Amigos de Béjar y sus historias

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8/22/2025

Los festejos de Doñana de 1624 y los Zúñiga

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

Sede de la Reserva Biológica Doñana del Centro Superior de Investigaciones Científicas y ubicado en pleno corazón del parque nacional homónimo, el núcleo primitivo del edificio fue mandado construir a fines del siglo XVI por Alonso de Guzmán y Zúñiga, VII duque de Medina Sidonia, una de las mayores fortunas de Europa y nieto de  Teresa de Zúñiga, III duquesa de Béjar, para su esposa Ana de Mendoza y Silva.      

 

Andaluciainformacion.es

 

      En febrero de 1624 su hijo Manuel Alonso, VIII duque de Medina Sidonia, recibió aviso del rey Felipe IV que visitaría sus Estados ducales, por lo que el titular mandó fabricar en el desierto del bosque una ciudad capaz al hospedaje de su majestad y la corte, alrededor de 700 personas, según relata el poeta y testigo presencial de los hechos, Pedro Espinosa, en su obra Bosque de Doña Ana a la presencia de Felipo Quarto..., etc.     

 

Edición 1624. Huelvabuenasnoticias.com

        La visita, que duró seis días, sobrepasó todo lo imaginable, habiendo concurrido en un determinado momento doce mil personas a una cena… prodigándose todo tipo de acontecimientos festivos, banquetes, teatro, fiesta de cañas, toros, etc., etc., incluidos los primeros fuegos artificiales que se lanzaron en el coto, que Espinosa relata así: Estaba formado un castillo de pólvora ochavado… de cincuenta pies de alto, nueve varas de diámetro y veintisiete de circunferencia, con dos órdenes de corredores… y por remate una jarra de que salieron juntos innumerable suma de cohetes voladores… Cada corredor tenía ocho pirámides que las remataban otros tantos globos, todo de la misma pintura que el castillo, el cual tenía repartidos en los lados quinientas bombas de a ocho libras de pólvora cada una… (Sigue)

 

Fuegos artificiales en las fiestas Colombinas de Huelva, 2018.

 

       Acompañaban a Felipe IV su ministro Gaspar de Guzmán, hijo de María de Zúñiga y Pimentel, nieto materno de Jerónimo de Zúñiga, IV conde de Monterrey, y paterno de Pedro de Guzmán y Zúñiga, I conde de Olivares. Asistirían también la prima y esposa del ministro, Inés de Zúñiga y Velasco, condesa de Monterrey y Grande de España, mujer de gran belleza a quien Felipe IV había cortejado en su juventud (ella prefirió casarse con su primo), y el hermano de esta y tío del ministro, Baltasar de Zúñiga, a quien el monarca ya había incorporado a la corte.

 

Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares, por Diego Velásquez. 


      Aparte del anfitrión, familiar de los anteriores, los nobles locales nada más presentes en los festejos eran los marqueses de Gibraleón, de Ayamonte y de Gibraltar, los condes de Niebla y los señores de Sanlúcar de Barrameda, miembros todos de los poderosos linajes Guzmán y Zúñiga desde que Pedro de Zúñiga, II señor de Béjar, casó con Isabel de Guzmán en 1407, y la mencionada doña Teresa de Zúñiga, III duquesa de Béjar, heredó títulos y territorios andaluces de su padre Francisco de Zúñiga y Pérez de Guzmán en 1525.

         Sólo parte de los insumos alimenticios se calculó en setecientas fanegas de harina de flor, ciento para los perros de su majestad y el duque; ochenta botas de vino añejo; gran cantidad de vino de Lucena y bastardo; diez botas de vinagre; doscientos jamones de Rute, Aracena y Vizcaya; cien tocinos; cuatrocientas arrobas de aceite; mil de agua del caño dorado de Sanlúcar; trescientas arrobas de uvas, orejones, dátiles y otras frutas; seiscientas arrobas de salmón, atún de ijada y pescado; gran suma de arencones; cincuenta arrobas de manteca de Flandes; quinientas palmas de manteca fresca de vaca, y ochocientas orzas de la de puerco; muchas orzas de leche de vacas; trescientos quesos de Flandes; cuatrocientos melones; mil barriles y botijas de aceitunas; cien arrobas de azúcar, sin otras ciento en pilones; cincuenta arrobas de miel; doscientas arrobas de cajas de conserva, cubiertos y almíbares; ocho mil naranjas dulces y agrias; tres mil limones agrios y dulces; mucha especiería de todo género… Doce cargas de palmitos de Meca, de que gustó mucho su majestad… diez carretadas de sal… Para la caballeriza de su majestad se enviaron doscientas cincuenta carretadas de paja, mil quinientas fanegas de cebada, veinticuatro de trigo y diez de harina con que regalar los caballos… (Sigue)   

Edición 2017. Amazon.es

         Contrasta que menos de dos décadas después de los festejos de Doñana, el mismo rey Felipe IV y su ministro Gaspar de Guzmán dictaran orden de confiscación de bienes y destierro de la corte madrileña contra el IX duque de Medina Sidonia, Gaspar Alonso de Guzmán, por una presunta conspiración para proclamarse rey de Andalucía.

 


        Quien salió más perjudicado de este asunto, no obstante, fue Francisco Manuel Silvestre de Guzmán y Zúñiga, VI marqués de Ayamonte, primo del duque, acusado de ser el inspirador de los planes secesionistas y condenado a muerte. El movimiento independentista andaluz lo recuerda cada año.


 

Lecturas:

Camacho Martínez, Rosario. Felipe IV en el bosque de Doñana…, 2008.

López Ontiveros, Antonio. La confirmación del mito de Doñana según la literatura viajera, 2007.

Rodríguez, Ana. La historia de Doñana y sus duques, explotadores y conservadores del coto durante 600 años. 2014.

Romero Dorado, Antonio. Fuegos artificiales en Doñana para Felipe IV y Olivares. 2015.

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.