Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
En Tratado del Alma de Luis Vives, publicado por la Biblioteca Virtual Universal en 2003, el doctor en filosofía por la Universidad de Sevilla y II Premio Nacional de Poesía "Jorge Manrique", Alejandro Martín Navarro, dice que si en la historia de la filosofía española quisiéramos buscar un nombre que representara en ella un valor semejante al de Descartes, Bacon o Kant en la de Francia, Inglaterra o Alemania, seguramente habríamos de acordarnos de Luis Vives…
Apologista católico de familia conversa -su padre fue quemado por la Inquisición-, Juan Luis Vives nació en Valencia en 1492. Se educó en París, en la Universidad de la Sorbona, y fue invitado por Catalina de Aragón a la corte londinense para dar lecciones a su hija María Tudor, futura reina de Inglaterra. Allí coincidió con Tomás Moro y con el cardenal Íñigo de Zúñiga, enviado como embajador por Carlos V para defender a su tía en la causa de divorcio entablada por Enrique VIII. Después volvió a Brujas y a la universidad de Lovaina, en donde ya había trabado con anterioridad relación epistolar con Erasmo de Rotterdam.
Estatua de Luis Vives en Valencia
En la obra en cuestión, Vives separa la psicología de la metafísica, la erige en ciencia experimental y establece el método empírico-descriptivo de investigación para el estudio de la memoria. Al mismo tiempo determina que la introspección es el primer paso para la comprensión de la naturaleza humana individual, por lo que actualmente es considerado, con toda justicia, precursor del psicoanálisis. Falleció en Brujas en 1540 y está enterrado en la ex catedral de San Donaciano.
La dedicatoria a Francisco de Zúñiga y Sotomayor, V conde de Belalcázar y consorte solamente de su prima doña Teresa de Zúñiga, III duquesa de Béjar en propiedad, consta en palabras del autor en el prefacio de la obra, donde expresa: Dedicado a don Francisco, duque de Béjar, conde de Belalcázar… Este tratado expuesto en tres volúmenes… he determinado dedicarlo a vuestro nombre, oh Francisco, esclarecido duque, no tanto por vuestros beneficios para conmigo, que desde luego son muchos, y por vuestra alta estimación hacia mí –lo que más estimo-, como porque sé que os complace ocupar en estos estudios vuestro talento.
Es además el Tratado de las Pasiones que contiene el libro tercero, el fundamento de toda la doctrina moral, privada y pública, la cual, según oí de vuestros mismos labios en Bruselas, es la que os subyuga y preocupa sobre todas las restantes, y con toda razón, pues ninguna otra es de tan alta conveniencia para un varón principal, si ha de gobernarse bien a sí mismo, a los suyos y a la nación entera.
Como se sabe, el duque Francisco era hombre grave y soberbio y cruel y suele y acostumbra poner en ejecución sus amenazas, dicho en términos de su propia esposa (Redondo, Augustin: La bibliothèque de D. Francisco de Zúñiga Guzmán y Sotomayor, troisième duc de Béjar (1500?-1544), 1967)
Luis Vives en billete de 1946. Worldbanknotescoins.com
En la Biblioteca Digital Valenciana figura el Epistolario de Juan Luis Vives, que contiene dos cartas al duque de Béjar. Una de ellas, fechada en Brujas, 1531, empieza así: Escribo a su excelencia menos de lo que quisiera y sería justo, pero esta huéspeda mía, molestísima, me ocasiona graves preocupaciones. Una ventaja trae ciertamente consigo, que hace más llevadera esta vida llena de tan grandes asperezas, la cual, si alguna satisfacción ofrece, es que pasa como un sueño (Se refiere a la artritis y otras dolencias que lo llevaron a la tumba a los 48 años. Hay opiniones de que Calderón se inspiró en esta carta para La vida es sueño).
Además Vives es el precursor de la sistencia social a los más vulnerables por parte del estado, teoría que vertió en su ‘Tratado del socorro de los pobres’ . Propugnaba que el estado debía hacerse cargo de los más necesitados: Es deber de los gobernantes el preocuparse y poner todo su empeño en que unos ayuden a otros, que nadie sea oprimido, que nadie reciba daño por injusticia cometida contra él, que el más poderoso ayude al más débil para que por la caridad crezca cada vez más la concordia entre los ciudadanos y permanezca eternamente.
Lecturas:
Calero, Francisco &. La grandeza de Juan Luis Vives. 2014.
Carpintero, Helio: Juan Luis Vives, psicólogo funcional. 1993.
Olmedo, Félix G.: Las fuentes de “La vida es sueño”. 1928.
Hola Carmen, hoy me has dado una buena clase de historia que desconocía, gracias.
ResponderEliminarAbrazos.
Como siempre, una delicia leer tus publicaciones. A Luis Vives no le debió favorecer ser hijo del Imperio y debió ser mirados desde fuera con ciertos recelos. Por otro lado esa dedicatoria de su obra, como hicieron otros muchos autores, creo que tienen todo que ver con el mundo editorial, cosa que hoy circula por otro vericuetos. Por último, quisiera añadir que hoy no debería sentirse plenamente satisfecho con lo que nos pasa, al contemplar cómo el socorro a los pobres sigue siendo una asignatura pendiente.
ResponderEliminarMi felicitación, Carmen, y un abrazo.
Siempre me he interesaso mucho por el tema de la psicología. Me gustaba tanto que hasta estuve tentada por cursar estudios de ellos y al final se quedó se quedó solamente en una intención.
ResponderEliminarBesos
Carmen me acabas de enseñar una parte de la historia que al igual que yo muchos desconocen y en aquel tiempo hubo intelectuales de gran altura que pusieron base de algo que aun hoy se sigue luchando conseguir.
ResponderEliminarSaludos.
Lo conocía por el billete, que lo tengo en mi colección, pero hasta hoy no he sabido nada de él, gracias a ti.
ResponderEliminarEn Sevilla también tuvimos otro impulsor de la caridad, y de ayuda a los pobres de solemnidad, en el siglo XVII, y que se llamaba Miguel Mañara Vicentelo.
Como siempre, Carmen, muy interesante tu relato.
Un abrazo.
-Un hombre de convicciones cristianas, no como los que le arrebataron a su progenitor con su intolerancia.Ayudar al más débil y que pena que la huéspeda lo visitara tanto y sus días de vida se acortaran tanto,era un hombre joven aun y con un pensamiento muy constructivo.
ResponderEliminarFeliz Domingo Carmen
Un abrazo
Hola Carmen:
ResponderEliminarComo colecciono billetes, conocía a este caballero, pero hasta ahora, nada sabía de él.
Siempre aprendo cada vez que vengo por aquí
Besos
·.
ResponderEliminarDe Luis Vives poco sabía, tal vez nombre y libro, tal era lo que nos enseñaron. Conocí mejor su retrato. Ahora me he deleitado con la reseña. Me parece fantástico que un precursor así sea español.
Con la semblanza que publicas confirmas que todos los caminos conducen a Béjar.
Un abrazo
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LaMiradaAusente · & · CristalRasgado
De nuevo por aquí gracias por su visita, es un placer pasar por su blog Saludos
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