Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid nº 4818 (18/01/2019), p. 4.
Un grupo de vecinos liderados por Juan Muñoz Peña, Serapio Gómez, Cristóbal Anaya y Gregorio Ortín presentaron un escrito con el fin de que no se enviara la carta de don Nicomedes Martín Mateos al ministro de la Guerra. Aducían que representaría “un desaire para el Gobierno Provisional que le ha creado en honor a esta heroica Ciudad [1]”. Las discrepancias entre los líderes de la revolución, Muñoz Peña y Aniano Gómez, provocó que este último dimitiese de su cargo de comandante de los Voluntarios de la Libertad.
Monumento a los Mártires de la Libertad. Reproducción de los Cañones de Víctor Gorzo, del artista Ricardo Martín Vázquez. Béjar
A Prim no le faltaba razón a la hora de desconfiar en las fuerzas del Ayuntamiento si se terciaba un levantamiento popular contra el Gobierno. Los republicanos habían adquirido una relevancia importante en nuestra ciudad y un año después se produjo una insurrección republicana que obligó, al ya Presidente del Consejo de Ministros, a enviar a un batallón completo de 340 hombres para sofocarla [2]. Este levantamiento no sería el último[3].
Béjar recibió una nueva negativa de Prim durante el mes de diciembre. Aniano Gómez fue recibido en audiencia en Buenavista y, aunque la visita fue cordial, el general se negó a conceder el representante bejarano en las Cortes que la Junta Superior Revolucionaria de Madrid demandaba desde el mes anterior[4].
Aniano Gómez
Con la insurrección republicana de 1869 la aparente relación de cordialidad entre Prim y Béjar parece diluirse. El 30 de septiembre un grupo de insurrectos dirigidos por Aniano Gómez hizo presos violentamente al Gobernador Civil de la Provincia de visita en la ciudad, Baldomero Menéndez, a su oficial Ramón Rodríguez, al alcalde de Béjar Santiago Sánchez y al diputado provincial José María Vegue[5]. Se trataba ni más ni menos que de un ataque flagrante al nuevo sistema, al Sexenio Democrático y, por ende, al Presidente del Consejo de Ministros.
Ante el revuelo causado por estos hechos, el presidente accidental de Béjar vio oportuno escribir una carta a Prim el día 6 de noviembre indicándole que se habían “escogitado los medios que deberían adoptar para que en esta industriosa población no volverá a alterarse el orden público”. A tal efecto se convocó a personas de orden y honradez para auxiliar a la Corporación en este cometido y se nombró como comisionados en Madrid a Rafael Lozano, Primo Comendador, Faustino Pamo, Nicolás Rodríguez, José Regidor y Juan Muñoz de la Peña con el fin de que se entrevistaran con Prim para que “se declare a esta Ciudad punto militar con guarnición permanente, y la reorganización de la fuerza ciudadana compuesta por y exclusivamente de elementos de orden”. Y concluye: “Lo participo a V.E. a fin de que con la amabilidad y benevolencia que acostumbra se digne oir a espresada comisión y acceder a sus ruegos, que son los de este Ayuntamiento y generalidad del vecindario”.
Dos días más tarde Rafael Lozano, el antiguo representante de la Junta Revolucionaria, avisa extraoficialmente que a los comisionados bejaranos sólo los recibirá el general Prim y que ya está apalabrada la decisión de implantar una guarnición permanente en Béjar[6]. Al día siguiente Primo Comendador Téllez, Francisco Pamo, Juan Muñoz Peña, Francisco Regidor, Lozano y Rodríguez se entrevistan con Prim[7].
Nombres de los bejaranos muertos o heridos el
28 de septiembre de 1868
“Hoy a las doce nos ha recibido el Excelentísimo Señor General Prim y hemos salido altamente satisfechos. Mas que conferencia ha sido una conversación finísima y diferente por parte suya y en la cual todos hemos hablado. La guarnición será fija y segura en nuestro pueblo y además habemos de contar siempre con la más franca y benévola cooperación del Gobierno y especialmente del General para emprender con decisión y en perfecta concordancia la grande obra de la reconstrucción de nuestra ciudad a que aspiramos.
Los diputados de la provincia y el que lo es de Segovia y Bonifacio de Blas y Méndez han estado tan finísimos con las comisiones y esos han ayudado con los consejos e influencias a cuanto pudimos apetecer. Esta noche veremos al Ministro de la Gobernación y mañana al de Gracia y Justicia. Sabemos que están muy favorablemente prevenidos en los asuntos de Béjar y abrigamos la confianza de que han de cooperar también del buen éxito de nuestras aspiraciones”.
En esta petición se desprende una inquietud en el estamento más moderado de la Revolución ante el avance progresivo de las fuerzas republicanas, que no dejaban de representar un peligro cierto de desorden. Prim y el nuevo Ayuntamiento se ponían de acuerdo para asentar una fuerza militar en Béjar, aún con el riesgo que esto podía suponer para una población marcada por la sangre vertida en los hechos de septiembre de 1868. Primero rechazaron de plano la intención de Prim para después darle la razón antes el levantamiento vivido en septiembre de 1869. La prosperidad económica y el impulso de la industria textil estaban en juego. Sin embargo, en este tira y afloja las masas populares, desbocadas, van a ser difíciles de neutralizar. Este fenómeno no era extraño, pues en ese momento estaban ocurriendo hechos similares en otros puntos de la geografía.
En definitiva la petición de Juan Muñoz Peña y Cristóbal Anaya del 6 de noviembre de 1868, que seguía el plan de Prim de asentar una nueva fuerza militar en Béjar, acabó siendo aprobada.
Continuará
[1] Archivo Municipal de Béjar. Pleno de 6 de noviembre. Libro de actas de sesiones de 1868, f. 14 v. Sign. 1624.
[2] Archivo Municipal de Béjar. Correspondencia suelta de 1868. Sign. 119.
[3] Me refiero al levantamiento contra las quintas tratado en CASCÓN MATAS, Mª Carmen. “La presencia femenina en la petición formal de la supresión de las quintas por Béjar a las Cortes Constituyentes (1869)”, en revista Estudios Bejaranos nº XIX, Dic. 2015. Centro Estudios Bejaranos y Ayto. de Béjar.
[4] Archivo Municipal de Béjar. Acta de la sesión de 7 de diciembre. Libro de actas de sesiones de 1868, f. 31. Sign. 1624.
[5] No voy a adentrarme en estos hechos ni el levantamiento contra las quintas porque darían para un estudio más pormenorizado. Se puede hacer una primera aproximación en ESTEBAN DE VEGA, Mariano. “Política y sociedad en Béjar durante el siglo XIX”, en HERNÁNDEZ DÍAZ, José Mª y AVILÉS AMAT, Antonio (coords.) Historia de Béjar, volumen II, pp. 187-213
[6] Archivo Municipal de Béjar. Correspondencia suelta de 1869. Sign. 119.
[7] Ibidem. 9 de noviembre de 1869. Sign. 119.
Muy interesante las negociaciones que nos detallas, pero ya veremos en la próxima entrega en qué acaba todo esto. Gracias, Carmen, por tan puntillosos detalles.
ResponderEliminarUn abrazo.
Prim siempre tuvo recelos de sus dos principales antagonistas: los partidarios de los borbones y los republicanos. El recelo se convirtió en tragedia cuando tuvo lugar el magnicidio de la calle del Turco.
ResponderEliminarUn saludo.
Parece que el tira y afloja entre los políticos siempre parece no fue un placido paseo.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Carmen:
ResponderEliminarIba hacer un comentario similar al anterior. Los políticos están en lo mismo desde siempre. Solo que quizás estos eran POLÍTICOS y los de ahora...
Besos
Llevan muy mal, que le lleven la contraria. Esto ya le inspira una gran desconfianza... todos desean que se acaten sus órdenes sin resistir.
ResponderEliminarBesos
Sigo el texto comprobando que va convirtiéndose en la crónica de un desencuentro.
ResponderEliminarAtrás iba quedando la confianza ciega en el Presidente. Excelente trabajo, Carmen. Vamos a por la 6ª.
Fabulous blog
ResponderEliminarLos políticos siempre con sus diferencias.
ResponderEliminarCuídate.Un abrazo
·.
ResponderEliminarBueno, un éxito. La petición terminó siendo aprobada.
¡Que tiempos más convulsos!
Un abrazo
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LaMiradaAusente · & · CristalRasgado