Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
A la memoria de mi madre
Hija de Francisco de Zúñiga, I marqués de Ayamonte, Teresa nació en Sevilla alrededor de 1502. Su relación con Béjar fue a través de la inmensa herencia y títulos que recibió de su tío Álvaro de Zúñiga, II duque de Béjar y hermano mayor de su padre (el título más importante: el ducal con Grandeza de España), y la fortuna personal de su tía, la duquesa viuda María de Zúñiga. No está de más recordar que, como hija única, fue también heredera de su padre en los marquesados de Ayamonte y Gibraleón.
Marquesado de Ayamonte (naranja, izq.) y escudo de la Casa de Ayamonte. Wikipedia
Hubo señales de su paso por el palacio ducal de Béjar (Jardín del mediodía, Huerta del aire) y otros lugares de sus dominios (Burguillos del Cerro, Extremadura), pero fue en Sevilla donde vivió los últimos veintidós años de su vida y donde murió, aproximadamente a los sesenta y tres años. Como a otros miembros ilustrados de la alta nobleza andaluza, entre ellos varios de su familia, la deslumbraron los primeros destellos de la Reforma en esa ciudad, pero se redimió asistiendo al auto de fe celebrado en 1560 en la plaza San Francisco que aniquiló la célula protestante en Andalucía, habiendo prestado antes una importante suma de dinero al emperador Carlos V para luchar contra Lutero en Alemania.
En Sevilla tomó también como confesor y consejero espiritual al fraile dominico Domingo de Baltanás, y le mantuvo el aprecio más allá de cuando fuera detenido por la Inquisición por solicitante, es decir, acosador sexual. Buen predicador, dedicó a doña Teresa varios libelos, pagados por la duquesa por cierto, en los que le recomendaba: Cosa de gran merecimiento es hacer que cada día haya sermón en la Cuaresma en la iglesia donde Vuestra Excelencia se halla, para que sus hijos y criados, y mujeres, y sus esclavos, y toda su casa oigan la doctrina de Dios… En otro, le pide que costee el clero suficiente para la predicación en los lugares de su marquesado de Ayamonte, porque en él y en los lugares circunvecinos, como son marítimos, hallé mucha falta de doctrina cristiana.
Como Hermandad del Santo Entierro y María Santísima en su Soledad fundó doña Teresa una cofradía penitencial en Ayamonte, cuya finalidad era venerar la sepultura de Cristo después de la crucifixión, el Viernes Santo. La corporación tenía también una proyección social, la de proporcionar cristiana sepultura a los cófrades, y su sede estaba en la capilla de la Soledad, construida anexa a la iglesia de San Francisco, a expensas de la duquesa. En la actualidad la cofradía se llama Muy Antigua, Real e Ilustre Hermandad Franciscana de Penitencia de la Vera Cruz, Santo Entierro de Cristo y María Santísima en su Soledad.
Procesión de Viernes Santo 2016 con la urna de Cristo en Ayamonte. Youtube.com
La construcción del desaparecido convento Santa María Magdalena de La Guardia, en Jaén, fue también patrocinada por Teresa de Zúñiga a solicitud de Baltanás, pero la obra piadosa más personal y querida de la duquesa en Andalucía fue el convento Regina Angelorum, situado hasta principios del siglo XX sobre la actual calle Regina y el barrio Encarnación-Regina, centro histórico de Sevilla. Había sido un sueño de su abuela doña Guiomar, duquesa de Nájera, concretado por su madre doña Leonor, marquesa de Ayamonte, para monjas dominicas, y que doña Teresa refundó, al escasear las consagradas, para varones.
Línea de tiempo en el sitio del convento Regina Angelorum. 1.bp.blogspot.com
Con gran dedicación tomó a su cargo la obra dándole “nuevo principio y dotación con el título de Colegio, dotándola copiosamente y fabricando con magnificencia su vivienda y templo”, y dejándole sustanciosas donaciones económicas y suntuarias en su testamento y codicilo. La fundación comunicaba con el palacio que los marqueses de Ayamonte tenían en Sevilla, y en su capilla se haría enterrar doña Teresa, junto a su marido y alguno de sus hijos.
Virgen del Rosario en la capilla de la Maestranza, proveniente del convento Regina Angelorum. Bing.com
En la dedicatoria del Sexto Abecedario Espiritual al IV duque de Béjar y V marqués de Gibraleón, Francisco de Zúñiga -hijo de doña Teresa y tan piadoso como ella-, su autor el místico andaluz Francisco de Osuna da cuenta de una singular devoción de la noble aristócrata: La marquesa, vuestra madre, por tener increíble devoción a las preciosas llagas del Señor, alcanzó de Dios que la llevase en viernes de este mundo, porque aquel día recibió las llagas Jesucristo nuestro Redentor, y pasó de este mundo al Padre. Vuestra Ilustrísima Señoría ha heredado muy bien esta devoción, porque ya no rogáis a Dios que os acreciente los estados, ni los hijos, ni la vida, sino la devoción de sus llagas beatísimas.
Azulejos del convento Regina Angelorum con simbología dominica en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Cofrades.sevilla.abc.es
La vida de piedad de doña Teresa de Zúñiga se extinguió el 25 de noviembre de 1565 en Sevilla, con una muerte adecuadamente preparada mediante la redacción del testamento y codicilos referidos… que nos recuerdan algunos elementos de su religiosidad: De un lado, estrecha vinculación con las órdenes religiosas en términos de continuidad en las tradiciones familiares de patronazgo e interés por las nuevas corrientes espirituales; preferencia heredada de sus antepasados por la orden de Santo Domingo; atracción creciente por la de San Francisco en sus vertientes reformistas, y relacionada con su gran devoción por las llagas de Cristo; patrocinio de ambas órdenes a través de numerosas fundaciones y financiaciones (en Lepe, Osuna, Palma del Río, etc., aparte de las ya enumeradas), y mantenimiento de otros lazos heredados del pasado, como el que vinculaba a su familia con el monasterio de San Benito de Gibraleón.
Lecturas:
-Civale, Giancarlo: Domingo de Baltanás, monje solicitante en la encrucijada religiosa andaluza: Confesión, Inquisición y Compañía de Jesús en la Sevilla del Siglo de Oro. 2007
-Pérez García, Rafael M.: Espirituales, cortes señoriales y linajes nobiliarios. Construcción y desarrollo de climas sacro-espirituales de referencia social en la Andalucía de los siglos XVI y XVII. 2011
Al nacer en Sevilla y estar tan vinculada a Andalucía, es normal que prefiriera vivir en la tierra que le vio nacer y fuera a la ciudad de Béjar en determinadas ocasiones y su religiosidad, estada volcada en imágenes de su tierra.
ResponderEliminarFeliz fin de semana
Una forma de vida propia de la época en la que vivio y quizás si hubiera vivido en otros tiempo hubiera sido diferente.
ResponderEliminarSaludos.
Excelente persona por todo lo que hizo Teresa de Zúñiga. Lo del fraile acosador me ha dejado pasmada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Doña Teresa lo siguió favoreciendo hasta en la cárcel, pero tomó como nuevo confesor a un jesuita.
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