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9 de junio de 2023

Las fiestas de antaño en Béjar y su música (1ª parte)

Autora: Josefa Montero García

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2019, pp.24-29.

Con este artículo quiero realizar un breve recorrido por las fiestas que tenían lugar en Béjar hace aproximadamente cien años, junto con las personas y entidades que las organizaban. La música era imprescindible y había que interpretarla en directo, pues los incipientes aparatos de grabación no estaban al alcance de todos y su técnica tampoco permitía la actual presencia constante y quizás abusiva de la música. Sin duda, aquellos bejaranos la apreciaban más que nosotros y se preocupaban de contar con músicos profesionales o aficionados en los principales actos de la vida ciudadana. 

La religión estaba muy presente en la vida cotidiana, por lo que la mayor parte de las fiestas tenían origen o carácter religioso y comprendían actos litúrgicos en los que se interpretaban piezas musicales de gran envergadura; después había bailes y veladas en el teatro, en el Casino Industrial o en el Casino Obrero. También se festejaban los eventos académicos, como aperturas o finales de curso de los centros educativos, donde destacaban las escuelas y especialmente el Colegio Salesiano. 

Foto antigua de Béjar sacada de aquí

 

En aquellos veranos, Béjar era un centro turístico frecuentado especialmente por familias extremeñas acomodadas, potenciales consumidores de ocio. Se anunciaban pisos disponibles, que se ofrecían amueblados y con buenas comodidades y había una buena colonia de veraneantes, que asistía a las actividades estivales, algunas de las cuales se organizaron teniendo en cuenta la presencia de forasteros.

26 de mayo de 2023

La fundación del convento de la Piedad, las donaciones de la duquesa fundadora y la procesión del Corpus (2ª parte y final)

 Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 4884 (3/XII/2021), p. 4.

 

        Siguiendo con las donaciones realizadas por la duquesa Brianda Sarmiento de la Cerda a su convento de la Piedad, hizo entrega de un palio de tela de oro amarillo y encarnado con goteras bordadas para procesiones y otras ceremonias religiosas en las que fuera preciso salir de los muros del convento. Con destino a la capilla regaló un conjunto de seis tapices «de figuras de juicio y salve», relacionadas con el paisaje bíblico del Juicio Final. Para aliviar el frío de las losas de piedra del suelo, hizo donación de una alfombra grande que compró en la almoneda realizada con los bienes del obispo de Plasencia, don Andrés de Noroña[1]. La lista de paños para el convento se cierra con dos de brocado[2] y otro de terciopelo negro para los sepulcros que hubiese en la capilla mayor, es decir, para los de los propios fundadores y los de sus sucesores y miembros de la Casa. De hecho en el propio documento se cita a varios ilustres difuntos presentes y futuros, tales como los mencionados fundadores y dos hijas del matrimonio ya fallecidas: la marquesa de Ayamonte Ana Felisa de Zúñiga Sarmiento e Isabel de Zúñiga, cuyos huesos reposaban en el convento de la Anunciación y fueron trasladados al de la Piedad. 


Lignum Crucis de Valladolid

 

            En cuanto a las reliquias, necesarias para la celebración de la misa, la duquesa Brianda Sarmiento de la Cerda entregó todas las que se encontraban en su oratorio privado, guarnecidas en plata en sus relicarios, hasta un total de once, así como un retablo pequeño de plata con figuras de oro, quizás portátil. La más importante de ellas era un Lignum Crucis o trozo de la cruz de Cristo que salía en la procesión del Corpus. En este sentido inserta una cláusula específica en su testamento que ordena su cesión durante ese día por parte de las monjas, aunque su veneración a lo largo del año fuera en la capilla del convento. En el inventario figura una cabeza de una virgen, también de su oratorio, guarnecida en plata, y una lámpara del mismo metal para la capilla mayor. Del gusto por el coleccionismo de reliquias y su relevancia para la fundación de centros religiosos, solo es necesario fijarse en la concentración de las mismas en el monasterio regio de San Lorenzo de El Escorial.

20 de mayo de 2023

La fundación del convento de la Piedad, las donaciones de la duquesa fundadora y la procesión del Corpus (1ª parte)

Autora: Carmen Cascón Matas 

Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.883 (19/XI/2021), p. 4.

 

            Calles plagadas de gentes variopintas, solemnidad, bullicio y olores diversos, a incienso, a fritanga, a sudor de bestias y hombres. El cortejo se alarga calle Mayor arriba sin dar visos de fenecer entre inciensos y músicas. Los muchachos se arremolinan para otear mejor, abriéndose paso a empellones hasta las primeras filas y recibiendo a cambio alguna que otra colleja. El Mondo, que así apodan a un zagal por su cabeza plagada de costras, ha logrado un buen puesto para ver y birlar bolsas en ese Corpus por el que todos andan medio embobados entre fastos y oropeles. 

 

 Edificio construido a finales del siglo XIX donde un día estuvo la capilla del desamortizado convento de la Piedad


         Y es que este de 1603 es harto diferente porque, a cuenta del fallecimiento de la duquesa Brianda Sarmiento de la Cerda, la procesión ha ganado en más lujos si cabe. El capellán de las Monjas de Abajo estrena un terno nuevo encarnado y otras cosas que hacen quedarse con la boca abierta a los gañanes que de Villa y Tierra se congregan en el recorrido. “Si mi mano fuese más larga que espada de vizcaíno y la presencia de las milicias no fuera tanta, pardiez que me volvía rico para largarme a Indias”, se dijo El Mondo mientras miraba con ojos ávidos tanto joyel y tanta orfebrería de paseo por la calle.

13 de mayo de 2023

El Terno Rico del Corpus de Santa María la Mayor: el regalo de una duquesa de Béjar cuya identidad se omitió a lo largo de los siglos

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 4.896 (03/VI/2022), p. 4.

 

     En la iglesia de Santa María la Mayor de Béjar se conservan valiosas piezas de ropa litúrgica. El paso del tiempo apenas han hecho mella en ellas y cuando se tiene la suerte de contemplarlas, el asombro por su estado de conservación y, por qué no decirlo, la pregunta de cómo han llegado a la actualidad aflora a los labios. Un precioso terno rojo nos incita a acariciar su terciopelo, a recorrer con los ojos sus bordados de delicadas flores sobre seda blanca, a apreciar cada puntada invisible, a trazar visualmente los entrelazados que unen unos motivos con otros, a imaginar qué habilidosas manos llegaron a crear tanta maravilla

Detalle del bordado de la casulla del Terno Rico


      La pieza que nos atrae de esa manera es el Terno Rico o Terno del Corpus. Un terno es un conjunto de vestiduras litúrgicas utilizadas por los sacerdotes antes del Concilio Vaticano II, aunque en la actualidad pueden ser usadas en ocasiones solemnes. Según el Diccionario de Autoridades de 1729 «privativamente se toma por el vestuario uniforme de los tres, que celebran una Missa mayór, ò assisten en esta forma à alguna funcion Eclesiástica». Los tres oficiantes de la misa eran el sacerdote, el diácono y el subdiácono, y las piezas de que constaban eran la casulla, la dalmática, la estola, el paño de cáliz, el paño de hombros, el manípulo y la capa pluvial. Sin entrar a explicarlas con detenimiento, quiero centrarme en su historia, en su donante y en su función. 

3 de junio de 2022

El desaparecido Rincón del Santo y las misas del Corpus en El Salvador (3ª Parte y final)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Semanario Béjar en Madrid, 2021.

          El Rincón, o también llamado Rincón del Santo, situado en la esquina de la fachada de la iglesia de El Salvador, mirando al sur y al oeste, justo en mitad del corredor, era utilizado al mismo tiempo como osario. En otro documento del Archivo Histórico Nacional el archivero Fray Liciniano Sáez comenta que las misas se celebraban en el Rincón del Santo «donde havia un Altar mui alto con San Pedro para que todos asistiesen a la Feria del dia la oyesen y para lo que había Bulla Apostholica. Este sitio ha poco se incorporo en la Yglesia del Salvador para meter ornamentos y maderas, y tiene puerta que da a la Plaza[1]».

 Iglesia de El Salvador. En la esquina de la derecha se puede ver el llamado Rincón del Santo, un espacio de planta cuadrada incorporado al edificio del templo.

 

            Atendiendo a esta última anotación y a la anterior de la obra transcrita en el artículo anterior, y entendiendo que era imposible la aplicación de reformas a lo largo de la fachada desde el Rincón hasta la sacristía, es posible que esta transcripción se refiera al cierre del corredor y del espacio dedicado al altar elevado y abierto a la Plaza, llamado Rincón del Santo, y su nuevo uso como tras sacristía. Este conjunto de transformaciones se acometen en 1754 de la mano del maestro cantero Francisco Sino y consistieron en desmontar una torrecilla que allí había, abrir una puerta y una ventana hacia la Plaza (las que podemos ver hoy día), y utilizar ese nuevo espacio para almacenar objetos litúrgicos. El corredor y la tribuna, por tanto, habían dejado de tener sentido por lo que se reutiliza el espacio del Rincón del Santo como almacén o tras sacristía, función que sigue en vigor hasta la actualidad. La razón de este cambio la ofreceremos al lector al final de este artículo.

27 de mayo de 2022

El desaparecido Rincón del Santo y las misas del Corpus en El Salvador (2ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 2021.

 

        Quien escribe la transcripción que cierra el artículo anterior es Fray Liciniano Sáez[1], archivero de la duquesa de Osuna y de Béjar doña Mª Josefa Alfonso Pimentel, a finales del siglo XVIII y principios del XIX, hombre culto y metódico que poseía la sana costumbre de incluir una página de resumen a modo de portadilla en cada documento y o grupo de ellos, con jugosos comentarios de clara letra, una delicia para los que nos adentramos en los intrincados juegos de la paleografía. Atengámonos a esa descripción: un corredor se desplegaba desde la torre-campanario hasta la puerta principal de El Salvador con acceso desde la tribuna cuya función se centraba en comunicar dos altares, uno situado en su principio, dedicado a San Pedro (veremos que a este espacio se le llamaba Rincón del Santo), con apertura hacia el exterior por medio de una claraboya, y otro sobre la puerta principal[2], adornado con azulejos, dedicado, al menos en el siglo XVIII, a la Virgen de la Paz.

 Detalle del arranque de un arco gótico embebido en la pared 

de la tribuna actual de El Salvador

20 de mayo de 2022

El desaparecido Rincón del Santo y las misas del Corpus en El Salvador (1ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 2021

 

        Sobre la procesión del Corpus Christi bejarano existen buenos y bien documentados trabajos de investigación tanto en forma de libros[1] como de artículos que inciden en sus diferentes aspectos, generales o particulares: el patronato ejercido por la Casa Ducal, el acompañamiento de los hombres de musgo al alguacil de la villa y sus orígenes de leyenda, el recorrido y el engalanamiento de calles y plazas, por poner algunos ejemplos[2]. Sin embargo, existen otros elementos que todavía no han sido suficientemente estudiados y que precisan de una investigación, si no extensa, por lo menos pausada. 

Ábside románico de la iglesia de El Salvador

 

          Uno de esos aspectos perdidos en la vorágine del tiempo es la tradicional misa, más bien misas, que se celebraba el Jueves de Corpus en la iglesia de El Salvador y su curioso emplazamiento. Dicho así no parece guardar un gran interés para el lector, habida cuenta de que es normal que una celebración de tal magnitud se acompañase de estas y otras celebraciones religiosas. Ahora bien, nos llama la atención no el acto en sí, sino dónde tenían lugar y su historia. 

 

29 de agosto de 2021

Breve inventario de regocijos y jolgorios bejaranos civiles de la Edad Moderna y siglo XIX (1ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2019, pp. 14-18.

     Adéntrate lector en este artículo en el que te ofrezco unas breves pinceladas sobre las festividades civiles, o más o menos civiles, con las que los bejaranos de otro tiempo rompían la monotonía de sus rutinarias vidas. Te adelanto que, si bien algunas se han mantenido a lo largo de la Historia, otras han sido engullidas por el loco devenir de los siglos. Y aunque la mayor parte disponía de un lugar fijo en el calendario y el componente religioso era el que primaba, las menos surgían de manera improvisada por obra y gracia de la familia ducal o del monarca que rigiera sus destinos. Las celebraciones plenamente civiles comienzan su andadura en el siglo XIX, a menudo vinculadas a hechos de armas. 

 

Gigantes y cabezudos en La Corredera.
Archivo Fotográfico y Documental de Béjar

       En todas, querido lector, bien sean fijas o puntuales, encontrarás unos denominadores festivos comunes: repique de campanas, aderezo de calles, ventanas y balcones, estallido de cohetes y fuegos artificiales, luminarias, encamisadas y mascaradas por la noche, construcción de arcos de follaje, contratación de compañías de comediantes y grupos de danzantes, sueltas de toros y corridas de novillos en las plazas del Castañar o de la plaza Mayor (salvo cuando se prohibían), al margen de las consabidas procesiones y romerías, misas, bendiciones y Te Deum[1].

 

5 de junio de 2021

Sangre y leyenda en los orígenes de la procesión del Corpus de Béjar

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 4.849 (19/VI/2020), p. 4

 

        Los orígenes de la procesión del Corpus Christi en Béjar son oscuros. Alejandro López Álvarez, que ganó el Premio “Ciudad de Béjar” 1994 con su espléndido trabajo Ideología, control social y conflicto en el Antiguo Régimen: el derecho de patronato de la Casa Ducal sobre la procesión del Corpus Christi de Béjar [1], intentó desentrañar esta maraña de confusión para ofrecernos un acercamiento a sus posibles raíces



            Celebrada por vez primera en 1246 en la diócesis de Lieja, no alcanzaría popularidad hasta 1263 cuando en la localidad italiana de Bolsena ocurrió un hecho milagroso: mientras el sacerdote oficiaba la misa brotó sangre de la hostia consagrada. El papa Urbano IV la instituyó como fiesta de la Iglesia en 1268 y en 1311 Clemente V dará las directrices definitivas para la organización de la procesión dentro de los muros de los templos. Hasta el siglo XV los cortejos no saldrán del recinto de las iglesias. La primera procesión exterior documentada se celebró en tiempos de Nicolás V por las calles de Roma.

21 de febrero de 2020

De dragones, duques, lagartos y otras especies de saurios en Béjar


Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

A Jerónimo Gómez-Rodulfo, por su ayuda



Documentos para una aristocracia: Miniaturas españolas en los siglos XVI y XVII es el nombre de una exposición virtual de la Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional, subida a la red en 2002 por el Ministerio de Cultura. El quinto de veinticinco documentos seleccionados para la muestra lleva el título en francés Sans de pâtir, frase atribuida a "uno de los lemas de los Zúñiga" que aparecería en el texto (ilegible), con "las armas de los Estúñiga (o Zúñiga), duques de Béjar, en la inicial iluminada". Se trata de la "escritura de concordia y avenencia entre Diego de Estúñiga, abad de Parraces, y Teresa de Estúñiga, duquesa de Béjar, por la que el primero renuncia a sus posibles derechos sobre el Estado de Béjar", informa la glosa, y está fechada el 4 de febrero de 1547 en Valladolid (36 folios en pergamino).





Culturaydeportes.gob.es



A los costados de la primera página hay "elementos heráldicos con figuras fantásticas como la hidra de siete cabezas", y al pie, flanqueados por dos supuestos retratos de los fundadores del linaje -¿doña Teresa y Diego López de Estúñiga, primer señor de Béjar y creador del mayorazgo?- que "recalcan la mentalidad sucesoria nobiliaria, un león -posible referencia a la rama materna, los Guzmán- venciendo al dragón".

20 de junio de 2018

El barroquismo de la procesión del Corpus de Béjar

Autora: Carmen Cascón Matas


Aunque sea a toro pasado no queremos dejar pasar el Corpus bejarano, tan conocido a nivel nacional por sus famosos hombres de musgo, sin mostraros una serie fotográfica. 



      El reportaje fotográfico, cuyo autor es Manuel Álvarez-Monteserín Izquierdo, a quien damos las gracias por su generosa aportación, viene aderezado por la transcripción de un documento de 1614 que nos transportará a una época en que el Corpus erta una manifestación religiosa, pero también civil, de la sociedad. 



12 de junio de 2017

Sangre y fervor en el Corpus de otro tiempo



Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto
Publicado: Béjar en Madrid , nº 4.750 (5/06/2015), p. 4.


       Que la celebración del Corpus Christi es vivida en Béjar desde hace siglos con devoción de fiesta mayor y con multitudes como testigos de la procesión no se le escapa a nadie, incluso en este laicizado presente donde los afanes de promoción turística van sustituyendo a los orígenes ortodoxamente religiosos de esta fiesta. Ese impulso y deseo por mostrar al visitante una ciudad entregada a su celebración más emblemática está haciendo regresar poco a poco el viejo esplendor del Corpus bejarano, aún lejos, no obstante, de la pasión y entrega con que en otros siglos se vivía. 

 Hombre de musgo

        Quizá fuera en la centuria de 1600 cuando la fiesta del Santísimo y de los Hombres de Musgo alcanzara su cenit de inusitada magnificencia implicando a todos los estamentos de la villa, incluyendo a todos los gremios, y congregando multitudes. Las rivalidades entre las jerarquías eclesiales y consistoriales por ocupar lugares de privilegio en la procesión y en las iglesias, o las fuertes multas con que se penaba a quienes no asistieran con el debido decoro dan muestra de la trascendencia de tan señalado día. 

 Procesión Corpus Béjar

      Fue en ese siglo XVII cuando, además, fruto del descontrol de la muchedumbre, la procesión pareció irse de las manos sucediéndose una serie de altercados que en algunos casos concluyeron  con resultados fatales. De esta manera queda descrito en los numerosos documentos que sobre el Corpus bejarano se custodian en el Archivo Histórico Nacional. 

23 de mayo de 2016

Notas sobre la festividad de Corpus Christi y el poder señorial en Béjar



 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

    La cultura, propiedad de todos y de nadie en particular, es una construcción formado a través del tiempo por diversos factores, por lo que siempre es posible obtener otra mirada de sus manifestaciones. Es el caso de la fiesta de Corpus Christi instituida en 1264 por el papa Urbano IV (el que excomulgó a Pedro III de Aragón), que dejó de ser día festivo en España en 1989 (siempre caía en jueves), pero conserva aún  el carácter de fiesta local de interés turístico nacional en varios lugares. En Béjar, donde c. 1413 su I señor Diego López de Estúñiga habría recibido del papa Benedicto XIII (el de los huevos benedictinos) el derecho de patronato sobre la celebración, es relevante la procesión por las calles de la ciudad en la que participan los singulares Hombres de Musgo (hasta aquí una mirada, digamos, general).



Procesión de Corpus Christi por las calles de Béjar



       En calidad de duques de Béjar, los sucesores de Diego López de Estúñiga ejercieron este derecho de patronato y lo extendieron a sus posesiones ampliándolo también a otras festividades, como se desprende del documento de la tercera titular doña Teresa de Zúñiga sobre fiestas de guardar en su villa de Burguillos del Cerro (Badajoz); del pleito del cuarto, Francisco de Zúñiga, contra el concejo de Béjar por no cumplir sus instrucciones respecto a la procesión del Corpus Cristi; y de la carta del alcalde mayor de Gibraleón (Huelva), informando al octavo titular, Alonso de Zúñiga, de disturbios ocurridos en la procesión y la necesidad de aplicar una justicia más eficaz en la villa.

1 de junio de 2013

Preparativos para una procesión del Corpus Christi en el Béjar del siglo XVIII




Autora: Carmen Cascón Matas 

            Aunque bien es cierto que el patronato de la procesión del Corpus Christi recaía sobre la Casa Ducal -como bien explicó en su libro “Ideología, control social y conflicto en el Antiguo Régimen” Alejandro López Álvarez-, el consistorio se encargaba de la organización de la misma. En nuestras pesquisas sobre el pasado de Béjar a través de las actas municipales, es frecuente que nuestros ojos se posen en las anotaciones que cada año hacía el secretario de las disposiciones tomadas por sus regidores en relación con esta procesión que tantos vuelos ha ido adquiriendo a lo largo de los años, sobre todo por la presencia curiosa de los hombres de musgo. Sin embargo, esta muestra de religiosidad a la vez que de la sociedad existente dista mucho de parecerse a la que se ofrecía a los ojos de nuestros antepasados del siglo XVIII. 



            En 1751 el consistorio instó, como todos los años, a los vecinos “que se limpien las puertas y las calles y cuelguen sus ventanas y echen en el suelo tomillos, espadañas y otras flores pena de 4 ducados”[1]. Como vemos su incumplimiento se penaba con una multa cuantiosa para la época. 

10 de junio de 2012

Béjar: procesión del Corpus Christi, 2012



Un año más Béjar se ha engalanado de pies a cabeza para revivir un acto religioso, a la vez que histórico y no exento de misterio. La procesión del Corpus Christi tienen mucho de tradición conocida y desconocida, de sentimiento tangible e intangible, todo tan bien imbricado que atrae a bejaranos y visitantes por igual. 

Tres altares confeccionados por la Cofradía de la Vera Cruz, por la Hermandad de Nuesto Padre Jesús Nazareno y por la parroquia de El Salvador, a la vez que otros muchos debidos al esfuerzo de los paisanos salpican y amenizan el recorrido con notas de color y olor, aptas para ser inmortalizadas por las cámaras. El caos se produce al hacer acto de aparición los Hombres de Musgo, seres misteriosos unidos desde hace siglos a palabras como Reconquista,  heráldica y naturaleza, siendo definitivamente desenmascarados gracias al buen hacer de José Muñoz Domínguez y Gabriel Cusac en su libro "Los Hombres de Musgo y su parentela salvaje. El mito silenciado". Quién iba a decir que un personaje, el protagonista de una representación teatral perpetuado por los siglos, acabaría por ser uno de los signos distintivos de una ciudad entera.  

Pensando en vosotros, he cogido la cámara de fotos y he intantado recoger algunas instantáneas para que saboreéis con los ojos esta tradición tan bejarana.  

25 de junio de 2011

Leyenda y realidad: la procesión del Corpus Christi en Béjar, ayer y hoy.

Autora: Carmen Cascón Matas

Mañana la leyenda se hará realidad. Ocho personas vestidas de musgo, escoltando a la custodia del Santísimo en la procesión del Corpus Christi, recorrerán las calles de Béjar rememorando quién sabe qué hazañas ocurridas hace siglos. Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional el año pasado, la procesión del Corpus de Béjar es la fiesta de mayor calado en la ciudad, quizás sólo por detrás de la de la Virgen del Castañar. En ella confluyen pasado y presente, historia y leyenda, religión y tradición


11 de junio de 2010

Los hombres de musgo y la fiesta del Corpus (3ª Parte y final)




Autor: Jose Ignacio Díez Elcuaz

 Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2008


EL CORPUS DE BÉJAR

El hecho de que los hombres de musgo no guarden relación con la reconquista de Béjar no disminuye en nada el interés o los merecimientos de la festividad del Corpus Christi para su declaración como Fiesta de Interés Nacional. Dejando al margen las cuestiones de carácter religioso y turístico, nos centraremos a continuación en recordar algunas noticias históricas relacionadas con la procesión.

La festividad del Corpus fue instituida por Urbano IV en 1264; pero su difusión se debe a Clemente V, quien ordenó, en el concilio general de Viena de 1311, la adopción de esta fiesta. En Béjar, los Zúñiga (señores feudales de la villa y de su Tierra) obtuvieron el derecho de patronato hacia 1413, según don Juan Muñoz, por concesión del papa Benedicto XIII, aunque no hay ningún documento actual que permita corroborarlo.

Hombres de musgo, alguaciles y maceros del consistorio
en la Puerta de San Pedro o de San Antón.
Fotografía extraída de Fotos Antiguas de Béjar

7 de junio de 2010

Fotografías del Corpus 2010

En esta entrada pretendo daros a conocer el recorrido y las tradiciones de la Fiesta del Corpus Christi celebrada ayer en Béjar.


Nuestros Hombres de Musgo voluntarios se reunen en el claustro del convento San Francisco para ser vestidos a la vista del público que quiera acercarse. El traje se compone de placas de musgo guardadas de un año para otro en lugar fresco (no olvidemos que está pohibido coger musgo por motivos medioambientales) atadas al cuerpo con cuerdas desde los pies a la cabeza. La maza está igualemente sujeta por cuerdas al brazo.

Terminado el proceso marchan hasta la Plaza Mayor, donde se reunen con los miembros del consistorio. Una vez juntos, recorren el escaso trecho entre la Plaza y la iglesia de Santa María la Mayor donde se celebra la misa.


En esta fotografía aparecen los maceros y el alguacil de Béjar, en este caso mujeres.


En la antigua plaza de la alcaicería o mercado medieval, ahora Plaza de San Juan Bosco, pues ahí tuvieron su sede y colegio durante casi un siglo los salesianos, se inicia la procesión, una vez concluida la misa en Santa María. Este año se han incluido ministriles con los colores de las iglesias de Santa María (en azul claro) y El Salvador (en rojo). Durante la Edad Media, la iglesia de Santa María organizaba todos los actos de la procesión, pero en la Moderna se dividieron entre ambas. La primera fue la más importante durante el medievo, la segunda adquirió vuelos en la Edad Moderna. De hecho, por voluntad ducal, las vestiduras litúrgicas u objetos de platería donados por la Casa de los Zúñiga a su parroquia, es decir, Santa María, debían ser "prestados" a la del Salvador durante la octava del Corpus y ser reintegrados a su conclusión.

4 de junio de 2010

Los hombres de musgo y la fiesta del Corpus (2ª Parte)




Autor: Jose Ignacio Díez Elcuaz

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2008


LOS “SALVAJES” DE BÉJAR

Hasta bien entrado el siglo XIX, el nombre con el que se denominaba a los hombres de musgo era el de “salvajes”. Según Majada Neila, la primera referencia a ellos es un acta municipal, “que debe ser del siglo XV, en la cual el Ayuntamiento encargaba que se hicieran los preparativos para la fiesta del Corpus Christi; ahí se decía que desde tiempo antiguo había la costumbre de que salieran los dos hombres salvajes”. En el texto del siglo XVII al que hicimos referencia anteriormente también se les llamaba “salvajes”.

Fotografía de los hombres de musgo escoltando la bandera de España
Procesión del Corpus de Béjar a principios del siglo XX
Foto extraída de Fotos antiguas de Béjar