Autor: Roberto Domínguez Blanca
De la primitiva construcción son los tres arcosolios de la cabecera, uno en el lado de la Epístola de la capilla mayor, y los otros dos a ambos lados del arco triunfal empleados como capillas de altar a falta de retablos. Son apuntados y muy sencillos, como los que se pueden encontrar en las iglesias de Béjar. De este momento también ha de ser el estrecho vano de acceso a la torre campanario, en el lado del Evangelio de la capilla mayor. Aunque el campanario es obra fundamentalmente del siglo XVI, su cuerpo inferior es anterior, seguramente del siglo XIII. Su curiosa ubicación, al norte de la iglesia entre la nave y la cabecera, se repite en otras iglesias cercanas de la citada centuria, como en las bejaranas de Santa María y Santiago.
Capiteles |
En los paramentos de toda esta primitiva obra se utiliza sillería de granito bien escuadrada, con algunos sillares muy cuadrados e hiladas de distintas alturas. Interesante es que, si nos fijamos bien, cada sillar muestra marcas de cantero, una costumbre heredada de la arquitectura románica. Las hay con forma de cruz griega, de N invertida, de escuadra, etc. Si seguimos prestando atención a los detalles de esta construcción medieval, comprobaremos cómo se han utilizado distintos tipos de granito dependiendo de su función. En muros y plementería es más ordinario que en aquéllos sillares que requerían aplantillarse de una forma concreta (columnillas y nervios), pero el granito de mayor calidad y de grano más fino se emplea en la piedra tallada, como en los capiteles o en la clave de la bóveda. Diferente cromatismo y textura identifican a simple vista las distintas calidades. Como curiosidad, señalar que la serie de capiteles de la que arrancan los nervios del arco triunfal, están tallados en un solo bloque. También es interesante observar cómo los sillares de los tambores que forman el fuste de las columnas acodilladas quedan perfectamente encajados en los muros, al imbricarse sus sillares en los dos paños contiguos de forma alternativa.
Podio de granito con leyenda |
Una segunda fase en la construcción de la iglesia la encontramos a los pies de la misma. Se puede datar de finales del siglo XV o de principios del XVI, y tal vez estemos ante una ampliación de la primitiva iglesia del siglo XIII hacia poniente. Lo más llamativo lo encontramos en el exterior, en la fachada occidental con su forma de hastial interrumpido. Tiene tres vanos superpuestos que se antojan poca cosa ante la presencia masiva del paramento. Los dos inferiores son originales y el pequeño hueco superior, sin duda, es de una reforma muy posterior. El inferior, la portada de esta fachada, se resuelve simplemente con arco de medio punto de ancho dovelaje. Por dentro este arco se convierte en conopial, que si es un arco propiamente tardogótico, en la comarca bejarana se va utilizar constantemente a lo largo del siglo XVI e incluso en siglos posteriores. Pero el elemento más atractivo de la fachada es el pequeño vano intermedio, que resulta una novedosa interpretación del rosetón tradicional: la forma circular con su tracería se ha partido a la mitad, juntándose por sus lados opuestos y encajándose el resultado dentro de un cuadrado. La tracería del vano es flamígera, del último gótico, pero la sucesión de molduras lisas en que se deshace el abocinamiento del marco cuadrado es más propia del siglo XVI. La portada y el vano con tracería están dispuestos en el mismo eje vertical, pero descentrados de la fachada, obedeciendo a una distribución interna del espacio.
Toda esta fachada también se construye en sillar, los cuales carecen de las marcas de cantero medievales, rematándose el conjunto en una cornisa en forma de gola distinta a la del siglo XIII.
La tercera y última gran reforma afectó por completo al cuerpo de la nave, debiéndose fechar en el último tercio del siglo XVI o principios del XVII, pues una inscripción grabada en el único vano de la nave parece querer recordarnos que se concluyó en 1609. En la diáfana nave destacan dos poderosos arcos diafragma apuntados, pero con formas y cajeados clasicistas. Sus empujes se transmiten al exterior por medio de parejas de contrafuertes, muy sencillos en el muro norte y amensulados en el sur.
En esta reforma de la nave, probablemente por inesperada y por la urgencia de reconstruir, se ahorra en recursos, pero procurando no menoscabar la calidad de lo verdaderamente importante y funcional: los arcos diafragma con sus contrafuertes. Por lo demás llama la atención cómo los muros de la nave se resuelven en una pobre mampostería, que contrasta vivamente con las partes más antiguas construidas en sillar. Además, se integran elementos de la antigua nave que eran de la misma fase constructiva que la cabecera. A este respecto, volvemos a encontrar paralelismos con algunas iglesias bejaranas: las de San Juan y El Salvador reaprovecharon sus portadas medievales en cuerpos de naves del siglo XVI. Pero en la iglesia de Montemayor del Río no sólo recolocaron las portadas medievales norte y sur, sino que también, afortunadamente, toda la hilera de canecillos tallados con sus cornisas.
(Continuará)
De nuevo por tu casa.
ResponderEliminarSaludos y buenas tardes de sábado.
Muy interesante, realmente impresionante arquitectura y un texto magnífico.
ResponderEliminarSaludos,
Luis.
Hola Carmen!! Muy interesante el post amiga. Leí la primera parte y en esta muestras aún mas detalles. No sé que decirte ante tu explicación tan precisa e inteligente. Me da pudor meter la pata porque de arquitectura sé poco (aunque fui un año a la Facultad de arquitectura, no era lo mío) pero admiro y sé apreciar el arte en todas sus manifestaciones. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarBesosssssss
Interesante, me ha gustado el vano de la fachada de los pies, que delicado y bonito.
ResponderEliminarEs estupendo que restauren monumentos como estos.
Besos
No son solo piedras... es muchísimo más... tanto que necesitaríamos una gran lista para colocar todo lo que conllevaba la creación de estos insignes edificios... ¿Se pierde en los nuevos edificios esta tradición?
ResponderEliminarPosiblemente, son otros materiales... es otra manera de construir... Esta iglesia desde luego que es una belleza... parece que no pasa el tiempo por ella, je ,je... Bss... y feliz finde!!
Excelente entrada dedicada a una excelente muestra de arte y arquitectura tardomedievales...muy buena la estructuración del artículo en las tres fases de que consta la Iglesia.
ResponderEliminarBesos
PD: he publicado una nueva entrada sobre la estatuaria carolina con fotos hechas por mi mismo en Nápoles ;)
Preciosa amalgama de siglos y estilos. Qué tiempos en los que cuando se ahorraba en recursos se procuraba al menos no menoscabar la calidad de lo verdaderamente importante! Ya ni se sabe lo que es eso.
ResponderEliminarFeliz domingo, madame
Bisous
Cuantos detalles esconden estos lugares por sus rincones? y todos con algun significado....
ResponderEliminarGracias por explicarnoslo tan bien como acostumbras.
Besos
Me impresionan los detalles, sobretodo la reforma de la nave.
ResponderEliminar"Urgencia por construir sin menoscabar la calidad..." lastima que no se hace así en estos tiempos
Saludos
He vuelto a la anterior entrada para ver la mampostería de la fachada. Sí, se nota mucho, pero verdaderamente la iglesia, pese a eso, sigue siendo magnífica. Un abrazo, Carmen.
ResponderEliminarMucha sabiduría para pertrecharnos de cara a las vacaciones y los viajes... Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarInteresante este artículo sobre la iglesia, que por cierto me sigue pareciendo más castillo que lugar de culto.
ResponderEliminarUn saludo.
Cada vez son más numerosos e interesantes los alicientes para visitar Béjar y sus innumerables riquezas.
ResponderEliminarInteresante y equilibrado edificio. Me gustan esos templos rurales, tan dignos como los famosos de las ciudades. Me gusta mucho la arquitectura medieval, tanto la del románico como la del gótico.
ResponderEliminarSaludos.
La entrada aún mejora a la anterior. Totalmente de acuerdo con Carolus II. La ventana de los pies es preciosa y muy, muy original. Me gusta tanto como la resolución de la cabecera en el exterior de la primera parte. Los capiteles de la foto, que no sé si son los que cita Roberto del arco triunfal parecen como cistercienses por su sencillez y sobriedad.
ResponderEliminarNada, nada que me parece que será mejor verlo "in situ" y esto va para todos los amigos del blog y sus conocidos. La visita al pueblo y al castillo puede ser estupenda. Además creo que en el castillo se come bien y hacen visitas guiadas muy interesantes. No sé donde lo he oído o leido.
Un abrazo
Aconsejo esta visita. No puede ser estupenda como dice agev :))
ResponderEliminarVa a ser estupenda. No hace mucho estuvimos allí y pasamos un buen día
Me gustan los detalles de las fotos, Roberto a veces nos pasan inadvertidos.
Estuvimos a finales de junio y puede que coincidieramos :)
Tengo que colgar las fotos en el blog
Un beso.
Disculpe mi ignorancia Carmen, pero cuando se habla de "lucillos" yo entiendo que es una "Urna de piedra en que suelen sepultarse algunas personas de distinción. " No se exactamente a qué se refiere como "tres lucillos de la cabecera". De todas formas no le de mayor importancia, es simplemente curiosidad.
ResponderEliminarPor otra parte me parece muy interesante la evolución que en el tiempo ha tenido este monumento, esperamos con interés las siguientes entradas.
Muchas gracias :-))
Una joya de iglesia y una exhaustiva y pedagógica descripción de la misma. Soy una entusiasta de las diferentes marcas de cantero en los sillares de cualquier construcción antigua: el arte no solo está en la belleza de la forma sino en el valor del contenido.
ResponderEliminarMi felicitación al autor de este texto.
Saludos.
Magnifica segunda parte, llena de detalles e información. Realmente muy buena la entrada, cuantos estilos a lo largo del tiempo.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias a todos y a todas por vuestros comentarios. En breve Roberto aclarará algún punto del artículo como es el caso de la puntualización de Pedro de Mingo sobre lucillo versus arcosolio. Fíjate por cierto, Pedro, que ya he cambiado la denominación en el propio texto por sugerencia de su autor.
ResponderEliminarVega, mañana creo que podremos intercambiar pareceres sobre la iglesia de Montemayor, porque tendremos al autor para preguntarle todas nuestras dudas.
Laura: habrá que repetir la experiencia, en todo caso, ¿no?
Besos para tod@s
Hola Carmen, que tal?!
ResponderEliminarEste es un patrimonio arquitectonico y cultural para sentir mucho orgullo. Es de un gran encanto medieval.
Un beso.
Hola todos y gracias a Pedro de Mingo por estar al quite. Efectivamente, aunque ya lo ha corregido Carmen, en lugar de lucillos se ha de leer arcosolios.
ResponderEliminar¡Un saludo!