Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez desde Chile
Conocí a Sonia Martin en un pequeño círculo santiaguino de bné anusím, descendientes de judíos españoles y portugueses forzados a la conversión en 1492 y 1497, donde también estaban la abogada María Cristina da Fonseca y el bibliotecólogo Bruno Contreras, todos intelectuales ("Estos sí que son judíos, que tienen apellidos españoles", según mi madre). No manifestaban interés en someterse a procedimientos rabínicos para integrar)e a alguna comunidad organizada, seguramente porque el "orgullo ibérico de sentirse suficientemente legitimados como judíos por su ascendencia" les hacía el trámite innecesario (Kaplan, Yosef: Judíos Nuevos en Amsterdam, Barcelona 1996).
Lápida en el cementerio judío hispano-portugués de Londres. Esefarad.com
Perdido el contacto con Sonia por haberse radicado en EE.UU, recibí recientemente un correo suyo que me recordó una de sus novelas. Se trata de la que este artículo lleva el título, publicada en Santiago de Chile por editorial LOM en 2007.
Pliegos Sueltos o María la del Castañar, de Sonia Martin Escritorasunidas.blogspot.com
Mientras consigo el ejemplar, gloso la reseña que escribió a modo de presentación el también chileno Alex Tacussis, miembro-director de la Sociedad de Escritores Latinoamericanos de California, EE.UU:
"Una niña de casi ocho años descubre que su nombre no es María, sino Débora, por revelación de su abuela María, quien también oculta el nombre Débora. Entonces la abuela comienza a contarle el origen de la familia, cuando varios siglos atrás los españoles de origen judío debieron abandonar el suelo natal por mandato de la Corona. Pero una niña judía, Débora, decide desafiar este mandato y permanecer en su España amada. Su padre, Yoseph, busca cómo ayudarla y contacta con el Duque de Béjar" (Álvaro I de Zúñiga entonces)…
Escudo en piedra de Álvaro I de Zúñiga, duque de Béjar, en el Museo Judío de Béjar. Asturnatura.com
El relato queda hasta ahí por ahora, pero es la historia ancestral de la autora, dedicada a su primera nieta, cuya familia dividida emigra por el mundo hasta llegar a Chile: "Después, según mi madre, iban y venían de un lado a otro, llegando siempre a España, en donde sé que aún queda la fábrica textil de mi tátara tatarabuelo. Está cerca de Salamanca, en Béjar, pueblo que en su época fue de textileros", confiesa en una entrevista.
Sonia Martin, autora de Pliegos Sueltos o María la del Castañar. Escritorasunidas.blogspot.com
"Es una trilogía y esta es la primera parte. Tengo escritas las otras dos partes; se pueden leer en conjunto o por separado", dice Sonia Martin, que ha escrito también obras de periodismo testimonial (ver escritorasunidas.blogspot.com) Y la crítica opina que "Pliegos Sueltos o María del Castañar es la mejor novela jamás escrita sobre el desarraigo, contado a través de los ojos de una niña chilena, hija a su vez del desarraigo sefardita, que nos permite conocer poemas, leyendas, canciones, comidas, culturas de los países que la niña se ve obligada a recorrer. Pero la novela no está escrita desde el dolor del desarraigo, sino desde el placer que siente la niña ante el descubrimiento de cada cultura nueva, aunque la nostalgia esté siempre presente como la sombra del parral".
Diáspora judeoespañola en Europa, Asia y África (falta América) hablarhebreo.blogspot.com
"Pliegos Sueltos representa, como ninguna otra novela, no el desarraigo de un pueblo sino el desarraigo de cada uno y al mismo tiempo de todos los pueblos. De una manera magistral Sonia logra amalgamar todos los exilios, todas las inmigraciones, todos los destierros… y todas las culturas. Y la voz que cuenta esta historia es la voz del amor".
Copia del decreto de expulsión de los judíos de España en el Archivo Provincial de Ávila. Queaprendemoshoy.com
"El libro termina y el lector queda con un deseo de conocer más, de que el relato no hubiese terminado hoy, que continuara por la sola alegría de su lectura" (ver también soniammartin.blogspot.com).
Yo descubro en el resumen de esta obra, como esa niña en su peregrinar por distintos países ha sabido encontrar el lado positivo de su destierro, impregnándose de la cultura y la costumbre , de los distintos paíse por donde pasa. Esa actitud positiva ha hecho tener una buena salud emocional.
ResponderEliminarBesos
Creo que fue un gran fallo la expulsión de los judíos y moriscos ya que como demostró el rey Sabio. De ambas culturas conocemos muy poco eso que convivimos durante siglos.
ResponderEliminarSaludos.
Es siempre un placer rescatar las vidas de los hermanos que se vieron apartados de sus lugares. Historias que transmiten las madres y abuelas en su justo momento, cuando se aseguran de que los suyos están a salvo.
ResponderEliminarUn saludo.
Esa diáspora judía, también llegó a América.
ResponderEliminarSomos una sola especie, pero nos resistimos a pensarlo así
Besos
Me ha llamado la atención el nombre "María la del Castañar". No se ahora, pero hasta no hace muchos años en Béjar era frecuente el nombre de María del Castañar (Maricasty, para abreviar) por la patrona de la ciudad, la Virgen del Castañar.
ResponderEliminarUn abrazo,
Y sigue habiéndolas, pero creo que e sun nombre que ahora mismo se pone poco a las niñas recién nacidas. Por lo menos no conozco ningún bebé con ese nombre.
EliminarUn saludo