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12 de octubre de 2011

“Ilusión charra”, un joven grupo folklórico en nuestra comarca

            
       Autor: Roberto Domínguez Blanca. 
       Publicado: Semanario "Béjar en Madrid". Agosto 2011.


En una comarca como la nuestra con una pirámide poblacional muy envejecida, que de buenas a primeras un numeroso grupo de jóvenes y niños, con la ayuda de sus padres, se mancomunen para formar una agrupación cultural es admirable; mas aún cuando el objetivo de la misma es la recuperación y difusión de costumbres y tradiciones a través del folklore.


“Ilusión charra” (así es como le han denominado sus integrantes), que tiene su sede en Sanchotello, está formado por niños y adolescentes de este pueblo y de Béjar comprometidos en la tarea de que las tradiciones de sus abuelos no se pierdan. Como explican en su folleto de presentación, están dispuestos a que se sigan escuchando y disfrutando los bailes regionales de Salamanca, tanto charros como serranos.



16 de agosto de 2011

La iglesia de Montemayor del Río: arquitectura y legado artístico (5ª Parte y final)


Autor: Roberto Domínguez Blanca

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2009.


Una vez que hemos detallado los pasos constructivos seguidos hasta llegar a la iglesia que hoy admiramos, es obligado detenerse en las obras de arte que la han ido equipando durante siglos. Comenzaremos por la capilla mayor, donde se concentran las piezas más interesantes, y entre las que sobresale su valioso retablo mayor. Conocemos bastante bien sus orígenes gracias a que se conserva su contrato, pero antes es necesario señalar que estamos ante uno de los retablos más antiguos de nuestra comarca, junto con el de la iglesia de San Gil de Béjar y el retablo de San Sebastián de la de Candelario. La pintura del retablo la contrata en 1552 el salmantino Antonio González, encargándose de la parte escultórica Francisco Joli, si bien en el siglo XX llega en muy mal estado y con las pinturas seriamente dañadas. En los años 90 se decide ocultarlas con pinturas modernas y que reproducen célebres cuadros de artistas como Murillo o Velázquez.


 Retablo mayor

10 de agosto de 2011

La iglesia de Montemayor del Río: arquitectura y legado artístico (4ª Parte)

Autor: Roberto Domínguez Blanca

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2009.

Otro mérito artístico que sumar a los que van comentados, es que esta iglesia conserva al completo la decoración pictórica mural original de su interior, que ya es decir; si bien gran parte de la misma se halla oculta bajo una fina capa de encalado, que aún así permite percibir las líneas generales de la decoración. Por un lado, tenemos decoración pictórica tal cual, y por otro, decoración esgrafiada. De pintura mural destaca sobremanera el gigantesco San Cristóbal con el Niño Jesús, representado de forma similar a como lo encontramos en algunas catedrales (Salamanca, Zamora, León…). Como patrón de los caminantes no es de extrañar que se tuviera un lugar preeminente en la iglesia de Montemayor, pues de sobra es sabido que la Calzada de la Plata era una vía de comunicación importante y uno de los caminos que conducía a los peregrinos a Santiago de Compostela. Sobre el gran tamaño con el que se le suele pintar, se aduce que se hacía para hacerlo bien visible a todo el mundo, pues se le invocaba contra la peste y contra la muerte súbita, al tenerse la certeza que su sola contemplación por parte del feligrés le aseguraba no morir en las veinticuatro horas siguientes (1). El San Cristóbal se encuentra en el muro norte junto a la portada, y en ella vemos la frecuente escena del santo con el niño sobre sus hombros cruzando el río ayudado de una vara. Desgraciadamente la pintura está ya muy perdida. Lo que mejor se conserva es el rostro del santo y las carnaciones. El Niño Jesús apenas se intuye y del paisaje apreciamos un árbol, los patos del río y poco más. Se puede fechar en la segunda mitad del siglo XVI.

Fresco de San Cristóbal


31 de julio de 2011

La iglesia de Montemayor del Río: arquitectura y legado artístico (3ª Parte)

Autor: Roberto Domínguez Blanca 

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2009.

La portada principal se ubica en el muro meridional y es bien sencilla. Alcanzada por una escalinata que salva el desnivel del terreno, se resuelve con dos arquivoltas de sección rectangular que continúan su forma por las jambas. Tres simples listeles hacen la vez de capitel. Pegada a la arquivolta superior, una moldura apuntada repite la molduración de los listeles y del alfiz, elemento tomado de lo musulmán y que recuadra la portada. La norte se reduce a un arco apuntado guarnecido con un baquetón, que también se prolonga por las jambas. Unas impostas muy marcadas repiten el triple listel de la portada principal. En una vivienda cercana a la iglesia se reproduce este esquema de portada (aunque su arco no es tan agudo) y en el interior de la iglesia de El Cerro, en la entrada que comunica su nave con una capilla. Respecto a los canecillos, todos son figurativos, y en ellos predominan cabezas humanas y animales de grotescas facciones. También hay alguno de temática vegetal que parece estar en sintonía el estilo del artista que talló los capiteles de la capilla mayor. De nuevo cuño es la única ventana abierta en lo alto del muro sur con forma de arco trilobulado, siendo el central conopial, pese a que este es un tipo de arco eminentemente tardogótico (1). Al exterior de la misma fachada, unas ménsulas y unas hendiduras en el paramento delatan la presencia de un amplio pórtico, que al parecer fue desmontado en 1761 pese al descontento del concejo y de los feligreses (2).





Portada oeste


23 de julio de 2011

La iglesia de Montemayor del Río: arquitectura y legado artístico (2ª Parte)



Autor: Roberto Domínguez Blanca

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2009.



De la primitiva construcción son los tres arcosolios de la cabecera, uno en el lado de la Epístola de la capilla mayor, y los otros dos a ambos lados del arco triunfal empleados como capillas de altar a falta de retablos. Son apuntados y muy sencillos, como los que se pueden encontrar en las iglesias de Béjar. De este momento también ha de ser el estrecho vano de acceso a la torre campanario, en el lado del Evangelio de la capilla mayor. Aunque el campanario es obra fundamentalmente del siglo XVI, su cuerpo inferior es anterior, seguramente del siglo XIII. Su curiosa ubicación, al norte de la iglesia entre la nave y la cabecera, se repite en otras iglesias cercanas de la citada centuria, como en las bejaranas de Santa María y Santiago.

Capiteles

17 de julio de 2011

La iglesia de Montemayor del Río: arquitectura y legado artístico (1ª Parte)




Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2009.


La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Montemayor del Río, enclavada en la parte más alta de la villa y próxima al castillo, tiene la singularidad de ser un templo que mantiene su impronta medieval más que ningún otro de la comarca, al no mostrar hoy en día signos de la renovación artística del barroco que se produjo en la mayoría de las iglesias. Algunas de nuestra comarca, como la parroquial de Puente del Congosto o la de Santa María de Béjar, son buena muestra de cómo en los siglos XVII y XVIII el arte se pone al servicio de una imagen triunfante de la Iglesia, que tiene su origen en la Contrarreforma. De este modo, los desnudos muros de los interiores de las iglesias medievales se ocultan con gran cantidad de retablos de tamaño considerable, pero también de pinturas murales, lienzos, imágenes devocionales, cajas de órgano, rejas artísticas, ricas yeserías en las bóvedas, esmerados trabajos de carpintería en canceles y tribunas, etc. De todo este despliegue de medios carecemos en la iglesia de Montemayor, bien porque no se ha conservado, bien porque nunca lo llegó a tener con tanta profusión. Esta limpieza mural permite que en el interior la arquitectura cobre mayor protagonismo, aparentando ser más medieval que otras iglesias medievales barroquizadas.


 
    A grandes rasgos es una iglesia gótica y, como señaló el profesor Antonio Casaseca (1), del gótico más antiguo de la provincia , al menos podemos distinguir tres etapas en su construcción. De este momento es la cabecera, de un gótico muy temprano por lo que la podemos fechar en el siglo XIII, casi coetánea a otras iglesias medievales de la comarca y de época de la repoblación, como son las bejaranas de Santa María, El Salvador y San Juan; si bien el ábside de la primera es mudéjar y los de las otras dos tardorrománicos.

10 de abril de 2011

Con los cinco sentidos puestos en el castillo de Montemayor del Río



Autores: Vega Gómez  González y Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Béjar en Madrid, 



Sabíamos que habían restaurado el castillo de Montemayor del Río y nos habíamos enterado también que se había puesto en funcionamiento un restaurante dentro del mismo. Como realizan visitas guiadas, decidimos ir a comer y quedarnos a la que se ofrece los domingos a las 16.30. 

     La muestra del castillo musealizado (de la que hablaremos más adelante) pretende girar en torno a los cinco sentidos. Decidimos detenernos primero en el del gusto. El restaurante es acogedor y con mucha luz, pues es una estructura de madera acristalada que se ha incorporado al patio de armas. Sin romper la armonía ni las vistas, invita al recorrido posterior. Por ello su decoración es limitada: únicamente algunas armas medievales en la pared.

Estructura acristalada
       

23 de marzo de 2011

Presentación del libro de Antonio Sánchez Sánchez "Béjar en el ayer"



Autor: Roberto Domínguez Blanca

Para la tarde del próximo viernes 25 de marzo a las 20.15, está prevista la presentación en el Casino Obrero de nuestra ciudad el libro Béjar en el ayer, publicado por Ediciones Amberley, es obra del bejarano Antonio Sánchez Sánchez, auténtico experto de la memoria gráfica de nuestra ciudad desde las últimas décadas del siglo XIX. Algunos artículos en la Revista de la Cámara de Comercio o alguna charla en el mencionado ateneo sobre este tema dan fe de su fascinación por la historia (en mayúsculas y en minúsculas) de nuestra ciudad.

Y de esto va este maravilloso libro, de las pequeñas y grandes historias de Béjar narradas a través de 230 fotografías que son las auténticas protagonistas del libro. Fotografías maravillosas e inéditas, la gran mayoría conseguidas gracias al tesón de Antonio y a la generosidad de un puñado de particulares, que es lo que hace al libro una auténtica delicia y una novedad en el panorama bibliográfico bejarano. Personajes, calles y rincones, fiestas, comercios e industria se suceden en sus páginas. Entre ellas no habrá bejarano que no reconozca a algún familiar, amigo, vecino o, quién sabe, a uno mismo trabajando en la fábrica o en la fotografía del colegio.

Junto con el autor, intervendrán en la presentación el profesor de la Universidad de Salamanca José Antonio Sánchez Paso y Juan Antonio Pérez Millán, coordinador de la Filmoteca Regional de Castilla y León.

*Para comprarlo se puede hacer desde aquí.

9 de marzo de 2011

Historia arquitectónica y artística del santuario de Nuestra Señora del Castañar (5ª parte)



Autor: Roberto Domínguez Blanca

Publicado: Béjar en Madrid, nº 4627.

La decoración del camarín del santuario tiene dos momentos clave: el primero en el siglo XVIII tras su construcción, y el segundo a finales del siglo XIX y principios del XX, al que pertenecen la mayoría de los vestigios.

Respecto al exterior del mismo, en las cuentas de 1731 a 1736[1] se aclara que en su parte superior se hizo el adorno de hierro rematado en una cruz, así como las primitivas vidrieras con sus redes y herrajes para los vanos. Éstas se encargaron al maestro rejero bejarano Juan Pérez por 208 reales. Al parecer el coste fue superior, pero Pérez terminaría por rebajar el precio final.


Cúpula del camarín


3 de marzo de 2011

Historia arquitectónica y artística del santuario de Nuestra Señora del Castañar (4ª parte)


Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.626. 12/11/2010.

En este capítulo nos vamos a detener en detallar las obras que adelantamos que se estaban haciendo en la capilla mayor.

Una vez que se instala el nuevo púlpito sobre 1740 y 1741, el antiguo es vendido a la iglesia de Vallejera por 27 reales con 16 maravedíes; el nuevo había costado nada menos que 493 reales con 2 maravedíes [1]. El tornavoz de madera y su talla fue lo último que se hizo, pagándose en las cuentas del bienio 1744-1745[2].

Panel del lado de la Epístola


7 de febrero de 2011

El Centro de Estudios Bejaranos presentó sus últimas publicaciones

Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Béjar en Madrid,

A las 13.00 h. del pasado 15 de enero tuvo lugar en la sala de conferencias y exposiciones del Casino Obrero la presentación de dos nuevas publicaciones que vienen a engrosar la bibliografía existente sobre temas locales: el número 14 de la Revista del Centro de Estudios Bejaranos y el libro “Francisco González Macías, vida y obra de un escultor bejarano”.
En el acto participaron por este orden la secretaria del CEB, Mª Dolores González Canalejo, el alcalde de la ciudad, Cipriano González Hernández, y el director del CEB, Urbano Domínguez Garrido. Tras un repaso a las actividades de la institución, González Canalejo desgranó el copioso contenido de la revista, ordenado como es habitual en sus secciones de estudios, documentos, reseñas y creaciones. El grueso de la revista lo componen artículos centrados en Béjar (El Bosque, el Fuero de Béjar, la huelga de 1913-1914, el terremoto de Lisboa de 1755) o en los pueblos de su entorno (Hervás, Bercimuelle, Valdesangil), así como en personalidades destacadas o rescatadas de nuestra historia (Valeriano Salas y Mª Antonia Tellechea, Francés de Zúñiga, Marcelino Cagigal y fray Miguel Arcón); pero también hay espacio para la creación literaria con nueve poemas de José Luis Puerto. La revista ya se puede adquirir al precio de 12 euros.


6 de enero de 2011

Historia arquitectónica y artística del Santuario de Nuestra Señora del Castañar (3ª Parte)


Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.622. 15/10/2010.

Lo último que quedaba por hacer arquitectónicamente en todo el templo era la tribuna del coro de la iglesia, levantándose entre 1746 y 1748. Se resolvió en arco carpanel por el maestro cantero gallego Francisco Sino [1], quien cubrió el sotocoro con una bóveda de lunetos y cobró por su trabajo 2.400 reales. La barandilla del coro, que aún se conserva, fue encargada al cerrajero bejarano Francisco Javier Hernández por 1.347 reales y 26 maravedíes [2]. Años más tarde, entre 1761 y 1764, a Francisco Sino se le encomendará la creación de la nueva sacristía [3]. Este mismo artífice terminaría en 1764 la bóveda del sotocoro y la portada de acceso al órgano de la iglesia de Navacarros [4]. Consta que también trabajó en las iglesias de La Hoya, Puente del Congosto y de El Salvador de Béjar, así como en la Cárcel Real de la villa.

Con la iglesia y el camarín concluidos en lo arquitectónico, los esfuerzos de la cofradía se centran ahora en equipar y adornar convenientemente ambos espacios. Muchas de las obras que se están acometiendo se pudieron llevar a cabo gracias a que se desviaron para su provecho las rentas de las ermitas de Santa Ana, San Lázaro y la Magdalena, hasta que el obispo de Plasencia ordena en 1751 finalizar esta contribución[5].

Retablo mayor del Santuario, obra de Lucas Badarán y Ortega


17 de diciembre de 2010

Historia arquitectónica y artística del santuario de Nuestra Señora del Castañar (2ª parte)

Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.621. 8 de octubre de 2010

La nave de la iglesia del santuario se concluiría en 1720 cuando se hizo la fachada occidental. Esta fachada se divide en dos cuerpos por una simple moldura o imposta. El primero se inspira en las fachadas tradicionales de los eremitorios de la zona: dos pequeños vanos a ambos lados del arco de acceso, aunque éstos se cegaron posteriormente. Bajo la imposta, tres ménsulas dan testimonio del desaparecido pórtico que resguardaba la entrada al templo. El cuerpo superior se remata en forma de hastial, y sobre la masa granítica tan sólo se abre un óculo o vano circular para iluminar la tribuna del coro. El 14 de abril de 1720 se colocó sobre el arco de la portada el escudo del obispo placentino Francisco de Perea y Porras, tallado en granito de Ledrada, por el impulso que dio este prelado para acabar las obras[1]. El 26 de julio se firma el acuerdo con un maestro carpintero de Valdefuentes de Sangusín para hacer el techado provisional[2], en espera de que comenzaran los trabajos de las cubiertas definitivas que engalanan la iglesia.

Fachada occidental


7 de diciembre de 2010

Historia arquitectónica y artística del santuario de Nuestra Señora del Castañar (1ª Parte)


Autor: Roberto Domínguez Blanca

Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.619. 24/09/ 2010.

El presente artículo recoge algunos datos inéditos junto a otros ya conocidos sobre la construcción del santuario de nuestra patrona, y que forman parte de un trabajo más extenso sobre devociones marianas bejaranas que presentamos a la publicación del congreso “María signo de identidad de los pueblos cristianos”, celebrado en Gibraltar el pasado mes de marzo (1). Los datos inéditos de los que hablamos proceden principalmente de la transcripción del único libro de la cofradía del Castañar localizado, más conocido por contener en sus primeras hojas las fechas de la construcción de la plaza de toros (2).


Vista general del santuario


16 de agosto de 2010

Aspectos urbanísticos y arquitectónicos del casco antiguo de Béjar (6ª Parte y final)

Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista Ferias y Fiestas de Béjar, 2008.


En la evolución de este tipo edificatorio hay que señalar la progresiva representatividad que se le ha ido dando a la fachada principal. Los pequeños e irregulares huecos que, como heredera de la casa ganadera mostraba en su fachada, se van abriendo a la vez que se construyen balcones y galerías, para que la calle entre en la casa y la casa en la calle. Cada vez se procura engalanar más el exterior de la edificación, que debía exteriorizar el estatus de sus habitantes en la sociedad bejarana. Desde finales del siglo XIX, en las construcciones de los promotores con posibilidades económicas, se observa un desdén hacia la tradición constructiva, para ir integrando en sus proyectos elementos de la arquitectura culta de las grandes ciudades. En el primer tercio del siglo XX se van dejando ver edificios eclecticistas, regionalistas, racionalistas…, todo ya de la mano de reconocidos arquitectos. La casa se convierte en símbolo de prestigio del morador para asombro del populacho, buscándose en la medida de lo posible solares en los cruces de las calles para aumentar el número de fachadas representativas, articulándose por medio de algún elemento destacado en las esquinas como las rotondas. En Béjar, la estrechez de sus calles dificultaba la posibilidad de obtener buenas perspectivas desde donde poder admirar el trabajo de los arquitectos.

De este tipo de arquitectura llama la atención el edificio concebido por el catalán Benito Guitart Trulls en 1920, que crea una fachada representativa hacia la calle Mayor en estilo Neoplateresco, mientras que la fachada que da al jardín es formalmente antagónica, al emplear vidrio y estructura metálica vista.
Casa construída por Benito Guitart Trulls.
Calle Mayor. Béjar


7 de agosto de 2010

Aspectos urbanísticos y arquitectónicos del casco antiguo de Béjar (5ª Parte)


Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista Ferias y Fiestas de Béjar, 2008.



Casa en Béjar.Figura nº 1


LA ARQUITECTURA TRADICIONAL BEJARANA (III)

Los comienzos de esta arquitectura los fechamos en la década de 1740 por las fechas grabadas en los dinteles. Un ejemplo es la conocida casa de Juan Luis Meluis en la calle Flamencos. Otro es el de la vivienda de la figura 1 fechada en 1747 y muestra los rasgos típicos de la casa bejarana que se difunde a partir de mediados del siglo XVIII en su década inicial. Se parte de un solar rectangular, con alzado en el que aún el último piso es de entramado encalado, que vuela ligeramente sobre canes bien labrados de madera y cantería. El piso noble, con grandes vanos abiertos a balcones, parece reforma decimonónica. Muy propio de nuestra arquitectura dieciochesca son los vanos de los otros dos pisos, de diversos tamaños (algunos todavía muy pequeños), pero ya siempre con recercado de granito bien labrado. En lo que sobresale del muro medianero debería ir un paño de tejas claveteadas.

30 de julio de 2010

Aspectos urbanísticos y arquitectónicos del casco antiguo de Béjar (4ª Parte)

Autor: Roberto Domínguez Blanca
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2008.



LA ARQUITECTURA TRADICIONAL BEJARANA (II)


A mediados del siglo XVIII surge una determinada forma de construir más sólida, en las que la manufacturación de géneros textiles por medio de una rudimentaria maquinaria se sitúa en el piso bajo de la vivienda hasta la tardía revolución industrial y la concentración fabril de la mano de obra en las fábricas. El principio constructivo de esta casa es el mismo que se da en la popular casa chacinera candelariense, presentando algunas diferencias formales, que no estructurales, derivada de la función reservada a algunos espacios resultados de atender las necesidades de la dedicación económica del lugar (por esta razón en el Béjar textil no vamos a encontrar batipuertas ni solanas).


Casa solariega de Candelario


24 de julio de 2010

Aspectos urbanísticos y arquitectónicos del casco antiguo de Béjar (3ª Parte)

Autor: Roberto Domínguez Blanca.

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2008.

El modo en que los habitantes de Béjar tenían de construir sus viviendas, seguía la tónica general de las construcciones que presentan las poblaciones serranas del sector occidental del sistema central. Sin embargo, la vivienda bejarana más característica parece surgir a mediados del siglo XVIII; un nuevo modo de construir que se implantará con fuerza en nuestra comarca (especialmente en Béjar y Candelario), y en otras localidades cercanas, como Barco de Ávila o Hervás.

De esta forma podemos distinguir dos tipos de construcciones que se suceden en el tiempo: las construidas antes de mediados del siglo XVIII, o las construidas a partir de esa fecha hasta principios del siglo XX, siendo las más características en Béjar.


Candelario


5 de julio de 2010

"La platería del Renacimiento en Béjar"


Autora: Carmen Cascón Matas

Volviendo a la publicación de uno de los colaboradores de este blog, Roberto Domínguez Blanca, en este caso de su libro "La platería del Renacimiento en Béjar", queremos dejar constancia de las palabras que le ha dedicado un paisano, José Antonio Sánchez Paso, en el Béjar en Madrid y en su blog Corpedumne.


Hace unas semanas tuve la oportunidad de asistir, en la antigua capilla del colegio de San Pelayo (Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca), a la presentación oficial del libro La platería del Renacimiento en Béjar, del bejarano Roberto Domínguez Blanca, que ha sido editada por el Centro de Estudios Bejaranos en su colección “Varia Bejarana”, con el apoyo económico del Ayuntamiento.

La obra, en realidad, ya circulaba desde hace un tiempo por las librerías, puesto que lleva pie editorial del año 2009, y la presentación no fue más que excusa para que dos docenas de fieles con congregáramos alrededor del autor, cuyo esfuerzo merecía ese tributo y reconocimientos públicos como el de estas líneas, que no quieren más que recordar a los lectores que la obra está pidiendo llegar a las bibliotecas de quienes pretendemos reconstruir el rompecabezas del pasado bejarano.

30 de junio de 2010

Aspectos urbanísticos y arquitectónicos del casco antiguo de Béjar (2ª Parte)


Autor: Roberto Domínguez Blanca.

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2008.

INTRODUCCIÓN (continúa)

Casco antiguo de Béjardesde La Corredera a la Plaza Mayor de la Villa Vieja,
siguiendo el recorrido de la Calle Mayor

Por diferentes razones los ámbitos plaza Mayor y calle Mayor no siempre se han desarrollado en una misma ciudad de forma equilibrada, y se dan casos donde predomina un espacio sobre el otro, o alguno de ellos llega a desaparecer. El soporte físico puede ser muy decisivo. En las poblaciones de montaña es frecuente el asentamiento sobre espolones o muelas alargadas que favorecen el desarrollo de grandes calles en detrimento de la plaza, que necesita una amplia superficie llana. Un caso similar y más evidente es el de los pueblos que han crecido a partir de enclaves en importantes rutas como el Camino de Santiago o la Vía de la Plata, donde el poblado se adapta a lo largo del camino preexistente. Al desarrollarse el burgo a ambos lados del camino, éste en el tramo que lo cruza se convierte en calle Mayor. Ejemplos son en España las localidades de Santo Domingo de la Calzada, Castrojeriz o La Calzada de Béjar.

Diferente es el caso de las villas pobladas en la llanura, donde se favorece el desarrollo de la plaza en detrimento de la calle Mayor, al facilitarse el terreno llano para su asentamiento, y así que la directriz de sus murallas sigue una envolvente más o menos elíptica o circular, casi concéntrica a la plaza, lo que no permite el desarrollo de prolongadas calles salvo en ciudades y grandes villas. Ejemplos de esta posibilidad son Montemayor del Río, Bonilla de la Sierra o Ciudad Rodrigo, por citar localidades próximas.