10 de agosto de 2019

San Petersburgo, Béjar, un retrato y algo más


Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

      Parece utópico relacionar ciudades tan distintas y distantes (más de 4.000 kilómetros mediando países de culturas diversas prácticamente en dos continentes) como son San Petersburgo en Rusia, y Béjar en España, pero la relación, aunque incidental, existe y es a través de un retrato… y algo más. 


 Hermitage desde el Neva. Wikimedia.org


       A orillas del rio Neva, San Petersburgo fue fundada en 1703 por el zar Pedro el Grande para que fuera la ventana de su imperio hacia el mundo occidental, y por más de dos siglos fue la capital de Rusia. Es hoy la ciudad más poblada después de Moscú, y en lo cultural alberga más de doscientos museos de los cuales el Hermitage es el más grande.

3 de agosto de 2019

La placentina Inés Suárez: de manceba a santa


 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

-Para que vayamos avanzando remito a tales lecturas-, decía el profesor en la primera clase, entregando un listado y dando inicio a actividades particulares por su parte, y por la nuestra a una supuesta estampida hacia la biblioteca (no había internet entonces). El profesor era muy apreciado por su tío el decano, porque movía a los alumnos. Esta introducción, con un siesnoés de despropósito no hay duda, es para decir que Pinceladas de Historia Bejarana ya publicó Mujeres extremeñas en el asentamiento español en Chile y Una mujer como lazo entre Plasencia y Santiago de Chile, que contextualizan la presente.



 Retrato póstumo de Rodrigo de Quiroga en su vejez, de autor anónimo, segundo esposo de Inés Suárez. Museo de Historia Nacional, Santiago de Chile.

      Lo nuevo de allá a acá es que Inés de Suárez (la misma) no llevaba el de (más o menos como lo de Montalbán en la Perinola de Quevedo), y que en algunos documentos aparece su apellido como Xuárez, debiéndose leer entonces Juárez. ¡Ah!..., y que están equivocados los historiadores que la dan por mucho más joven que su segundo esposo (pasando por alto a Valdivia, claro está), porque era en realidad cinco años mayor.

27 de julio de 2019

El conflicto mapuche y dos miembros de la Casa de Zúñiga en Chile


Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

      Por conflicto mapuche se entiende la grave tensión social que existe hoy entre parte de la población autóctona y el Estado chileno en torno a la autonomía y recuperación de tierras, y aunque el conflicto como tal se mide desde el retorno a la democracia en 1990, tiene antecedentes históricos que lo vinculan al linaje de los duques de Béjar.

 
Niño mapuche con bandera y pito. Udec.cl

     Procedentes de la pampa argentina y asentados al sur del territorio chileno desde el siglo XIII, los mapuche (mapu-che, gente de la tierra) enfrentaron a los españoles (winka, nuevos incas) tres siglos después, dando origen a la larga guerra de Arauco (ragco, tierra gredosa)

Argentinatoday.org

20 de julio de 2019

El armorial onubense del Duque de Béjar

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

        Sorprenden, al respecto, las evidencias encontradas en la página Heráldica Municipal de Huelva, sin desestimar las dudas que el ingeniero bejarano-placentino, Jerónimo Gómez-Rodulfo, y otros estudiosos, manifiestan en torno a la presunta antigüedad de ciertos blasones. Se trata, en todo caso, de las actuales armas, bandera y escudo, de los municipios de El Granado, Gibraleón, San Bartolomé de la Torre y San Silvestre de Guzmán.



 El Granado (Huelva)
 Gibraleón (Huelva)
 San Bartolomé de la Torre (Huelva)
 San Silvestre de Guzmán (Huelva)


       La clave de ellos es el título nobiliario marqués de Gibraleón, otorgado en 1526 por el emperador Carlos V a Álvaro de Zúñiga, II duque de Béjar, y mencionado por Cervantes en la dedicatoria de la primera parte del Quijote: Al duque de Béjar, marqués de Gibraleón…etc.   

13 de julio de 2019

Cuatro vergeles en el Béjar del siglo XVI (3ª Parte y final)


Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto


Es posible deducir la localización aproximada de los vergeles que estamos estudiando, pero no resulta fácil recrear el aspecto y contenido que tuvieron, la traza de sus parterres o la distribución vegetal. Podríamos intuir en ellos el ordenamiento y simetría propios del Renacimiento, así como una primera ausencia de grandes árboles (sí, en cambio presencia de frutales) primando los setos de boj y los consabidos parrales. Quizá ciertas plantas trepadoras hacían ya acto de presencia en el aprovechamiento del terreno escalonado y de los altos muros que limitaban aquellos jardines, precedente de los jardines  casi colgantes hacia los que evolucionaron en la Edad Contemporánea.

Probable espacio que ocupó el vergel de Cristóbal de Zúñiga en la actual calle de Rodríguez Vidal


Un buen ejemplo de ello podría ser el vergel de Cristóbal de Zúñiga, localizado junto a la iglesia de Santa María, justo en el lado opuesto de la plaza en el que estuvo el de la familia Oviedo, tal y como expresamos en el anterior artículo.

 En rojo localización posible sobre el mapa de la casa y vergel de Cristóbal de Zúñiga

6 de julio de 2019

Cuatro vergeles en el Béjar del siglo XVI (2ª Parte)


Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto

       Hubo dos momentos en la historia de Béjar en que la villa, desde el punto de vista urbano, fue pensada globalmente, es decir como un proyecto estético común, unitario y ambicioso. El primero de ellos tiene lugar en el siglo XVI auspiciado, claro está, por el ducado de Béjar. Es el momento en que no solo se erigen los edificios simbólicos del poder de la nobleza o se consolidan los enclaves religiosos, sino que también se establece  hacia ellos una relación armónica desde el resto de la población y su casco urbano civil[1]

 Muros y jardines de la calleja del Duque, antiguos vergeles de los Oviedo.

         El segundo se sucede en diferentes fases del siglo XIX con el desmantelamiento de la estructura señorial y la rápida alternativa burguesa que reinterpreta el casco urbano adaptándolo a los nuevos estilos y mentalidades. En ambos momentos Béjar se define y se presenta como una especie de villa o ciudad-concepto. Al respecto del primero de esos periodos históricos Miguel Sobrino afirmó, en su trabajo «La conservación de la arquitectura popular», que «en su antigua configuración, Béjar era por sí misma una gran obra de arte, una pieza maestra del urbanismo y de la adecuación de la arquitectura al paisaje. Contemplada como conjunto Béjar parecía el sueño de un urbanista del Renacimiento»[2].

29 de junio de 2019

Cuatro vergeles en el Béjar del siglo XVI (1ª Parte)


Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto

El vergel es el estadio intermedio entre el huerto medieval, que era un espacio doméstico y de abastecimiento frutícola para la vivienda contigua, y el jardín moderno, ya un terreno evolucionado de ordenación arbórea cuyos usos son más contemplativos y estéticos que agrícolas. La aparición paulatina de este último a partir sobre todo del siglo XVI se relaciona con el nuevo espíritu y vínculo del ser humano con la naturaleza emprendido por el  Renacimiento y que evolucionaría estilísticamente con el paso de los siglos y el cambio de los gustos. 

 Casa de Clavijo en la Calle de Las Armas