Antonio Avilés Amat
Centro de Estudios Bejaranos
Publicado en Béjar en Madrid, febrero de 2014.
Tanto el título como el
contenido del presente artículo surgieron a raíz de una conversación de varios
miembros del Centro de Estudios Bejaranos, entre los que yo me encontraba, con
el profesor Emiliano Zarza Sánchez,
ganador del recientemente fallado Premio Ciudad de Béjar por su estudio “La
participación del X Duque de Béjar, D. Manuel de Zúñiga, en el sitio de Buda
(1686)”, que próximamente se editará. Se lamentaba el autor del escaso número de trabajos dedicados a la
Casa Ducal bejarana que hasta la fecha existían y del desconocimiento que acerca de los duques que, durante varios siglos
gobernaron la ciudad, imperaba entre los
bejaranos.
Patio del Palacio Ducal.
Fotografía tomada de Béjar Turismo
Y era cierto, aunque con
matices, cuanto afirmaba, pues desde alguna reseña de Nicomedes Martín Mateos sobre el duque motivo de su investigación y
lo publicado por los hermanos Emilio y
Juan Muñoz [1],
varios artículos puntuales sobre
diversos aspectos de algún que otro duque, aparecidos en el anuario Estudios
Bejaranos del CEB [2] o
en otras publicaciones de tipo más divulgativo, como puede ser la Revista
de Ferias y Fiestas editada por la Cámara de Comercio de Béjar [3], o
las referencias y algún artículo en “Pinceladas
de Historia Bejarana” [4], apenas si existen más estudios documentados [5]
y son contadas las biografías de los gobernantes del feudo bejarano.
Confío en no haberme dejado
nada traspapelado y si lo hubiere vayan desde aquí mis disculpas. También es escasa o casi nula la iconografía que de ellos conocemos reduciéndose
esta al grabado de una efigie ecuestre
de D. Manuel de Zúñiga (Amberes, 1683) y al espléndido retrato al óleo del Marqués de Valero, segundón de la
casa ducal, custodiado en el
Ayuntamiento de Béjar, y algún otro. De María Josefa Alonso de Pimentel, última duquesa gobernadora (que antepuso ya el
título de condesa-duquesa de Benavente al de Béjar), antes de la abolición de
los señoríos por las Cortes de Cádiz, casada
con Pedro de Alcántara Téllez Girón, duque de Osuna, existen un retrato
individual y otro con su esposo y los cuatro hijos del matrimonio, pintados
ambos por Francisco de Goya [6] y
conservados en el Museo del Prado.
Doña María Josefa de Pimentel, duquesa de Béjar y Benavente
con su marido, duque de Osuna, y sus hijos.
En cuanto a referencias sobre la genealogía de la familia detentadora del
Ducado desde su constitución, pueden
encontrarse varias sin apenas errores en algunas páginas de internet de fácil
acceso. Y ya puesto a traer citas a colación, no quisiera olvidar el árbol genealógico de la otra familia Zúñiga,
posiblemente menos envarada que la de nuestros duques de quienes adoptara su
apellido, que es la que se inicia en D. Francés de Zúñiga, converso, autor de la Crónica burlesca del Emperador Carlos V, cuando funda mayorazgo, elaborado
por Jerónimo Gómez-Rodulfo Barbero
que, no hace mucho, me envió Óscar
Rivadeneyra. Todo lo anterior, pese a no ser demasiado para una ilustración
minuciosa sobre los que fueran nuestros duques, ya va siendo algo.
En cambio, es evidente el desconocimiento del pueblo
acerca de tan augustas personas que, a lo sumo, alcanza, por lo que frecuentemente
oye –o ve escrito en rótulos o lápidas-, al Duque de Béjar, sin más y por antonomasia; eso sí, asociado a su
prominente palacio, uno de los escasos monumentos del pasado que la ciudad
conserva. O alguna referencia puntual y anecdótica referida a la persona que
actualmente ostenta el título nobiliario, cuando pudo ser suplantada, usando de
su tratamiento y dignidad, por un popular bejarano que se hacía pasar por tal, en
alguna ostentosa recepción.
Continuará
[1] MUÑOZ GARCÍA, Emilio, Historia del Buen Duque Don Manuel de Zúñiga.-
Imprenta Sánchez Guijo, Béjar, 1926; MUÑOZ GARCÍA, Juan, Cronología de los Stúñigas, señores de Béjar, y de los duques, sus
sucesores, en Ofrenda a la Virgen del Castañar, vol. I, pp.35 a 54.- Prensa
Española, Madrid, 1963.
[2]RODRÍGUEZ BRUNO, Miguel, El Ducado de Béjar y de Mandas, Estudios
Bejaranos, núm.1. Béjar, 1994; GARCÍA MARTÍN, Pedro, La epístola de guerra y muerte del duque Don Manuel, Estudios Bejaranos,
núm.2 y 3, Béjar, 1996; ALEGRE CARVAJA, Esther, Béjar como villa ducal; LÓPEZ ÁLVAREZ, Alejandro, “Sunt Opera Parentum”. Solidaridades
familiares, metáforas bíblicas e historias del linaje. Un sermón mexicano por
la Duquesa de Béjar, Estudios Bejaranos, núm.4, Béjar, 2000; MARTÍN
RODRIGO, Ramón, Inventario del Palacio
del Duque de Béjar, Estudios Bejaranos, núm. 15, Béjar, 2011; MUÑOZ
DOMÍNGUEZ, José, Francisco II, arquitecto
remedón. Una aproximación al Duque Francisco de Zúñiga y Sotomayor como entendido
en arquitectura y comitente, Estudios Bejaranos, núm. 16, Béjar, 2012;
AVILÉS AMAT, Antonio y CASCÓN MATAS, Carmen, El Duque Don Juan Manuel y la Guerra de Sucesión en Béjar (1ª
parte), Estudios Bejaranos, núm. 17, Béjar, 2013.
[3] SÁNCHEZ, Antonio, Con la Z de Zúñiga. (Curiosidades sobre el
ducado de Béjar).- Ferias y Fiestas, s. p., Cámara.-Béjar, 2008.
[4]http:ccasconm.blogspot.es.
Su autora Carmen Cascón recoge puntualmente cualquier noticia o reseña
histórica relacionada con Béjar y comarca. Y por supuesto con los duques, como
el trabajo BRAVO MARTÍN, Alberto, y CASCÓN MATAS, Carmen: “El duque fabricante” don Juan Manuel II: breve biografía”.
[5] ROJO VEGA, Anastasio, Documentos sobre los seis primeros duques de
Béjar.-Universidad de Valladolid, 2008.
[6] El primero es un colorista
retrato ejecutado en 1785 cuando la duquesa tendría unos treinta y cinco años;
en el segundo, realizado tres años después, aparece con su consorte, el duque
de Osuna, y los dos hijos y dos hijas del matrimonio.
Lo hemos comentado muchas veces, tanto hablar de los duques de Béjar y no tenemos ni una triste monografía. A ver si el trabajo de Zarza sirve para ir despejando el camino y focalizar sobre los Zúñiga el interés de los investigadores.
ResponderEliminarLa gente se queda muy sorprendida cuando se les comunica que no hay una sola monografía dedicada específicamente a los duques. Queda mucho trabajo por hacer.
EliminarUn saludo
Interesante sería una historia del Ducado de Béjar como institución.
ResponderEliminarSuele pasar que los naturales de un lugar conozcan poco de sus personajes y hechos locales. No es privativo de Béjar. Yo siempre digo que conocen mejor la historia de Madrid , sus edificios y el arte de sus museos -exceptuando los especialistas y estudiosos- los de fuera que vienen a hacer turismo que los de dentro.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues ya ves que el mismo fenómeno ocurre en Béjar. Así no es de extrañar que se dijera en otros tiempos que Béjar carecía de Historia. No es que carezca de ella, es que se desconoce.
EliminarSaludos
Bueno, vamos a disfrutar una vez más de los duques de Béjar en tu blog.
ResponderEliminar¡Salud!
Pues debo decirte abiertamente, Carmen, que en tu blog se ha hablado de ambas familias con una seriedad y documentación histórica que es digna de mención y de ser considerada como estudios de investigación que creo, solicitando las disculpas de posibles errores que puedo cometer con otras personas, que deberían tenerse en cuenta para compilar un completo tratado, hasta el momento, de los Zúñiga. Es posible que realizar un estudio concreto de una parte histórica sea objeto de estudio e incluso premio pero la dedicación y constancia por divulgar los resultados de estudios más generales y asequibles merece el honor de un reconocimiento, aún en el seno de la junta directiva que dirige los diferentes estudios bejaranos.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, querida amiga Carmen.
P.D.: Como sabes, he tenido muchos problemas con los comentarios en los diferentes blogs: no he podido escribir. Ahora, aparentemente solucionado el problema, me aconsejan los técnicos que sólo escriba en la última publicación de los mismos porque podría tener un nuevo error informático. Te he leído pero hasta que no pueda no podré comentarte los post atrasados.
Nadie está libre d elos problemas técnicos, me temo. De vez en cuando el ordenador se pone el huelga y no hay manera de hacer que eche a andar de nuevo.
EliminarUn abrazo y gracias por tus palabras
A la vez que se amplía el conocimiento de la Casa Ducal de Béjar con sus repercusión en todos los campos, esas líneas finales de la suplantación han abierto una rendija a la curiosidad y piden más. Las historias de suplantación son un género en sí mismo, deudoras de la picaresca clásica y sería curioso saber cómo se produjeron en éste caso. Saludos
ResponderEliminarEsta falta de estudios es, por desgracia, general respecto a la aristocracia española de todos los tiempos. Si no se conoce la trayectoria de dichos personajes no se puede comprender la historia española de, al menos, los últimos quinientos años.
ResponderEliminarSaludos.
Ciertamente el problema existe. Salvo honrosas excepciones los bejaranos de a píe somos bastante ignorantes de nuestra historia. Algún dato que otro de carácter puntual, más anecdótico que histórico en casi todas las ocasiones, de modo que bien puede decirse de la mayoría de nosotros que hemos oído campanas, pero no sabemos dónde. Habrá que ponerle remedio.
ResponderEliminarUn abrazo,
Cierto es lo que dices, amigo Miguel, y lo sabes por ser tan bejarano como yo. La anécdota más divertida es esa que dice que sólo hubo un duque a lo largo de los trecientos años de ducado. Pues sí que era este pobre hombre un auténtico Matusalén...
EliminarUn abrazo
Einteresanteconocer a hitoria de nuestra ciudadprimeramente y después ir ampliando el círculo. A veces hay un grandesconocimiento de ella, poreo uo tealabo la labor tan importante que estás llevando a cabo.
ResponderEliminarBesos
Me gustará conocer de tu mano la historia de estos caballeros.
ResponderEliminarSucede lo mismo con las historias precolombinas en Venezuela. Se desconoce prácticamente todo.
Besos Carmen
Es un apellido sonoro y que realmente si no es por ti pasaría sin ser conocido más a fondo. Seguro que tras esta presentación aclararás muchas cuestiones y nos ilustrarás ampliamente. Un placer leetre siempre
ResponderEliminarBss y buena semana
Caray, pues tenía yo la idea que estaba más documentada la historia del ducado... Aunque es cierto que sucede a menudo con los títulos nobiliarios, se habla a nivel popular del "marqués de tal" sin que quede claro de cuál de los que han ostentado el título se habla. Pues hay un bello trabajo por delante para el Centro de Estudios.
ResponderEliminarUn saludo, Carmen
Te refieres al desconocimiento del pueblo y estas cosas suelen ser frecuentes por todos los pagos: el pueblo vive de espalda a su historia y los historiadores son tan celosos de lo suyo que bastante les parece poco.
ResponderEliminarUn beso.
Es curioso porque nunca había pensado en ello, uno da por hecho que todo se ha estudiado, documentado, investigado... Y resulta que no :) casi dan ganas de alegrarse, no? Porque tiene que ser un filón.
ResponderEliminarUn beso
Claro, claro. Lo bueno de la invesdtigación histórica es que nunca puede darse por concluida, para desespero de muchos investigadores y alegría de otros, como es natural.
EliminarUn beso
El desconocimiento era terreno abonado para esas suplantaciones. Tiempos de impostores, que se aprovechaban de que los medios de comunicación no eran aún tan poderosos como para poner constantemente rostro a los personajes, y así se colaban los caraduras en todas partes y se hacían agasajar.
ResponderEliminarFeliz día, madame
Bisous
Vaya también me sorprende, no que la gente, bejaranos incluidos, no conozcan bien la historia de la casa ducal, sino que no se haya estudiado en profudidad por los eruditos. De la casa de Alba o de Infantado, sí se ha hecho. Así que ya es hora.
ResponderEliminarUn saludo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHabrá que estar atentos y leer los entresijos de esta historia.
ResponderEliminarUn beso
Resulta sorprendente que se conozca tan poco. Habrá que estar pendiente.
ResponderEliminarUn saludo.
Precioso ese patio del Palacio Ducal. Si no hay muchos estudios por detrás, habrá gran trabajo por delante que, con seguridad, merecerá la pena. Ánimo en la labor.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarSin duda, lo que publicas ha de tener mayor interés para los bejaranos, lo que no es óbice para que nos documentemos sobre esa ciudad. Veré Béjar con otros ojos.
· Un abrazo
· CR · & · LMA ·