Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.630 (10/XII/2010)
En 1874 se le nombra Secretario de la Comandancia de Marina del Norte con la misión de participar en las grandes maniobras de estrategia en las grandes operaciones de la escuadra contra el ejército carlista, aún no derrotado. El 18 de marzo de 1874, ya en tierra, tuvo el privilegio de conferenciar con el general Serrano y el comandante Topete, Ministro de Marina, para lo cual se vio precisado a caminar varias leguas a caballo y a pie bajo fuego enemigo. El 2 de mayo los carlistas rindieron el sitio de Bilbao y don Tomás trasladó en su buque “Buenaventura” al general Serrano. El 2 de noviembre es nombrado comandante de la goleta “Caridad” y se le encarga el transporte del cadáver del infante don Sebastián de Borbón, que había luchado en el bando carlista, desde Bayona.
Entre 1876 y 1878 se embarca hacia Cuba con el grado de Teniente de Navío de 1ª Clase y Teniente Coronel de Infantería de Marina, ascenso que se le otorgó por sus servicios prestados en la escuadra del Cantábrico, como vimos anteriormente. A su vuelta lo hará ya con el grado de Coronel del Ejército concedido el 18 de febrero de 1878. Su misión en la isla se centrará en la neutralización de la revolución cubana que culminará con la firma de la Paz de Zanjón de 1878. Don Tomás llevaría en más de una ocasión en su nave al General Martínez Campos y a sus tropas, combatiría de manera directa a los rebeldes y organizaría las escuadras para el ataque. El día 30 de junio de 1877, mientras se estaba produciendo su matrimonio por poderes en España, él se encontraba en una expedición de enfrentamiento y castigo al enemigo. A su vuelta sería condecorado con la Cruz del Mérito Naval de 3ª Clase con distintivo rojo.
El marino bejarano conoció con cuarenta años en una de sus estancias peninsulares entre embarque y embarque, a la gaditana de familia de marinos Mª de los Milagros Vernacci Moreau, casándose en 1878 y teniendo un hijo, Tomás, que murió en la niñez. Siempre llevaba actualizado un diario, como todo buen surcador de los mares, y en él apuntaba destinos, peligros, lugares y pensamientos. Parece ser que nunca tuvo deseos de inmiscuirse en asuntos políticos.
Después de solo cuatro meses de descanso, don Tomás sería destinado de nuevo a Filipinas en 1879. Sin embargo, ya no navegaba solo, pues su mujer le acompañaba con la intención de poner casa en Manila. Ahora al mando como comandante de de la corbeta “María de Molina” y nombrado Ayudante mayor del arsenal de Cavite, además de Capitán de Fragata, visitará Corea, China y Japón fondeando en los principales puertos. Tras un año sin tener noticias de él, su esposa inició un peligroso viaje de búsqueda en un barco inglés con destino a Pekín desde Manila en 1880. Debido a una fuerte tormenta el capitán del navío precisó a atar a la dama a uno de los mástiles, pero, a pesar de estas aventuras, Mª de los Milagros llegó a buen puerto y su objetivo se vio cumplido. El 22 de enero de 1882 Tomás Olleros Mansilla con su fragata “María de Molina”, dos compañías de infantería de Marina y el cañonero “Panay” tomó posesión en nombre de España de las islas Tawi Tawi en Borneo, construyendo varias fortificaciones.
Al finalizar la misión, se trasladó a Béjar con el objetivo de ver a sus parientes y amigos. Le acompañaba su hermano Anselmo Olleros Mansilla, militar del Estado Mayor del Ejército, y su equipaje iba plagado de regalos exóticos.
En 1884 volvió al mar destinado a la Comandancia de Marina y Capitanía del puerto de Ilo-Ilo en la isla de Panay (Filipinas). En 1886 regresa a Madrid para no volver a embarcar. De sus 47 años, 33 vieron surcar océanos, mares, tierras, razas, religiones y lenguas. A partir es este momento, quedará a las órdenes del Ministro de Marina por sus conocimientos administrativos y organizativos. Pasa de cargo en cargo, siempre valorándose su amplia experiencia: Oficial de 1º y Director de Personal del ministerio, Vocal de la Comisión de la Conmemoración del Cuarto Centenario del Descubrimiento de América, miembro de la Comisión Mixta de Guerra y Marina. En 1889 asciende a Capitán de Navío y en 1890 se le nombra Secretario del Consejo Superior de la Marina.
Tomás Olleros Mansilla
Se dice que es por entonces, llevando una vida sosegada, cuando hace sus pinitos en pintura, dibujo y poesía. Con él, ya trasladada su casa desde Manila, su fiel esposa Mª de los Milagros y su mascota, una mona traída desde Filipinas que pasean por las calles de Madrid atada a una cuerda, como si de un perrillo se tratara.
El 3 de septiembre de 1890 moría don Tomás en Madrid de una “pulmonía infecciosa” a los 52 años. Milagros decidió ingresar en el monasterio de la Visitación de Santa María de Madrid (Salesas) en 1893 hasta el final de sus días en 1907.
BIBLIOGRAFÍA:
OLLEROS DE EIRIS, M.: “Tomás Olleros Mansilla”. Edición no venal y reducida.
AGERO TEIXIDOR, R.: “Un marino bejarano”. Béjar en Madrid, 1967.
SÁNCHEZ PASO, J.A.: “Bejaranos en el Diccionario biográfico español”. Especial Béjar en Madrid, 2009, nº 4.580.
Su vida no fue muy larga, pero sí intensa, y la vivió como le gustó vivirla.
ResponderEliminarUf, viajó más que yo!
Debía de ser curioso verlo pasear con el monito de la correa. La gente lo vería asombrada.
Bueno, madame, ya estamos de regreso tras el viaje.
Feliz comienzo de semana
Bisous
Murio joven el pobre -relativamente- despues de superar mil batallas y de una simple y ordinaria enfermedad. Se podria hacer una pelicula o una serie de la vida de este hombre.
ResponderEliminarLo que no me ha quedado claro doña Carmen, es el final del viaje que inicia su esposa para encontrarle despues de estar esté desaparecido. Lo he leido dos veces pero hay como una laguna y no me queda claro.
Saludos afectuosos
Pero ¿porqué ataron a su mujer al palo mayor? ¿Para que no se la llevara la tormenta?
ResponderEliminarY curiosa también debía de ser la imagen de un monito como animal de compañía, en un Madrid de esa época.
Aunque es triste morir joven y de una enfermedad como esa , que ni siquiera una mísera tormenta había podido con el...
Muy buena la Historia, Carmen¡
Que vida, la de este hombre.
ResponderEliminarLàstima que muriò joven!!
lo de atar la mujer al màstil, es increìble.
Un abrazo.
Una vida muy ajetreada por lo que veo, nada aburrida. Mira que tener que atar a su mujer a un mástil del barco. Según veo no fue por nada malo ni para que no la hechizaran las sirenas, sino que lo hizo por su bien. Jejeje. Tremendo. Y lo de llevar por Madrid al monito atado a la cuerda no tiene desperdicio. Es lo que tiene ir al extranjero, que luego viene uno con cada moda...
ResponderEliminarUn saludo.
Era en el XIX relativamente frecuente el tener monos como animales domésticos. No deja de ser una actitud casi extravagante el detalle de sus paseos por Madrid con el animal.
ResponderEliminarLa existencia de este personaje es apasionante.
Saludos.
Que vida tan azarosa la de este bejerano. Me he quedado "anonadado" (palabra cursi donde las haya) con lo de las Tawi Tawi, y no he podido por más que ir a investigar en la Wiki sobre ellas y me ha sorprendido que es uno de los pocos lugares de las Filipinas donde todavía se habla castellano criollo.
ResponderEliminarUna buena historia la de este marino.
Saludos, Carmen
Muy decimonónica y atreactiva la historia, si señor. Y qué fue de sus bienes?lego algo a Béjar o al Castañar? o lo donó todo su mujer a las Salesas? Y sus pinturas y poesías?
ResponderEliminarUn abrazo
A mi me gustaría una vida así, intensa hasta el final.
ResponderEliminarPosiblemente la pulmonía infecciosa haya sido tuberculosis...
Saludos Carmen
He perdído la cuenta de los méritos, honores y condecoraciones todos bien merecidos sin duda.
ResponderEliminarUna vida muy singular, D Tomás viajó mucho y en condiciones que debían de ser dificiles, debío de ser un hombre de esos que apetece conocer porque su vida es intensa y rica.
Me llamó la atención la misión de llevar el cadaver del infante Don Sebastián y lo valiente que fue su mujer, atada a un mástil (my good) y, cómo no, esa imagen tan exótica de los paseos con la mona.
Besos.
Coincido con Madame: su vida no fue larga, pero debió parecerse bastante a la que buscaba. Incluso murió antes de la pérdida definitiva de Cuba y Filipinas, que supongo le hubiera afectado profundamente.
ResponderEliminarQué biografías las de estos marinos.
Saludos, Carmen
Aunque murió joven, vivió una vida intensa. Interesante personaje.
ResponderEliminarSaludos
Si ya dije en el anterior capítulo lo interesante que me ha parecido la vida de este marino bejarano, y leyendo la entrada de hoy lo confirmo, pero no es de él de quien quiero decir algo sino de su esposa, de la que se puede decir mucho con sólo dos palabra: ¡Qué mujer!
ResponderEliminarUn abrazo, Carmen.
Una vida corta, para lo que es la actual esperanza de vida hoy, pero una vida muy intensa y una gran carrera militar de un marino de tierra adentro.
ResponderEliminarUna vida muy intensa!
ResponderEliminarSu carrera militar fue ascendiendo muy rapida y su historia es genial.
Besos
Tomás si que llevó el nombre de Béjar allende los mares!!
ResponderEliminarMurió joven pero vivió la vida que le gustaba...y su mujer "los tenía bien puestos".
He viajado en un segundo hasta Tawi Tawi :)) y aparte de su idioma el Sama, se habla aún el criollo español:chabacano.
Si algún día vamos allí :( nos entenderan perfectamente.
Una entrada muy interesante Carmen.
Un beso
Tiene una novela, desde luego. Impresionante lo de las Tawi Tawi y lo de la pobre mujer atada al palo del barco para que no se la llevara el vendaval...Era una "ulysea", jeje...
ResponderEliminarUn beso, Carment
Impresionante Carmen el resumen que nos has hecho de su vida, me ha encantado, novelesca al cien por cien, es lo que tiene este s. XIX que tan mal acabaría para España, tenías la aventura asegurada en cualquier viaje.
ResponderEliminarCéntrate en algún episodio más de su vida y nos lo cuentas detalladamente cuando tengas tiempo y ganas, por que es apasionante.
Un cordial saludo.
Un gran aventurero, que cruzó todos los mares y estuvo en todas las colonias españolas de la época y encima guerreando contra los carlistas y los rebeldes cubanos.
ResponderEliminarMurió joven pero cubierto de gloria y cosas que contar.
Un beso.
PD: qué tal el artículo de don Juan Manuel?
Vida intensa y ajetreada, Cuba, Filipinas... y un final poco épico (pulmonía) y su mujer en un convento. Cordiales saludos, Carmen y feliz semana.
ResponderEliminarUna muy detallada historia, de una vida intensa. Me ha llevado a seguir profundizando en la misma, pues hace años tuve la oportunidad en Bilbao de hablar con familiares muy lejanos sobre el carlismo y bueno, aunque cada uno planteaba su visión, fue una experiencia poder compartir sus charlas y vivencias (señoras y señores cercanos a los 100 años en aquel momento)
ResponderEliminarTe deseo una semana genial,
Antonio
Ajetreada la vida de este marino, no tuvo tiempo de aburrirse.
ResponderEliminarun saludo.
Tensa e intensa vida, sí señor, la de este Buen Hombre, guerrero y aventurero. Y yo... mirando por la ventana la lluvia alumbrada de sol en los confines de marzo en los Madriles.
ResponderEliminarSaludos blogueros
Una vida sin duda intensa y al final recompensada con un retiro digno. Completito el señor que además pintaba y escribía poesía. Me gusta su mascota :)
ResponderEliminarY la mujer al final en un convento que aún se estilaba ese retiro.
A ver si subes algo hecho por el, un cuadro, o una poesia. Me ha entrado el gusanillo.
Un beso
La Dame Masquée: sí, sí. Yo creo que viajó más que mucha gente. En cuanto al mono creo que hoy día hubiese pasado desapercibido con la cantidad de mascotas variadas que paseamos por ahí. Imagino cuando don Tomás llegase a la parroquia de San Antón a bendecir a la mona el día del santo... ¡Qué barullo!
ResponderEliminarBienvenida y un besazo
Lorenzo: la verdad es que tiene usted razón. La vida de este hombre he tenido que resumirla muchísimo y sólo he podido tener como libro de cabecera una biografía que realizó un descendiente suyo. Por ello quizás he pecado de cortedad y vaguedad en muchos datos. Su mujer llegó a encontrarle después del viaje azaroso con tormenta y atado al mástil del barco al estilo de Ulises.
ResponderEliminarSaludos
Javier Peralta: a su mujer la ataron al mástil del barco para que no la perdieran en mitad de la tormenta, no porque sucumbiera ante el ataque de los sirenos como Ulises, jejeje. Cosas de la época. Actitudes extrañas las de los marinos de entonces.
ResponderEliminarUn abrazo
Gaucho: es que la vida de este hombre es totalmente increíble.
ResponderEliminarSaludos
Cayetano: ahora ya no nos asustamos de nada porque el que no tiene una pitón en su casa tiene un cocodrilo y el que no una mofeta, jajaja
ResponderEliminarBesos
Retablo de la Vida Antigua: me le imagino por El Retiro paseando al monito. Debían poner unas caras los paseantes de padre y muy señor mío.
ResponderEliminarSaludos
Dissortat: muy buen dato éste que nos revelas. Es curioso que todavía queden lugares casi perdidos en el mundo. ¿Se acordarán los habitantes de Tawi Tawi de don Tomás? ¿Le tendrán dedicado una calle, una plaza, una placa?
ResponderEliminarSaludos
Agev: la verdad es que no me consta que dejara nada a ninguna insituticón bejarana. De hecho su vida se desconoce por completo. En Béjar no hay libros dedicados a su persona, ni una calle. Sólo me enteré de su existencia a través de un artículo de Paso. Me piqué y encontré una biografía dedicada por un descendiente pero que no estaba a la venta. Quizás legara sus bienes a sus sobrinos. Habría que preguntárselo a ellos y a uss hijos o nietos.
ResponderEliminarBesos
Manuel: tú lo sabrás mejor que yo y mejor que sus contemporáneos. Y es que entonces denominaban de unas formas muy extrañas las enfermedades que hoy tienen nombres y apellidos.
ResponderEliminarSaludos
Wendy: si es que hay detalles de su vida que no son fácilmente olvidables, como los que tú apuntas. La mona, las condecoraciones, su mujer atada al mástil; todo ello es lo que se acaba recordando de don Tomás, además de las heoricas acciones, los viajes y el agua del mar.
ResponderEliminarBesitos
Xibeliuss: seguro que si hubiera vivido le hubiera afectado muchísimo la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, como bien apuntas. Don tomás vivió poco e intensamente, ¿para qué se quiere más? A mí no me importaría nada.
ResponderEliminarSaludos
Antorelo: a ver si alguien se anima y escribe una biografía anovelada de su vida.
ResponderEliminarSaludos
Desde la terraza: creo que su mujer estaba hecha de la misma pasta que él. No en vano provenía de una familia de marinos gaditanos. Ni la distancia, ni los peligros la hicieron desistir de marchar a su encuentro.
ResponderEliminarSaludos
Francisco: y tan de tierra. Yo diría un marino serrano, si es que esto, de entrada, no es una incongruencia que creo que sí, jejeej
ResponderEliminarUn abrazo
Mª Ángeles y Jose: gracias por comentar.
ResponderEliminarUn saludo
Laura M.: oye, ¿qué te parece si nos hacemos un viajecito allí como embajadoras bejaranas? Lo mismo nos ponen collares de flores en el cuello al estilo de la peli "Motín a bordo". ¿Te imaginas?
ResponderEliminarBesos
Alamalaire: así parece. Lo mismo temían que la encantaran los sirenos del Pacífico o del ïndico.
ResponderEliminarBesos
Eduardo de Vicente: tendré en cuenta tu propuesta a pesar de que hay muy poca bibliografía alrededor de la figura de don Tomás. Me lo apunto y lo tengo en cuenta.
ResponderEliminarGracias por la propuesta. Saludos
Carolus: el artículo sigue y sigue como las pilas de Duracell, no te preocupes. En cuanto tenga un borrador te lo envío sin demora.
ResponderEliminarUn beso
Paco Hidalgo: sí, vaya vida. Intensa y corta.
ResponderEliminarSaludos
Markosy: ¡qué curioso! Yo también tengo familia en el País Vasco, pero han llegado hace relativamente poco y no me han hablado nada del carlismo. Sin embargo, mi padre sí me comentaba que tenáimos familia vasca de finales del siglo XIX y que ellos eran carlistas.
ResponderEliminarSaludos
El tejón: una vida muy ajetreada, sí. No me importaría haberla vivido.
ResponderEliminarSaludos
Jose Antonio: tú en Madrid y yo en Béjar con el mismo panorama: lluvia, lluvia y lluvia. A ver si viene la primavera de verdad.
ResponderEliminarSaludos
Katy: pues me parece que va a ser difícl porque no sé si toda la herencia la recibió algún sobrino o algún hermano. Habrá que investigar o nos lo dirá algún descendiente que lea este comentario.
ResponderEliminarBesitos
Su vida fue corta pero intensísima, eso es vivir y lo demás sobrevivir yo creo.
ResponderEliminarMuy curisosa la historia y las vicisitudes que hubo de superar junto a su mujer y su mona... Me ha encantado leerte amiga.
Carmensabes: sí, eso es lo que hacemos la mayoría de los mortales, sobrevivir o malvivir.
ResponderEliminarUn besazo y gracias por tu comentario, amiga.
Esperaba con interés la continuación y no me ha defraudado. Una vida intensa, viajando por todo el mundo, y aunque muriera de una enfermedad vivió bastante teniendo en cuenta las situaciones y conflictos que le tocó vivir.
ResponderEliminarMuy buena entrada.
Un saludo.
Menuda vida llevó el buen señor recorriendo el mundo entero a bordo del María de Molina, parece más la vida de un personaje de Julio Verne.
ResponderEliminarHe disfrutado mucho con la aventuras de su paisano.
Un saludo :-)
Valverde de Lucerna: me alegro de que te haya gustado. Vivió una vida intensa sí, a tope, como diríamos hoy en día.
ResponderEliminarSaludos
Pedro de Mingo: un personaje de Julio Verne, de Pérez Reverte o de Patrick O, Brien. Espero que alguine se anime y escriba una novela de su vida.
ResponderEliminarSaludos
Gran historia Carmen. Es el siglo XIX pasado por agua.
ResponderEliminarUn abrazo y adelante con este blog!
Carmen excelente biografía cuantos detalles en los escritos gracias por su visita
ResponderEliminarUn cordial saludo desde…
Abstracción textos y Reflexión.
Carlos Sánchez Reyes: muchas gracias. El blog sguirá en la brecha hasta que los temas se acaben (lo cual es difícil) o yo no tenga tiempo para atenderlo (lo cual también es difícil porque tengo buenos amigos que lo continuarían por mí).
ResponderEliminarGracias por tus comentarios.
Un saludo
José Ramón: dentro de poco continuaré con el asunto biográfico, en este caso un ilustre personaje del pueblo de Navacarros.
ResponderEliminarSaludos
Hola Carmen, yo estoy como Wendy, anonadada, porque no me creo que a la pobre señora la ataran al mástil, qué pasa, que las mujeres vuelan y los marineros llevan contrapeso, je ,je... Bromas a parte, debió vivir unos años en Manila espléndidamente... con los mantones tan bonitos... ¿Dónde vas con mantón de manila....je, je..
ResponderEliminarBss... amiga.
MriCari: y eso que nosotras tenemos un buen contrapeso posterior, ejem, unas más que otras....
ResponderEliminarBromas aparte no te falta razón. Por mantones no sería. ¿Dónde estarán los que se trajera a Madrid en los baúles de los navíos de don Tomás?
Besos
Gracias por la visita Carmen, parece que mientras tu visitabas mi blog yo hacia lo mismo por el tuyo.
ResponderEliminarMis ancestros son todos de la zona de Plasencia, y he estado varias veces en Bejar. Una autentica preciosidad, aunque un poco frío el clíma. Yo vivo en Málaga y se nota la diferencia de temperatura.
Saludos cordiales.
Neuriwomen: vaya homenaje que te ha hecho Docmanuel. No te podrás quejar. Y sí, efectivamente, andaba yo curioseando en tu blog sin comentar nada por cierto porque me gusta pasearme primero por las recomendaciones a ver de qué tratan.
ResponderEliminarY es que el mundo es un pañuelo. Yo aquí escribiendo de Béjar, que nos creeemos cien por cien de Salamanca y en realidad estamos ahí a caballo, tan cerquita, y resulta que tus orígenes están en Plasencia.
Besitos y procuraré entrar en tu blog
Gracias por trasladarme el comentario, has sido muy amable. Por casualidades de la vida también soy licenciada en Geografia e Historia, y todas mis optativas fueron en Arte. Ya que todavía no existia como especialidad en mi universidad. Ya ha llovido desde entonces, y ahora que hay de todas las especialidades lo que faltan son alumnos. Paradojas de la vida.
ResponderEliminarOtro sábado más leyendo tus cosas...
ResponderEliminarSaludos y buen fin de semana.
Neuriwoman: más similitudes entre nosotras. Estaré encantada de poder seguirte y comentar tus cosillas.
ResponderEliminarBesazos
Hiperión: muchas gracias por visitar este espacio.
ResponderEliminarUn saludo