El año pasado se festejó con gran aceptación en los ámbitos académicos la muerte de Antonio de Nebrija (m. 1522), insigne gramático, humanista y profesor al que se conoce a nivel general por haber emprendido la redacción de la primera Gramática castellana. Sin embargo, no fue su única ni su más famosa obra entre sus contemporáneos. También abordó la compilación de un Diccionario latino-español y un Vocabulario español-latino.
Habiendo nacido en Lebrija, Sevilla, en 1444, estudió en las universidades de Salamanca, Córdoba (Teología) y Bolonia, y después impartió clases como catedrático en la propia universidad de Salamanca de Gramática y Retórica. Su prestigio era inmenso para cuando se casó con Isabel Solís de Maldonado, pero la Iglesia le retiró su asignación económica, cada vez más escasa además a medida que la pareja iba teniendo descendencia.
Es entonces cuando entra en escena el maestre de la Orden de Alcántara Juan de Zúñiga y Pimentel, hijo del conde de Plasencia y señor de Béjar Álvaro de Zúñiga y Guzmán y de Leonor de Pimentel. Aunque algunos historiadores dan por hecho que don Juan había nacido en Plasencia, otros ofrecen la posibilidad de que hubiese nacido en Béjar hacia 1459 [1]. El caso es que el maestre de la Orden de Alcántara estaba creando una academia con distintas personalidades del humanismo más sobresalientes del momento y se fija en Nebrija. El latinista acepta marcharse con Zúñiga allá donde esté, bien en Plasencia, en Villanueva de la Serena o en Zalamea de la Serena, o en Brozas, en la Sierra de Gata.
Y lo que más nos interesa: el cronista fray Alonso Torres y Tapia sitúa a Juan de Zúñiga y a Elio Antonio de Nebrija en Béjar el 26 de abril de 1488 [2]. No era extraño que don Juan pasara por Béjar, habida cuenta de que esta villa era uno de los dominios de su familia, al menos desde su infancia hasta la fecha en que mueren sus padres y hereda el señorío su sobrino Álvaro II, ya entonces como duque. Por discrepancias por la herencia entre los hermanos, Juan de Zúñiga dejará de pasar temporadas en nuestra villa.
Fue aquí, en Béjar, donde se creó la encomienda de La Portugalesa en Campanario (Badajoz), dentro de la Orden de Alcántara, y, entre otros, fue testigo Antonio de Nebrija. Así lo recoge fray Alonso de Torres y se da la paradoja de que es la primera noticia fiable de la presencia de Nebrija dentro de la corte de Juan de Zúñiga.
Con esta brevísima entrada, pretendemos difundir que el famoso humanista pasó en Béjar algunos días de abril en 1488. ¿Dónde se alojó? ¿En el Palacio Ducal o en el Palacio Nuevo? ¿Qué hizo durante aquellas jornadas? Seguramente consultar la amplia biblioteca de los Zúñiga, quizá disfrutar de los bellos paisajes primaverales, paseando sus ojos por las últimas nieves de la sierra.
Paso brevísimo, pero paso al fin y al cabo.
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[1] José María López de Zuazo y Algar, y Dionisio Á. Martín Nieto. Don Juan de Zúñiga y Pimentel, maestre de la Orden de Alcántara. Cuadernos de Caballería, 2019, p. 7.
[2] Dionisio Á. Martín Nieto y José María López de Zuazo y Algar. La casa aposento de don Juan de Zúñiga en Zalamea de la Serena (Badajoz), 2017, p. 131.
La figura de Nebrija, es bien conocida en Andalucía, por su origen andaluz y por la primera publicación de la gramática de nuestra lengua española. En el pueblo de Lebrija, Sevilla, donde nació, es bien recordado y todos los años hacen actos conmemorativos en su honor.
ResponderEliminarBesos.
Siempre es bueno tener visitantes tan distinguidos en lo cultural como Nebrija aunque sea solo durante unos días. Como veo fue antes de la publicación de la primera gramática seguro que algo encontró en la biblioteca ducal.
ResponderEliminarSaludos.
Breve paso pero quedó constancia que sí pasó. Queda la duda de donde se alojó y seguro que si había nieve de la sierra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Últimamente se está escribiendo mucho y todo el mundo habla de este sevillano ilustre, por el quinto centenario de su muerte; y te agradezco de que tu también colabores en ello aportando nuevos datos, sobre su estancia en Béjar., porque si te soy sincero, hace poco más de un año, Nebrija, fuera de la frontera de Andalucía, era uno de los grandes desconocidos. Gracias, Carmen.
ResponderEliminarUn abrazo.