grasoso, en el famoso cuadro de Velázquez. Y he traído a colación el título del libro de Marañon, porque en el testamento del Conde-duque los legados o mandas venían expresados con un mando y ordeno, que denota su personalidad autoritaria, aun e el momento en el que se decidía a expresar la voluntad que otros, él ya en otro mundo, debían ejecutar.
ResponderEliminarSaludos.
Buen aporte, gracias.
ResponderEliminarOtras pinceladas andaluzas más, en el linaje de los Zúñigas.
ResponderEliminarComo siempre, Carmen....muy bueno e interesante trabajo.
Saludos.
Interesante historia. Todo un personaje el Conde-Duque de Olivares.
ResponderEliminarUn saludo.
Buenísima entrada para comenzar el año Carmen, tenían el pastel bien repartido.
ResponderEliminarBesos.
Una familia muy importante en la historia de España, que desempeñó cargos políticos a todos los niveles, dejando innumerables muestras de su mezenazgo y cultura artistica en todos sus territorios.
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