Autor: Javier R. Sánchez Martín
Publicado: Béjar en Madrid, 25 de agosto de 2006
La palabra urdir, en el lenguaje coloquial, significa maquinar algo contra alguien, de forma cautelosa, para la consecución de algún propósito. En ocasiones, y aunque es incorrecto desde el punto de vista textil, se habla incluso de urdir una trama, terminología muy utilizada en obras literarias, guiones de película, obras de teatro, etc. Cuando se urde una trama, el enredo está servido. A veces e sustituye por tramar, si bien cuando se utiliza este verbo normalmente es porque el enredo es mayor (o está más adelantado el plan) que cuando se utiliza urdir.
Pongamos un ejemplo que se me ocurre utilizando estas frases: He pegado la hebra a la conversación, pero estaba más enredada que una madeja y, al final, he perdido el hilo. No obstante, atando cabos, pude darme cuenta de que la trama estaba bien urdida. Alguien había hilado muy fino, pero la cosa estaba todavía pendiente de un hilo. Pero, una vez iniciada la conversación, tiramos y tiramos del hilo hasta que, al final, sacamos el ovillo.
Hay frases tan conocidas como unos tienen la fama y otros cardan la lana. Se refiere a que, en la vida, brillan muchos sujetos sin merecimiento alguno, mientras que los individuos que realizan obras verdaderamente meritorias muchas veces no ven reconocidos sus esfuerzos. También alude a los que se atribuyen los méritos de otros. O, más sencillamente, a los que tienen fama de buenos y luego las matan callando.
Foto antigua de Béjar donde se pueden ver sus fábricas textiles
Pero sigamos. A veces parece que está muy claro que vamos a hacer un buen negocio y, sin esperarlo, se tuerce completamente. En ese caso, probablemente alguien dirá, en relación con ello, Fulanito fue a por lana y salió trasquilado. Lógicamente, eso no sucede si el asunto marcha como la seda, porque eso significa que todo va bien, no hay ningún problema.
O, refiriéndonos a una cosa valiosa, podemos afirmar que el buen paño en el arca se vende, es decir, que algo es de tan buena calidad que ni siquiera hay que promocionarlo, te lo quitan de las manos.
El que tiene mucha o poca tela, es porque tiene mucho o poco dinero, es decir es rico o pobre, según el caso. Sin embargo, si algo tiene tela marinera, es porque tiene bastante dificultad para hacerse.
Veamos otro ejemplo: Aquí fue cuando me di cuenta de que mi amigo había ido a por lana y había salido trasquilado. Y lo cierto es que no había tenido más remedio que salir al mercado, pues eso de que el buen paño en el arca se vende pertenece a tiempos pasados, y si alguien quiere tener mucha tela no tiene más remedio que salir a vender sus productos. Pero tuvo la mala suerte de dar con uno que no daba puntada sin hilo y que, además, era una buena pieza, y así, lo que tenía que haber marchado como la seda se torció por completo.
Fábrica de Navahonda
Béjar
Cuando se dice de alguien que va a contrapelo, o a contracorriente, que es lo mismo, es que va al revés de cómo lo hacen los demás. Proviene del argot textil, donde se dice que en una percha (máquina de acabado para sacar pelo a un tejido) trabaja a contrapelo cuando sus púas están trabajando contra la inclinación o dirección natural del pelo. A veces oímos que alguien es delgado y tieso como un huso, haciéndonos enseguida idea de cómo es el individuo en cuestión.
Y así podríamos seguir, porque tenemos mucha más tela para cortar. Porque seguro que a usted, querido lector, se le están ocurriendo en este momento muchos otros dichos pertenecientes a la jerga textil que yo no he recogido aquí, unos por desconocimiento y otros porque si hiciera más extenso este artículo estaría abusando de la bondad del editor de este semanario.
No obstante les hago una propuesta. Si me hacen llegar más dichos de este tipo por correo electrónico, o dándomelos a mí, o dejándolos en la Redacción de Béjar en Madrid, les prometo que intentaré hacer una segunda parte de este artículo.
Menuda coleccion de terminos textiles esta reuniendo usteed, madame. Fijese lo importante de la labor, que tantas veces se tenía en mente a la hora de expresarse.
ResponderEliminarMuy interesantes estas curiosidades que nos ofrece.
Bisous
Me ha encantado, Carmen.
ResponderEliminarHe disfrutado mucho con este artículo tuyo dividido en dos partes que parecen pedir una tercera. Muy bueno. No has dado puntadas sin nudo y has tirado del hilo del tema con gran acierto.
Lo dicho, estupendo.
Yo, por mi parte, tras "plegar", mañana empiezo mis vacaciones.
Dicen que el témino "plegar" como sinónimo de terminar el trabajo también deriva de las tiendas catalanas de telas donde, al término de la jornada, tenían que plegar todos los paños y telas que habían ofrecido para su venta.
Un abrazo.
Buenas noches.
Caramba!
ResponderEliminarMe acabo de dar cuenta que el artículo en cuestión no es tuyo sino de un tal Javier Sánchez.
Bueno, en cualquier caso, traslada mis palabras al autor. Jejeje
Buenas noches de nuevo, Carmen.
Fino muy fino ha hilado el autor de este artìculo.La mayorìa de estas frases yo creo que son de dominio popular,pero quizàs màs de uno al leer este artìculo incorporarà alguna frasecilla a su lenguaje cotidiano,puès son verdaderas joyas para definir hechos de plena actualidad.Besos.
ResponderEliminarMadame Minuet: y ya ve que su autor les emplaza en su correo electrónico para que aporten nuevas sugerencias, amenazando con escribir más partes...
ResponderEliminarBesos
Enrique: pues sí, es de Javier R. Sánchez, que tiene mucho que contarnos a cerca del textil y su Historia (no en vano es catedrático de Ingeniería Textil en la Escuela de Ingenieros de Béjar). Junto a su nombre, en la columna de colaboradores, he colocado su dirección de correo para que le escribais si quereis saber más o sugerirle algo.
ResponderEliminarBuenas vaciones Enrique, te esperamos. Un beso
Vaya, pues esa interpretación de plegar que da "un tal Enrique" no la conocía.
ResponderEliminarGracias por apostillar mi artículo, a él y a los demás. Y, por favor, si me queréis hacer llegar más frases textiles que conozcáis, bien con comentarios aquí o bien a mi e-mail (está puesto al lado de mi nombre en la lista de colaboradores del Blog) os lo agradezco.
Fdo: Javier R. Sánchez
Juana María: parece un artículo digno del libro aquél de "El dardo en la palabra" o algo similar, ¿verdad? Pero más nuestro, por la cercanía del tema, y del autor, bejarano y conocido por todos.
ResponderEliminarA pesar de ello, tienes razón en que es un tema extensivo al castellano y a otras regiones españolas.
Besos (nos vemos de caminata o en otro concierto, ¿te parece?)
Esta segunda parte es enriquecedora . He disfrutado y he reído al leer estos términos con ese gracioso doble sentido .Felicidades
ResponderEliminarY ahora.......yo me pregunto , de todas esas personas que nos comentas ¿ vamos a sacarles el patrón ? ¿como son ?,¿a que se dedican? ,¿cuales son sus medidas ? , en general su vida .....
Si tuviésemos que sacarle medidas a todas las formas de vida ,nos faltaría cinta métrica.
Un besazo amiga mía .
Loli Martínez: creo que es imposible medir las vidas, las formas de vida y a las personas. Porque podmos medirles el físico, el exterior, pero nada más. Ni los sentimientos, ni sus experiencias, ni sus problemas.
ResponderEliminarBesazos
Has "hilado" muy bien tus ejemplos, querida amiga, se nota que dominas la jerga textil y su aplicación a la vida cotidiana. Me gustan estas expresiones tan entrañables y tan certeras para expresar las situaciones más diversas. Me encanta que las agrupes y nos hagas darnos cuenta de cuántas hay y qué variadas son. Besitos, querida amiga.
ResponderEliminarIsabel Romana: méritos los de Javier, que es el autor de este curioso compendio de la lengua. Le felicito de tu parte.
ResponderEliminarUn besazo
¡Qué curiosas son estas expresiones! Las utilizamos tan a menudo que ni nos paramos a pensar de dónde vienen aunque nos parezcan extrañas si nos ponemos a analizarlas. Yo, al menos, no tenía ni idea de su origen. Un besito!
ResponderEliminarHola moza
ResponderEliminarque me dicen "pa aquí" que te conocen , jejejje
pues nada encantado de conocerte a través de Pilar,
como siempre un buen trabajo.
Ostris no sabia qu eejercias de periodista, yo me fui a la retaguardia ya sabes, (es que el periodismo, periodismo es "pa" solteros)
saludos
las fotos tiene unas motas de polvo que saben a rancio y antiguo, a tiempos que se fueron!
ResponderEliminarSaludos y un beso!
Ana Trigo: pues la verdad, yo tampoco me había fijado en ellas (hasta que leí el artículo de Javier, jjeje)
ResponderEliminarBesitos
Cuentosbrujos: pues ya me habeis pillado y encantada yo también de conoceros a ambos (ya te tocará el turno, no te preocupes, de verme en vivo y en directo).
ResponderEliminarPues no me dedico al periodismo, pero es que como escribo en el Béjar en Madrid artículos de Historia (ya lo ves) pues a veces me mandan a hacer alguna cosilla cuando los verdaderos profesionales no pueden. Pero no soy periodista, ¡Dios me libre (y sin ánimo de ofender)!
Bueno un beso para el brujo y otro para el Mar
La sonrisa de Hiperión: has dado en el clavo! Béjar es así, estancada en su pasado y a la vez negándolo apasionadamente. Una pura contradicción, vamos.
ResponderEliminarUn saludo