Autora: Carmen Cascón Matas
Ya tratamos en este blog la vida de dos personajes bejaranos, abueno y nieto, Francisco y Antonio Pizarro y Pedraza. De ese artículo intentaré hacer un resumen para refrescar memorias y centrarnos en un poema que no tiene desperdicio.
Ya tratamos en este blog la vida de dos personajes bejaranos, abueno y nieto, Francisco y Antonio Pizarro y Pedraza. De ese artículo intentaré hacer un resumen para refrescar memorias y centrarnos en un poema que no tiene desperdicio.
El primero, oriundo de Gibraleón y perteneciente al estado de los hijosdalgo, viene a Béjar a finales del siglo XVII, más o menos a partir de 1679. Poseedor de multitud de propiedades entre las que se encontraban huertas, viñas o molinos, desempeñó cargos de importancia en el consistorio, como teniente de corregidor o alcalde del estado de los hijosdalgo. Matrimonió en segundas nupcias con una mujer de familia hidalga bejarana, quizás con la intención de enraizar más firmemente su supremacía económica y social sobre la villa (aunque nunca sin presentar batalla de poder sobre su señor natural, el duque). Se llamaba Ana López Dávila del Castillo y descendía del mismo tronco familiar que el canónigo de Plasencia Bartolomé López Dávila. Un hermano de ésta, Manuel, también casaría con un miembro del linaje de los Pizarro, María, hermana de Francisco.
De su enlace nacieron numerosos hijos, cuyo desglose ya fue realizado en el artículo que mencionamos. Nos interesa la figura de Juan Vicente que marchó pronto a Gibraleón y casó allí con María Camacho. Uno de los frutos de su matrimonio fue Antonio Pizarro y Pedraza, quien a la muerte de su abuelo hereda toda su hacienda, posesiones y mayorazgo.
El nieto mantendrá el poder omnímodo de su abuelo, pues fue nombrado Regidor Perpetuo de la Villa y Regidor de la Casa y Corte del Duque de Béjar. Viene a la villa en 1723 y pronto contrae nupcias con Rosalía Vélez Suárez natural de Alcántara, de igual nobleza y posición. Tuvieron también numerosa descendencia, entre los que se encuentran abadesas de conventos, militares y frailes. No fue el único matrimonio de Antonio pues éste llegaría a casarse 3 veces antes de fallecer en 1788.
De esta familia se recuerda en Béjar sólo el nombre de unos portales situados en la Plazuela del antiguo convento de la Piedad. Efectivamente, Francisco alzó en el solar de las casas fronteros al convento su palacio, una residencia que podía rivalizar perfectamente con las casas de un noble de alta cuna de la Edad Moderna y las dotó de unos bellos soportales donde sus criados podían refugiarse en tiempos de inclemente lluvia. Sus vecinos, andando el tiempo, le imitarían continuando la hermosa arquería antes comenzada. La casa-palacio de los Pizarro estaba regentada por una minicorte de servidores digna de su posición social y económica. Contaba con caballerizas, capilla privada y suntuosos salones.
Portales de Pizarro
Sus grandiosos ingresos provenían de la gran cantidad de cabezas de ganado lanar que pastaban en sus extensas dehesas extremeñas, imprescindibles para el desarrollo manufacturero textil que se estaba produciendo en la Villa. Se contabilizan en su fortuna 2.000 cabezas de ganado lanar y 100 de caprino, entre otras, 6 casas en Béjar, un molino y una prensa en propiedad.
Antonio Pizarro y Pedraza debió también ser un mecenas de las artes, o al menos debió de proteger con mayor o menor fortuna con literatos de su época. Uno de ellos, Juan Bautista de la Calle, le dedicó estos versos en 1761.
Dedícase
Al muy noble señor, mi señor
El señor don Antonio Pizarro y Pedraza,
Regidor Perpetuo de la
Villa de Béjar
Soneto
A su mecenas
Debaxo de tu Escudo me he acogid-,
O de tus Armas acudo al sagrado,
No ignorante que había de ser tratado
A imitación de el Padre de que he sido
No dudo ya que Zoilo huirá corrido
Temiendo Protector tan realzad-,
O tendrá que llevar por de contado
No menos que
Su buen merecido
I si con todo se hiciere atrevido,
O no repara a quien me he resguardado,
Pizarro es quien me tiene por ahijado
I PADRE DE LA PATRIA es, y ha sido.
Zierra tu labio Zoilo embrabecido
AL PADRE DE LA PATRIA, quien ha dado
Realce a su origen embidiado.
¡Oh! Dios quiera
se eternice como pido.
Juan Bautista de la Calle fue un erudito de mediados del siglo XVIII que ejerció su profesión de médico y cirujano de Candelario.
BIBLIOGRAFÍA:
CASCÓN MATAS, MªC: Personajes bejaranos de la Edad Moderna : Francisco y Antonio Pizarro. Béjar en Madrid, nºs 4462 y 4463. Septiembre de 2007.
CASCÓN MATAS, Mª C: El carruaje de Antonio Pizarro y Pedraza. Béjar en Madrid, nº 4.556. 10 de Julio de 2009.
GARCÍA MARTÍN, P: Béjar, 1753 según las Respuestas Generales del Castastro de Ensenada. Madrid, Tabapress, 1990.
VVAA: Libro de Fiestas y Ferias de Béjar. Septiembre de 1989.
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La verdad que hoy en día versos de este tipo nos producen una reacción risueña... Me han traído a la memoria a los narcos mejicanos que se hacen escribir corridos.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmen
Suena un poco a peloteo, pero eso demuestra que realmente debio de ser un buen mecenas, al que muchos artistas debian su apoyo.
ResponderEliminarQue excesivo es monsieur Xibeliuss a veces, jiji. No sé dónde va por las cosas. Mire que ir a parar a los narcos mexicanos!
Buenas noches, madame
Bisous
Carmen, la vida de estos hombres realata el inicio de una nueva época. El fin del predominio social de la gran nobleza que tuvo lugar durante los Austrias y el advenimiento de la burguesìa, es decir, de hombres que, aunque algunos pertenecientes a la baja nobleza, dedicaron su vida al comercio o las artes mecànicas y que constituirìan el inicio de los nuevos hombres fuertes y gobernantes de la Monarquìa de los Borbones.
ResponderEliminarUn saludo.
Típico personaje que se acoge a la protección de un adinerado mecenas.
ResponderEliminarTengo un par de dudas:
El tal "Zoilo" que nombra en el poema. ¿Es un recurso poético? ¿Es alguien real? No parece tenerle mucha simpatía el autor.
¿El octavo verso es así? En una primera visión parece de pie quebrado, luego da la sensación de que faltan palabras... ¿Se han suprimido? ¿Se han borrado?
Un saludo.
No se si andarían los artistas de la época muy sobrados de mecenas, con lo cual agasajarlos de vez en cuando con dedicatorias, sinceras o no, sería obligado por agradecimiento o al menos por asegurar el trabajo.Sea como fuere el arte creo que le debe mucho a todos estos mecenas sin los cuales muchos artistas no hubiesen producido muchas de sus obras.
ResponderEliminarUn besito.
Que bien vivían los nobles en sus sencillas casitas.... yo creo que me podría acostumbrar a vivir así...
ResponderEliminarCarmen, soy J. Félix... Sabías que hay un tratado impreso de este médico de Candelario dedicado a Antonio Pizarro con un magnífico escudo grabado de la familia Pizarro?. Yo solo he visto un ejemplar. Intenté que lo comprasen para el Archivo Municipal, pero no me hicieron caso. Ya sabes... No he localizado ningún ejemplar en ninguna biblioteca histórica, ni siquiera en Salamanca, donde se imprimió el libro en 1761. Este ejemplar está a la venta. Ponte en contacto conmigo y te cuento más...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el poema, divertido y ocurrente para agradecer el apoyo prestado.
ResponderEliminarEn muchas ocasiones los mecenas han sido necesarios para que los artistas salieran adelante.
Las fotos, estupendas.
Un abrazo Carmen
Otro maravilloso paseo el que nos has dado por la historia humana, arquitectónica, y si me apuras, incluso literaria, podríamos decir, de Béjar...
ResponderEliminarMuy interesante la historia de los Pizarro y Pedraza... Por cierto, el Gibraleón del que hablas es el de toda la vida, ¿no?, ¿el onubense? La de veces que he pasado yo por ese pueblo camino de Islantilla... Este mundo es un pañuelo...
En fin, qué belleza la de esos soportales y la de la casa-palacio de la familia... Deliciosa la galería acristalada que la corona, asimismo...
Carmen, se te ha echado de menos en los últimos tiempos. Supongo que has estado muy ocupada, como ha sido mi caso, sin ir más lejos...
Que tengas una muy feliz velada, y un mejor, si cabe, arranque de fin de semana...
Un abrazo.
Sábado y paseando por tus cosillas.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo enorme.
Buen poema, tengo un montón de fotos del estilo de vuestra portada. Por cierto, excelente frase la de la ignorancia.
ResponderEliminarUn abrazo desde los mares de Extremadura.
Xibelius: algún favor debería Juan Bautista de la Calle a Antonio Pizarro o todo era cuento para que le financiara sus negocios o su talento artístico. Ya se sabe que el que tiene padrinos se bautiza, ¿no? Yo si hubiera vvido en el siglo XVIII en Béjar quizás me hubiese buscado el mismo mecenas, dado que el duque no solía asomarse mucho por aquí.
ResponderEliminarUn saludo
Madame Minuet: lo que le decía a Xibelius, madame. Yo no sé si sería un buen mecenas (no tengo muchos datos para poder saberlo) o si tendría gusto artístico. Lo que sí sé que es que siempre la nobleza de la Edad Moderna financiaba el arte en todas sus manifestaciones, signo inequívoco de su poder económico o político.
ResponderEliminarSí, jeje. Sin embargo, me gusta el símil...
Un besito madame
Carlos II: pues ese proceso que tan bien describes se puede apreciar perfectamente en Béjar. Cómo a rpincipios del siglo XVIII la baja nobleza aún dominaba el poder político, social y económico, para poco a poco ser desbancados en todos los sentidos por la burguesía incipiente que surge al calor de las manufacturas textiles. Tanto es así que incluso esta nueva clase social se impondrá sobre el propio duque de Béjar, perdiendo éste el monopolio del tinte en su favor. En la segunda mitad del siglo XVIII, además, se produce un hecho insólito: los cargos del consistorio vinculados a la nobleza va cayendo en manos de la burguesía porque no hay miembros de la nobleza suficientes.
ResponderEliminarPero esa es otra historia...
Un beso
Cayetano: pues no tengo ni idea de quién puede ser Zoilo. Parece un mecenas que Juan Bautista de la Calle tuvo anteriormente y que no le fue tan satisfactorio como Antonio Pizarro y Pedraza. Con estos versos, si esta hipótesis es correcta, ensalzaría a su actual mentor y ridiculizaría al anterior.
ResponderEliminarEn cuanto a los versos, la fuente de la cual los tomo los reproduce de esta forma. No sé si realmente puede ser un error de la fuente original, de la versión que tengo o del porpio autor.
Muchas gracias por tus apreciaciones.
Un saludo
Juana María: es que, lo queramos o no, el arte es una forma de vida y una profesión en aquella época (ahora son pocos los que pueden permitirse el lujo de vivir a costa de su talento, suele compatibilizarse con otras actividades profesionales).
ResponderEliminarUn besito
José Lui de la Mata: ¡Toma y yo! Sobre todo con los contrastes sociales y económicos de aquella época...Pero te recuerdo que ellos tampoco tenían agua corriente, ni medidas higiénicas y pocos recursos sanitarios...
ResponderEliminarUn beso
Juan Félix: bienvenido a las sección de comentarios del blog (sé que lo sigues pero a veces, si se tiene poco tiempo, es complicado comentar)
ResponderEliminarSí, me acuedo que me lo comentastes un día, que habías visto el libro y el escudo de los Pizarro. Qué pena que el ayuntamiento no se interese en adquirir libros de importancia para la Historia de Béjar. Pero, en fin, qué le vamos a hacer.
Muchas gracias por tus puntualizaciones. Ya sabes que este blog es tu casa y puedes pasarte cuando quieras.
Un saludo
Carmensabes: el arte siempre va vinculado a los mecenas y a los compradores, ahora y antes, exceptuando los genios que expresaban sus sentimientos a contracorriente (aunque ya sabemos que la mayoría murieron en la pobreza. Véase Van Gogh)
ResponderEliminarUn besito y feliz fin de semana
Jose: Gibraleón era una de las posesiones del duque de Béjar, una más de las repartidas por todo el territorio. De ahí vino Antonio Pizarro y Pedraza, pero sus orígenes venían de Trujillo, la de los conquistadores. No sé si tendrían algo que ver con el conquistador del imperio Inca, pero es probable.
ResponderEliminarSu linaje de hidalgos se vinculó al duque de Béjar cuando éste era señor de Trujillo y sus miembros fueron enviados a distintas posesiones como funcionariado ducal. Así podemos rastrear a contadores, oficiales de tesorería, etc en distintos dominios como Béjar, Gibraleón o Trujillo.
La verdad es que últimamente estoy un poco liada, sí, y a veces no puedo pasarme por vuestros blogs como desearía.
Un besito
La sonrisa de Hiperión: las cosillas están a tu disposición en este mundo virtual de internet, ejej.
ResponderEliminarUn besete
Mimí: es que los Pizarro vienen de Trujillo, por lo que este estilo de soportales se pueden rastrear en toda Extremadura.
ResponderEliminarUn besito