27 de agosto de 2018

El pragmatismo religioso de los Duques de Béjar y la resurrección de Juan de Zúñiga y Pimentel

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez 

       De un paganismo vernáculo, el ancestral linaje vascón de los duques de Béjar evolucionó primero hacia un sincretismo religioso romano y luego hacia un islamismo igualmente más político que religioso, para instalarse finalmente en la cúspide de la tardía introducción del cristianismo en Navarra (ss. VIII-IX). Este último paso se dio sólo al final de la dinastía Íñiga fundada por Íñigo Arista y tuvo también motivaciones políticas, sin perjuicio de que padres de la iglesia española, como Eulogio de Córdoba, se empeñaran en adelantar el trance calificando al inadvertido Arista (sobrenombre, no apellido) de christicolae princeps, y urdiendo en torno a él un manto de leyendas piadosas y fantásticas potenciadas hasta hoy. 


       Afincado en Castilla (s. XIII), el linaje navarro siguió los pasos de la nobleza local que lo había acogido como par, y se integró al régimen social que utilizaba la religión como instrumento de poder, avalado por la corona y la propia Iglesia. 


 
La sociedad estamental s. XI-XV. 
Historiaparaaburrir.blogspot.com 

    De esta manera los primeros duques participaron destacadamente en las guerras de Granada, de carácter político-religioso, con hueste y pendón propios (la firma de Álvaro II de Zúñiga está en el documento de toma de posesión de la ciudad, junto a la de otros de su linaje y apellido y antepuesta a los demás nobles), lo que significó cerrar definitivamente el capítulo de la pasada condición musulmana. Acusados de judíos, no experimentaron consecuencias, y por el contrario se favorecieron de los bienes confiscados a las juderías (la de Sevilla pasó entera a manos de Diego López de Estúñiga, I señor de Béjar), sin desmedro de aparecer como sus defensores (las de Béjar y su jurisdicción sobrevivieron un tiempo a la expulsión bajo la protección –interesada, dicen- de los duques).

 Matanza de judíos en Sevilla, 1391. Blogs.ua.es 

     Su sitio en la pirámide social les permitió obtener del papado el patronato de festividades religiosas en lugares de su señorío, que potenciaban su autoridad sobre las masas (Pinceladas de Historia Bejarana 23/05/2016), y la misma condición les sirvió para conseguir dispensas de consanguinidad en frecuentes matrimonios endogámicos. Sólo un papa negó el permiso, pero su sucesor se apresuró a concederlo tras el recibo de una considerable suma de dinero. 
 Calixto III, el único papa que negó una dispensa 
al duque de Béjar 

     La piedad de los duques y su linaje se expresó materialmente en la afiebrada construcción de suntuosas iglesias, en las que disponían su enterramiento, y de fastuosos monasterios, convenientemente dotados, en los que sus hijas siempre resultaban elegidas abadesas (entre los varones, más de algún papabile). 

       El divino contubernio obró también milagros, por cierto nunca comprobados, como el que narra fray Alonso Torres, cronista de la Orden de Alcántara: Suele Dios ir mezclando el dulce de los gustos con el agrio de los trabajos, para así arrendar o enfrenar la lozanía del hombre. Ordenó su divina providencia que d. Juan de Zúñiga, siendo ya de doce años, cayese en una grave enfermedad de que vino a morir

Juan de Zúñiga y Pimentel, maestre de la Orden de Alcántara, arzobispo de Sevilla y primado de España. Artres.com 

       Aquí fueron las lágrimas y sollozos de sus padres, el sentimiento sin medida, particularmente de la duquesa, que le amaba con gran ternura y le tenía ya acomodado tan lustrosamente. No había consuelo. Cerrada estaba la puerta al gemido de su gran dolor acá en la tierra, y así acudió a llamar a la del cielo, donde halló bien a medida de su deseo. Era su confesor el padre maestro fray Juan López, de la religiosa Orden de Predicadores. En aquellos siglos era muy célebre la memoria de la santidad de San Vicente Ferrer, religioso del mismo Orden, y estaba muy reciente, porque el papa Calixto tercero le había canonizado, y puesto en el número de los santos. 

 
San Vicente Ferrer. Su lema era bautismo o muerte. Artehistoria.com 

       Teníale el maestro fray Juan López mucha devoción, y con grande confianza persuadió a la duquesa se encomendase a él muy de veras y le pidiese la vida de su hijo, pues a tantos le había dado el Señor por su intercesión y méritos. Trataban ya de darle sepultura, que habían pasado muchas horas de su fallecimiento, pero la afligida madre hizo con grande espíritu y devoción lo que su confesor le había ordenado y prometió al santo, que si le hacía aquel favor de alcanzar la vida para su hijo, haría edificar un convento de su orden con la advocación de su nombre. Cosa maravillosa, que apenas hubo la duquesa acabado de hacer su voto, cuando resucitó el difunto con admiración y asombro de todos.

 Convento San Vicente Ferrer en Plasencia, con el escudo Zúñiga sobre el frontis. Hoy Parador de Turismo. Commons.wikimedia.org 

       Recuperado el joven Juan de cualquiera haya sido su dolencia, su madre la duquesa Leonor Pimentel y Zúñiga escribió al papa Sixto IV, que en misión anterior en España había sido su huésped, pidiendo para su hijo el maestrazgo de la Orden de Alcántara, a lo que el pontífice accedió dispensando la edad y nombrando a su padre, el duque, administrador de los bienes de la Orden por el tiempo de la minoría. A los opositores, a quienes la duquesa había puesto sitio mientras tanto en la fortaleza de Alcántara, el papa envió el siguiente mensaje a través de una extensa bula: Y mandamos a todos los sobredichos señores y personas e a los vecinos de Trujillo, y Cáceres, y Badajoz, y Alburquerque y Guadalupe y Coria y Plasencia, y Salamanca y Ciudad Rodrigo y Medellín y las Garrovillas y del Arroyo del Puerco y a todos los otros fieles de Jesucristo, so las dichas penas y censuras, que eviten a los sobredichos, y no tengan con ellos compañía alguna, ni el hablar, ni en conversar, ni en comer, ni en beber ni en otra manera alguna, y les denieguen el pan y el vino y sal y aceite y todas las otras viandas y cosas necesarias hasta que, siendo contritos y arrepentidos en su corazón, tomen espíritu de más sano consejo y den y presten al dicho D. Juan de Zúñiga la obediencia y reverencia y homenaje y servicios y derechos adquiridos… (Colección diplomática medieval de la Orden de Alcántara, Palacios Martín, Bonifacio, y otros, 2003) Para el músico y compositor argentino Atahualpa Yupanqui (1908-1992), estaría claro donde almorzaba Dios en esos tiempos.

8 comentarios:

  1. Organizar misas y procesiones, hacer donaciones para obras pías y conventos, siempre ha sido cosa recurrente de gentes de linaje y posibilidades económicas pero de pasado dudoso en cuanto a prácticas religiosas poco ortodoxas. Religión y poder temporal han ido frecuentemente -casi siempre- de la mano. Y si hay que inyectar dinero para que la armonía no se rompa, pues se hace. Y si hay que inventar historias prodigiosas, pues se inventan.
    Un saludo.

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  2. El dinero lo compra todo, así ha sido a lo largo de toda la historia. Tan sólo no sirve cuando se ha perdida, entonces es la hora de que los familiares, disputen sus posesiones.

    Besos

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  3. Ahora estoy siguiendo la serie habemus papam y en ella te das perfecta cuenta de los manejes que se traían con las dispensas para conseguir sus objetivos.
    Te la recomiendo si no la sigues.
    Besos

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  4. Gracias por tu publicación.
    Feliz día

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  5. En esto, Carmen, como en todo o casi todo, lo de adivinar a tiempo cuál es el sol que más calienta para arrimarse a él es todo un arte que no está al alcance de cualquiera.
    Un abrazo,

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  6. Te iba a recomendar la misma serie que ve Mari Pili de Habemus Papam. Me la recordó mucho tu escrito. Ya ves que hay quienes quieren ganar indulgencias...con escapulario ajeno...

    Besos

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  7. Veo que el blog no cesado su actividad en todo el verano. Dejé a medias la serie de Concepción Arenal, pero he podido terminar de leerla ahora.
    No me extraña el milagro de San Vicente, el valenciano tiene uno de los más amplios repertorios en cuanto a milagros se refiere, muchos de los cuales son representados en los altares que se instalan en Valencia el día de su festividad.
    Saludos.

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  8. En historias como esta nos hace muy difícil que la fe lo es todo en la iglesia.

    Saludos.

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.