Autor: Iván Parro Fernández
Hace unos días se publicó en este blog una entrada con algunos poemas de temática navideña escritos por dos autores bejaranos: Arsenio Barco y Julián Martín Carrasco. Queremos seguir recordando y compartiendo a más escritores bejaranos que tienen algunas de sus composiciones dedicadas a la Navidad, a sus figuras más representativas o a tradiciones relacionadas con estas fiestas.
En esta ocasión queremos mencionar dos poemas escritos por José Luis Majada Neila. En su poemario titulado Droguería del Pájaro Pinto se incluye el poema “En la misa que el pueblo llama “del gallo”, un soneto dedicado al niño que nace en Belén comparándolo con otro niño, de nombre Manolito, al que no podrá regalar ni obsequiar con las ofrendas y los dones que sí que quiere presentar y entregar al niño de Belén, al cual pretende construir un portal de mazapán caliente, con un ángel de turrón y un rey almibarado: “Te voy a construir un portalico/ de mazapán caliente y a su puerta/ un ángel de turrón y en la antepuerta/ un rey almibarado de oro rico”.
El poeta también quiere obsequiar con un villancico y con un gallo al niño de Belén: “Te voy a regalar un villancico/ que a la Virgen la deje boquiabierta/ y un gallo que esta noche Te divierta,/ si Te aburres en misa, con su pico”.
Después menciona a Manolito, el cual es un niño pobre como el de Belén y no va a poder recibir más dones que aquellos que son de plastilina, sin tener ni gallo ni villancico ni ángel ni rey ni golosinas, prácticamente nada. El poeta se lamenta de la situación aunque poco más puede hacer para resolverlo o mejorarlo: “Montón vano de vanas ilusiones,/ Manolito sin gallo y sin cantar,/ sin ángel y sin rey, sin golosina”. Y ese lamento lo quiere compartir con el niño confesándole que no podrá darle ni ofrecerle mucho: “Pobre Tú y pobre yo, de tantos dones/ calculo que quizás te podré dar/ uno o dos, pero solo en plastilina”.
El segundo poema al que nos queremos referir está incluido en su poemario titulado Centauros, y tiene el título de “Villancico travieso al Niño Jesús de Nuestra Señor del Castañar”, un poema de tono mucho más pícaro y juguetón en el que el poeta enumera algunas acciones que podría realizar con el niño y las consecuencias que estas tendrían en caso de llevarlas a la práctica. Entre esas acciones están por ejemplo la de asar castañas, vestirse de indio, escaparse un día, coger un nido, subir a la montaña o hacerse un caballo de una caña: “Mira que si las castañas/ quisieras asar conmigo/ y con mi panda y contigo/ subiera yo a la montaña./ Mira que si de una caña,/ Dios, un caballo Te hicieras/ y de indio Te vistieras/ con candelas de castaño (…)/ Mira que si te escaparas/ un día durante siesta/ y, castigado, esta Fiesta/ con Tu delito la aguaras…/ Mira que si cara a cara/ Te viera tu madre herido/ por querer coger un nido/ que nos sabemos Tú y yo…”. Y así sigue hablando de otras cosas que cumplir o materializar con el niño: hacer una gran bola de nieve y tirarla sobre nueve o diez muchachos, dar a un toro bravo con el tiragomas, coger peras de los perales o cosas algo más hirientes y dolorosas como atar un bote a un perro en broma y hacerle correr, quemar la sotana con anís a un sacerdote, mancharla con vino de las vinajeras o poner un tocadiscos de madrugada: “Mira que si monaguillo/ fueras de torre y campana/ y quemaras la sotana/ de anís con un cigarrillo/ o si la manchases -¡pillo!-/ con vino de vinajeras…/ Mira que si un día pusieras/ a deshora el tocadiscos…/ Quizá el hermano Francisco/ se enfadara y Te riñera”.
Podemos sin duda imaginarnos las situaciones que se darían si se hicieran y cumplieran todas esas acciones, quizá se convertirían en un divertido compendio de aventuras aunque con desenlaces en su mayoría trágicos. Otra visión muy diferente, más de tipo traviesillo o diablillo de ese niño al cual hoy podemos encontrar, admirar, venerar, alabar y siempre festejar y honrar en tantos y tantos lugares del mundo donde su figura y su corazón están.
Otros escritores bejaranos que han escrito y versificado sobre esta temática son por ejemplo Patrocinio Martín Vivas, el cual en su libro En los navíos del alma, dentro de la poesía titulada “Loa”, dedicada a Patricia y a Hugo Calvo Pérez, menciona a los magos que fueron a adorar al niño siguiendo la estrella, cargados de bienes y buenos deseos, como lo siguen haciendo en buena parte hoy también: “¡Ya vienen los Reyes Magos!/ Bien pertrechados sus cofres./ Siempre traen renovados/ parabienes y regalos:/ Pasajeros, arrieros/ forzados son sus galopes”.
Y en el libro Recuerdos de una vida, de Ruperto Fraile, dentro del Tercer capítulo Parte II. Poetas, cita a María G. Bernarda de la Villa García, a la que define como “poeta de clase, profunda y llena de amor”, cuyas composiciones se pueden leer en el periódico Béjar en Madrid. Transcribe en su totalidad uno de sus poemas titulado “Al filo de la media noche”, cuya temática gira totalmente en torno a la Nochebuena, siendo muy auténtico y muy actual el mensaje y el sentido de esa noche tan especial y tan particular que recordamos y celebramos cada año. Por su interés transcribimos el poema en su totalidad: “Al filo de la media noche/ brilló en la noche serena,/ sobre el cielo de Belén,/ la luz de una extraña estrella./ Canciones de amor y paz/ que anuncian la buena nueva/ escucharon los pastores/ en la primer Nochebuena./ “Gloria a Dios en las alturas,/ al hombre paz en la tierra”./ El mensaje se repite,/ año tras año se espera/ el prodigioso milagro/ de amor y paz en la Tierra./ El corazón de los hombres/ parece envuelto en la niebla,/ siguen buscando senderos/ de esperanzas, luz de estrellas/ que les guíen en la noche/ por fraternales veredas./ Al filo de la media noche,/ siempre en cada Nochebuena,/ recordarán el mensaje/ de paz y amor en la Tierra./ Como oscura pesadilla/ vuelve el odio que envenena,/ cruza el fantasma del hambre,/ los errores y las guerras…/ El niño Dios en las palas/ siente frío, siente pena,/ ve cómo mueren los niños/ hambrientos, ve las cadenas/ aprisionar a los hombres/ sumidos en las tinieblas…/ ¡Paz, amor, amor y paz,/ otra vez es Nochebuena,/ y de nuevo ante el portal/ se olvidan de sus miserias!”. Un magnífico mensaje de actualidad total con el sufrimiento y el dolor de tantos y tantos niños y niñas en tantas partes del mundo que sufren una infancia cruel y violenta. Hagamos también nuestra esta exclamación de la poetisa: “¡Paz, amor, amor y paz, otra vez es Nochebuena”.
Y quisiera terminar este texto compartiendo con los lectores de este blog un extracto del poema titulado “La vida en Belén está” escrito por mí (Iván Parro) y que fue seleccionado como uno de los finalistas el año pasado en el XXVI Certamen Literario “Glosa poética de Navidad”: “Una familia nos llama a ser mejores personas/ por nuestro bien y el de todos los demás./ Abramos siempre nuestro corazón a la vida/ que se nos recuerda durante la Navidad/ en la memoria de aquel niño tan especial/ que muchos ya nunca podrán olvidar/ porque es tesoro valioso y precioso/ que siempre deberíamos conservar. La familia de Belén hoy nos está llamando/ para acercarnos al niño que está en ese portal”.
Con mis mejores deseos y parabienes en este nuevo año que llega.
Carmen, solamente para dejar constancia de que el nombre de la poetisa bejarana autora del poema "Al filo de la media noche" es María Bernarda García de la Villa. Este poema, dedicado a los hermanos Fraile Álvarez, Ruperto y Elu, fue publicado el el libro de Ruperto Fraile "Memorias de una vida" y el el semanario "Béjar en Madrid". Estoy absolutamente seguro de lo que te digo porque María Bernarda García de la Villa (q.e.p.d.) es mi muy querida y añorada madre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEliminé un comentario que recogía el texto íntegro del poema ya que resultaba redundante al estar recogido en tu entrada.
EliminarUn fuerte abrazo y feliz año nuevo.
Ese villancico de Bernarda parece no pasa de actualidad.
ResponderEliminarSaludos.
Espero que nos puedas ofrecer alguno mas Carmen. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Comenzado el nuevo año y las fiestas poco a poco se van agotando. Pienso seguir leyendo todos tus escritos, aunque hay algunas veces no dispongas de tiempoel suficiente tiempo para ni siquiera abrir el ordenador.
ResponderEliminarUn abrazo.