Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2009.
La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Montemayor del Río, enclavada en la parte más alta de la villa y próxima al castillo, tiene la singularidad de ser un templo que mantiene su impronta medieval más que ningún otro de la comarca, al no mostrar hoy en día signos de la renovación artística del barroco que se produjo en la mayoría de las iglesias. Algunas de nuestra comarca, como la parroquial de Puente del Congosto o la de Santa María de Béjar, son buena muestra de cómo en los siglos XVII y XVIII el arte se pone al servicio de una imagen triunfante de la Iglesia, que tiene su origen en la Contrarreforma. De este modo, los desnudos muros de los interiores de las iglesias medievales se ocultan con gran cantidad de retablos de tamaño considerable, pero también de pinturas murales, lienzos, imágenes devocionales, cajas de órgano, rejas artísticas, ricas yeserías en las bóvedas, esmerados trabajos de carpintería en canceles y tribunas, etc. De todo este despliegue de medios carecemos en la iglesia de Montemayor, bien porque no se ha conservado, bien porque nunca lo llegó a tener con tanta profusión. Esta limpieza mural permite que en el interior la arquitectura cobre mayor protagonismo, aparentando ser más medieval que otras iglesias medievales barroquizadas.

A grandes rasgos es una iglesia gótica y, como señaló el profesor Antonio Casaseca (1), del gótico más antiguo de la provincia , al menos podemos distinguir tres etapas en su construcción. De este momento es la cabecera, de un gótico muy temprano por lo que la podemos fechar en el siglo XIII, casi coetánea a otras iglesias medievales de la comarca y de época de la repoblación, como son las bejaranas de Santa María, El Salvador y San Juan; si bien el ábside de la primera es mudéjar y los de las otras dos tardorrománicos.