11 de marzo de 2023

Fábrica y jardín: el vínculo de Juan Téllez de Meneses en Béjar

Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto  

Avanzado el siglo XVIII el furor por la fundación de nuevos mayorazgos ya había pasado, y las rentas que permitían vivir y acrecentar fortunas a los hombres más acaudalados empezaban a basarse en la intensidad de las actividades empresariales y de los nuevos negocios. En la tercera década de aquella centuria Béjar comenzaba a sentir los resultados de la promoción industrial ducal, que había tenido en la llegada de los artesanos flamencos a la villa en 1692 su hito más simbólico. Quizá la figura más ejemplar de este renovado modelo de fabricante se personifique en Juan Téllez de Meneses.

Conjunto de propiedades de Juan Téllez bajo la iglesia de Santa María y con el obrador de Arias a la derecha de la imagen

 

Como en otras ocasiones, empecemos por el final.

La muerte de don Juan, afectado por la enfermedad de la gota, tuvo lugar el 9 de septiembre de 1739. Los autos judiciales que se dieron tras el hecho nos sirven para tener una visión bastante precisa del patrimonio que había acaparado a lo largo de su vida, ejemplo magnífico y paradigmático del estilo de vida de un fabricante textil dieciochesco en Béjar. La ocupación de Téllez durante su existencia se dividió entre el alto servicio al duque Juan Manuel II y la propia actividad textil

7 de marzo de 2023

La Asociación Femenina de Educación Ciudadana de Béjar (2ª Parte y final)

Autora: Teresa López Hernández

          Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2021, pp. 16-19.

Las actividades de la Asociación Femenina de Educación Ciudadana de Béjar se centraron en tres objetivos:

-          Estudio para dirigir, formar y orientar

-          Propaganda

-          Obra Social

Para conseguir el primer objetivo se creará un Círculo de Estudios desde el que se procurará capacitar a las mujeres para su intervención en la vida pública.[1] Teniendo en consideración el papel de la mujer en la sociedad y, aunque las mujeres no estaban preparadas para ejercer funciones de gobierno como diría en una conferencia Carmen Muñoz Elena, debían utilizar esos derechos para trabajar en bien de la patria. Y les recomienda que cuando voten tengan en cuenta la trayectoria del candidato, poniendo de ejemplo a la mujer inglesa que con su voto derrotó a los laboristas.[2]

Foto de aquí

 

Esta labor se llevaría a cabo mediante:

- La divulgación de los programas electorales de partidos como Acción Popular a cuya asamblea, celebrada en Madrid, acudieron. Difundiendo después las bases ideológicas de la coalición de partidos católicos y de derechas cuando se unieron en la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA).[3]

- Informando, ya cerca de la fecha de las elecciones, de cómo ejercer el voto y solventando todas las dudas que pudieran surgir. Por lo que se rogaba a todas las asociadas y todas las mujeres que simpatizaran con la candidatura agraria de derechas que pasaran por la sede de la asociación, para enterarse de todo cuanto pudiera afectarles en relación con las elecciones próximas.[4]

- Dando publicidad a todos estos actos mediante revistas propias que servían de apoyo y extendían su repercusión. En aquellos casos en que no se pudieron editar publicaciones especificas se utilizaron como soporte los periódicos que compartían su misma ideología.

4 de marzo de 2023

La Asociación Femenina de Educación Ciudadana de Béjar (1ª Parte)

Autora: Teresa López Hernández

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2021, pp. 16-19.

La instauración de la II República en España el 14 de abril de 1931 supuso la redacción de una nueva Constitución en la que se plasmarían los derechos y deberes de los ciudadanos. Uno de esos derechos sería el sufragio universal, que comprendía el ejercicio del voto por parte de las mujeres.

Este reconocimiento suscitó un gran debate que definió la postura de los distintos partidos políticos que conformaban el Parlamento. La mayoría de ellos se posicionó en contra, argumentando que las mujeres no estaban preparadas para ejercerlo y que su mentalidad religiosa y conservadora significaría la pérdida de votos para las izquierdas y sería el fin de la República.

 


Su aprobación se pudo llevar a cabo gracias al apoyo del Partido Socialista y los partidos de derechas, si bien por causas distintas. Mientras los socialistas lo veían como una consecuencia lógica del reconocimiento de derechos y libertades, las derechas, que se habían opuesto en un principio, pronto se dieron cuenta de las ventajas que para ellos supondría atraer el voto femenino en las próximas elecciones.[1]

28 de febrero de 2023

El Ecce Homo de la iglesia desaparecida de San Andrés de Béjar y otros apuntes

 Autora: Carmen Cascón Matas

       Hace unos días tuvimos noticia del interés por restaurar un pequeño cuadro de solo 30 centímetros de lado que se guarda celosamente en la iglesia parroquial de Santa María la Mayor de Béjar[1]. Quizá su calidad artística no sea notable, pero sí es interesante la historia que lo acompaña. Al respecto de su valor artístico, es posible que si se restaura podría aparecer la firma de su autor o, con la eliminación de repintes, encontrarnos con alguna sorpresa agradable en cuanto a su calidad originaria. 

Ecce Homo de la desaparecida iglesia de San Andrés

            Empecemos por analizarlo.  Representa un Ecce Homo de la mitad del torso hacia arriba, con la vista baja hacia su derecha y con una soga atada al cuello. Un halo circunda su cabeza de cabellos largos, ligeramente ondulados y cobrizos. Su figura destaca sobre un fondo oscuro, amarronado. Es posible que a su izquierda aparezca representada una columna. El estado de conservación es deficiente, con repintes aplicados en algún momento, faltas de materia pictórica en algunas zonas localizadas por pérdida y oscurecimiento general de la pintura por oxidación de los barnices y la suciedad adherida

 Ecce Homo de Luis de Morales (hacia 1565). Fundación Banco Santander

23x15 cm.

El modelo general responde al muy difundido por el pintor extremeño Luis de Morales y que tanto predicamento tuvo en la segunda mitad del siglo XVI con variantes (con o sin columna, con o sin soga al cuello o en las muñecas, presencia de capa roja o azul, caña y corona de espinas, del torso para arriba o de figura entera, mirando hacia la derecha o hacia la izquierda, o con los ojos hacia el cielo)[2]. Es arriesgado decir que este Ecce Homo de Béjar saliera de su mano porque la calidad es muy inferior a la de Morales y así podríamos estar ante un lienzo de seguidor o de taller que siga el modelo del maestro. La autoría nos es, de momento, desconocida. Gómez-Moreno sorprende al declarar sobre esta pintura «su factura y color, así como la disposición de la figura, recuerdan las obras de Morales, pero nada conozco suyo tan correcto, clásico y bello»[3]

 Ecce Homo. Taller de Luis de Morales. Museo del Prado

40x28cm.

            La historia del cuadro es interesante para Béjar porque procede de la parroquia desaparecida de San Andrés, un edificio que se situaba a extramuros de la villa, al final de Barrio Neila[4], cerca de la Puerta de la Traición, también desaparecida. Y tenemos constancia de ello porque una persona anónima escribió en el reverso a lápiz su procedencia, su situación en el retablo de la mencionada iglesia y que fue transportada a la de Santa María en 1703 por el clérigo Antonio Ortiz de Zúñiga. De este apunte podemos decir que este retablo se componía de cuadros en todo o en parte y solo se salvó este pequeño fragmento. 


Ecce Homo de Luis de Morales. Museo de Badajoz.

La iglesia de San Andrés debió de adquirir cierta importancia a lo largo de la Edad Media: primero porque tenía un hospital propio, que luego fue englobado en el de San Gil en 1573, y segundo porque ser párroco de San Andrés aparejaba el cargo de arcipreste de Béjar. Con la dependencia de esta parroquia a la de Santa María la Mayor con el proceso de reducción parroquial de 1568, fue perdiendo relevancia y acabaría arruinada hacia 1703, el año en que se traslada el cuadro, quedando de ella el cargo testimonial de arcipreste y cura de San Andrés, la cruz parroquial que acabó en la iglesia de Santa María (y que ahora se saca como principal de la parroquia en la procesión del Corpus Christi) y este lienzo. Que desapareció antes de 1727 explica que en ese año Ventura Lirios no la representase en su Vista de Béjar[5].

La devoción a San Andrés debía de haber calado hondo entre los bejaranos porque era procesionado junto con otras tallas de santos en la procesión del Corpus Christi[6]. Además se celebraba por su festividad una feria que desapareció en 1642 al quedar englobada en la general de septiembre y trasladarse a Aldeanueva del Camino. En esta feria de San Andrés se vendía y compraban cerdos y reses en la zona de la Solana[7]. Otro apunte de su relevancia en Béjar es que una de las torres del palacio ducal llamaba el nombre de Cubo de San Andrés

 Ecce Homo de Luis de Morales. Museo del Prado

73x50cm.

Detengámonos también en la cruz procesional de San Andrés por figurar en su reverso la figura de este santo. Siguiendo el excelente trabajo sobre platería realizado por Roberto Domínguez Blanca[8], se puede afirmar que es una gran obra de orfebrería en plata de principios del siglo XVII. Al ser imposible por fechas que proceda de esta desaparecida parroquia , ya reducida a Santa María desde 1568 como hemos comentado, quizá su precedencia sobre la de Santa María derive de seguir el arciprestazgo de Béjar vinculado a este desaparecido templo.



[1] Ya estaba allí en 1939 según don Juan Muñoz García. «Datos para nuestra historia. Sobre el templo y sobre la parroquia de Santa María». Béjar en Madrid, 1939, p. 3.

[2] Sobre este lienzo consultar Roberto DOMÍNGUEZ BLANCA y Mª Carmen CASCÓN MATAS. «El arte en Béjar desde el Medievo hasta 1900», en Historia de Béjar volumen II, Centro de Estudios Bejaranos y Ayuntamiento de Béjar, 2012, pp. 481-547. Aquí 488 y 489.

[3] Manuel GÓMEZ-MORENO. Catálogo monumental de la provincia de Salamanca. Caja Duero, Salamanca, 2003, p. 409. Recogido en el anterior.

[4] Robustiano GARCÍA NIETO. «Contribución al estudio de la Historia de Béjar». La Victoria, Béjar 1919, p. 124.

[5] Ceferino GARCÍA MARTÍNEZ. Un paseo por el Béjar del siglo XVIII. Madrid, 1987, 95 págs.

[6] Alejandro LÓPEZ ÁLVAREZ. Ideología, control social y conflicto en el Antiguo Régimen: El derecho de patronato de la Casa ducal sobre la procesión del Corpus Christi de Béjar. Centro de Estudios Bejaranos y Ayuntamiento de Béjar, 1994, 201 págs.

[7] OSUNA,C.233,D.191-192. Petición del concejo de la villa de Béjar (Salamanca) al duque para que autorice emplear los 8 maravedíes por cabeza que se cobran en la feria de San Andrés en la construcción de unos arcos para el suministro de agua a la villa a través del valle de Corredera.

[8] Roberto DOMÍNGUEZ BLANCA. La platería del Renacimiento en Béjar. Centro de Estudios Bejaranos y Ayuntamiento de Béjar, 2009, 340 págs.

 

25 de febrero de 2023

Zarzuelas en Béjar a comienzos del siglo XX (2ª Parte y final)

Autora: Josefa Montero García

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2022, pp. 54-56.


Escenarios y entidades culturales

El Colegio Salesiano celebraba habitualmente veladas donde participaban sus jóvenes alumnos. En febrero de 1904 hubo una función de teatro, donde los niños representaron distintas “obritas”, como la zarzuela burlesca titulada La muerte del Carnaval, de José Pujol, profesor del mismo colegio. El redactor de La Victoria subrayaba el éxito de los niños y alababa la labor social y cultural de los salesianos en Béjar[1]. El colegio tenía, además, su propia banda de música, que actuó algunas veces en el Círculo Católico, donde interpretó una sinfonía en abril de 1905 como comienzo de una velada, donde hubo discursos y dos zarzuelas en un acto (La escuela de la aldea y El deshollinador), además de la comedia El mejor premio.

                       Foto extraída de Archivo fotográfico y documental de Béjar

        En las funciones del Círculo Católico, alternaban las zarzuelas con obras instrumentales, como la tanda de valses Los hidrópatas, con que comenzaba el programa de la velada literario-musical, que se anunciaba para la noche del 15 de abril de 1906[2]. El evento continuaba con una conferencia de Salvador Cuesta Martín, vicerrector y catedrático de la Universidad de Salamanca, a la que seguiría un arreglo para violín y piano de La sonámbula de Bellini, un pasodoble de Chueca adaptado para sexteto y piano y, finalmente, la zarzuela anteriormente mencionada Música clásica, del conocido Ruperto Chapí, que fue arreglada para la ocasión. Por fallecimiento de un socio, la velada se aplazó para el día siguiente y los intérpretes fueron muy aplaudidos[3].

22 de febrero de 2023

Actualizando al obispo Gonzalo de Estúñiga, el que decía misa en la iglesia de Santa María "armado de cota y malla"

        Hijo al parecer mimado de Diego López de Estúñiga, I señor de Béjar -habría sido promovido al episcopado por gestión directa de su padre ante el papa Luna en Barcelona-, el recuerdo del obispo Gonzalo de Estúñiga se mantiene vigente (Pinceladas de Historia Bejarana 25/05/2019)

 

El obispo Gonzalo de Estúñiga a caballo y con estandarte en un folleto devocional de fines del siglo XIX. http://botilleriajaen.blogspot.com/2015/11/don-gonzalo-de-zuniga-el-obispo-del.html

 

          La última puesta al día tuvo lugar en mayo de 2020, cuando en plena pandemia se reunieron el alcalde y los concejales del ayuntamiento de Jaén para tratar el cambio de nombre del último tramo de la calle Gonzalo de Estúñiga, que conduce al colosal Museo Íbero, por el de Pilar Palazón, notable promotora del patrimonio histórico jienense fallecida un mes antes.

 

18 de febrero de 2023

Zarzuelas en Béjar a comienzos del siglo XX (1ª Parte)

Autora: Josefa Montero García

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas 2022, pp. 54-56.

Introducción

La prensa bejarana de hace poco más de un siglo nos muestra una vida cultural bastante activa, con numerosos espectáculos y veladas, que solían incluir alguna zarzuela. Queremos ocuparnos aquí de alguna de estas actuaciones, donde participaban bejaranos de distintas edades, que acudían a escenarios como el Teatro Cervantes, el Salón Variedades, el Colegio Salesiano o el salón del Centro Social. Nos ocuparemos tanto de compañías y actores profesionales, como de la actividad de los numerosos aficionados, que dedicaron su tiempo libre a la distracción de sus conciudadanos.

Teatro Cervantes de Béjar. Foto de aquí

 

Para realizar este pequeño recorrido por las piezas teatrales que en este contexto se representaban, especialmente las zarzuelas, hemos recurrido a las principales cabeceras bejaranas, que incluyen noticias, críticas y detalles de los espectáculos, permitiéndonos reconstruir en parte aquel ambiente y fijarnos en las personas que lo hicieron posible. La programación de estos espectáculos estaba en sintonía con lo que ocurría en otras poblaciones españolas, aunque obviaremos la comparación por no alargar estas líneas.

14 de febrero de 2023

Desvelado el origen napolitano y ducal de los bustos del Ecce Homo y La Dolorosa de San Juan Bautista de Béjar

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 4.893 (20/IV/2022), p. 5.


Madrid se cocía en su propio jugo bajo el sol inclemente de julio. Mientras los arrapiezos se refugiaban a la sombra de los aleros de los tejados y los matasiete esperaban a que cayera la noche para sacar las espadas de sus vainas, la duquesa viuda de Béjar Mª Alberta de Castro y Portugal yacía en su lecho de muerte. La que fue recibida con todo regocijo por sus súbditos bejaranos a su llegada a Béjar, la que había matrimoniado con el Buen Duque don Manuel de Zúñiga y Guzmán, la que había gozado de los lujos de la corte, la que había presumido de marido por su ardor guerrero y su piedad, la que había llorado incontables lágrimas por su muerte en el asalto de Buda (Hungría), la que había recibido pésames de reyes, emperadores y papas, la que había posibilitado la llegada de los maestros flamencos a Béjar, comprendió que se moría a sus 41 años y dictó testamento ante el escribano público Agustín López Cabezas el 19 de julio de 1709[1]

 

 

La monarquía pendía de un hilo y los españoles se hallaban inmersos en una guerra que parecía no tener fin en aquel año. Felipe V, el nieto de Luis XIV, defendía el trono que le había legado en su testamento el último Habsburgo, Carlos II, un hecho que no admitía el partidario austracista, el archiduque Carlos de Austria. Los reyes de Europa luchaban por una hegemonía que a todas luces parecía acaparada por Francia.

11 de febrero de 2023

Yo viví el Club Juvenil Bosco de Béjar. Una breve historia (6ª Parte y final)

Murga La Bejarana

Las fiestas y ferias de Béjar pasaban sin pena ni gloria. Los actos programados eran flojos, no tenían el interés que deberían tener y las actividades para los jóvenes carecían de interés. Había que conseguir que la gente participara de la alegría de las fiestas en las calles, pasar de actos pasivos a actos activos, que la ciudad entera viviera y disfrutara de sus fiestas y ferias.

Animados por José Marshall Carrera (presidente del Club Polideportivo Bejarano), a principios del mes de agosto de 1978 un grupo de jóvenes del Club Juvenil Bosco empeñados en celebrar las fiestas con alegría callejera, empiezan a moverse y a madurar la idea con el lema “¡A la calle como sea!”, y después de algunas gestiones y contactos con amigos y conocidos, la iniciativa se consolidaba.

7 de febrero de 2023

¿Son un mito las cadenas del escudo de los duques de Béjar?

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

Hace un tiempo, Noticiasdenavarra.com anunció la publicación de un estudio que derriba el mito de las cadenas de la batalla de las Navas de Tolosa. Su autor Roldán Jimeno, profesor de Historia del Derecho y secretario general de la Universidad Pública de Navarra, recogía las investigaciones del arabista Ambrosio Huici, proscrito por la intelectualidad de su época.   

 

Tapiz con el rey Sancho el Fuerte y los caballeros navarros saltando sobre el cerco en la batalla de las Navas de Tolosa, en el Palacio de Navarra, Pamplona. Navarra.elespanol.com


Nacido en 1880 en Huarte, Navarra (murió en Valencia en 1973), Huici se formó como arabista en Medio Oriente y el norte de África. Se estableció como profesor de latín en Baeza, desde donde comenzó a explorar el entorno de la batalla de Las Navas de Tolosa, fundamentándose en fuentes árabes.