24 de octubre de 2010

Sobre el estallido de un tumulto en Béjar causado por un conflicto entre matasanos (1ª Parte)



Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en madrid, nº 4.606 (25/VI/2010).


       El título real del artículo es "Sobre el estallido de un tumulto en Béjar y sus principios, de que tuvo buena culpa un asunto de matasanos y en el que se vieron implicados varios galenos, el consistorio, un abuelo famoso y otros a los que ahora me referiré".



     La táctica de recoger firmas con el fin de presentarlas a una autoridad competente para presionar en caso de interés general no es privativa del siglo XX, ni del XXI. Los sucesos acaecidos en Béjar durante el mes diciembre de 1760, con tumulto de vecinos incluido, nos mostrarán que es práctica antigua y no invención de la modernidad.

       Una extraña tranquilidad reinaba en el ambiente exterior aquella mañana. El cielo aparecía cargado, encapotado y densamente blanco. El viento había dejado de ulular y empezaron a caer los primeros copos, pesadamente, sin prisa. Los tejedores, que sentados en sus banquetas movían los brazos mecánicamente y con maestría a fin de empujar la lanzadera correctamente para pasar el hilo de la trama a través de la urdimbre, no se resentían a pesar del frío. Varias mujeres con los dedos poblados de sabañones y los labios amoratados permanecían concentradas hilando, mientras el aprendiz iba y venía con sacos, madejas y alguna que otra regañina del maestro del taller. Un potente olor a lana penetraba por las fosas nasales mezclado con polvo, más los trabajadores apenas se daban cuenta de esta molestia por ser curtidos en tales aromas. A pesar de que la puerta del corral permanecía abierta de par en par, más que nada para dejar entrar algo de calor procedente de la hoguera allí avivada, lo que realmente penetraba era un humo sucio que tiznaba las paredes, negras como el hollín y que se entremezclaba con el aroma a pelo de oveja y polvo.



Escudo de la Real Fábrica de Paños de Diego López



        Unos golpes secos e insistentes resonaron en la puerta, distintos a los que provenían del acompasado movimiento de las ruecas y telares. El aprendiz acudió a la llamada, abriendo el pequeño portillo de acceso. Una silueta de hombre recortada en la puerta y las pisadas del que llegaba hicieron crujir la madera del suelo, levantando un polvillo que se fusionó con el pesado ambiente. El maestro le salió al paso para que no interrumpiese la labor del taller, pero su rapidez no fue suficiente: las mujeres que hilaban alzaron sus cabezas con interés. El recién llagado no era otro que don Andrés Castellano, uno de los personajes que estaban en boca de todos los bejaranos aquel diciembre de 1760. ¿A qué venía todo un galeno a un taller en una mañana invernal? Pues ni más ni menos que a solicitar firmas del que supiere (tarea nada fácil en una sociedad mayoritariamente analfabeta), para oponerse a las injustas decisiones del corregidor y de los regidores del consistorio.




         Pero, narremos los hechos que provocaron la rebelión de los bejaranos. Aclaremos que los cargos de cirujano y médico titular de la Villa se otorgaban de la siguiente manera: una vez presentados los candidatos con la titulación requerida, los regidores, en sesión extraordinaria, procedían a efectuar el nombramiento. El proceso de selección distaba mucho de ser democrático (tal denominación era impensable en una villa señorial como Béjar, donde los privilegios estamentales, el dominio del duque y la explotación se mantenían aún vigentes como en la Edad Media), toda vez que los representantes del consistorio venían a ocupar sus puestos tras una ficticia “votación” ratificada posteriormente por el propio duque.

La punta de lanza del conflicto entre los matasanos hay que buscarla en la sesión celebrada el 26 de abril de 1760. En presencia de Luis de Granada y de Marcelino Antonio Quintana, vecinos de Hervás y Salamanca respectivamente, médicos ambos, se establecieron los nuevos salarios de los médicos titulares: 300 ducados al año, 1 real por visita y “que a los pobres de solemnidad los havian de asistir con ttodo cuidado y vixilancia sin llevar estipendio alguno”. Asimismo debían atender a los frailes del convento de San Francisco y al colegio de niñas pobres, cuyo patronato recaía en la Casa Ducal, al igual que a las monjas del convento de la Piedad y de la Anunciación. En estos últimos casos, en el que se incluían los eclesiásticos, se especificaba que “deben cobrarles un extipendio ajustado a su pobreza”. Para Valdesangil, Fuentebuena, arrabales y molinos debían cobrar 4 reales o una gallina y a los demás vecinos a 1 real como los de la villa.

       Dado que el médico titular, don Manuel Morán y Mogrovejo, se hallaba enfermo, los médicos mencionados deciden quedarse en Béjar durante un año y sin cobrar salario al consistorio debido a las muchas deudas que éste declaraba. Poco después de esta decisión, una carta llegaba a manos del Corregidor firmada por don Andrés Castellano.

La práctica médica del siglo XVIII no se diferenciaba
mucho de la realizada por los barberos


        “Ilustre consistorio
        Don Andrés Castellano, Médico Titular de la Villa del Barco, puesto a los pies de Vuestra Señoria, suplica que mediante el gusto de los vecinos de esta Villa se me admita por su Medico con la advertenzia que si es voluntad de V.S. me acompañase con otro cualquiera Medico que se dignase V.S. de recibir. Es favor que espero de la mucha piedad de V.S. para que puesto en semejante estado consiga el deseo que tengo de guardar a V.S.
Su mas rendido y afecto criado-Castellano.”

       Andrés Castellano intentaba obtener de esta forma los favores del Corregidor, persona que se oculta tras ese “Vuestra Señoría”. Sus ventajas: ser natural de Béjar y con “enchufe”, si usamos términos actuales. Hijo de Fernando Castellano, de Cantagallo, y de Josepha Sánchez de la Gallega, de Béjar, estaba casado con Rosalía, hija del famoso platero bejarano Miguel Domínguez de Barrientos. Su padre era un gran propietario de tierras, además de fabricante (con una producción de 700 reales anuales), administrador de varias capellanías (con unas ganancias de 950 reales a añadir a los anteriores) y procurador síndico por el estado llano, por lo que no es de extrañar que utilizase este cargo a favor del nombramiento de su hijo como médico titular de Béjar. Andrés tenía dos hermanas, casadas ambas con fabricantes: Rosa con Matías Sánchez Cerrudo y Petronila con Ignacio Bueno Muñoz. Sus otros dos hermanos era sacerdotes: Tomás y Miguel (este último cura párroco de Fuentes de Béjar primero y después de San Juan Bautista de Béjar).

Fábrica bejarana junto al Río Cuerpo de Hombre

          Este tipo de cartas se solían enviar al consistorio a modo de presentación en caso de selección de candidatos o de sustitución de los existentes. En efecto, Luis de Granada decide marcharse y cede el puesto a Andrés Castellano que consigue de esta forma el objeto de sus desvelos.

Mientras tanto el ayuntamiento reconoce adeudar una cantidad considerable de dinero en concepto de sueldo a la viuda de don Manuel Morán, que murió efectivamente en aquel año de 1760, y al cirujano Francisco García del Pozo. El consistorio, falto de fondos, decide hacer un repartimiento entre los vecinos, es decir cobrar una cantidad fija a cada uno hasta completar la deuda total. A los pobres se les exime del pago, a las personas con escasos recursos se le cobrarían 9 reales y al resto 15. La imposición de este nuevo tributo hizo poca gracia a los pobladores de la villa, pues el caso provocó un tumulto de importancia que mantuvo en vilo a la villa de Béjar durante varios días.
(Continuará)

44 comentarios:

  1. Madame,precioso! Cómo he disfrutado hoy! Nos tiene usted acostumbrados a una gran calidad literaria,pero hoy ha echado el resto. El relato atrapa desde el primer momento, con ese cielo encapotado.
    Me alegra ver que el tema tendra continuacion :)

    Feliz tarde de domingo

    Bisous

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  2. El chanchullo siempre ha sido una constante en nuestra historia.
    Habrá que esperar a esa segunda parte para ver en qué termina el asunto del nuevo impuesto que provocó un tumulto y el del matasanos con enchufe.
    Un saludo.

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  3. Estas pequeñas historias locales que componen la gran historia son siempre la mar de interesantes y nos ayudan comprender la manera de ser y modo de pensar de aquellas gente humildes, no de los grandes señores y reyes de los que estamos bien documentados.

    A ver como acaba la cosa...

    Un saludo.

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  4. Estoy de acuerdo con Madame Minuet, da gloria leer tus relatos Carmen te superas cada día.
    Cuanto teatro y paripé para al final darle el puesto a quien el duque decía."La vida sigue igual ", ya lo dice la canción.
    Y claro solucion a una mala gestión y falta de fondos, le subimos los impuestos al pueblo y allá se las vean. "La vida sigue igual",ya lo dice la canción.
    Un beso.

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  5. me uno también a los elogios por tu excelente narración, tan detallista. Pero si la población era la inmensa mayoría analfabeta ¿Cómo esperaban recoger las firmas necesarias?

    Un abrazo, feliz domingo

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  6. Excelente narración, Carmen, cada día te luces más.

    Un beso.

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  7. Buen relato.Espero la segunda entrega:)
    Impuesto, enchufes, recomendaciones...Lo de siempre y cuantas veces el cargo se lo lleva el que menos lo merece.
    De los impuestos mejor no opinar,nos va a dar lo mismo.
    Está visto, no cambia nada!!
    Un beso

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  8. Luis de Granada regresó a Hervás despues de desistir ser médico en Béjar?
    Muy interesante, sobre todo lo de la carta...
    Un saludo, Carmen

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  9. Me uno a los elogios anteriores. Me he quedado con las ganas de seguir leyendo cuando más interesante se ponía la cosa; y es que una derrama nunca le viene bien a ninguna comunidad. Pronto sabremos como acaba esto. Un saludo.

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  10. Estupendo relato. Una historia de problemas que no se diferencian tanto de los de ahora.

    ¿Pero cómo nos dejas sin saber qué ocurrió con el tumulto y con el enchufado?

    Saludos, compañera.

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  11. Conozco Béjar he estado un par de veces,pero reconozco mi ignorancia en cuanto a historia. Pero e¡me ha gustado tu entrada.
    Un abrazo

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  12. Gran relato, Carmen.

    Espero poder saber pronto qué es lo que ocurrirá con el tumulto.

    Por otro lado, ardua tarea la de Don Andrés Castellano al ir recogiendo firmas en una época en la que escribir y leer era todo un privilegio...

    Un saludo!

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  13. Uff, sin aliento me has dejado, absolutamente genial. Abrazos ;-)

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  14. Buf!! cómo lo has puesto de interesante!!!y entre tanto chanchullo ¿estaban contentos los de BArco con el galeno? claro, en Béjar ganaba más.

    Cuelga pronto la continuación que nos has dejado en ascuas!!!
    Un beso

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  15. Jo, cuando mejor se ponía zas...parecen cosas de Xibeliuss, jeje. Cuelga pronto la continuación, Carmen. Me ha encantado la disposición de que "que a los pobres de solemnidad los havian de asistir con ttodo cuidado y vixilancia sin llevar estipendio alguno"

    Estamos esperando ;)

    Besitos.

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  16. Carmen, poco más puedo añadir: magnífico! Nos has trasladado a todos al Bejar del XVIII -yo me siento como un viajero del tiempo espiando la vida cotidiana de sus gentes.
    Enhorabuena y un abrazo.
    Pd. Y dale de mi parte un tirón de orejas a almalaire :)

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  17. Los tributos nunca han sido del gusto del pueblo, pero cuando se hace un nombramiento "a dedo" es aún peor, por mucho que sea de la tierra.
    Esperamos una continuación del hecho del conflicto.(Perdona mi retraso en los comentarios, pero este fin de semana me ha sido imposible)
    Un abrazo¡

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  18. veo q los ayuntamientos han sido mal pagadores de siempre y que no es cosa nueva jejejeje... ¿como terminará la cosa?

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  19. Siempre pagan los mismos todas las crisis económicas. No hemos cambiado en nada desde el Antiguo Régimen; tantas revoluciones y más de lo mismo. Muy entretenida la narración de este acontecimiento de la villa. Un abrazo muy fuerte, Carmen.

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  20. Me gusta como has creado un ambiente previo para contarnos una historia que simplemente describe unos hechos.

    Un abrazo.

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  21. Madame Minuet: me alegro mucho de que le haya gustado, madame. es un truco que tengo para atrapar al lector desde el principio y no se pueda aburrir con relatos históricos (los que no les gusta la Historia en este caso no tiene excusa, jejej).

    Besos

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  22. Cayetano: dentro d epoco colgaré la segunda parte del chanchullo matasánico...

    Saludos

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  23. Carlos II: eso es lo que me gusta precisamente de las historias locales, que dicen mucho de la España de la época. Como se ve aquí trato un hecho puntual, una anécdota llena de momentos curiosos.

    Un abrazo

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  24. Juana María: sí, sí, desde luego. Cuando encontré este jaleo en las actas municipales pensé lo mismo que tú. Me dije: nada ha cambiado bajo el sol. Corruptelas, enchufes, impuestos, y los ayuntamientos sin blanca. Menos mal que ahora ya no hay Inquisición, ni derechos feudales, ni monarquía absoluta, ni pena de muerte, etc, etc.

    Besos

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  25. Magonolia: eso m ismome pregunto yo, pero la falta de letras se puede sustituir por una buena cruz (firma habitual de los analfabetos), ¿no te parece?

    Besos

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  26. Muchas gracias por sus elogios, Rey Viudo.

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  27. Laura: que sí, que sí, que alg ha cambiado como le dije ahí arriba a Juana. En España ya no hay torturas, ni pena de muerte, ni rey absoluto, ni Inquisición. Tenemos en parte lo que nos merecemos, eso sí es verdad, pero tenemos constitución, libertades de todo tipo y bienestar social (para uno más y para otrs menos, eso sí es verdad).

    Besazos

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  28. Jose Antonio Bejarano: buena pregunta la tuya, pero para la cual no dispongo de datos. A lo mejor sí, pero hay que darse cuenta que estos licenciados en Medicina cada cuatro años, más o menos, acababan recalando en un sitio, en una villa que le ofreciera mejores sueldos.

    Un saludo y gracias por comentar

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  29. Desde la terraza: sí, no te preocupes. Ya colgaré dentro de poco la segunda parte. Mientras tanto queda flotando la incertidumbre...

    Saludos

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  30. Nuestro Garito: jajajaja. Es para teneros en tensión unos días y para que echéis la imaginación a volar.

    Besos

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  31. Katy: me alegro qeu hayas estado por aquí, así no te sonará a chino algunas cosas que contemos por aquí.

    Besos

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  32. Pablo D: pues así aparece en la documentación, con idénticas palabras: recoger firmas. La mayoría d ela población era analfabeta pero sabrían al menos hacer una cruz, ¿no?

    Saludos

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  33. Carzum: muchas gracias. Tú en tu blog tampoco te quedas manca, jejeje

    Besos

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  34. Agev: ahí está la cuestión. Lo que le decía a Jose Antonio ahí arriba. Vendría a Béjar porque le ofrecían un sueldo más elevado. Ése era el sino de los galenos de la época, andar de allá para acá hacia el sitio donde mejor les pagasen. El problema aquí es que no pagaron un duro porque estaban en quiebra (qué raro, ¿no?).

    Besos

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  35. Almalaire: por lo menos tenían cierta consideración con los indigentes, pero no por cuestiones de solidaridad, ni mucho menos, sino porque acciones caritativas promovían un ascenso más directo hacia el cielo después de la muerte.

    Besos

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  36. Xibeliuss: pobre Almalaire... No soy quien para darle un tirón de orejas después de lo que me ha escrito. Además, el cortar los relatos a posta es uno de los sellos de la casa de tu blog, jejeje

    Besos

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  37. Javier Peralta: eso, encima de cornudos apaleados. Encima deestar esquilmados por la Casa Ducal, los curas y el concejo, encima tenían que pagar los platos rotos, pero no sé de qué os extrañáis.

    No te preocupes, que todos tenemos nuestras cosillas y el blog siempre es un hobbie, nunca una carga.

    Saludos

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  38. Paco Hidalgo: bueno, algunas cosas sí que han cambiado desde entonces en lo social por lo menos.

    Saludos

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  39. Juan Carlos: mi lema es acercar la Historia a aquellos que no les gusta y creo que es un buen modo de hacerlo.

    Un beso

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  40. Carmen pues le cambio el titulo y le pongo el suyo
    Gracias por su visita y comentarios
    Un Cordial Saludo desde Creatividad e imaginación fotos de José Ramón

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  41. Tu lo has dicho amiga mía: sin duda, es el mejor modo de acercarnos la historia. No tengo palabras para describir lo maravillosamente que lo has narrado. Un abrazo!!!

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  42. Jose Ramón: puedes hacer lo que quieras. Lo mío sólo era una sugerencia. Me parecía que le iba bien el título, jjjeje

    Saludos

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  43. Silvia: me alegro mucho de que te haya gustado.

    Besitos, guapa

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.