Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2009.
La portada principal se ubica en el muro meridional y es bien sencilla. Alcanzada por una escalinata que salva el desnivel del terreno, se resuelve con dos arquivoltas de sección rectangular que continúan su forma por las jambas. Tres simples listeles hacen la vez de capitel. Pegada a la arquivolta superior, una moldura apuntada repite la molduración de los listeles y del alfiz, elemento tomado de lo musulmán y que recuadra la portada. La norte se reduce a un arco apuntado guarnecido con un baquetón, que también se prolonga por las jambas. Unas impostas muy marcadas repiten el triple listel de la portada principal. En una vivienda cercana a la iglesia se reproduce este esquema de portada (aunque su arco no es tan agudo) y en el interior de la iglesia de El Cerro, en la entrada que comunica su nave con una capilla. Respecto a los canecillos, todos son figurativos, y en ellos predominan cabezas humanas y animales de grotescas facciones. También hay alguno de temática vegetal que parece estar en sintonía el estilo del artista que talló los capiteles de la capilla mayor. De nuevo cuño es la única ventana abierta en lo alto del muro sur con forma de arco trilobulado, siendo el central conopial, pese a que este es un tipo de arco eminentemente tardogótico (1). Al exterior de la misma fachada, unas ménsulas y unas hendiduras en el paramento delatan la presencia de un amplio pórtico, que al parecer fue desmontado en 1761 pese al descontento del concejo y de los feligreses (2).
Portada oeste |
¿Qué motivó la sustitución de la nave medieval por la renacentista? No pudo ser debido a la necesidad de ampliar las dimensiones de la nave para acoger a más fieles, como sí parece que ocurrió por entonces en algunas iglesias de Béjar, puesto que se mantiene la misma anchura de la antigua nave medieval, ni pudo prolongarse hacia los pies, pues aún se conserva la fachada occidental tardogótica de la que ya hemos hablado. Tal vez sucedió un arruinamiento de la nave que afectaría sobre todo a la parte meridional, en vista de las irregularidades que muestra ese lado del muro que rodea el arco triunfal.
Interior |
Terminada la reconstrucción de la nave se debieron ejecutar importantes obras de carpintería y pictóricas. Desgraciadamente de su carpintería artística han desaparecido con el tiempo las obras más importantes, pero a través de unos mínimos rastros podemos asegurar que se pueden datar también en el siglo XVI. La techumbre de la nave, de madera, es obra muy posterior y sin afán artístico, pero conserva en su base restos de un arrocabe en el que se ha tallado un friso de arquillos ciegos separados entre sí, característicos del siglo XVI. La tribuna del coro está también muy reformada, aunque mantiene elementos estructurales de la original. Un par de postes de madera escuadrados elevan una pareja de vigas donde se asienta la barandilla. La viga inferior es más corta, tallándose sus cabezas al estilo mudéjar, de forma muy similar a la de algunos de los canecillos visibles en los voladizos de un par de viviendas de la calle 29 de Agosto de Béjar. La talla de las cabezas de estas vigas se repite en muchas de las viguetas que forman el forjado de la tribuna (3). También mudéjar del siglo XVI es una de las viguetas que, perteneciendo a la tribuna anterior formaba parte de la barandilla, en la que han quedado las huellas de los barrotes cuadrados y una talla longitudinal de sogueado, muy similar a lo empleado en la tribuna mudéjar de la iglesia de Valdefuentes de Sangusín (4). Como curiosidad, sobre la barandilla aún se conservan las pascualejas, una rueda con campanitas que se hacía repicar en la festividad de Pascua. Además, en el muro norte del coro se abre una hornacina de medio punto que serviría como altar, mientras que en el mismo muro del sotocoro, otra hornacina parecida tenía función de capilla bautismal. Hoy en día, su espacio lo ocupa una cajonería procedente, al parecer, de la desaparecida sacristía.
Pascualejas |
Se echan en falta otras piezas importantes de esta carpintería de lo blanco, como el cancel de la entrada principal y el órgano, cuya instalación se debió hacer en el lugar habitual, en el muro norte junto a la tribuna, pues aún permanecen los dos grandes mensulones que soportarían la tribuna del órgano. Éstos, de perfil muy recortado y mixtilíneo, se pueden fechar en el siglo XVIII.
1. Idénticos a éste de Montemayor son los de la sacristía de la parroquia bejarana de El Salvador, obra que fue contratada por Domingo Álvarez entre 1654 y 1655 (GONZÁLEZ HOYA, O., CASCÓN MATAS, C. y DOMÍNGUEZ BLANCA, R.: “Nuevas aportaciones sobre el arte y la arquitectura en Béjar: La iglesia de El Salvador (II), en Béjar en Madrid, nº 4419, Béjar, 2006, p. 3). Se puede decir que no hay iglesia con obra de este siglo que carezca de este tipo de arco en alguno de sus vanos. Los ejemplos son numerosísimos: parroquias de San Juan de Béjar, El Cerro, Colmenar de Montemayor, La Calzada de Béjar, Baños de Montemayor, Becedas, etc.
2. GUTIÉRREZ MILLÁN, M. E.: Montemayor y su tierra, su historia y herencia, Diputación de Salamanca, Salamanca, 2004, p. 68.
3. Ver MUÑOZ DOMÍNGUEZ, J.: “La judería errante. Datos para la localización y estudio de la judería de Béjar” en Béjar Información, núms. 233 a 260, Béjar, 2001.
4. Ver DOMÍNGUEZ BLANCA, R.: “La tribuna mudéjar de la iglesia de Valdefuentes de Sangusín”, en Béjar en Madrid, nº 4446, Béjar, 2007, p. 3.
Sencillamente preciosa. Toda la construcción, y la viguería del techo, hablan de un excelente trabajo de carpintería. Igualmente, las "pascualejas" me llaman tremendamente la atención, Carmen. Tiene que ser un precioso canto el oírlas al compás de las vueltas que da.
ResponderEliminarUn caluroso saludo desde La Mancha
Me alegra volver a leerte.
Saludos¡¡¡
Qué encantador detalle el de las pascualejas! Me encanta que nos las haya presentado. Tal vez funcionan aún alguna vez por Pascua, madame?
ResponderEliminarFeliz tarde de domingo
Bisous
Creo que a todos los que nos ha llamado la atención son las pascualejas, nunca las he visto y menos oído sonar, el techo es todo un gran trabajo.
ResponderEliminarAbrazos
Excelente esta serie de entrada que nos ha permitido conocer la historia y la arquitectura de la Iglesia de Montemayor del Río...ahora cada que la contemple la miraré con ojos más atentos :)
ResponderEliminarUn beso.
Lo de las pascualejas es la primera vez que lo oigo. Después de estosd tres post exhaustivos no me queda otra que hacer una chueleta e irme a visitar la iglesia.
ResponderEliminarExcelente trabajo.
Un beso
Aparte de la detalladísima descripción de esta iglesia, aquí y en los dos anteriores artículos, me ha gustado mucho, como a Madame Minuet, saber el nombre de la rueda de campanillas. Las he visto en algunas iglesias. En la catedral de Valencia hay una de ellas, pero nunca la he visto ni oído funcionar. Un abrazo, Carmen.
ResponderEliminarLa arquitectura de la iglesia es espectacular, todo una obra de arte, bien merece la pena una vista.
ResponderEliminarque tengas una bonita semana.
un abrazo.
Me gusta este paseo por la arquitectura medieval de tan encantadora ciudad.
ResponderEliminarBesos.
No he escuchado el sonido de la pascualeja, que como refieren el resto de comentaristas debe ser especial y relajante...
ResponderEliminarIglesia encantadora.
Saludos
te agradezco como nos enriqueces con tanta historia.
ResponderEliminarMe ha encantado esta evuelta por la riqueza arquitectonica....
Besos
Los aros concampanitas los había visto, pero desconocía su nombre. El templo es una maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo
Buenos días Carmen,
ResponderEliminarNunca había oído hablar de las pascualejas. Curioso elemento, que nunca había considerado.
Gracias por compartir tu conocimiento. Cada visita que hago a tu blog me aporta.
Un saludo,
Antonio
Ay que bonitas las pascualejas :)
ResponderEliminarSólo estoy de paso, Carmen,vuelvo en septiembre. Un beso
¡¡Pascualejas!! son chulas, me gustan los edificios de piedra y los campanarios creo que es lo que mejor les conjunta pero un montón de campanillas dentro... eeeeeaaa! chachi piruli!! Bss... niña.. .de vacaciones ahora estoy viendo muuuuchas piedras, je ,je...
ResponderEliminarQue preciosidad de iglesia. Llevaba días sin comentar (cosas de las vacaciones) pero ya de nuevo por aquí.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Veo que las pascualejas han llamado mucho la atención, aunque hay que recordaros que, cuando tratamos la iglesia de Piedrahíta en Ávila, ya hablamos de ellas y opinasteis del mismo modo. Quizás las tradiciones ya desaparecidas llamen más nuestra atención que las que existen.
ResponderEliminarEn cuanto a las techumbres de madera y, sobre todo, las de tradición mudéjar podeis ver algunos ejemplos bien investigados por Roberto, el autor de este mismo artículo, en el blog.
Un abrazo para todos. Espero que esteis pasando un buen verano.
Estupenda la entrada sobre la techumbre y las dos portadas de la iglesia de Montemayor. También me llama la atención lo de las pascualejas, como al resto de los contertulios, pero no por no conocer el instrumento, sino por el nombre.
ResponderEliminarEn Piedrahíta tenemos uno igual en el coro, pero nosotros lo llamamos gloria, pues se toca durante ese canto el sábado de pascua y otros días de gozo litúrgico. Respecto al sonido, puedo asegurar a Manuel, que especial si, pero relajante nada. Es un poco estridente y, sí, muy alegre.
Un abrazo
Mi madre me dice que las pascualejas aquí eran dos campanas pequeñas de la torre que ella ha oído que las tocaban cunado se moría un niño.
Un abrazo
Agev: gracias por el inciso. Sabía que habías hablado de ellas en tus artículos sobre Piedrahíta pero ya no recordaba el nombre que le dábais allí. El sonido de las pascualejas de Piedrahita, según la versión de tu madre, no debía ser muy agradable de oír por su significado...
ResponderEliminarBesos
Una iglesia muy bonita, pero da cierta pena el que en épocas pasadas la idea de "arreglar" era hacerlo nuevo y no restaurar, perdiendose así muchas edificaciones antiguas, como en este caso esa nave medieval...
ResponderEliminarVeo que os han llamado la atención las pascualejas. En otros sitios reciben otros nombres, como bien nos informa Agev desde Piedrahíta.
ResponderEliminarAh, como buena noticia, comentar que ya han retirado la antiestética farola que hace décadas se colocó para alumbrar la entrada al templo.
Saludos veraniegos!
Ayer pasé por la Autovía de la Plata, llegando a tu casa... casi... me dije... cuánto sé de esa ciudad... y qué bellezas esconde... todo gracias a mi amiga Carmen Béjar... y entré en el paraiso tomando un café en Baños de Montemayor te dije adiós... ¡Qué bellas tierras, amiga! Bss... buenas vacaciones!!
ResponderEliminarHola, encontré este blog a través de Isabel la Romana y lo encontré muy interesante. Saludos.
ResponderEliminarEn Montemayor, más que pascualejas, las conocemos como pascualinas
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