30 de abril de 2014

El castillo de Béjar y otras fortificaciones de su entorno: origen y arquitectura (5ª parte y final)


   
Autor: Roberto Domínguez Blanca

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2013, pp. 71-76.


 Castillos en territorio leonés (II)

     
      Más al oeste, el castillo de Miranda del Castañar (Salamanca) vigila el acceso a la villa a través de la puerta de San Ginés en el punto de defensa más complicado de la muralla, al ser el lugar menos agreste del cerro en el que se establece la población. Una inscripción en la torre del Homenaje nos informa que la obra se comenzó en 1451, siendo conde don Pedro de Stúñiga. Sin embargo, y siguiendo a Álvarez Villar [1], lo cierto es que el castillo tiene elementos anteriores a esa fecha, como es lógico, expresando acertadamente que en esta centuria los castillos no eran tan militares, predominando los detalles superfluos y palaciegos sobre los meramente castrenses, cosas que no parecen darse en Miranda. Así, que estamos ante una reforma del siglo XV sobre un castillo anterior, para algunos autores de principios del siglo XIV. La ausencia de elementos ornamentales, la pobre mampostería en buena parte de su fábrica, la falta de vanos palaciegos, de voladizos en las cornisas (a excepción de los matacanes de la torre del Homenaje) y escaraguaitas, o la carencia de muros en talud en su base, refrendan que en lo esencial el castillo es mucho anterior. 

  Castillo de Miranda del Castañar (Salamanca)


          En planta llama la atención que la torre del Homenaje se alce dentro del recinto, exenta del único recinto amurallado. Éste se configuraba con siete cubos que protegen algunas de las esquinas o la mitad de los lienzos, quedando sólo seis, pues el cubo central del lado se tiró en el pasado siglo. Al menos hasta 1928 se mantenía aún en pie. Los lienzos de los lados este y norte forman un ángulo recto, como queriendo trazar un cuadrado, pero los otros dos lados opuestos avanzan más en profundidad rompiendo la figura regular. Contó con foso, pero como ha pasado en muchos castillos se cegó cuando dejó de ser útil. 

  Castillo de Miranda del Castañar (Salamanca)




Al norte de Miranda está la villa cercada de Monleón (Salamanca), cuya parte más antigua es del siglo XIII. En buena medida, la villa mantiene la muralla que la rodea de la que permanecen tres puertas: la de la Villa, la del Sol y la de Coria. La muralla ha de fecharse a finales el siglo XII, momento en que se instalan los primeros pobladores. A comienzos de la siguiente centuria se debió erigir un edificio fortificado, si bien en el siglo XV se reformó de forma considerable, afectando especialmente a la torre del Homenaje. Tiene una planta en trapecio irregular, cortada en sus lados sur y oeste por dicha torre, que es de planta cuadrada, sucediéndose en su interior nada menos que cinco pisos. El ingreso se realiza por el segundo de ellos a través de un puente levadizo, al igual que en el castillo de Miranda del Castañar. La primera y la tercera estancia son abovedas, mientras que la segunda se cubre con techumbres de madera, siendo la última aterrazada que en el siglo XVI se protegía con un tejadillo.


 Dos fotos del castillo de Monleón (Salamanca)


            En el exterior llama la atención la bicromía de los muros de fábrica y su distinto tratamiento: sillar granítico para las esquinas y para las ocho garitas de la torre, y mampostería oscura para el resto de los muros. Dichas garitas se disponen cuatro en las esquinas y cuatro en la mitad de cada muro, todas en la coronación la torre. Sin embargo, ha desaparecido el almenado que hubieron de tener, no faltando en el parapeto que separa cada garita. La entrada al recinto se hace igual que en el castillo de Montemayor del Río (Salamanca), mediante una barbacana o puerta adelantada en arco de medio punto de grandes dovelas, protegida por dos torres cilíndricas. Una vez atravesada nos encontramos dentro del patio de armas. Cooper[2] destacó la bóveda de cañón, en cuya superficie se advierten numerosas marcas de cantero. También señaló que en la base de la bóveda existe un friso de pintura monocroma en el arranque de la bóveda con cabezas grotescas, movidos vegetales y monstruos; diseños de grutescos renacentistas que tuvieron larga vigencia hasta sobrepasar la centuria siguiente en este tipo de frisos. 

 Castillo de Monleón (Salamanca)


            Hacia el este de Monleón, finalizamos nuestro recorrido por las fortificaciones próximas a Béjar en el conjunto palaciego de Salvatierra de Tormes o Castillo de la mora encantada, que no es ni su sombra de lo que llegó a ser durante el apogeo de la villa. En origen y tras repoblarse, se dotaría a Salvatierra de castillo y muralla del siglo XIII, de la que se pueden ver algunos restos, pero según Pinilla[3], hasta 1488 no se menciona su existencia, por lo que se alzaría en esta centuria y se reformaría en la siguiente. Grande del Brío[4] mantiene que el castillo se levanta sobre otro anterior al siglo XV. Las transformaciones que llevaron al castillo a su máximo esplendor, se debe a la iniciativa de la casa de Alba. En 1429, el rey Juan II había entregado la villa a este linaje, y los Alba emprendieron la modernización de los castillos que poseían, tales como los de Alba de Tormes, Puente del Congosto y Piedrahíta, cuna de la familia.

 Castillo de Salvatierra de Tormes (Salamanca)


Las ruinas del castillo se localizan en el sureste de la villa, al lado de una de las puertas del recinto. La entrada al castillo se haría por un muro desaparecido que estaba protegido por una muralla. La técnica constructiva es la habitual: mampostería para los muros y sillería para las aristas y recercados de vanos. Como material se emplea abundantemente en las la pizarra local en argamasa, especialmente en la muralla.

Castillo de Salvatierra de Tormes (Salamanca)



*****

Durante una semana estaré ausente por motivos de ocio. Me esperan monumentos, museos, exposiciones y algo de playa en las que se llaman "Vacaciones Primaverales". Lo digo para que no os extrañe mi silencio. Y no olvidéis que...






[1] ÁLVAREZ VILLAR, J.: La villa condal de Miranda del Castañar, 4ª ed., Salamanca, 1995, pp.49-52.
[2] COOPER, E.: ob. cit., pp. 532-533.
[3] PINILLA GONZÁLEZ, J.: Castillos de Zamora y Salamanca, León, 1995, pp. 76-77.
[4] GRANDE DEL BRÍO, R.: ob. cit., p. 134, pie de foto.

23 comentarios:

  1. Pues una semana de ocio y vacaciones te van a sentar muy bien después de un largo trabajo entre castillos.
    Que disfrutes y hasta la vuelta.
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Qué bonito es el de Monleón, y qué bien se conserva. Lástima que no ocurra lo mismo con el de Salvatierra de Tormes, apenas unas ruinas.
    Disfrute de su semana de vacaciones, madame. Aquí la esperamos.

    Bisous

    ResponderEliminar
  3. Estoy poniéndome al día en tu blog. Los castillos siempre me han parecido lugares fascinantes y evocadores de otras épocas. Que pases una buena semana.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Impresión de fuerza sí que da, Y mucha.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Resulta curioso, hasta ahora no he conseguido ver (ni hacer) una fotografía del castillo de Miranda del Castañar en la que no aparezca rodeado de coches y/o camiones pese a la clara y expresa prohibición de aparcar que allí existe. Bueno, la verdad es que, tratándose de un pueblo con un gran patrimonio arquitectónico, se ve un gran abandono y descuido, por no añadir otras cosas, en la práctica totalidad de sus calles. Un abrazo,

    ResponderEliminar
  6. Me encantan los castillos...

    ¡Que disfrutes de esas vacaciones primaverales!

    ResponderEliminar
  7. Muy interesante y maravilla ver la buena conservación de este castillo.

    Que disfrutes estas mini vacaciones primaverales:)

    Besos.

    ResponderEliminar
  8. El fascinante y a veces sorprendente mundo de los castillos. Incluso en ruinas siguen teniendo un encanto especial.
    Buena semana de asueto.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  9. Me gustan estos castillos. El de Monleón tiene su especial encanto.

    Que disfrutes estos días

    Besos

    ResponderEliminar
  10. No te pierdas, Carmen, ¿qué haríamos sin ti después de a lo mucho que nos has acostumbrado?
    Besos.

    ResponderEliminar
  11. Me encanta el Castillo de Monleón, es una preciosidad.
    Los otros están poco conservados, pero dejan testimonio de esos tiempos.
    ¡¡¡Buenas vacaciones y a pasarlo muy bien!!!
    Abrazos y Besines.

    ResponderEliminar
  12. Siempre que he ido a Salamanca, nunca he tenido tiempo de visitar esos castillos, tendré que hacer un viaje sólo para eso.
    Ya sabes lo que suele ocurrir cuando vas a ese sitio, se te pasan las horas visitando cada "chiringuito" de esa Plaza Mayor degustando tapas exquisitas que invitan a volver.
    Disfruta de tus vacaciones primaverales y ya sabes que siempre estaremos esperando tu regreso para darte un fuerte abrazo.
    Kasioles

    ResponderEliminar
  13. El de Monleón es todo un señor castillo, vaya que sí.
    Que disfrutes de tus vacaciones.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Estupendo reportaje... Muy bueno para finalizar... Un saludo desde Murcia.

    ResponderEliminar
  15. Muy buena e interesante toda esta serie que nos has ofrecido sobre los castillos y fortificaciones, Carmen. Disfruta de tus vacaciones.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  16. Buenos castillos quedan para visitar.
    Que lo pases bien...hasta pronto ;)
    Un beso.

    ResponderEliminar
  17. Muy guapos todos los castillos que has subido en estos 5 posts, hay veces que no somos conscientes del rico patrimonio que tenemos. Pásalo bien en tu desconexión. Saludos!

    ResponderEliminar
  18. Me he visto ahora entera toda la serie de entradas: ¡Magnífica!, más para los que cómo yo, somos aficionados a las fortificaciones. Alguno de ellos ya lo conocía, generalmente de visitas cortas (aunque por ejemplo en Galisteo sí le pude dedicar unos cuantos días) y me he apuntado otros cuantos para la primera ocasión. También me ha sorprendido, no sé si en la 3ª parte, la foto aerea de Béjar antes de la remodelación. ¡Casi podría pasar por Puebla de Sanabria! Jjejeje, quizás tengo el ojo deformado.
    Saludos, Carmen

    ResponderEliminar
  19. Los castillos irregulares con su variedad de cuerpos añadidos, como el de Miranda, tienen para mí un atractivo especial, te cuentan mucha historia. Y cuando una mano muy posterior le da un toque restaurador sin intentar copiar lo existente, como en Monleón con esas espléndidas dovelas, más.

    ResponderEliminar
  20. Gracias Carmen por avisarnos que estarás ausente. Todo un detalle.
    Me encantan los castillos, ni te imaginas cómo me los miro. Cuánta historia secreta guardan y qué poco al final sabemos.
    Un gran abrazo
    Sor.Cecilia

    ResponderEliminar
  21. Hola Carmen. Andaba yo por otras fortificaciones. Apenas con tiempo de ponerme al dí voy como los caracoles.He echado un vistazo a los post anteriores y me han gustado mucho. Los castillos tienen la firma de las huellas del pasado. Sus muros hablan de otros tiempos y casi siempre complicados. Como siempre disfruto de tus post tan bien documentados.
    Bss y feliz semana

    ResponderEliminar
  22. Felicidades por tu blog, esta muy bien estructurado e interesante, espero poder intercambiar pronto enlaces u opiniones, tengo varios blogs sobre turismo y cultura que podrían serte de utilidad.

    Saludos.

    Hoteles en Silao

    ResponderEliminar

"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.