26 de diciembre de 2022

El primer belén napolitano de España y el conde de Monterrey

 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

       "Cuando Carlos III llegó a Madrid, a mediados del siglo XVIII, se topó con una ciudad de aspecto miserable. La limpieza pública era tan escasa que el propio Fernán Núñez, el biógrafo del Rey, no dudó en calificar a la capital de “pocilga”. Barro, basura y excrementos componían una lamentable y maloliente imagen de la cabeza del Estado.

        Ante esta situación, la necesidad de emprender una reforma profunda era evidente e imperiosa. Por eso, Carlos III se propuso encabezar una transformación de la villa y Corte… Así, se inició un ambicioso plan de ensanche en el que se proyectaron grandes avenidas, plazas con monumentos como Cibeles y Neptuno; se construyó el Jardín Botánico, el Hospital San Carlos -sobre el que hoy se levanta el Museo Reina Sofía- y el edificio del Museo del Prado -que iba a ser destinado al museo de Historia Militar- y el palacio del Buen Retiro. También se intervino para establecer un servicio de alumbrado público y de recogida de basuras, se adoquinaron las calzadas y se excavó una red de alcantarillado para recoger el agua de la lluvia (junto con instituir la Lotería Nacional).

 

Entrada de Carlos III en Madrid
 Museo de Historia de Madrid


       Obsesionado por la pureza de la Virgen María, Manuel de Zúñiga, VI conde de Monterrey, convenció a las Agustinas de San Roque de llamarse Agustinas de la Inmaculada Concepción, a cambio de un convento y una iglesia mandados construir por él al alero de su palacio en Salamanca (aprovechó de hacer nombrar abadesa a su hija habida fuera del matrimonio). Más aún, cuando fue embajador extraordinario ante la Santa Sede, obtuvo de los papas Gregorio XV y Urbano VII un adelanto de 132 años en la declaración del dogma de la Inmaculada Concepción, logro que mandó grabar en el epitafio bajo su exigua figura (medía 1.60) arrodillada ante el cuadro de la Virgen, encargado también por él a José Ribera en Italia: Nadie se atreva a denominar la concepción de la Madre de Dios manchada, sino inmaculada… 

 

Monumento funerario de Manuel de Zúñiga (izquierda) en la Purísima de Salamanca. Viajarconelarte.blogspot.com

 

       Carlos III había sido rey de Nápoles, donde él y su esposa, María Amalia de Sajonia, conocieron el arte de los presepi napolitani. Deslumbrados por la industria popular, llevaron a Madrid un ejemplar para el príncipe Felipe, que hoy se exhibe anualmente en el Palacio Real, por lo que se considera a este monarca introductor de los Belenes en España.    

 

El Belén napolitano de Carlos III en el Palacio Real de Madrid. Reinamares.hypotheses.org

       Pero se le había adelantado el conde de Monterrey, Manuel de Zúñiga, que cuando fue virrey de Nápoles, un siglo antes, envió de regalo a su hija Inés de Zúñiga, interna de cuatro años en el convento de Salamanca, un belén napolitano de veinte piezas articuladas que las monjas agustinas exhiben cada año, por Navidad, en el convento de Madrid.


El Belén napolitano del conde de Monterrey Manuel de Zúñiga, en las Agustinas Recoletas de Madrid. Agustinosrecoletos.com

 

         No está de más recordar que entre las primeras medidas que tomó Carlos III, aún antes de llegar a Madrid, fue nombrar tutor de sus hijos a Joaquín de Zúñiga, XII duque de Béjar, del mismo linaje familiar que el conde de Monterrey.

 

Lecturas:

La iglesia de las Agustinas de Monterrey de Salamanca, Sira Gadea, 2013.

Los belenes napolitanos, Biblioteca de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, 2013.

Carlos III: ¿Fue realmente el impulsor del Belén en España?  José Manuel Espina, 2013.

Nápoles y el Belén, Mercedes Pardo Lamm, 2014.

Porqué el rey Carlos III es considerado “el mejor alcalde de Madrid”, ABC Madrid, 2014.

 

3 comentarios:

  1. Preciosa entrada, con bellas ilustraciones, y muy bien traída para estas fechas. Gracias.
    Creo que ya te felicité, pero por si acaso, ¡Felices fiestas!, amiga Carmen.
    Un abrazo.

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  2. Fue un rey que nos trajo cosas buenas en especial para Madrid por algo se dice que fue el mejor alcalde de Madrid.
    El duque parece que no solo procuro un buen destino para su hija extramatrimonial y su alma, también nos trajo ese bello Belén.
    Que estos días que quedan los disfrutes con los tuyos.

    Saludos.

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  3. Buena entrada, en estas celebraciones de Navidad.
    Besos.

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.